

América
Un viaje de padre e hijo por Costa Rica: el “casado”, playas y recuerdos
Cada año viajo al extranjero con mi papá, esta ocasión fue un viaje de padre e hijo por Costa Rica ¡Un viaje inolvidable!
Cada año mi papá y yo realizamos un viaje a algún país en el extranjero con el fin de probar y conocer nuevos lugares, esta vez fue un viaje de padre e hijo por Costa Rica

Me entusiasmaba la idea de conocer otro país que no fuera México o Cuba, así que comenzamos a buscar hoteles y qué sitios iríamos a visitar en Costa Rica.

Mi papá quería relajarse y dejar atrás el estrés de la ciudad, por lo que buscaría playas para poder nadar y estar bajo el sol un buen rato.

Yo quería encontrar buenos restaurantes para poder conocer la gastronomía y los sabores de este viaje de padre e hijo por Costa Rica.
¡Manos a la obra!
Mi papá encontró los vuelos y el hotel en el que nos hospedaríamos, pero le propuse que, como Costa Rica tiene a un lado el Caribe y el Pacífico, fuéramos a ambas playas para saber la diferencia.

Él aceptó y buscamos hoteles u hostales en los que pudiéramos quedarnos por una noche y que contara con conexión a internet.
Comienza el viaje a Costa Rica
Para el viaje tuvimos que tomar dos vuelos, el primero a Panamá y cuándo aterrizamos, mi papá y yo entramos en conflicto, pues no sabíamos en dónde estaba la puerta por la que salía nuestro siguiente vuelo.
Teníamos una hora para encontrar el hangar y formarnos para entrar, pero íbamos de un lado al otro perdiendo el tiempo.

Hasta que un guardia nos señaló la forma rápida de llegar a la puerta, ¡Aún le agradezco! Afortunadamente pudimos llegar y abordamos el avión sin tanto problema…
Comenzaron las complicaciones en el viaje a Costa Rica
Perdimos el primer día de seis que estaríamos en nuestro viaje a Costa Rica debido a la revisión de maletas, y cuando nos entregaron las maletas ya eran las 9 de la noche.
Al salir del aeropuerto, tomamos un camión que nos dejaría en el centro de la capital.

El trayecto fue de unos 30 minutos aproximadamente, y cuando estuvimos en las calles de San José buscamos un taxi para poder llegar al hotel.

Lo malo fue que el taxista nos perdió ¡Y tardamos 1 hora más en llegar! No tuvimos oportunidad de hacer mucho.
El “casado”, la gastronomía de Costa Rica en el viaje familiar
El hambre no nos dejaba en paz, los mapas de los celulares no indicaban nada abierto y teníamos que aventurarnos a viborear entre las calles para encontrar algo.

Cómo un milagro, encontramos un local y aquí vendían “guisados” típicos de Costa Rica: casados, arroz, frijoles, pollo, pescado y res.
Probablemente tengas una pregunta, y la hice qué era el “casado” y resultó ser una “comida corrida” típica, incluye: arroz con plátano frito, ensalada de lechuga con jitomate, frijoles y un guisado.

Así que pedí uno con pollo y me lo entregaron en menos de 5 minutos, mi papá, pidió un plato con pollo y preguntó si había tortillas… y ¡Rápidamente nos identifican como mexicanos!

El “casado” venía acompañado de una salsa que los locales afirmaban picaba demasiado, pero al probarla en la carne del pollo no se sentía demasiado el picor, en fin, mexicanos.
El sabor del pollo se compensaba bastante con la salsa y el arroz, los tonos neutros de la ensalada hacían juego con los tonos salados y poco picantes de la carne.

El plátano encaja con el sabor neutro del arroz, pero ésta variante era más dulce, por lo que para los paladares delicados y no tolerantes al picante, el plátano será ideal para contrarrestar el sabor del chile.

El platillo de mi papá no parecía fuera de lo común, venía acompañado con ensalada solamente, y era parecido a un pollo frito, pero sin capear.
Con el estómago lleno nos regresamos al hotel y dormimos, ya que al día siguiente iríamos a Puerto Viejo, ya mi profesión gastronómica había tenido sus primeras experiencias.

Mochilazo en Puerto Viejo
Para llegar, tuvimos que tomar un autobús que nos llevara hasta allá, y ¡El viaje duraba 5 horas! Pues teníamos que llegar hasta el Caribe y nosotros estábamos en el centro.

