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¿Qué visitar en Cuzco Perú? Un lugar muy colorido

¿Qué visitar en Cuzco Perú? Descubre por qué esta increíble ciudad y sus paisajes fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad y déjate envolver con su la historia que encierran sus calles.

¿Qué visitar en Cuzco Perú? Aquí te presentamos un resumen de los lugares que podrás visitar en Cusco, Perú para que vivas una experiencia inolvidable.

Cusco es un pueblo hermoso conocido por las ruinas incas que posee, sin embargo, todo el Perú es un país bendecido de belleza, cultura y misterio que enamora a sus visitantes.

¿Qué visitar en Cuzco Perú?

Envuélvete de la cultura milenaria inca y descubre la magia de Cusco, Perú. Foto: Sandra Apfelbaum.

Sin lugar a duda es un destino imperdible en Perú y es un buen inicio para entrenar tus sentidos para poder visitar Machu Picchu.

Es un lugar mágico en el que puedes darte un “curso de inducción” para enamorarte del Perú y de los lugares mágicos en él. Te aseguramos que quedarás maravillado.

¿Qué visitar en Cuzco Perú?

Qué visitar en Cusco, Perú. Foto: Willian Justen de Vasconcellos

Mi experiencia en San Blas

Apenas dejé atrás el aeropuerto, empecé a recorrer la ciudad, partiendo por el Barrio San Blas, uno de los más característicos de esta ciudad.

Todo me parecía irreal, como una pintura o un pueblito de juguete, te aseguro que quedarás anonadado con las callecitas de piedra, los techos de tejitas naranjas, las paredes blancas y las casas pequeñas.

Todo parece sacado de un cuadro de Cezanne. La luz natural ya había desaparecido dando lugar a la luz de vela, esa luz tenue amarilla tan característica de las ciudades que se han quedado detenidas en el tiempo.

¿Qué visitar en Cuzco Perú?

San Blas. Foto: Youtube.

Esa luz amarilla que no te permite distinguir colores, que todo lo tiñe de color ámbar, que le da un toque cálido al ombligo del mundo, sintiéndote perennemente sobre cobre, es parte característica de la ciudad del Cusco.

Entonces caminé por las calles y noté que todas llevan nombres en lengua Quechua, ya todo indicaba que estás en un lugar distinto.

Fui a la famosa calle Hatun Rumiyoc  y pude ver de cerca a la famosa piedra de los 12 ángulos que ya me demostraba el perfeccionismo de la arquitectura incaica.

¿Qué visitar en Cuzco Perú?

La famosa “Piedra de 12 Ángulos” se encuentra incrustada en la pared que constituye un muro bastante extenso. Foto: Deb Dowd

Sin aliento en Cusco, Perú

Seguí caminando hasta que llegué a la plaza de Armas y me quedé sin aliento, no solo por la falta de oxígeno por andar subiendo y bajando calles y escaleras, sino por lo que tenía al frente.

No pude evitar sonreír ampliamente y sentir un latido más acelerado dentro de mi pecho por tener la increíble suerte de estar ahí.

Estar en Cusco simplemente te llega a emocionar de tal manera que seas o no seas de Perú te deja con un nudo en la garganta y los ojos a punto de lágrimas.

Calles Cusco

Las subidas y bajadas en las calles del Barrio de Santa Ana en Cusco, Perú Foto: Cusco.

Lo mejor de estar ahí, es dejarse llevar por el momento y entrar a uno de los restaurantes que están en la plaza para disfrutar de una buena taza de café con esa increíble vista de frente.

Eso es lo mejor para arrancar el primer día y aclimatarse a la altura y al clima. Al día siguiente, comenzamos a conocer la ciudad de día.

Todo luce distinto con la luz natural, pero igualmente tiene una magia particular entre sus calles, los comercios y la gente que se mueve por las frescas mañanas.

Perú y su belleza.

Qué visitar en Cusco, Perú. Foto: Denomades.

Primer parada…

El Palacio Arzobispal, donde se encuentra el museo de Arte Religioso, ahí se puede ver de cerca los cuadros de la famosa escuela cuzqueña.

Pude entender como los incas se revelaban frente a los conquistadores e imponían sus costumbres y creencias ante la religión católica. El Festival de Corpus Christi, que se basa en costumbres prehispánicas.

