Aquí las olas son la alarma del despertador, las playas la sala de estar y el mar la despensa que siempre está a disposición. Y es que, en el Rosarito, esa vida frente al mar —que parece una fantasía— se vuelve la realidad del día a día para quienes viven a sus alrededores, encontrándose con deliciosa comida, inolvidables actividades y una vida nocturna como ninguna.

Lo que el MAR PROVEE. ¿Qué comer?

Playas de Rosarito es un hermoso balneario ubicado en la península de Baja California. Y a pesar de tener fama por ser uno de los principales centros turísticos de la región, también es un espacio destinado a aquellos que buscan una verdadera vida playera. Para empezar, en el Rosarito la comida es algo de lo que no te tienes que preocupar. Aquí los mariscos son del día; el pescado de temporada y la langosta no son un alimento para ocasiones especiales: es la comida de todos los domingos, y que se sirve con generosidad en cada restaurante al borde de la playa.

Y es que Rosarito ofrece una gran variedad de platillos traídos del mar, pero uno de los más representativos que puedes probar es la langosta al estilo Puerto Nuevo. De consistencia suave aun dentro de su crujiente caparazón, este se acompaña con arroz, frijoles y las infaltables tortillas de harina hechas a mano recién salidas del comal.

Además, no te puedes perder las almejas recién cosechadas, los mejillones y ostiones robustos, que llegan desde el puerto directamente hacia el plato.

Un día de AVENTURA y NATURALEZA sin igual. ¿Qué hacer?

Además de buena comida, Playas de Rosarito tiene experiencias para todos sus habitantes, sin importar su nivel de destreza. Ya seas un experto o un novato, aquí las olas te darán un gran día de surf en cualquier época del año. El senderismo es otra gran opción para pasar el día dejándote llevar por la belleza natural de la flora y fauna de la región, en donde seguro quedarás asombrado con esos miradores naturales, que premian a todos los intrépidos aventureros.

Por su parte, las playas se vuelven el escenario perfecto para momentos auténticos y memorables. Aquí puedes cabalgar a caballo por la arena mientras el sol se oculta en el horizonte. Pero si quieres un plan más emocionante, no puedes dejar pasar las excursiones en altamar para avistar ballenas grises, que suelen dejarse ver entre diciembre y abril.

¿Cómo se viven LAS NOCHES en Playas de Rosarito?

La vida nocturna en Playas de Rosarito es una de las más movidas y divertidas del norte de México. Uno de los mayores atractivos es el Baja Beach Fest, un evento musical celebrado a inicios de agosto. En él podrás encontrar DJs en vivo y música urbana y pop de artistas de talla internacional, que crean un gran espectáculo frente a la playa.

Pero, el resto del año, a lo largo de Playas el Rosarito podrás encontrar distintos espacios en donde la música y la arena se combinan para crear noches inolvidables que se extienden hasta el amanecer.

Un momento de RELAJACIÓN y BIENESTAR

Claro que un viaje a la playa no estaría completo sin actividades para relajarse. Y es que las olas de Rosarito también se vuelven el escenario perfecto para spas frente al mar, con masajes y sesiones de yoga matutinas, ideales para comenzar el día. Y si lo que buscas es una estadía más tranquila y profunda, los retiros de meditación y mindfulness en el Rosarito son algo que debes tener en consideración para tu siguiente escapada por las playas del norte de México.

En el MAR la vida es…

En Playas de Rosarito la vida es más simple, más ligera y más plena. Aquí el mar no es una atracción; es un recordatorio perpetuo de que el lujo no se encuentra en lo complicado, sino en lo que es esencial. El aire salado, el sonido del mar y una mesa compartida lista para crear grandes momentos son algunas de las maravillas que Rosarito tiene para ofrecer… ¿Te animarías a vivir en este paraíso sobre la tierra?  ❖

#NuncaDejesDeViajar

Uno de los papeles más icónicos de Jack Black fue sin duda protagonizando Nacho Libre, en 2006. En esta película, escrita y dirigida por Jared Hess, se nos presenta la historia de Ignacio: un fraile y cocinero en un monasterio y orfanato católico mexicano, que, rompiendo las limitantes que le impone la religión, se las arregla para convertirse en luchador profesional. En el trayecto conoce a Steven (Esqueleto) con quien hace mancuerna para alcanzar el éxito.