El viaje no se hizo tan pesado, así que llegamos con energía y ganas de conocer Puerto Viejo, que la verdad es muy parecido a Cancún o Acapulco, como un viaje de padre e hijo por Costa Rica pero con esencia mexicana.

La gente es amable, el sol toca tu piel con gentileza, el calor hace que te de sed, la arena era suave, tersa y caliente, ¡Era como estar en casa!

Al bajar del autobús, buscamos el hostal en el que nos quedaríamos y desempacar las mochilas, pero antes pasamos a un mini súper, compramos un par de cervezas y unas cuantas botanas.

Fuimos a la playa y estuvimos bastante tiempo disfrutando de la relajación que tanto habíamos buscado, ¡Al fin! al anochecer buscamos un restaurante que nos habían recomendado los lugareños.
La Playa Negra era un establecimiento que ofrecía comida caribeña con el toque y sazón de Costa Rica, por lo que ya ansiaba probar dichos manjares.

Los manjares de la comida caribeña
Mi papá pidió un Cerdo en Salsa Caribeña y yo volví a pedir un Casado; la salsa del cerdo era agridulce, tenía tintes dulces y unos cuantos poco picantes.

La carne era suave y parecía estar marinada en una salsa similar ya que tenían un sabor parecido, aunque era ajeno a ella.
Venía acompañado de un tazoncito de frijoles negros, arroz blanco y ensalada.

Mi casado fue similar al de San José, sin embargo, lo probé con carne de res; el toque caribeño estaba presente en cada bocado, se sentía diferente al de la capital, más tradicional, y elaborado, ¡Un gran sabor!
Regresamos al hostal y vimos una película para quedarnos dormidos ya que al día siguiente iríamos en bicicleta a una de las playas vecinas, ¡Nuestro viaje a Costa Rica seguía!

Una bici que me lleva a todos lados
Siempre me ha gustado andar en bicicleta, pero casi nunca he podido, así que no desperdicié la oportunidad en nuestro viaje a Costa Rica, y le propuse a mi papá ir a pedalear un rato.

Rentamos unas bicicletas y nos fuimos por la mañana, pudimos admirar la vegetación de la selva y llegamos a la Playa Manzanillo.
Nos empapamos en la lluvia que salió de la nada, platicamos de muchas cosas, tomamos muchas fotos del camino, incluso disfrutamos de una bajada un tanto pronunciada.
Obviamente gritamos bastante y nos reímos de cómo sonábamos, ¡Nuestro viaje padre e hijo a Costa Rica estaba siendo una maravilla!

Llegamos a Manzanillo y resultó ser una reserva natural, caminamos por los senderos que iban y venían a las distintas playitas que había dentro de la reserva, ¡Y tomamos muchas fotos de éste maravilloso escenario!
Al terminar el día devolvimos las bicis, recogimos nuestras mochilas en el hostal y subimos al autobús para regresar a San José.
Ya que al día siguiente ¡Nos esperaba otra aventura!

Puntarenas, una visita en nuestro viaje a Costa Rica
Al día siguiente despertamos temprano y fuimos directo a la central camionera para llegar a Puntarenas, fue un viaje sin tantas complicaciones.
Llegando a nuestro destino, notamos que la experiencia sería totalmente diferente a lo que nosotros queríamos: el cielo estaba nublado, no había playas en las que pudiéramos estar.

Aún esperanzados de que todo fuera bien, caminamos en busca del hotel en el que nos quedaríamos.
Tomamos un camión que nos dejó en la esquina del hotel y entramos a registrarnos, éste era elegante y se veía que llevaba pocos años en funcionamiento, pues se veía limpio, nuevo y con poco uso.
Nuestra habitación y era enorme, tenía una cama King size, cafetera, un pequeño refrigerador y una televisión enorme; era la definición correcta del “cuarto perfecto para descansar”.

Continúa la experiencia gastronómica…
En el centro de la ciudad había varios restaurantes o “fondas”, entramos a una y nos atendió una señora muy amable, que nos llevó a nuestra mesa y nos reconoció como extranjeros.
Le recomendó a mi papá una sopa de mariscos, él accedió muy convencido de querer probar la sopa y yo volví a pedir un casado, ya teníamos una relación.
Mi casado fue diferente a los anteriores, en éste el arroz era amarillo, mi carne de cerdo estaba jugosa y se acoplaba bien a los demás sabores, los frijoles parecían estar refritos y hacían juego con el plátano frito.