Particularmente los incas lo festejaban sacando las momias de sus predecesores en procesión hacia Huacaypata (el Centro de Cuzco, justo donde se ubica la Plaza de Armas).

Iglesias antiguas.

Palacio Arzobispal, un lugar para visitar y enamorarse de Cusco, Perú. Foto: Flickr.

Posteriormente, esto durante la colonización fue modificado para poder imponer la religión; el virrey Francisco de Toledo fue a reemplazar las momias por esculturas de santos y vírgenes.

El arte colonial en Cusco fue muy variado en cuanto a temática, pero la época de dar perspectiva sin  punto de fuga, tan solo  mediante claros-oscuros y tamaños diferentes de las figuras.

Vimos al Cristo en la cruz que en vez de mirar al cielo este miraba al piso en símbolo del respeto por la madre tierra. También hay un Cristo Blanco y un Cristo negro (El Señor de los Temblores).

Cristo blanco

No te pierdas del Cristo Blanco en Cusco, Perú. Foto: José M. Garay

El señor de los temblores

Si te encuentras en la catedral de Cusco, no dejes pasar detalle de la forma en cómo las vírgenes llevan puestos esos vestidos trapezoidales que evocaban a los cerros y las coronas que portan y rememoran al sol.

Además, podrás ver en las pinturas a los indígenas dándoles la espalda a los españoles que llevaban a cabo las procesiones.

Ver Cristos morenos es un poco extraño, en México tienen al Señor del Veneno, el cual es venerado en la Catedral de Puebla.

Pinturas clásicas

Uno de los 9 cuadros de la serie del Zodiaco de Diego Quispe Tito. Foto: Escrituras Virreinales.

Aquí en el Perú, tenemos también un Cristo moreno muy famoso, El Señor de los Temblores, quien es venerado en la Catedral de Cusco.

Definitivamente si vienes a ésta tierrita linda, algo que hacer en Cusco, es maravillarse con la Catedral, visitar al Señor de los Temblores y hasta hacerle un pedimento o darle gracias.

Se dice que El Señor de los Temblores, llamado también Taytacha Temblores, es famoso en todo el Perú y otros lugares porque aplacó la furia de un gran terremoto que azotó la ciudad.

Celebraciones

Fiesta de Taytacha de los Temblores. Foto: Tours a Machu Picchu.

El Mercado de San Pedro

El Mercado Central o Mercado de San Pedro es uno de los más antiguos de Cusco y la persona que se encargó de la construcción fue Gustav Eiffel, sí ese mismo ingeniero que hizo la famosa Torre Eiffel de París.

Quizá no suene muy atractivo visitar un mercado si te digo que es algo que visitar en Cusco, sin embargo, es conocer el patrimonio cultural local, las costumbres, historias, productos, aromas, su forma de intercambio.

Un lugar hermoso para visitar en Cusco es Sacsayhuamán, una fortaleza ceremonial a sólo dos kilómetros de la ciudad del Cusco.

La impresionante arquitectura del lugar te deja sin palabras y la vista desde esta cima es relajante; a la vez es impactante el ver el trabajo de los incas e imaginar cómo fue que apilaron tan perfectamente rocas gigantescas.

¡Sacsayhuamán es reflejo de la grandeza de los incas y su gran capacidad como arquitectos es algo que sigue sorprendiendo después de tantos años!

Antiguas ruinas

Sacsayhuamán, un hermoso lugar para visitar en Cusco, Perú. Foto: TripAdvisor.

Cusco, Patrimonio de la Humanidad

Hay muchos más destinos imperdibles en Cusco que ya los podrás descubrir cuando estés en esa magnífica ciudad, la cual fue proclamada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983.

La ciudad de Cusco es historia, es orgullo, es grandeza en todos sus rincones, es el cielo azul con grandes y esponjosas nubes.

Es el frío de la noche, es la luz ámbar de sus calles, son sus mujeres trabajando sus artesanías, sus turistas felices y fascinados en cada esquina.

Antiguas ruinas.

Las ruinas de Tipon son poco conocidas y son hermosas. Foto: Turistical Peru

La gente local es acogedora, educada y sonriente, aún tienen el acento español cuando hablan en castellano, pero mantienen intactas sus costumbres y el quechua como parte de ellos.

