Ecoturismo - Turismo Sustentable
Un viaje a Cuetzalan Puebla y sus memorables paisajes
Acompáñanos en una aventura por uno de los Pueblos Mágicos mas emblemáticos de México.
No cabe duda que una de las mejores sensaciones que toda persona debería experimentar al menos una vez en la vida, es el despertar en medio del relajante y armonioso sonido de pájaros y grillos, recibiendo el delicado y cálido tono dorado de los primeros rayos del sol a través de la ventana, y todo esto fue posible en nuestro viaje a Cuetzalan que estamos muy felices de compartirte.
Este pintoresco Pueblo Mágico nos recibió con los brazos abiertos y listo para regalarnos un pedacito de toda la naturaleza que lo compone y nos regala paisajes tan maravillosos que no hemos encontrado una palabra exacta que los describa.
¡Para que tú también te animes a vivir esta experiencia!
Cuetzalan es un lugar que se caracteriza por sus bellas calles empedradas, blancos edificios y sobre todo por la niebla que abraza al pueblo cada mañana.
Más allá de su plaza principal,específicamente adentrándonos a su sierra montañosa encontraremos el lugar en donde la magia comienza a nacer; la cooperativa de turismo alternativo “Tosepan Kali”, integrada por familias de campesinos indígenas de la Sierra Nororiental de Puebla.
Nos recibieron con los brazos abiertos en este el que sería nuestro hogar por tres días, un acogedor sitio para
pernoctar construido a base de bambú, pensando para generar el menor impacto al medio ambiente.
Durante nuestro primer día, tuvimos la oportunidad de asistir a un taller de granos de café impartido por gente de la misma cooperativa.
Aprendimos a elaborar diversos accesorios como: pulseras, collares, anillos y diversas figuras, al mismo tiempo que recibíamos una interesante explicación de cómo es que se cultiva esta planta, así como los cuidados que se le dan para que crezca de manera adecuada.
Más tarde, disfrutamos de una cena de bienvenida en la que degustamos una exquisita variedad de platillos
típicos de la región como tlacoyos, tamales de frijol y mole, acamayas y por supuesto, no podía faltar… una taza de café.
Todo esto mientras un grupo de músicos pertenecientes a la cooperativa armonizaban con una selección de canciones ideales para la atmósfera en la que nos encontrábamos inmersos.
Nuestro segundo día en Cuetzalan
El día siguiente, abordamos una pequeña y rustica camioneta que nos llevó hasta nuestra primera parada. Comenzamos nuestra aventura con una de las actividades que sin duda nos dejó sin aliento… literalmente, pero que al mismo tiempo nos hizo poner a prueba nuestras habilidades de explorador y que nos regaló algunos de los
paisajes más bellos de la región.
Comenzamos el descenso por una de las tantas pendientes que se encuentran escondidas en parte de la sierra de este lugar, claramente utilizamos el equipo necesario para hacerlo.
Casco, coderas, rodilleras y algo así como un bastón que nos serviría para apoyarnos durante todo el camino, pues el terreno que recorrimos, como seguramente te estarás imaginando… era super irregular y muy ¡muy! resbaloso.
Así comenzamos nuestro trayecto entre risas y gritos, pues los resbalones se hicieron presentes en todo momento durante las dos horas que nos tomó llegar al tan esperado lugar, pero que definitivamente valieron la pena, pues
a lo largo de la caminata pudimos ser testigos de las maravilla de la naturaleza, entre cascadas, grutas, árboles grandes y frondosos; nos sentimos dentro de todo un cuento.
Finalmente, al llegar a nuestro destino nos encontramos con la famosa “Poza Pata de Perro” en donde pudimos darnos un chapuzón.
Se trata de una formación rocosa ocasionada por la erosión del agua sobre las mismas, que durante años dio forma y similitud a la huellita de nuestros peluditos amigos de cuatro patas; de ahí su nombre.
La aventura no termina
A unos cuantos metros de ese lugar, nos sumergimos para nadar a través de una de las tantas grutas que se encuentran ahí.
Una experiencia que nos dejó con la boca abierta, pues es impresionante el adentrarse a esta también formación rocosa y observar exclusivamente con la pequeña luz del casco las paredes llenas de diminutos destellos derivados de ciertos metales naturales que reposan en los cuerpos de agua.