Quedé maravillado de que los casados varían entre cada región o lugar; depende del toque personal o la manera de prepararlos lo que lo define.
La sopa de mi papá se veía diferente a lo que habíamos pensado; era un caldo blanco con cilantro encima, trozos de pescado dentro, y lo curioso del asunto ¡Lo servían con un plátano!
La mesera nos dijo que el plátano le daría más sabor a la sopa, mi papá le creyó y se lo agregó.

Lo comió sin tanto problema y al terminar dijo que el sabor del plátano no afectaba tanto al de la sopa, pues no era dulce sino neutro.
Regresamos al hotel y vimos una película, platicamos un rato y nos dormimos para el día siguiente ir a Playa Naranjo.

Una vista asombrosa en el ferry
Cuando despertamos, mi papá me comentó que el hotel incluía un desayuno de 7 am hasta las 11 am, nos cambiamos rápidamente y alistamos todo para llevarnos las mochilas con nosotros.
Pedimos indicaciones a la recepcionista sobre cómo llegar al ferry y resultó ser más rápido de lo que habíamos pensado.
Compramos los boletos y subimos a la parte superior del ferry para poder apreciar la marea, las olas y el mar, ¡Una gran experiencia!

El viaje fue de hora y media y cuando llegamos el guía del grupo comentó que había varias playas a las cuales ir, pero había que esperar un transporte.
Mi papá, como buen mexicano, dijo que lo haríamos a nuestra manera, así que caminamos al contrario que la gente que esperaba el transporte y encontramos un camino a una playa y un bar llamado “El Perla Negra”.

La playa y la medusa
Tomamos unas cuantas bebidas y nos hicimos amigos del dueño, quien nos platicó sobre sus ideas de hacer un hotel sobre el bar e incluso nos lo mostró.
Terminamos nuestras bebidas, bajamos a la playa tal y como el dueño nos había explicado, pero no era una playa como las que habíamos visitado, sino que tenía piedras en vez de fina arena y pasto cerca de la orilla.

Nos sentamos a platicar y el oleaje trajo una medusa; de lejos parecía una bolsa transparente pero cuando nos dimos cuenta sacamos los pies del agua para prevenir un accidente.

La sacamos del agua con ayuda de una rama que estaba cerca y la dejamos lejos de la orilla, por mera curiosidad recorrimos la costa viendo qué más podía haber, pero no encontramos nada excepto piedras porosas.

Nos sentamos a terminar de platicar y cuando dieron las 5 pm regresamos a donde estaba el ferry.
Con nuestras maletas en mano, subimos al pequeño barco y llegamos a Puntarenas de nuevo, solo para tomar aire y correr para tomar el camión a San José.
Último día: adiós, Costa Rica
Llegando al hotel arreglamos todo para regresar a México al día siguiente, pero le dije a mi papá “No nos podemos ir sin regresar a los casados del primer día”.
Fuimos de nuevo y encontramos a las mismas personas que nos atendieron la ocasión pasada, así que comenzamos a platicar sobre cómo había estado nuestro viaje y qué lugares habíamos visitado.

Nos dijeron que nuestros recorridos habían estado bien porque habíamos visitado lo más característico de cada lugar.
Para comer, mi papá pidió el mismo casado que yo, y ésta vez le agregué más salsa de la que debía, ¡Terminé enchilando demasiado y mi papá se empezó a reír de mí!

Ya era la hora de regresar
Por la mañana nos recomendaron un restaurante típico del centro en el que servían un “Hot Cake de maíz”, lo servían con crema, queso y su sabor era parecido a los panqués de elote que tenemos en Mexico
Era un platillo muy grande y muy delicioso, la crema y el queso le hacían juego porque le daban un toque fresco, cremoso y salado que contrastaba con la dulzura del maíz.

Cuando terminamos de desayunar, nos dirigimos al hotel por nuestras cosas y de ahí al aeropuerto, estuvimos esperando, hasta que nuestro vuelo estuvo listo para abordar y llegamos a Panamá.
Mi papá regresó por sus tenis que había visto en el vuelo de ida y parecía niño pequeño con su juguete nuevo.
Llegamos a la CDMX casi a las 11 pm y cuando finalmente estuvimos en casa, nos fuimos directamente a dormir.