Cusco son los bebés en la espalda de sus madres, son sus niños sin aparatos electrónicos, sino con juguetes y risas alegres corriendo por las calles, es su mercado lleno de color y sabor, Cusco es cultura.

Bella gente

Las mujeres quechuas son hábiles artesanas de Cusco, Perú. Foto: Kat G

¡Cusco es magia!  Ven y vive Perú … y #NuncaDejesDeViajar.

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Entre REJAS y MEMORIA. Conoce el MUSEO PENITENCIARIO Antonio Ballvé

Lo que antes fue una cárcel femenil, ahora es un sitio turístico en donde podrás aprender sobre la vida dentro de la cárcel en Argentina.

Por

MUSEO PENITENCIARIO ANTONIO BALLVÉ EN ARGENTINA

En pleno corazón del barrio de San Telmo, en Buenos Aires, Argentina, se alza un edificio que guarda más de dos siglos de historia. Se trata del Museo Penitenciario Antonio Ballvé: un lugar que alguna vez funcionó como cárcel de mujeres y que después abrió sus puertas como museo. Sus muros de piedra, pasillos estrechos y celdas silenciosas transportan al visitante a un tiempo donde la privación de la libertad convivía con la disciplina religiosa, las luchas sociales y los cambios en la justicia

1. Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - Alamy
Museo Penitenciario. Foto – Alamy

De misión jesuítica a CÁRCEL de MUJERES

La historia de este edificio comienza en 1735, cuando los jesuitas iniciaron la construcción de un complejo que incluía iglesia, colegio y casa de ejercicios espirituales. Tras la expulsión de la orden en 1767, el inmueble atravesó distintos usos: depósito, hospital y prisión de deudores. No fue sino hasta finales del siglo XIX que el lugar fue destinado al Asilo Correccional de Mujeres, bajo la congregación del Buen Pastor.

2. Asilo Correccional de Mujeres. Foto - Argentina.gob.ar
Asilo Correccional de Mujeres. Foto – Argentina.gob.ar

Allí convivieron mujeres procesadas por delitos comunes, menores de edad y hasta internas consideradas de “vida disipada” (exceso y libertinaje). Con el tiempo, la institución pasó a manos del Servicio Penitenciario Federal, que en 1978 trasladó a las reclusas a otra unidad en Ezeiza. Ese hecho marcó el inicio de una nueva etapa: la transformación del espacio en un museo.

3. Asilo Correccional de Mujeres. Foto - Servicio Penitenciario Federal (Facebook)
Asilo Correccional de Mujeres. Foto – Servicio Penitenciario Federal (Facebook)

Finalmente, en 1980 se inauguró oficialmente el Museo Penitenciario, en honor a Antonio Ballvé, quien fue director de la antigua Penitenciaría Nacional y pionero en la organización del sistema penitenciario argentino.

4. Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - CARPE DIEM (Colaboración en Google Maps)
Fachada del Museo Penitenciario. Foto – CARPE DIEM (Colaboración en Google Maps)

¿Qué encontrarás en el MUSEO PENITENCIARIO Antonio Ballvé?

Hoy, los visitantes del Museo Penitenciario pueden recorrer un sitio donde la arquitectura colonial se mezcla con la memoria carcelaria. Algunos de sus atractivos más destacados son la Capilla de Nuestra Señora del Carmen: uno de los espacios mejor conservados del antiguo complejo jesuita.

5. Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Foto - @nilda_gomez1 (Instagram)
Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Foto – @nilda_gomez1 (Instagram)

También hay salas que exhiben trajes a rayas, grilletes, mobiliario carcelario y herramientas utilizadas por internos y autoridades. Hay documentación histórica que incluye fotografías, expedientes criminológicos, revistas y publicaciones penitenciarias. Esto se complementa con recorridos guiados que te permiten comprender el rol de la prisión en la historia argentina y el impacto social que tuvo la reclusión femenina.

6. Celda en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - Tiempo Argentino
Celda en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto – Tiempo Argentino

El museo no solo exhibe objetos, sino que también ofrece una mirada crítica sobre la evolución del sistema penitenciario, el papel de la religión en la disciplina y el lugar de la mujer dentro de estas instituciones.