Al finalizar el recorrido por dentro de la gruta, llegamos a un encantador ojo de agua en el que tomamos unos minutos para descansar y apreciar el verde de la naturaleza que envuelve al lugar, además, no nos podíamos ir sin una mascarilla natural de barro que tomamos al salir del “túnel”.
Fue así como emprendimos nuestro camino de regreso a la cima de la pendiente. Si pensamos que el descenso había sido el mayor reto de este recorrido… no sabíamos lo que nos esperaba con el ascenso.
Pero nuestra recompensa fue llegar a la cima y ser recibidos con unos ricos elotes asados, ¡qué bien nos hacían falta! pues eso de ser explorador abre el apetito.
El campo de producción de miel
Una vez recuperada la energía, nos dirigimos a un campo de producción de miel, por supuesto 100% natural. Aquí aprendimos el proceso que llevan a cabo las queridas abejitas para producir este dulce néctar.
Los pobladores de la sierra aprovechan este recurso para la elaboración de productos como: jabones y dulces, y de esta manera generar un ingreso para ellos y sus familias, sin causar algún daño a esta pequeña especie.
Después de un día de diversión y aventura, por fin llegamos a nuestra casa temporal, en donde nos consintieron con una rica cena y un espectáculo de la famosa danza de los Voladores”, que como dato curioso… la comunidad de Papantla en Veracruz, se atribuye el origen de esta famosísima expresión cultural, sin embargo, pobladores de Cuetzalan aseguran ser ellos los responsables de este hecho.
A pesar de llegar agotados de nuestro activo día, nos dimos el lujo de pasar una noche en vela alrededor de una fogata compartiendo diversas historias y anécdotas, apreciando uno de los acontecimientos que actualmente ya no se presentan en cualquier lugar.
Nos referimos a un espectáculo que nos regalaron las diminutas lucecitas de las luciérnagas, sumado a ello, el canto de grillitos y ranitas nos hicieron cerrar nuestra segunda noche de la mejor manera.
Cerrando nuestro viaje a Cuetzalan
Para despedirnos de nuestro viaje a Cuetzalan, comenzamos el día muy temprano visitando una de las zonas arqueológicas más importantes de la región: Yohualichan, que en lengua náhuatl se traduce como “Casa de la noche”.
En este lugar solamente estuvimos por unos minutos, ya que no es un espacio muy grande y pudimos apreciarlo perfectamente de manera breve. Después nos dirigimos a uno de los jardines botánicos más grandes de la
zona, observando ahí cientos de exóticas plantas en diferentes formas, tamaños y colores.
Más tarde nos dirigimos al hogar de una familia habitante de la sierra de Cuetzalan, en donde amablemente nos brindaron una comida casera deliciosa, sin mentir, ¡ha sido lo mejor que he probado en toda mi vida! quizá el secreto esté en que ellos mismos son quienes cultivan sus propios frutos y vegetales y crían a sus animalitos de ganado y aves de corral.
El menú en esa ocasión consistió en: caldo de pollo con un toque de chile que le aportaba la sazón perfecta, tortillas de amaranto hechas a mano; por supuesto, agua de betabel y como postre un dulce típico de leche elaborado también por ellos mismos.
Finalmente, recorrimos el centro de este Pueblo Mágico para realizar el típico recorrido de turista por sus calles principales, así como para adquirir uno que otro souvenir.
Para nuestra última tarde – noche en Tosepan Kali, disfrutamos de una relajante tarde de alberca, en donde apreciamos el más bello atardecer de la sierra que nos dio la despedida con sus luminosos tonos naranja.
Un viaje que sin duda alguna repetiría una y mil veces más, pues experiencias como esta no se encuentran en cualquier lugar. ¡Tú también descubre Cuetzalan de una manera diferente! y #Nucadejesdeviajar!.
Ecoturismo - Turismo Sustentable
¡PEDALEANDO por Mayab! Conoce las RUTAS de CICLISMO en Yucatán
Descubre rincones, admira iglesias y vive una experiencia auténtica llena de libertad a través del cicloturismo.
La Secretaría de Fomento Turístico del Estado de Yucatán ha apostado por diversificar su oferta turística, buscando fomentar la movilidad ecoamigable. Esto ayudará a sus visitantes a crear lazos más auténticos y dinámicos con la cultura y naturaleza con la que cuenta este bello estado. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que recorriéndolo en bicicleta?
Este concepto de turismo no es ajeno a una nueva generación de viajeros, que buscan conocer los destinos de una manera que impacte positivamente y les permita equilibrar la aventura con la salud.

