

Turismo Cultural
Maneras de festejar Halloween por el mundo
¿Alguna vez imaginaste como celebran Halloween en otros países? Hoy te lo mostraremos, elige tu favorito…
La fiesta de Halloween es conocida e incluso esperada por todos nosotros, quien diga que no se ha disfrazado o salido a pedir calaverita ¡miente!
La forma de festejarlo en México y Estados Unidos es bien sabida por todos, pero se han preguntado ¿cómo se festejan estas fechas en el mundo? Aquí te lo contamos.

Irlanda “truco o trato”
Aquí iniciaron muchas de las costumbres del Halloween, la celebración es muy parecida a Estados Unidos y Canadá, donde los niños salen a pedir dulces disfrazados.
De igual manera hay fiestas de disfraces, solo que a ellos les encanta jugar a tomar una manzana con la boca de la guindada, bebida tradicional de aguardiente.

No puede faltar el “barm brack”, un dulce típico donde esconden un anillo, una moneda, un palillo y un guisante dentro.
Si encuentras el anillo te casarás, si te toca el guisante no habrá boda, si encuentras el palillo habrá problemas en el matrimonio y la moneda te dará fortuna y prosperidad.

Austria y sus espíritus mágicos en Halloween
En Austria se acostumbra dejar pan, agua y una lámpara prendida en la mesa, ya que se cree que los espíritus que visitan esa noche son mágicos y piden una ofrenda. Similar a México ¿no crees?

Velas en Bélgica
En Bélgica el 31 de octubre se prenden velas para honrar a los familiares y seres queridos que han muerto.

Caminata zombie en Inglaterra
En Inglaterra festejan el mismo día tanto Halloween, con la tradición del “truco o trato” y también se acostumbra el Guy Fawkes Night.
Este día, las calabazas son sustituidas por remolachas y las llevan consigo mientras piden dinero de casa en casa.
En esta fecha se lleva a cabo el London Zombie Walk, un desfile donde miles de personas disfrazadas recorren las calles de la ciudad.

Alemania, adiós cuchillos en Halloween
En Alemania, es tradición cenar con amigos y familiares, los niños pedirán dulces, pero como tradición. se guardan los cuchillos para no hacer daño a los espíritus que regresan. ¿Interesante, no?

Hong Kong y sus fantasmas hambrientos
Se le conoce como Yue Lan, cuya traducción es Festival de los fantasmas hambrientos, donde la creencia es que, por 24 horas del 31 de octubre, los espíritus bajan a la tierra.
Algunas personas queman fotos de frutas o dinero para que lleguen al mundo de los espíritus y así estar en paz.

Francia y su Halloween adoptado
En Francia no hay una tradición al respecto, fue recientemente, en 1996 para ser exactos que adoptaron las costumbres estadounidenses de disfrazarse, decorar y hacer postres especiales, pero nada fuera de lo común.
Latinoamérica
En Latinoamérica se celebra el día de muertos, el festejo dura del 31 de octubre al 2 de noviembre, pero la tradición no incluye como tal el ir de casa en casa pidiendo dulces, ellos van más allá.
Por ejemplo, en Perú se cree que las almas regresan para disfrutar de los altares, por ende, se les dejan cosas que los caracterizaban en vida. En Nicaragua se festeja en el cementerio y se pasa la noche en las tumbas acompañando a sus difuntos.
En Ecuador es día de gran fiesta, las familias se reúnen en una comida tradicional y preparan guaguas de pan (figuras de pan con forma de niños), beben colada morada (hecha de maíz violeta, moras y otras frutas) y se come con los difuntos en sus tumbas.
¿Cuál es tu favorito? Vive la experiencia de un Halloween diferente y #Nuncadejesdeviajar

Asia
El TEMPLO DE POTALA en el TÍBET: Lamer las PAREDES como acto de FE
A más de 3,700 metros de altura, este palacio ha sido un recinto religioso importante desde hace varios siglos atrás, donde los creyentes demuestran su fe lamiendo sus paredes.

El famoso Tíbet es una de las 5 regiones autónomas de China. Esta se encuentra al norte de Nepal y Bután. Es conocida por ser una de las zonas más montañosas gracias a sus enormes cumbres, colinas y montañas, que se comparten con la cordillera del Himalaya y que le dan una gran altitud geográfica. Es ahí, en la Colina de Rojo en la capital de Lhasa, en donde se encuentra el Templo de Potala.

