

América
Paseos Nocturnos en las Cataratas de Iguazú
Atrévete a visitar Argentina y no te pierdas de una experiencia única y que solo pocos tienen el placer de vivir…
Estas cataratas se pueden admirar sólo 4 días al año. Es por esto que hoy te presentamos los paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú.
El Parque Nacional Iguazú en Argentina, es una las regiones protegidas más imponentes del mundo, visitarlo es una experiencia inolvidable. Sin embargo, sólo unos cuantos pueden alcanzarlo.

Cataratas bajo la luz de la luna. Foto: Archivo
Dentro de esos pocos existe otro grupo selecto de afortunados que tienen la oportunidad de ser partícipes de una de las actividades más románticas del parque. Nos referimos a un paseo bajo la luz de la luna en las Cataratas de Iguazú.
“Bajo la Luna”, los paseos nocturnos por las Cataratas de Iguazú
Este maravilloso lugar con un increíble paraíso que cruza la frontera entre Brasil y Argentina, además es uno de los centros turísticos más importantes de ambos países.
La ciudad argentina ideal para iniciar nuestra aventura es el Puerto de Iguazú a unos 17 km de distancia de las cataratas. Aquí podremos contratar guías o transporte local.

Disfruta de la perspectiva de la luz de la Luna en los paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú Foto Archivo
Los olores y sonidos van cambiando conforme nos acercamos al parque, de tal forma que cuando menos nos demos cuenta estaremos inmersos en una atmósfera selvática.
Encontraremos vencejos, una especie de aves muy parecidas a las golondrinas, pero que les gusta atravesar las cascadas a gran velocidad para refrescarse.
Para tomar los paseos nocturnos por las Cataratas de Iguazú “Bajo la luna”, es necesario reservar con anticipación, ya que ofrece un cupo limitado para 120 personas, mismos lugares que se agotan con facilidad.

Tren Ecológico de la Selva. Foto: Archivo
Tren Ecológico de la Selva
¿Te imaginas tomar un tren nocturno que te lleve a la Garganta del Diablo? No suena muy tentador ¿Verdad? Sin embargo, no tienes nada que temer, ya que la Garganta del Diablo es la culminación del Rio Iguazú. Este cae en forma de herradura y genera una inmensa nube de vapor.
El Tren de la Selva es un transporte abierto ideal para que las personas tengan contacto directo con la naturaleza. Con él podrás admirar la belleza sin igual durante los paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú.
Además fue diseñado para funcionar con gas para ser amable con el medio ambiente. Cuenta con 3 estaciones: Central, Cataratas y Garganta del Diablo.

Cataratas de Iguazú Gif Onedio
Existe un sorprendente mirador que te quitará el aliento, el camino para llegar a él es un fantástico pasaje que sortea varias islas, éste es el mejor sitio para observar las Cataratas de Iguazú de noche.
Tal vez creas que no disfrutarás Iguazú en todo su esplendor, sin embargo sentirás una sensación de emoción en el pecho debido al rugido del agua cuando impacta en el fondo y el reflejo de la luna.
Serás testigo de una fuerza oculta que sólo la noche puede desnudar.
Estos paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú se realizan sólo 5 días de cada mes, en las noches de Luna llena por lo que te recomendamos estar al pendiente del calendario. De lo contrario no podríamos ver el espectáculo natural y, como verás, el astro lunar es el reflector más importante.
Comida local y romance en Iguazú
Después de regresar de los paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú, tienes la opción de disfrutar de una deliciosa cena en el restaurante “La Aldea de la Selva”. El lugar cuenta con dos ambientes, el primero para los que prefieran deleitarse en el exterior y apreciar la fresca noche bajo la luna.
La otra atmósfera más romántica para los que gusten cenar en su interior a la luz de la velas. Te recomendamos que a pesar de ser cena, no dejes pasas los típicos y abundantes cortes argentinos y una que otra deliciosa empanada.
Te invitamos a conocer esta espectacular aventura de romance y belleza que sólo la naturaleza nos puede ofrecer. ¿Tienes una propuesta romántica planeada? ¡No lo pienses más!
Muchos viajeros ya han experimentado este impresionante espectáculo en los paseos nocturnos en las Cataratas de Iguazú, sólo atrévete a acercarte a la naturaleza en su máximo esplendor. ¡Te sentirás más vivo que nunca!
Recuerda, #Nuncadejesdeviajar.
América
¿Cómo volar en ALA DELTA en RÍO de JANEIRO? Vive una AVENTURA libre en el CIELO
Deslízate entre montañas, mar y selva en una experiencia que combina adrenalina, paisajes únicos y la emoción de volar en los cielos brasileños.