7. Grilletes en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - Tiempo Argentino
Grilletes en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto – Tiempo Argentino

Una visita PRÁCTICA y ENRIQUECEDORA

El Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé se encuentra en Humberto Primero 378, San Telmo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La entrada es gratuita; sin embargo, solamente abre dos días a la semana: martes y sábados de 11:00 a.m. a 03:00 p.m.

8. Visitantes en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)
Visitantes en el Museo Penitenciario. Foto – Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)

El recorrido suele tomar entre 30 y 45 minutos, siendo ideal para combinarlo con otros atractivos de San Telmo, como el Mercado, la Plaza Dorrego o el Museo de Arte Moderno. Es una visita recomendable para quienes disfrutan del turismo cultural e histórico, y en especial para aquellos interesados en la memoria social y las transformaciones urbanas de Buenos Aires.

9. Visitantes en el Museo Penitenciario Antonio Ballvé. Foto - Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)
Visitantes en el Museo Penitenciario. Foto – Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)

Y es que el Museo Penitenciario es mucho más que un conjunto de salas con objetos antiguos: es un espacio de reflexión sobre la privación de la libertad, las políticas penitenciarias y la condición femenina en épocas pasadas de Argentina. La reconversión de una cárcel en un centro cultural lo convierte en un símbolo de transformación, donde los muros que antes callaban ahora se dedican a contar historias…

10. Asilo Correccional de Mujeres. Foto - Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)

Asilo Correccional de Mujeres. Foto – Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)
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¿Cómo volar en ALA DELTA en RÍO de JANEIRO? Vive una AVENTURA libre en el CIELO

Deslízate entre montañas, mar y selva en una experiencia que combina adrenalina, paisajes únicos y la emoción de volar en los cielos brasileños.

ALA DELTA EN RÍO DE JANEIRO

¿Te imaginas flotar sobre playas, montañas y la jungla urbana con una vista única del Cristo Redentor? Pues esto es posible con la popular experiencia de volar en ala delta por los cielos de Río de Janeiro, en Brasil. Y aquí te contamos cómo puedes vivir ese momento de libertad aérea que muchos sueñan tener…

Experiencia Ala Delta en Brasil. Foto – civitatis.com
Experiencia ala delta en Brasil. Foto – civitatis.com

Ala Delta: La MAGIA de VOLAR SIN MOTOR

El ala delta es una modalidad de vuelo libre donde el piloto va suspendido en un arnés bajo un ala rígida. No hay motor, solo viento y control aerodinámico. En Río de Janeiro, esta experiencia se realiza en tándem (conjunto de dos personas), junto a un instructor experto que se encarga del despegue, el planeo y el aterrizaje, mientras tú disfrutas el paisaje sin preocuparte por nada más.

Vuelo Ala Delta. Foto – aviaciondigital.com
Vuelo en ala delta. Foto – aviaciondigital.com

Cómo LLEGAR al punto de DESPEGUE

La aventura del ala delta comienza mucho antes del vuelo. Lo más común es que te encuentres con tu instructor en la Playa de São Conrado, donde te llevará en transporte hasta la cima de Pedra Bonita. El recorrido sube por la Estrada das Canoas: una ruta pavimentada de unos 7 km llena de curvas y vistas panorámicas. En pocos minutos estarás en la pista de lanzamiento, con la ciudad a tus pies y el corazón acelerado.

Playa de São Conrado. Foto – expedia.mx
Playa de São Conrado. Foto – expedia.mx

El punto más famoso para practicar ala delta en Río es la rampa de Pedra Bonita, ubicada dentro del Parque Nacional de la Tijuca. Desde allí te lanzas directo hacia el océano y aterrizas en la Playa de Pepino, en el barrio de São Conrado. La vista es simplemente espectacular, aquí se combinan varios escenarios que parecen sacados de una postal.

Pedra Bonita. Foto – travelandtourworld.es
Pedra Bonita. Foto – travelandtourworld.es

La EXPERIENCIA del VUELO: De la PLAYA al CIELO

Una vez en la cima, comienza la emoción. Tu instructor de ala delta te colocará un arnés de seguridad, te explicará los movimientos y harán unas carreras de prueba. Luego, llega el gran momento: cuentan hasta tres y… ¡A volar!