BICIRUTA NOCTURNA: Redescubriendo la CIUDAD BLANCA
Mérida, la capital de Yucatán —también conocida como la Ciudad Blanca—, ostenta el título de ser una de las ciudades más seguras de México, además de ser una de las más hermosas. Aquí, mes con mes se lleva a cabo la “Biciruta Nocturna”, que cada miércoles y primer sábado del mes cierra el tránsito de autos en avenidas emblemáticas para dar paso a ciclistas de todas las edades.

Además, a lo largo de la ruta, los participantes pueden encontrar música en vivo y food trucks. Y si no puedes viajar con tu bicicleta, ¡no te preocupes!, pues Mérida cuenta con estaciones de renta pública, carriles compartidos y tours guiados. Y es que la experiencia de andar en bicicleta es de por sí única, pero hacerlo en medio de la amplia naturaleza y belleza colonial de Yucatán simplemente nos invita a sentir…

Conoce los TOURS de CICLISMO en YUCATÁN
Las rutas de ciclismo se condensan en caminos por zonas rurales o rodeados de la verde frondosidad del Mayab —que es el nombre en maya de Yucatán—. Cenotes, haciendas y muchos pueblos mágicos están dentro de estas rutas, que te invitan a pedalear y conectar con Yucatán desde una nueva perspectiva. Para rodar a gusto y con seguridad, existen operadoras locales que ofrecen tours en bicicleta que combinan el turismo cultural con la naturaleza… ¿Te gustaría conocer algunas?

- Izamal en bici: Conoce la ciudad amarilla y rueda por sus calles empedradas. Algunos tours incluyen paradas en cenotes o haciendas cercanas.
- Ruta de los cenotes en Homún: Rodar y nadar. Es la opción perfecta para conocer un cenote de aguas cristalinas y recorrer caminos que aún hoy conservan la traza ancestral maya.
- Haciendas y caminos blancos: Desde Mérida, pedalea hasta diversas haciendas henequeneras; algunas ahora son hoteles boutique, spas o museos. Los “sacbés” (o caminos blancos en maya) te conectarán con su historia, pedaleada tras pedaleada.
- Valladolid y sus alrededores: ¡Una joya! Si te hospedas ahí, puedes hacer varias rutas que te llevarán a cenotes y zonas arqueológicas, como Ek Balam, o a lugares como Temozón: un encantador pueblo famoso por sus embutidos y maderas talladas.

No necesitas ser un ciclista profesional para disfrutar de las rutas de ciclismo en Yucatán; tan solo necesitas montarte en una bici y estar predispuesto a detenerte cada 5 minutos, ya sea para probar las delicias gastronómicas o para escuchar el canto de las majestuosas aves que habitan en el Mayab. Así que prepara el ánimo, ejercita las piernas y guarda bastante aliento, porque tu próximo viaje a Yucatán seguramente lo vas a querer vivir sobre dos ruedas… ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
El BOSQUE PETRIFICADO de PUYANGO: Donde los DINOSAURIOS caminaban
Con árboles milenarios y un ambiente de épocas pasadas, este bosque en Ecuador te invita a descubrir los inicios del mundo…
Pocos lugares en el mundo pueden transportarte a épocas tan antiguas como la tierra misma… árboles centenarios, tierras brillantes y enormes piedras prehistóricas. Aunque no lo parezca, Ecuador tiene en su interior uno de esos espacios, en donde el tiempo parece haberse detenido para mostrar un pequeño vistazo al pasado.