Un PASADO turbulento
El Templo de Potala contiene un sinfín de historia, siendo construido en el lejano año 631 por el rey tibetano Songtsen Gampo, quien lo utilizaría con fines militares y actividades religiosas. Su presencia duró muchos años hasta que fue casi destruido en su totalidad por conflictos civiles en la caída del Reino de Tubo, además de haber sido el lugar de un impacto de rayo.

No fue hasta el año 1645 que Ngawang Lobsang Gyatso, mejor conocido como el quinto Dalai Lama, construyó en el lugar otros edificios, que servirían como un centro de refugio para los lamas y un centro de administración religiosa.

Tiempo después, y tras varias destrucciones, restauraciones y fortalecimientos, el Templo de Potala se convirtió en un palacio que alberga miles de escritos y objetos que cuentan gran parte de la historia de la región. En 1994, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad, y en el 2017 se restauró de manera exhaustiva, convirtiéndose en todo un centro de visitas, llegando a recibir a casi 1.47 millones de viajeros al año.

El PALACIO BLANCO
El Templo de Potala se divide en dos palacios; el primero es el Palacio Blanco, donde se ubicaba la residencia de invierno de los dalai lama. Aquí pasaban su tiempo meditando y analizando diversos asuntos políticos. Hay diversas oficinas y espacios que fueron utilizados para diversas actividades culturales, en donde se destacan los salones del Sol, del Oeste y el Este.

En la parte superior se encuentra la habitación donde descansaba el Dalai Lama en turno, donde destaca una decoración viva e interesante. Al lado de esta zona, hay un edificio amarillo con una fachada adornada con banderas bordadas de símbolos sagrados, con el objetivo de recibir el año nuevo.

El PALACIO ROJO
La segunda parte del Templo de Potala es el Palacio Rojo, constituido de 9 pisos. Este palacio estaba más relacionado con los actos religiosos; además, es el único lugar del templo que aún mantiene pequeñas partes de la primera construcción del año 631.

Todo el tejado está bañado de bronce dorado; hay cinco estupas dedicadas al quinto, séptimo, octavo, noveno y decimotercer Dalai Lama. También se encuentra el Salón Shangjie Xingsheng, donde hay una cantidad grande de retratos de los diferentes emperadores que existieron en la Dinastía Qing y diferentes sutras budistas.

PEREGRINOS y VISITANTES del TEMPLO de POTALA
A pesar de ya no ser un centro político, el Templo de Potala aún es un lugar de veneración religiosa, donde viven algunos pocos monjes que realizan cantos todos los días; igual es un lugar de visita para los peregrinos, que encienden una linterna para orar; sin embargo, existe otra forma de veneración un tanto extraña, que consiste en lamer las paredes.

Y es que cada año, después de las temporadas de lluvia, que usualmente son durante el mes de octubre, las paredes del Templo de Potala son pintadas por voluntarios antes de que llegue la temporada de nieve. Para pintar utilizan leche, miel, azúcar y azafrán. La miel, la leche y el azúcar ayudan a crear una pintura blanca y pegajosa que seca rápido, mientras que el azafrán ayuda a mantener alejados a moscas y otros insectos.

Este proceso de pintura dura aproximadamente una semana, y se dice que deja un aroma fresco y delicioso en el ambiente, haciendo que la gente se acerque al muro a lamer las paredes. Muchos dicen sentir el sabor de la leche, mientras que otros mencionan, que las paredes tienen sabor a lima. Esto es algo que no todos los viajeros hacen, aún así, también se dice que es un acto para conseguir bendiciones, pues son paredes sagradas.

¿Cómo VISITAR el TEMPLO de POTALA?
Si quieres visitar el Templo de Potala, tendrás que llegar a la ciudad de Lhasa. Para esto, puedes viajar tanto en avión como en tren desde China. La duración de los viajes depende de desde dónde lo tomes, con vuelos de 3 hasta 6 horas, o viajes terrestres que pueden durar de 24 hasta 55 horas. Este último puede ser mucho más tardado, pero es más barato y te permite disfrutar paisajes hermosos.

Otra opción es tomar un vuelo desde Nepal, específicamente saliendo de la ciudad de Katmandú. Es una opción mucho más rápida, ya que el vuelo puede durar entre 1 a 1 hora y media. Tienes que considerar que para poder entrar al Tíbet, necesitarás tramitar un permiso de entrada; si sales de China, aparte de eso tendrás que tener el visado chino. Si en tu caso decidiste ir desde Nepal, no necesitarás visa, pero sí tendrás que quedarte en el país por 3 o 4 días.