Preparacion de la experiencia Ala Delta. Foto – faro.travel
Preparacion de la experiencia ala delta. Foto – faro.travel

El impulso inicial te eleva sobre el bosque, y en cuestión de segundos estás flotando sobre Río. Sientes el viento en la cara, el silencio del aire y una calma increíble. El piloto se encarga de controlar el ala, mientras tú solo disfrutas del paseo. Los vuelos suelen durar entre 8 y 15 minutos, dependiendo del clima y la fuerza del viento.

Experiencia Ala Delta. Foto – flickr.com
Experiencia en ala delta. Foto – flickr.com

PAISAJES que TE DEJAN SIN ALIENTO

Durante el vuelo en Ala Delta, verás lo mejor de Río desde una perspectiva privilegiada: el Cristo Redentor, la Bahía de Guanabara, el Atlántico y los contrastes entre la jungla y la ciudad. El aterrizaje es suave, justo sobre la arena de la Playa. Además, muchas empresas incluyen fotos y videos GoPro, así que podrás revivir ese momento una y otra vez.

Experiencia Ala Delta. Foto – getviagens.com
Experiencia en ala delta. Foto – getviagens.com

Un DATO CURIOSO sobre el Ala Delta en Río

¿Sabías que Río de Janeiro es uno de los destinos más visitados del mundo para practicar ala delta? Cada año, miles de viajeros llegan solo para lanzarse desde Pedra Bonita: un punto tan icónico que ha aparecido en documentales internacionales. Además, la Federación Brasileña de Vuelo Libre organiza aquí campeonatos y eventos, consolidando a Río como el epicentro del turismo de aventura en Brasil.

Experiencia Ala Delta. Foto – tripadvisor.com
Experiencia Ala Delta. Foto – tripadvisor.com

PRECIOS y DETALLES del ala delta en RÍO de JANEIRO

El costo promedio de un vuelo en ala delta ronda entre $800 y $880 BRL (aproximadamente $2,750 y $3,000 MXN o $150 y $165 USD o) dependiendo del tipo de cambio. Algunos paquetes incluyen transporte, video, fotografías y certificado de vuelo. La mayoría de los instructores acepta reservas con anticipación y pagos en línea.

Aterrizaje del Ala Delta. Foto – freepik.es
Aterrizaje del ala delta. Foto – freepik.es

Si te mueve la aventura y quieres ver Río de Janeiro desde otra perspectiva, el ala delta es una experiencia que simplemente debes vivir. No necesitas experiencia previa, solo ganas de volar y de dejarte llevar por la magia de los paisajes de Brasil.

Río de Janeiro, Brasil. Foto – pestana.com
Río de Janeiro, Brasil. Foto – pestana.com

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PANIOLOS: Los vaqueros HAWAIANOS que conquistaron el PACÍFICO

Cuando piensas en cowboys, seguramente imaginas el Viejo Oeste o las extensas haciendas mexicanas. Sin embargo, a cientos de kilómetros, en medio del océano Pacífico, Hawái también tiene su propia tradición vaquera.

Por

PANIOLOS

La historia de los Paniolos comienza en 1793, cuando el capitán y explorador británico, George Vancouver, regaló al rey Kamehameha I un pequeño grupo de reses. La idea del rey era prohibir su caza durante 10 años para que estos se reprodujeran, pero aquellos animales, sin depredadores naturales en Hawái, se multiplicaron rápidamente y comenzaron a causar estragos en la vida cotidiana de las aldeas hawaianas, arrasando los cultivos y dañando los campos.

Ante la magnitud del problema, el rey permitió cazarlos, pero la tarea era complicada y se necesitaba un método más organizado para controlarlos

1. Retrato del rey Kamehameha I. Foto - r/SnapshotHistory (Reddit)
Retrato del rey Kamehameha I. Foto – r/SnapshotHistory (Reddit)

La llegada de los VAQUEROS MEXICANOS

En 1832, durante el reinado de Kamehameha III, se invitó a expertos en manejo de ganado provenientes de California, entonces territorio mexicano. Ellos trajeron consigo la doma del caballo, el uso del lazo, la construcción de corrales y todo el conocimiento del mundo vaquero. Los hawaianos los llamaban “Españoles”, y con el paso del tiempo esa palabra se transformó en “Paniolo”. Desde entonces, la tradición vaquera quedó arraigada en el corazón de las islas.