¿Te imaginas flotar sobre playas, montañas y la jungla urbana con una vista única del Cristo Redentor? Pues esto es posible con la popular experiencia de volar en ala delta por los cielos de Río de Janeiro, en Brasil. Y aquí te contamos cómo puedes vivir ese momento de libertad aérea que muchos sueñan tener…
Ala Delta: La MAGIA de VOLAR SIN MOTOR
El ala delta es una modalidad de vuelo libre donde el piloto va suspendido en un arnés bajo un ala rígida. No hay motor, solo viento y control aerodinámico. En Río de Janeiro, esta experiencia se realiza en tándem (conjunto de dos personas), junto a un instructor experto que se encarga del despegue, el planeo y el aterrizaje, mientras tú disfrutas el paisaje sin preocuparte por nada más.
Cómo LLEGAR al punto de DESPEGUE
La aventura del ala delta comienza mucho antes del vuelo. Lo más común es que te encuentres con tu instructor en la Playa de São Conrado, donde te llevará en transporte hasta la cima de Pedra Bonita. El recorrido sube por la Estrada das Canoas: una ruta pavimentada de unos 7 km llena de curvas y vistas panorámicas. En pocos minutos estarás en la pista de lanzamiento, con la ciudad a tus pies y el corazón acelerado.
El punto más famoso para practicar ala delta en Río es la rampa de Pedra Bonita, ubicada dentro del Parque Nacional de la Tijuca. Desde allí te lanzas directo hacia el océano y aterrizas en la Playa de Pepino, en el barrio de São Conrado. La vista es simplemente espectacular, aquí se combinan varios escenarios que parecen sacados de una postal.
La EXPERIENCIA del VUELO: De la PLAYA al CIELO
Una vez en la cima, comienza la emoción. Tu instructor de ala delta te colocará un arnés de seguridad, te explicará los movimientos y harán unas carreras de prueba. Luego, llega el gran momento: cuentan hasta tres y… ¡A volar!
El impulso inicial te eleva sobre el bosque, y en cuestión de segundos estás flotando sobre Río. Sientes el viento en la cara, el silencio del aire y una calma increíble. El piloto se encarga de controlar el ala, mientras tú solo disfrutas del paseo. Los vuelos suelen durar entre 8 y 15 minutos, dependiendo del clima y la fuerza del viento.
PAISAJES que TE DEJAN SIN ALIENTO
Durante el vuelo en Ala Delta, verás lo mejor de Río desde una perspectiva privilegiada: el Cristo Redentor, la Bahía de Guanabara, el Atlántico y los contrastes entre la jungla y la ciudad. El aterrizaje es suave, justo sobre la arena de la Playa. Además, muchas empresas incluyen fotos y videos GoPro, así que podrás revivir ese momento una y otra vez.
Un DATO CURIOSO sobre el Ala Delta en Río
¿Sabías que Río de Janeiro es uno de los destinos más visitados del mundo para practicar ala delta? Cada año, miles de viajeros llegan solo para lanzarse desde Pedra Bonita: un punto tan icónico que ha aparecido en documentales internacionales. Además, la Federación Brasileña de Vuelo Libre organiza aquí campeonatos y eventos, consolidando a Río como el epicentro del turismo de aventura en Brasil.
PRECIOS y DETALLES del ala delta en RÍO de JANEIRO
El costo promedio de un vuelo en ala delta ronda entre $800 y $880 BRL (aproximadamente $2,750 y $3,000 MXN o $150 y $165 USD o) dependiendo del tipo de cambio. Algunos paquetes incluyen transporte, video, fotografías y certificado de vuelo. La mayoría de los instructores acepta reservas con anticipación y pagos en línea.
Si te mueve la aventura y quieres ver Río de Janeiro desde otra perspectiva, el ala delta es una experiencia que simplemente debes vivir. No necesitas experiencia previa, solo ganas de volar y de dejarte llevar por la magia de los paisajes de Brasil. ❖
#NuncaDejesDeViajar
América
PANIOLOS: Los vaqueros HAWAIANOS que conquistaron el PACÍFICO
Cuando piensas en cowboys, seguramente imaginas el Viejo Oeste o las extensas haciendas mexicanas. Sin embargo, a cientos de kilómetros, en medio del océano Pacífico, Hawái también tiene su propia tradición vaquera.