Así que, si quieres probar (literalmente) una experiencia llena de cultura y fe, entonces viajar al Tíbet y conocer el Templo de Potala debería de ser una de tus principales opciones. ❖

#NuncaDejesDeViajar
Asia
MEA SHEARIM: el barrio JUDÍO ULTRAORTODOXO de JERUSALÉN
Hermético y antiguamente religioso, este barrio está completamente aislado de la civilización moderna, donde la religión es el único y aceptable estilo de vida…

Israel es un país que se encuentra en el Oriente Medio, colindando a la derecha con la frontera de Jordania y al sur con Egipto. Es el único país con una comunidad multirreligiosa, donde conviven cristianos, musulmanes, pero mayormente judíos, lo que lo convierte en el único estado judío en el mundo; de hecho, su población judía es de aproximadamente 10 millones de habitantes… Y es aquí, al norte de Jerusalén (la capital de Israel), que se encuentra Mea Shearim, el interesante barrio judío ultraortodoxo…

HERMÉTICO y ALEJADO del MUNDO
Mea Shearim se traduce del hebreo como Cien Puertas, haciendo referencia a las cien puertas de entrada evocadas en la Torá, el libro sagrado de la religión judía, que se leía en la sinagoga durante la semana en la que se creó el barrio.

En este barrio es donde viven los judíos haredim, mejor conocidos como judíos ultraortodoxos: esos judíos inconfundibles que visten abrigos negros y largos, sombrero bajo, barbas largas y sus rizos de cabello que cuelgan de sus cabezas. A diferencia de las mujeres, que visten con un aspecto menos llamativo, con colores negros y apenas enseñando el inicio de sus cabezas rapadas bajo un gorro de lana o pañoletas.

En este barrio, una de las principales obligaciones es la de estudiar el Talmud sin descanso: un libro que compila interpretaciones rabínicas y oraciones judías, que ofrecen un estudio más profundo de la Tora. Es por ello que algunos no tienen tiempo para trabajar, y se mantienen a base de ayudas estatales y de la diáspora judía internacional, que considera que, mediante sus labores, contribuyen a resucitar el mundo que el nazismo aniquiló.

Las GRANDES FAMILIAS de MEA SHEARIM
Con becas de estudio, viviendas gratuitas y apoyos por natalidad, muchas de las parejas de Mea Shearim llegan a tener hasta 11 descendientes. Sin embargo, poco a poco se han ido colocando algunas tiendas en el barrio, e incluso han surgido calles comerciales.

También, algunas de las esposas han entrado a la novedosa experiencia de llevar dinero a casa, trabajando de maestras para ayudar a sus familias, mientras los maridos se dedican al estudio.

Y a pesar de parecer un barrio viejo, la realidad es que se originó en 1874. Al principio no buscaba ser un barrio ultraortodoxo; sin embargo, esto sucedió cuando el famoso rabino Yehoshua Leib Diskin emigró a Israel, ejerciendo su influencia extremista en el barrio. De hecho, su autoridad fue tanta que los barrios aledaños comenzaron a imitar el estricto estilo de vida. Tiempo después, en 1940, llegaron los judíos haredim bajo la influencia del rabino Sonnenfeld, otro rabino extremista, lo que terminó de hacer de Mea Shearim lo que es hoy.

Actualmente, algunas de sus reglas se han ido rompiendo poco a poco… Es un vecindario lleno de avenidas estrechas y casitas bajas, en donde casi no hay autos, hay sinagogas frente a las casas, la limpieza es sumamente estricta y no se permite vivir a nadie que no sea aceptado por la comunidad judía.

Paseando por MEA SHEARIM
Conocer este barrio es como viajar al pasado. Al entrar se encuentra un cartel de bienvenida que dice: Los grupos que atraviesan nuestro vecindario ofenden seriamente a nuestros residentes, por favor, pare aquí; aunque conforme avanzas, encontrarás más carteles similares por diferentes zonas, en donde aconsejan vestir con relato y de manera no ofensiva (con faldas largas, bufandas y camisas o playeras de mangas largas).

También está prohibido ir de la mano, besarse, sacar fotos o videos. De hecho, existen algunas agencias de viajes o guías particulares que ofrecen llevarte por las calles principales de Mea Shearim, siempre y cuando se respete la forma de vivir.

Usualmente, los momentos más interesantes para visitar este barrio son los jueves al atardecer, donde podrás presenciar los preparativos del Sabbat, en donde las calles se animan y los vecinos salen a las calles a platicar y pasar un buen rato. Y los sábados por la noche, cuando finaliza el Sabbat, se hace una abundante cena.

Más COSAS por hacer en MEA SHEARIM
Otra de las cosas imperdibles al visitar el barrio es la de probar los platillos locales, como el cholent (un guiso de verduras y carne que se cocina durante varias horas), algunos encurtidos y ensaladas.