2. Vaqueros mexicanos alrededor de 1885. Foto - reeneesart (Etsy)
Vaqueros mexicanos alrededor de 1885. Foto – reeneesart (Etsy)

Y aunque las técnicas iniciales eran las de los vaqueros mexicanos, los hawaianos pronto las adaptaron a su entorno volcánico y a su cultura. Los sombreros se tejían con fibras locales y se adornaban con guirnaldas de flores; las monturas se enriquecían con artesanía propia y hasta la música cambió: la guitarra, introducida por aquellos vaqueros mexicanos, se fusionó con melodías isleñas, dando origen al célebre estilo slack-key guitar.

3. Vaquero Paniolo hawaiano. Foto – etsy.com
Vaquero Paniolo hawaiano. Foto – etsy.com

Incluso en la alimentación dejaron huella, pues se popularizó la pipikaula: una carne de res salada y seca que servía como alimento práctico para largas jornadas en el campo. Pero el reconocimiento internacional de los paniolos no llegó hasta 1908, cuando tres jinetes hawaianos participaron en el rodeo de Cheyenne, Wyoming.

Entre ellos, Ikua Purdy sorprendió al mundo al ganar la prueba de lazo de novillos, demostrando que los cowboys del Pacífico podían estar a la altura de los más experimentados del continente.

4. (Montados de izquierda a derecha) Ikua Purdy, Archie Ka'au'a y Willie Spencer, Paniolos. Foto - HONOLULU
(Montados de izquierda a derecha) Ikua Purdy, Archie Ka’au’a y Willie Spencer, Paniolos. Foto – HONOLULU

¿Dónde ver a los PANIOLOS hoy en DÍA?

En la actualidad, la tradición paniola sigue viva y forma parte esencial del turismo cultural de Hawái. En la Gran Isla se encuentra el Parker Ranch, uno de los ranchos más antiguos y extensos de Estados Unidos. Ahí es posible recorrer exposiciones históricas, ver colecciones de sillas, lazos y trajes originales, además de participar en actividades relativas a la cultura paniola.

5. Paniolos en Parker Ranch, Hawai. Foto - Parker Ranch, Inc. (Facebook)
Paniolos en Parker Ranch, Hawai. Foto – Parker Ranch, Inc. (Facebook)

En la isla de Maui, la región de Upcountry conserva el ambiente ranchero, y en el pueblo de Makawao aún se celebran rodeos y festivales donde los Paniolos muestran sus destrezas. También en distintas islas se organizan las llamadas Pā‘ū Parades: coloridos desfiles en donde los jinetes visten sus trajes tradicionales y cabalgan caballos decorados con flores. Las mujeres también son parte fundamental de la cultura paniola.

6. Mujer participando en Pā‘ū Parades. Foto - Nā Kamehameha Commemorative Pāʻū Parade & Ho‘olaule‘a (Facebook)
Mujer participando en Pā‘ū Parades. Foto – Nā Kamehameha Commemorative Pāʻū Parade & Ho‘olaule‘a (Facebook)

Pero para quienes buscan una experiencia más cercana, existen empresas turísticas que ofrecen cabalgatas guiadas por paisajes volcánicos. Aquí podrás sentirte parte del legado paniolo mientras recorres praderas, respiras el aire fresco de las montañas y aprendes sobre el día a día de los vaqueros isleños.

Estas actividades permiten ver de primera mano que, más allá de las playas y el surf, Hawái también es tierra de caballos y lazos.

7. Paseos a caballo en Kualoa Ranch. Foto - @hahahaleyz (Instagram)
Paseos a caballo en Kualoa Ranch. Foto – @hahahaleyz (Instagram)

Los PANIOLOS: El legado que CABALGA en el PACÍFICO

Los Paniolos no solo solucionaron un problema de ganado en el pasado de Hawái, sino que también dieron a las islas una identidad única que combina influencias mexicanas con el espíritu hawaiano. Hoy, recorrer sus ranchos, asistir a un rodeo o escuchar la música que nació en sus fogatas es descubrir una cara distinta y sorprendente de Hawái: un lugar donde el vaquero lleva sombrero de flores y cabalga al ritmo de las olas… ❖

8. Paniolo. Foto - asahi-spoon.co
Paniolo. Foto – asahi-spoon.co
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