Éste viaje a Costa Rica me dejó un recuerdo muy bonito junto a mi papá, sin dudarlo es uno de mis favoritos.
Atrévete a visitar Costa Rica y recuerda, ¡Nunca dejes de viajar!

América
MORGAN’S WONDERLAND: Un parque INCLUSIVO en TEXAS
Esforzándose por recibir a visitantes de todas las edades y capacidades, este parque ha logrado tener el poder de implementar el juego inclusivo y divertido.

Ubicado en San Antonio, Texas, Estados Unidos, se encuentra Morgan’s Wonderland: El único parque ultraaccesible del mundo. Este espacio fue fundado por Gordon Hartman, un exconstructor de viviendas y padre de Morgan, su hija, quien padece del síndrome de Tatton-Brown-Rahman, una rara condición que se caracteriza por un sobrecrecimiento asociado a dismorfias faciales y discapacidad intelectual.

Durante unas vacaciones familiares en 2006, cuando Morgan tenía 12 años, intentó jugar con otros niños, pero la reacción de ellos fue negativa. Fue así que Gordon decidió crear Morgan’s Wonderland, un parque en donde las personas con y sin necesidades especiales puedan reunirse y jugar en un ambiente cómodo.

¿Qué es MORGAN’S WONDERLAND?
Morgan’s Wonderland abrió sus puertas por primera vez en 2010, siendo un parque con más de 10 hectáreas de diversión, donde se ofrecen alrededor de 25 atracciones totalmente accesibles. Aquí podrás encontrar juegos con asientos diseñados para personas con movilidad limitada e incluso espacios dentro de las atracciones para colgar las tanques de oxígeno de los visitantes con condiciones respiratorias.

Hay carruseles, anfiteatros y hasta una aldea sensorial, donde los visitantes pueden aprender de forma práctica y consciente, utilizando sus 5 sentidos. También hay un muelle, donde se pueden capturar lubinas negras y bagres, para después liberarlos; y una tirolesa, que es la única atracción que requiere que los visitantes abandonen su silla de ruedas.

La misión del parque es proporcionar un entorno divertido, limpio y hermoso, libre de barreras físicas y económicas, al que todas las personas puedan acudir y disfrutar, independientemente de la edad o condición.

Las SECCIONES de MORGAN’S WONDERLAND
En 2018, Morgan’s Wonderland hizo una expansión, agregando Morgan’s Inspiration Island: Un parque acuático y accesible que incluye piscinas de diferentes temperaturas, espacios sin barreras y hasta sillas de ruedas impermeables.

Su popularidad creció rápidamente, y para el 2018 ya había sido nombrado como uno de los mejores lugares del mundo por la revista TIME, y también había recibido más de un millón de visitantes.

Unos años más tarde, se sumó Morgan´s Camp; una experiencia de campamento accesible, con actividades como tiro con arco, carrera de cañones, corrales y actividades de rancho.

Y después llegó Morgan’s Sports: Un centro deportivo inclusivo donde todos pueden participar en deportes como tenis, baloncesto y softbol. Es importante mencionar que estas dos últimas experiencias no se encuentran dentro de Morgan’s Wonderland, sino unos 30 minutos al norte en auto.

DIVERSIÓN con INCLUSIÓN
Si te gustaría visitar Morgan’s Wonderland, tienes que saber que la entrada es y siempre ha sido gratuita para cualquier persona con necesidades especiales. Por su parte, el acceso a visitantes sin discapacidades tiene un costo de $21 dólares ($410 MXN). Esto ayuda a seguir manteniendo el lugar, además de apoyar otras causas, como clínicas y centros de rehabilitación. Abre todos los días, de 10:30 a.m. a 05:00 p.m.

Morgan’s Wonderland trabaja diariamente para ofrecer un lugar extraordinario, donde las sonrisas y las risas generen recuerdos maravillosos. Es como cualquier otro parque temático, con la diferencia de que su cultura y entorno garantizan el disfrute total de cada persona que lo visita. ¿Estás listo para divertirte en Texas? ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
La BELLEZA de TORONTO: La CASA de THE WEEKND y el DEPORTE en la CIUDAD
Siendo una de las ciudades más famosas de Canadá, aquí los viajeros pueden disfrutar de un día lleno de deporte y música; dos pasiones que conviven en armonía.