La historia de los Paniolos comienza en 1793, cuando el capitán y explorador británico, George Vancouver, regaló al rey Kamehameha I un pequeño grupo de reses. La idea del rey era prohibir su caza durante 10 años para que estos se reprodujeran, pero aquellos animales, sin depredadores naturales en Hawái, se multiplicaron rápidamente y comenzaron a causar estragos en la vida cotidiana de las aldeas hawaianas, arrasando los cultivos y dañando los campos.
Ante la magnitud del problema, el rey permitió cazarlos, pero la tarea era complicada y se necesitaba un método más organizado para controlarlos…

La llegada de los VAQUEROS MEXICANOS
En 1832, durante el reinado de Kamehameha III, se invitó a expertos en manejo de ganado provenientes de California, entonces territorio mexicano. Ellos trajeron consigo la doma del caballo, el uso del lazo, la construcción de corrales y todo el conocimiento del mundo vaquero. Los hawaianos los llamaban “Españoles”, y con el paso del tiempo esa palabra se transformó en “Paniolo”. Desde entonces, la tradición vaquera quedó arraigada en el corazón de las islas.

Y aunque las técnicas iniciales eran las de los vaqueros mexicanos, los hawaianos pronto las adaptaron a su entorno volcánico y a su cultura. Los sombreros se tejían con fibras locales y se adornaban con guirnaldas de flores; las monturas se enriquecían con artesanía propia y hasta la música cambió: la guitarra, introducida por aquellos vaqueros mexicanos, se fusionó con melodías isleñas, dando origen al célebre estilo slack-key guitar.

Incluso en la alimentación dejaron huella, pues se popularizó la pipikaula: una carne de res salada y seca que servía como alimento práctico para largas jornadas en el campo. Pero el reconocimiento internacional de los paniolos no llegó hasta 1908, cuando tres jinetes hawaianos participaron en el rodeo de Cheyenne, Wyoming.
Entre ellos, Ikua Purdy sorprendió al mundo al ganar la prueba de lazo de novillos, demostrando que los cowboys del Pacífico podían estar a la altura de los más experimentados del continente.

¿Dónde ver a los PANIOLOS hoy en DÍA?
En la actualidad, la tradición paniola sigue viva y forma parte esencial del turismo cultural de Hawái. En la Gran Isla se encuentra el Parker Ranch, uno de los ranchos más antiguos y extensos de Estados Unidos. Ahí es posible recorrer exposiciones históricas, ver colecciones de sillas, lazos y trajes originales, además de participar en actividades relativas a la cultura paniola.

En la isla de Maui, la región de Upcountry conserva el ambiente ranchero, y en el pueblo de Makawao aún se celebran rodeos y festivales donde los Paniolos muestran sus destrezas. También en distintas islas se organizan las llamadas Pā‘ū Parades: coloridos desfiles en donde los jinetes visten sus trajes tradicionales y cabalgan caballos decorados con flores. Las mujeres también son parte fundamental de la cultura paniola.

Pero para quienes buscan una experiencia más cercana, existen empresas turísticas que ofrecen cabalgatas guiadas por paisajes volcánicos. Aquí podrás sentirte parte del legado paniolo mientras recorres praderas, respiras el aire fresco de las montañas y aprendes sobre el día a día de los vaqueros isleños.
Estas actividades permiten ver de primera mano que, más allá de las playas y el surf, Hawái también es tierra de caballos y lazos.