Y es que al sur del territorio ecuatoriano, y dividido por el río Puyango, se encuentra el Bosque Petrificado de Puyango: un bosque que conserva en su interior cientos de árboles que datan del periodo cretácico tardío, troncos carbonizados de cuando los dinosaurios caminaban por América Latina e incontables fósiles de criaturas marinas de cuando esta región del mundo se encontraba sumergida en el océano.

Conoce el BOSQUE PETRIFICADO de PUYANGO
El Bosque Petrificado de Puyango tiene un tamaño de 2,659 hectáreas. Los cientos de fósiles que se hallaron en sus tierras indican que, antes de que el bosque existiera, esta zona estaba sumergida en agua. Con el paso del tiempo, la zona se secó, la lava de volcanes la carbonizó y la vegetación cubrió por completo lo que hoy es Ecuador.

Y con los milenios, aquellos árboles caídos del cretácico y jurásico salieron a la superficie, ahora carbonizados y con marcas que cuentan un poco de la larga y lenta historia que vivieron.
Ahora, además de viejos troncos fosilizados, el bosque también es el hogar de más de 130 especies de aves, entre las que se encuentran loros, cuervos, pájaros carpinteros y gorjeos. También hay armadillos, gatos del monte, zorrillos, iguanas, serpientes, ardillas y hasta venados.

¿Qué hacer en el BOSQUE PETRIFICADO?
El Bosque Petrificado de Puyango da la bienvenida a los visitantes con su pequeño museo, donde puedes ver exhibidos algunos de los fósiles de moluscos y plantas hallados en la zona. Por su parte, los senderos paleontológicos son perfectos para todo tipo de visitante, ya que el terreno no es tan irregular, lo que asegura que todos se puedan maravillar con las vistas de árboles congelados en el tiempo, tomar fotos o disfrutar de caminar entre la naturaleza.

También puedes optar por los recorridos guiados, en donde conocerás algunas maravillas ocultas en el bosque. Entre las grandes atracciones está la Araucaria Gigante: un árbol petrificado de aproximadamente 80 metros de largo y 8 metros de diámetro. También se encuentra el Petrino Gigante, con 35 metros de alto y 7.5 de diámetro, siendo una muestra directa de cómo se veían los bosques hace más de 120 millones de años.

Si decides tener una visita más larga, puedes optar por la zona de camping. Muy cerca del río Puyango, hay una zona ideal para acampar, comer algo y darte un chapuzón en el río, todo esto rodeado de árboles milenarios de más de 10 metros de alto.
La zona del Mirador es otra de las más populares. Aquí hay cientos de troncos con más de 65 millones de años. Esta es la zona con más fauna carbonizada, y desde ahí se puede apreciar gran parte del Bosque Petrificado de Puyango.

¿Cómo LLEGAR al Bosque Petrificado?
El Bosque Petrificado de Puyango está ubicado en las provincias de El Oro, Loja y Machala, y se puede llegar en auto. Puede ser visitado todos los días de 08:00 a.m. a 04:30 p.m. El costo de entrada para nacionales es de $2 USD para adultos y $1 USD para niños.

Sin embargo, el costo de acceso para extranjeros es de $6 USD para adultos y $4 USD para niños. Pero si decides tener un día de camping, el acceso por persona tiene un costo extra de $4 a $6 USD ($110.45 MXN).
Visitar el Bosque Petrificado de Puyango es adentrarte en uno de los espacios naturales más enigmáticos y majestuosos en Ecuador. Aquí la antigua historia del mundo se deja ver para maravillar a todos aquellos aficionados a la arqueología y a las épocas pasadas. Así que ven y sumérgete en un bosque donde el tiempo se ha quedado detenido… ❖