Toronto es una ciudad ubicada al sureste de Canadá, al norte del lago Ontario. Es famosa por ser una ciudad dinámica, con enormes rascacielos y un hermoso ambiente citadino. Es la zona más poblada del país, y también es el lugar de la famosa House of Balloons: La casa donde solía vivir Abel Makkonen Tesfaye, o mejor conocido por su nombre artístico, The Weeknd.

HOUSE of BALLOONS en Toronto
El aclamado cantante reveló que ese fue su hogar durante su juventud, cuando decidió abandonar la escuela y a sus padres en el 2007. La casa se ubica en el vecindario Parkdale de Toronto, en el número 65 de Spencer Avenue.

Este lugar se ha vuelto de gran interés para los amantes de la música, pero sobre todo para los fans del artista, quienes disfrutan de ir a tomarse fotos delante de la famosa casa, la cual, al día de hoy, luce exactamente igual.

La razón por la que la propiedad es conocida como House of Balloons es porque The Weeknd y sus amigos solían organizar muchas fiestas ahí. Como invitaban a mucha gente, siempre intentaban que luciera como una gran celebración, por lo que siempre había globos decorando el espacio.

El artista también comenzó su carrera musical en esa casa, por lo cual su primer mixtape lleva ese nombre: House of Balloons, el cual fue lanzado en 2011, dándole el salto a la fama. Al día de hoy, la casa es propiedad privada.

Viviendo el DEPORTE en TORONTO
Si eres un gran fan de los deportes, seguro te interesará que Toronto también lo es, y cuenta con una infinidad de eventos y celebraciones para consentir a tu ejercitada alma. Y es que la ciudad cuenta con varios equipos de diferentes disciplinas, los cuales son muy amados por toda la población, creando emoción y pasión que desborda por las calles… Y podrás vivirlo en carne propia, conociendo estos lugares:
ROGERS Centre
Inaugurado en 1989, este recinto fue originalmente nombrado como el SkyDome, pero en 2005, la empresa de telecomunicaciones Rogers Communications adquirió el lugar, rebautizándolo como Rogers Centre.

Está ubicado en el centro de Toronto, junto a la CN Tower. Tiene capacidad para recibir a más de 50 mil espectadores. Gracias a su techo retráctil, sus espacios han sido el escenario para partidos de béisbol, futbol y basquetbol, luchas de la WWE y hasta conciertos.

Sin embargo, el anfitrión principal son los Blue Jays de Toronto, un famoso equipo de béisbol, por lo que si eres amante de este deporte, tendrás que vivir uno de sus partidos en el Roger Centre, que te contagiará de su energía y emoción. Sin embargo, si no es temporada de partidos, el estadio también ofrece tours guiados para que puedas conocer las instalaciones.

SCOTIABANK Arena
Esta arena fue inaugurada en 1999 bajo el nombre de Air Canada Centre (ACC), el cual permaneció hasta el 1 de julio de 2018, cuando acabó su contrato y pasó a ser patrocinada por Scotiabank. Tiene capacidad para 19,800 espectadores y está ubicada en el centro de Toronto, a tan solo 8 minutos caminando desde el Rogers Centre… Te dijimos que aquí se ama al deporte.

Al igual que la anterior, es una arena multiusos, albergando partidos de básquetbol, hockey, conciertos, UFC, WWE e incluso Monster Jam (carreras y competencias con carros monstruo).

Curiosamente, antes de ser una arena, era un edificio histórico de entregas postales de Toronto, construido en 1941. Sin embargo, al momento de construir ahí mismo la arena, decidieron mantener su diseño art déco, dándole una arquitectura deportiva moderna.

Además, es la casa de los Toronto Raptors, un equipo de básquetbol, y de los Toronto Maple Leafs, un equipo de hockey. Ambos equipos comparten la arena, y siempre se han caracterizado por ser contendientes en los máximos títulos, sumándole una maravillosa afición que nunca falta a sus partidos.

BMO Field
Para los amantes del fútbol, el BMO Field es la casa de Toronto FC, un equipo de la MLS Soccer. Este estadio fue inaugurado en 2007, teniendo varias remodelaciones a lo largo de los años. Tiene capacidad para 31,000 espectadores.

Originalmente se iba a llamar Estadio Nacional de Fútbol, pero no fue hasta el momento de la construcción cuando recibió el nombre patrocinado de BMO Field. Aquí se juegan partidos de la selección nacional canadiense de fútbol, siendo el corazón futbolístico de Toronto. Es la casa del equipo de soccer Toronto FC, así como del equipo de futbol americano Toronto Argonauts… Sí, aquí se respira futbol.