Esta pieza llena de comedia, drama y personajes inusuales, no tardó en volverse una obra de culto. Y gracias a su fuerte representación de la cultura popular mexicana, es también una película apasionadamente amada en Latinoamérica. Y es que, para llevar a cabo la filmación, se eligieron varias locaciones que resaltan por su gran ambiente, y una de ellas fue Villa de Etla, que, si eres tan fan de este filme como nosotros, seguro se te hará familiar…

Un pueblo que DESLUMBRA

Caminar por Etla, Oaxaca, es una experiencia completamente única, gracias a su arquitectura singular. La razón es que el pueblo está lleno de construcciones con siglos de antigüedad, que ayudan a enriquecer de historia a la localidad. Casas pequeñas y coloniales con calles empedradas y rodeadas de enormes montañas son lo que hacen bello a este valle. Además, su ambiente tranquilo, con un registro de alrededor de 2,000 habitantes, le dan un aire relajado: una de las razones más evidentes que se notan en la estética de Nacho Libre.

El MONASTERIO

Entre los lugares que destacan en la película está el Santuario de las Peñitas en Etla. Se trata de un santuario que data del año 1636, y que fue utilizado como el monasterio donde trabaja Ignacio, en el cual solía entrenar y usar su máscara de luchador a las afueras de este lugar. Y a pesar de que es ampliamente conocida por la película, es un espacio que sigue religiosamente en funcionamiento.

En el pasado, la zona fue un importante centro religioso zapoteca. Sobre ello se levantó el santuario, que está construido casi en su totalidad por cantera verde. Además, en su interior alberga al Señor de las Peñas, que cada año recibe a cientos de peregrinos, en su mayoría durante la cuaresma.

El MERCADO

Otro lugar que se puede apreciar en la película es el Mercado Municipal Porfirio Díaz en Villa de Etla, ubicado a tan solo 17 kilómetros de la ciudad de Oaxaca centro. Este es un edificio público que tiene una arquitectura que se asemeja a una pirámide mesoamericana, y fue en donde Ignacio compró sus botas blancas y comida para alimentar a los niños del monasterio. En la actualidad, este mercado es uno de los principales atractivos turísticos del pueblo, llamando la atención de miles de viajeros al año.

Además, en su interior podrás encontrar una amplia oferta gastronómica, flores, panes y el famoso quesillo, que es casi obligatorio probar si te encuentras en estas tierras oaxaqueñas.

Lugares fuera de ETLA

Además de Villa de Etla, Nacho Libre también hizo uso de distintos espacios a lo largo y ancho de Oaxaca, creando escenas inolvidables… Como por ejemplo, ¿recuerdas esa mítica calle en donde Ignacio recogía las frituras para la comida de los huérfanos y en donde conoció a Steven? Pues aún existe, y se llama Callejón de la Pilita, ubicado en Oaxaca de Juárez (el centro del estado). Se trata de un espacio cerrado, por lo que es muy raro que reciba al público. Además, están prohibidas las fotografías.

Y a tan solo unos metros de este callejón se encuentra el Acueducto de Oaxaca, en donde Ignacio se enfrenta torpemente contra dos habitantes que paseaban por el lugar, con el pretexto de defender a la hermana Encarnación.

¡Más y más LUGARES!

Y si te preguntabas por la casa del Señor Ramón, esa en donde se realizó la divertida y caótica fiesta de luchadores, pues tenemos malas noticias… Fue demolida, y en su lugar se construyó un Starbucks. Pero no te preocupes, que en la parte trasera aún podrás encontrar la Fuente de la Lágrima, en donde Steven le lanzó el elote al luchador que les ponchó la llanta de su bicicleta.  

Y otro imperdible es el Parque Ciudad de las Canteras, a unos cuantos kilómetros de Oaxaca de Juárez. Aquí podrás encontrar el escondido lugar en donde Ignacio subió una cantera para poder probar un huevo de águila y así obtener poderes. Este espacio es poco visitado por los fanáticos, ya que es un poco difícil de encontrar, pero si tienes buen ojo, podrás ubicarlo fácilmente.

Y por último, para terminar a lo grande tu tour de Nacho Libre, tienes que visitar la Zona Arqueológica de Monte Albán, que es la última escena de la película, en donde vemos a un Ignacio realizado, lleno de triunfo y felicidad, acompañado de amigos y sus queridos niños de Monasterio.