Los PANIOLOS: El legado que CABALGA en el PACÍFICO
Los Paniolos no solo solucionaron un problema de ganado en el pasado de Hawái, sino que también dieron a las islas una identidad única que combina influencias mexicanas con el espíritu hawaiano. Hoy, recorrer sus ranchos, asistir a un rodeo o escuchar la música que nació en sus fogatas es descubrir una cara distinta y sorprendente de Hawái: un lugar donde el vaquero lleva sombrero de flores y cabalga al ritmo de las olas… ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
El OBELISCO de BUENOS AIRES abre su mirador al PÚBLICO
Este 2025, la gran capital argentina abre las puertas a una experiencia en las alturas, donde podrás conocer la ciudad desde otra perspectiva…

No cabe duda de que uno de los mayores atractivos de la ciudad de Buenos Aires es su increíble arquitectura. La ciudad goza de tener edificios hermosos y un gran número de monumentos que le dan un toque único, y el Obelisco de Buenos Aires es la joya de la corona. En la Plaza de la República —entre Avenida Corrientes y Avenida 9 de Julio—, el Obelisco se alza como el monumento más querido de los ciudadanos, y este 2025 se enorgullece de inaugurar una nueva experiencia en su interior…

¿Cómo es SUBIR al OBELISCO de Buenos Aires?
Con 67.5 metros de altura y una larga historia de casi 90 años, el Obelisco de Buenos Aires abre sus puertas para subir a su cúpula y apreciar una de las vistas más privilegiadas de la ciudad. La experiencia empieza en lo bajo del monumento donde, después de un pequeño tramo de escaleras, podrás encontrar un elevador con lateral de vidrio. Este elevador te recibe con una pantalla que te indica información y datos curiosos sobre esta mítica construcción.

Este elevador te lleva hasta la zona más estrecha del obelisco para seguir el recorrido por unas escaleras de caracol que te llevan hasta la cúpula. Ahí, y a través de 4 ventas con vistas a los puntos cartesianos, podrás admirar cada paisaje de la ciudad de Buenos Aires.

Las vistas están acompañadas de una narración cultural sobre la historia del obelisco. La experiencia de subir, escuchar la narración y disfrutar de las asombrosas vistas tiene una duración aproximada de 20 minutos.
Entrar al mirador del Obelisco de Buenos Aires tiene un costo de $18,000.00 ARS ($232.83 MXN o $12.60 USD) para residentes argentinos. Mientras que, para los viajeros extranjeros, el costo es de $36,000.00 ARS ($465.66 MXN o $25 USD). Puedes conseguir tus entradas desde la página web oficial de la experiencia.

Un LEGADO en forma de MONUMENTO
El Obelisco de Buenos Aires fue construido para celebrar el cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires, siendo inaugurado en mayo de 1936. Su ubicación no es casualidad, pues se encuentra justo en el mismo lugar en donde se izó por primera vez la bandera de la ciudad.

La construcción es obra del arquitecto Alberto Prebisch, que, con ayuda de 157 constructores, se concluyó en tan solo 31 días. Curiosamente, se pensó en demoler la obra solo 3 años después de su construcción. Por fortuna, esto nunca pasó, y sigue en pie a más de 90 años de su inauguración.

Te invitamos a descubrir de una forma totalmente diferente uno de los íconos más importantes de Buenos Aires, Argentina. Disfruta de este monumento como nunca antes, y déjate maravillar por la nueva perspectiva que ofrece de la ciudad… ❖

#NuncaDejesDeViajar
-
CDMX
La CASA de las MIL MUÑECAS: Un espacio para VOLVER a ser NIÑA
-
CDMX
TURIBUS del TERROR 2025: Una NOCHE de sustos en la CDMX
-
Aerolineas
Emirates ofrece DOM PÉRIGNON ROSÉ VINTAGE 2009 en vuelos de PRIMERA CLASE
-
Jalisco
La COPA del SOL: Las mejores VISTAS de JALISCO
-
Bebidas
CELEBRA el 15 de SEPTIEMBRE con estos 3 CÓCTELES
-
Noticias
ORLANDO: La CAPITAL de los PARQUES TEMÁTICOS y sus NOVEDADES este 2025
-
América
Mount Washington COG RAILWAY: Un tren OBLIGATORIO para AMANTES —y no amantes— de LOS TRENES
-
Baja California Sur
BAJA CALIFORNIA SUR: Un destino lleno de BIENESTAR para este 2025