No cabe duda de que Toronto es una ciudad enorme, con muchos lugares por visitar. Su historia musical y deportiva convive entre las calles y los edificios, y empapa a todo aquel viajero que esté en búsqueda de unas vacaciones emocionantes y llenas de voz. No esperes más y disfruta de los apasionados encantos de Canadá, que por ahora solo esperan a recibirte con los brazos abiertos… ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
¿Qué HACER en BOGOTÁ? Un viaje por la CAPITAL COLOMBIANA
Bogotá es una ciudad encantadora que todos tenemos en la mente, y en este viaje de fin de semana disfrutamos de momentos llenos de sorpresas. ¿Nos acompañas a descubrirlas?

Llegar a Colombia es muy fácil; usualmente la mayoría de aerolíneas tienen viajes directos a esta hermosa isla. En cuanto llegues al aeropuerto, te recomendamos que lo primero que hagas sea cambiar tu dinero por la moneda local en una casa de intercambio; para eso te pedirán una huella de tu dedo índice, tu firma y mostrar tu pasaporte. Una vez esto, estarás listo para vivir una aventura en Bogotá, donde descubrirás los mejores destinos de la capital.

Aprendiendo sobre el CAFÉ COLOMBIANO
Si no probaste el café de Colombia, es como si nunca hubieras viajado. En Bogotá, la cafetería de San Alberto es una de las mejores de Colombia, y es reconocida a nivel internacional, aparte de que ofrece una experiencia llamada bautizo cafetero, donde aprenderás el proceso de la molienda, guarda y tostado del café.

El punto MÁS ALTO de BOGOTÁ
La segunda parada fue visitar la iglesia del Señor de los Caídos, también conocido como el Señor de los Afligidos. Está ubicada en el cerro de Monserrate, y la mejor manera de subir es por un teleférico que puede tardar hasta una hora en subir. En la cima tendrás una increíble vista de toda la ciudad. Además, hay dos restaurantes, uno de comida francesa y otro de comida colombiana. Del otro lado está el Templo de la Virgen de Monserrate, que es la que le dio el nombre al cerro.

De COMPRAS por BOGOTÁ
Ubicado en el barrio de La Candelaria se encuentra el Monumento a Simón Bolívar, que actualmente es una oficina de turismo donde podrás encontrar información de otros destinos turísticos. Cerca de ahí se encuentra el parque de los periodistas, donde hay un pasaje comercial que vende dulces típicos de Colombia como bocadillos, cocadas, alfandoques, obleas, entre muchas cosas más.

Recorriendo el centro, te encontrarás con lugares donde coleccionan esmeraldas de gran pureza; algunos de ellos cuentan con un certificado que corrobora su calidad.

Historia, SABOR y cultura
Bogotá está lleno de edificios históricos que son casi de contemplación obligatoria. De hecho, hay tres edificios juntos que, por su ubicación, pareciera que es un gran museo: Primero está la Casa de Moneda, donde puedes observar toda la maquinaria y herramientas que se usan para la fabricación y distribución del peso colombiano. Después está el Museo Botero, que contiene numerosas obras del artista Fernando Botero, donadas por el mismo al banco de la república colombiana. Y por último, el Museo de Arte Contemporáneo.

Caminar por las calles de Bogotá es la mejor manera de saber cómo es que los colombianos viven su día a día. De hecho, de esta manera fue que llegamos a la plaza principal del centro de Colombia, donde también está la catedral de la ciudad, un punto donde tanto extranjeros como locales se reúnen para disfrutar del ambiente de la zona.

El TEJO: Un juego de MÁS de 500 AÑOS
En Colombia existe un antiguo juego llamado tejo, que tiene un origen de los muiscas, una comunidad indígena en Bogotá. Es muy similar al boliche, donde se tiene que aventar una piedra a una superficie de arcilla. En la zona centro hay triángulos de pólvora; el objetivo es dar un tiro que provoque una explosión. Para jugar esta divertida dinámica, puedes ir al sitio llamado La Embajada, que también tiene otros juegos por si no resultaste tan bueno para el tejo.

Definitivamente, Bogotá es una ciudad llena de una gran variedad de actividades que te pueden gustar, convirtiendo a Colombia en uno de los mejores destinos para viajar, así que no esperes más para venir a este país encantador. ❖

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