También puedes recorrer las calles y rincones ocultos, donde la historia del barrio se refleja en las paredes, con carteles llamativos escritos en hebreo, o los pequeños parques donde suelen jugar los niños…
Qué dices… ¿Te animarías a conocer Mea Shearim? ❖

#NuncaDejesDeViajar
Europa
SVERD I FJELL: Las ESPADAS GIGANTES de NORUEGA
Clavadas en la tierra alrededor de una enorme costa, estas esculturas son un símbolo de la paz, la unidad y la libertad noruega…

Sombrío y nórdico… así es Noruega, ese país que se encuentra al oeste de Europa, colindando frontera con Suecia. Aquí el ambiente es nubloso y los aires son fríos, fusionándose perfectamente con las montañas, los glaciares, los fiordos y las bahías que abundan en sus tierras. Y curiosamente es en una de estas bahías en donde se encuentra una de las esculturas más interesantes del país; específicamente en la bahía de Møllebukta, al sur de Noruega. Y es que este es el recinto del Sverd i Fjell, mejor conocido como las Espadas Gigantes.

¿Qué es SVERD I FJELL?
Sverd i Fjell —que se traduce del noruego como Espadas en la montaña— es un enorme monumento de más de casi 10 metros de altura, que se constituye de 3 enormes espadas vikingas.

Muchos piensan que, por el tamaño y el diseño, se trata de algún anuncio de una serie o una película e incluso se cree que es un monumento sumamente antiguo, pero la realidad es que apenas se construyó en los años 80. Aún así, para conocer el origen de Sverd i Fjell, es importante antes conocer la historia de Harald Fairhair.

La NORUEGA ANTIGUA
Hace muchos años, Noruega estaba constituido por pequeños grupos y clanes, que constantemente peleaban entre ellos. Harald Fairhair (mejor conocido como Harald Cabellera Hermosa) era rey del clan Yngling, quien, en búsqueda de poder y ambición, quería dominar Noruega. Sin embargo, otra versión cuenta que Harald realmente buscaba obtener la mano de Gyda Eiriksdottir, hija de Eirik, rey del clan de Hordaland, pero esta lo rechazó, y pensó que al tener dominio de todo, no podía negarse a casarse con él.

Fue entonces que poco a poco Harald comenzó a dominar los otros clanes; sin embargo, la batalla más importante se dio en la costa de Hafrsfjord, cuando Harald citó a los demás reyes y sus clanes para una sola batalla en la que él se nombraría vencedor, logrando unificar Noruega y volviéndose su primer rey. Esta batalla tuvo lugar entre los años 872 y 900.

A ciencia cierta, no se sabe el lugar específico de la batalla, aunque se cree que fue en la bahía de Møllebukta, que pertenece a la costa de Hafrsfjord, ya que se dice que ahí los demás clanes pudieron dejar sus embarcaciones.

¿Qué significan las ESPADAS?
Tiempo después, el escultor noruego Fritz Røed (conocido por sus decoraciones públicas) decidió crear un monumento que representara la Batalla de Hafrsfjord. Esta presenta 3 espadas: la espada más alta representa la espada del Rey Harald, mientras que las otras dos conmemoran a los reyes vencidos. Fueron construidas en bronce con una altura de 9.20 metros y una anchura de 4.40 metros. Para enterrarlas, se les tuvo que dar una profundidad de 3.20 metros, y están clavadas en roca.

La razón de esto es que, al conmemorar una bélica batalla en la que murieron miles de personas, el estar clavadas en piedra simboliza el hecho de que nadie más podrá volver a empuñarlas, convirtiéndose también en un símbolo de paz y libertad. La escultura fue inaugurada en 1983 por el rey Olav.

¿Qué HACER en SVERD I FJELL?
Para poder llegar al Sverd i Fjell, lo ideal sería volar hacia el Aeropuerto Internacional de Stavanger-Sola; este se encuentra a tan solo 12 minutos en auto a la bahía de Møllebukta, en donde se encuentran las espadas gigantes.

Y es que este lugar se ha convertido en un monumento muy popular; los turistas encuentran aquí un lugar inolvidable rodeado de bellos paisajes. Lo usual es llevar contigo un pequeño almuerzo para comer junto a las espadas. No olvides tomar tu mítica fotografía y dar un tranquilo paseo alrededor de la costa.

Así que ahora lo sabes; si buscas un lugar especial donde la historia y el arte se fusionen como uno solo, entonces tienes que hacer una parada en Noruega, para conocer Sverd i Fjell. ❖

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