#NuncaDejesDeViajar
Ecoturismo - Turismo Sustentable
DESTINO MÍO: Una EXPERIENCIA de MISTICISMO en el CORAZÓN de la SELVA MAYA
En este relajante hotel podrás desconectarte del mundo para pasar un tiempo con la naturaleza en lo más profundo de la Península de Yucatán…
En medio de la selva maya, se encuentra un hermoso resort dedicado a ofrecer la mayor comodidad y las mejores experiencias en la naturaleza. Se trata de Destino Mío: un espacio ecológico y sustentable para desconectar de la rutina y reconectar con la tierra, junto con paisajes hermosos que se esconden en las entrañas de Yucatán…

Un HOSPEDAJE sin igual
En tu llegada a Destino Mío, podrás encontrar una amplia variedad de habitaciones, que van desde una pequeña aldea para glamping y cuartos perfectos que se fusionan con el verde paisaje que lo rodea. Estas opciones son perfectas para los amantes de las aventuras.

Pero si lo que buscas es un oasis en medio de la selva, entonces tienes que conocer las suites de lujo. Cada una de ellas cuenta con un área de aproximadamente 80 metros cuadrados; en ella encontrarás un cuarto diseñado para que disfrutes de la naturaleza con la mayor comodidad del mundo… Con cama king size y una alberca privada, esta estadía te dejará maravillado.

Ahora que si lo que buscas es un espacio donde puedas separarte por completo del mundo, entonces La Casa Adolfo es para ti. Se trata de un lugar superexclusivo en Destino Mío, donde puedes encontrar todas las comodidades de un hotel y al mismo tiempo disfrutar de la naturaleza.

El recinto cuenta con 3 habitaciones con cama king size, baño privado, sala, comedor, televisión de 55 pulgadas, cocina totalmente equipada, internet, aire acondicionado, medio baño de visitas, alberca con un carril de nado de 11 metros, jardín privado, azotea y palapa para barbacoa. Con tantas amenidades y un amplio espacio, La Casa Adolfo tiene un límite de hospedaje para 10 personas.

Experimenta la RIQUEZA GASTRONÓMICA de Yucatán
Destino Mío cuenta con un único restaurante llamado Cocina Tamarindo, en donde puedes disfrutar en una barra abierta con una gran variedad de platillos frescos mexicanos e internacionales. Además, frente a él se encuentra la alberca principal del hotel, que es el ambiente ideal para consentir a tu estómago con los mejores platillos y las mejores bebidas.
La Cocina Tamarindo está abierta todos los días de 08:00 a.m. a 10:00 p.m.

Reconectando de la FORMA más SAGRADA…
No importa cuál sea la razón de tu viaje, pues, si te hospedas en Destino Mío, entonces es casi obligatorio visitar Utópika Oasis Holístico: un relajante spa en donde, gracias a los planes personalizados de la mano del personal Wellness Creators, podrás experimentar gratificantes tratamientos. Aquí cada uno de tus sentidos quedará liberado de las malas vibras de la rutina diaria, a través de masajes, tratamientos skincare y un sentimiento holístico.

Y como cereza en el pastel, puedes realizar el tour de los 3 cenotes durante tu estancia en Destino Mío. Este recorrido empieza en un cenote recién descubierto, para después ir al cenote Emir y finalmente al cenote Jade, que se corona con una visita al Mirador “El ojo“, dentro del resort. El costo de esta experiencia es de $1,800 MXN ($97 USD) para adultos, y $400 MXN (21.50 USD) para niños de 3 a 11 años.

Por su parte, el costo de las habitaciones puede variar según la temporada y el tipo de habitación que quieras escoger. El costo de un fin de semana para dos adultos ronda entre los $9,000 MXN ($485.50 USD) y los $20,000 ($1,080 USD). Para reservar, te recomendamos visitar el sitio web oficial de Destino Mío, pues además de poder hacer tu reservación, también podrás encontrar una gran variedad de ofertas y diferentes tipos de paquetes.

Destino Mío se encuentra a no menos de 90 minutos del Aeropuerto Internacional de Mérida y a tan solo 15 minutos en auto desde Tekit. Así que no esperes más, y adéntrate en este hermoso resort en donde podrás desconectarte del mundo en el corazón de la selva maya de Yucatán. ❖

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