NACHO LIBRE y su impacto en la LOCALIDAD

Muchos de los lugares que aparecieron en Nacho Libre se convirtieron en atracciones turísticas, llamando a varios fans de la película y curiosos por conocer los escenarios reales en donde se grabó. Ya sea para conocer su historia fuera de las pantallas o simplemente para tomarse una foto recreando alguna escena, Oaxaca es un lugar en donde el cine aún respira.

Debido a que los sitios que se usaron para filmar Nacho Libre son de acceso público (como el Santuario de las Peñitas, el Mercado de Villa de Etla o el Acueducto de Xochimilco, Oaxaca). Se pueden visitar libremente, sin costo de entrada, por lo cual los viajeros se sienten más motivados a conocer estos lugares emblemáticos.

Si eres fan de Nacho Libre, es seguro que visitar Etla, Oaxaca, será una experiencia que te fascinará, y más… ¡Sí eres amo de tu propio destino! ❖

#NuncaDejesDeViajar

La ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca nació sobre los antiguos rieles del tren que conectaba a la Ciudad de México con Cuernavaca, Morelos. Hoy, en lugar del sonido del acero y el humo de las locomotoras, se escuchan las ruedas de bicicletas y el murmullo de los árboles. Con una longitud aproximada de 60 kilómetros, es considerada una de las rutas ciclistas más largas del país. En ella cruzarás por alcaldías como Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan.

El recorrido puede iniciarse desde el Deportivo Plan Sexenal, en la alcaldía Miguel Hidalgo, y se extiende hacia el sur de la ciudad, por el lado rural de Tlalpan. Pasarás por zonas emblemáticas como Barranca Seca y la antigua Estación de Trenes de Magdalena Contreras, hasta terminar en Huitzilac, Morelos. En su trayecto, la ruta ofrece contrastes únicos: avenidas arboladas, calles tranquilas, zonas montañosas y tramos donde aún se percibe el espíritu ferroviario que le da nombre.

Un RETO y un paseo con VISTA VERDE

La experiencia de pedalear por esta ciclovía es variada. En algunos tramos —como el Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca— el recorrido es cómodo, plano y familiar; perfecto para pasear sin prisa. Pero conforme se avanza hacia el sur, el camino se vuelve más exigente, con pendientes pronunciadas y curvas que retan incluso a los ciclistas más experimentados.

Quienes la recorren disfrutan de una mezcla entre ciudad y naturaleza: desde calles urbanas llenas de grafitis y cafés ciclistas, hasta vistas boscosas donde el aire se vuelve más limpio y el ruido del tráfico desaparece por completo. No por nada, es conocida como una de las rutas más vivas y diversas de la CDMX.

CHAPULTEPEC, la cara moderna de la CICLOVÍA FERROCARRIL de CUERNAVACA

Una de las partes más llamativas del trayecto es su paso en la zona de Chapultepec, en donde el ciclismo urbano se mezcla con rascacielos, centros comerciales y parques. Este contraste entre modernidad y tradición convierte al recorrido en una experiencia visualmente atractiva: un viaje donde el pedal se mueve entre el pasado histórico industrial y el presente cosmopolita.

A lo largo del camino, los ciclistas pueden hacer pausas para disfrutar de miradores, parques y pequeños restaurantes locales que se adaptan al flujo de quienes recorren la ruta cada fin de semana. Puedes checar el mapa desde la página oficia de la CDMX.

La VIDA en dos RUEDAS.

El recorrido completo de ida en la ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca puede tomar entre tres y cinco horas dependiendo del ritmo, más otras 3 o 5 horas de regreso. Pero también se puede disfrutar por partes, especialmente los fines de semana cuando la ciudad abre sus ciclovías recreativas. La experiencia no tiene costo, salvo lo que gastes en transporte o renta de bici, que ronda los $150 MXN (aproximadamente $9 USD) por hora.

Al final, recorrer la ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca es mucho más que hacer ejercicio: es revivir el antiguo pulso ferroviario que unía la capital con el sur, ahora transformado en un camino verde lleno de historia y movimiento. Cada pedalada cuenta una parte del pasado y del presente de la ciudad, recordando que incluso entre rieles viejos y avenidas modernas, siempre hay espacio para seguir avanzando. ❖

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