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un viaje de padre e hijo por Costa Rica. Foto: A Diesel Work Lemon un viaje de padre e hijo por Costa Rica. Foto: A Diesel Work Lemon

América

Un viaje de padre e hijo por Costa Rica: el “casado”, playas y recuerdos

Cada año viajo al extranjero con mi papá, esta ocasión fue un viaje de padre e hijo por Costa Rica ¡Un viaje inolvidable!

Cada año mi papá y yo realizamos un viaje a algún país en el extranjero con el fin de probar y conocer nuevos lugares, esta vez fue un viaje de padre e hijo por Costa Rica

San José, parte de nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Axel Peralta
San José, parte de nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Axel Peralta

Me entusiasmaba la idea de conocer otro país que no fuera México o Cuba, así que comenzamos a buscar hoteles y qué sitios iríamos a visitar en Costa Rica.

Selva Internacional Foto: Axel Peralta
Selva Internacional Foto: Axel Peralta

Mi papá quería relajarse y dejar atrás el estrés de la ciudad, por lo que buscaría playas para poder nadar y estar bajo el sol un buen rato.

Atardecer en Costa Rica. Foto: luis Alvarez

Yo quería encontrar buenos restaurantes para poder conocer la gastronomía y los sabores de este viaje de padre e hijo por Costa Rica.

¡Manos a la obra!

Mi papá encontró los vuelos y el hotel en el que nos hospedaríamos, pero le propuse que, como Costa Rica tiene a un lado el Caribe y el Pacífico, fuéramos a ambas playas para saber la diferencia.

Hotel Costa Rica. Foto: Cameron

Él aceptó y buscamos hoteles u hostales en los que pudiéramos quedarnos por una noche y que contara con conexión a internet.

Comienza el viaje a Costa Rica

Para el viaje tuvimos que tomar dos vuelos, el primero a Panamá y cuándo aterrizamos, mi papá y yo entramos en conflicto, pues no sabíamos en dónde estaba la puerta por la que salía nuestro siguiente vuelo.

Teníamos una hora para encontrar el hangar y formarnos para entrar, pero íbamos de un lado al otro perdiendo el tiempo.

¡A quién no le ha pasado algo similar en un viaje!

Hasta que un guardia nos señaló la forma rápida de llegar a la puerta, ¡Aún le agradezco! Afortunadamente pudimos llegar y abordamos el avión sin tanto problema…

Comenzaron las complicaciones en el viaje a Costa Rica

Perdimos el primer día de seis que estaríamos en nuestro viaje a Costa Rica debido a la revisión de maletas, y cuando nos entregaron las maletas ya eran las 9 de la noche.

Al salir del aeropuerto, tomamos un camión que nos dejaría en el centro de la capital.

CostaRica. Foto: Jeremy Simmons
CostaRica. Foto: Jeremy Simmons

El trayecto fue de unos 30 minutos aproximadamente, y cuando estuvimos en las calles de San José buscamos un taxi para poder llegar al hotel.

Taxi. Foto: Marie Skeie Lobo

Lo malo fue que el taxista nos perdió ¡Y tardamos 1 hora más en llegar! No tuvimos oportunidad de hacer mucho.

El “casado”, la gastronomía de Costa Rica en el viaje familiar

El hambre no nos dejaba en paz, los mapas de los celulares no indicaban nada abierto y teníamos que aventurarnos a viborear entre las calles para encontrar algo.

Casado Platillo Foto: Mexiticas
Casado Platillo Foto: Mexiticas

Cómo un milagro, encontramos un local y aquí vendían “guisados” típicos de Costa Rica: casados, arroz, frijoles, pollo, pescado y res.

Probablemente tengas una pregunta, y la hice qué era el “casado” y resultó ser una “comida corrida” típica, incluye: arroz con plátano frito, ensalada de lechuga con jitomate, frijoles y un guisado.

En nuestro viaje a Costa Rica conocimos el “casado”. Foto: Archivo
En nuestro viaje a Costa Rica conocimos el “casado”. Foto: Archivo

Así que pedí uno con pollo y me lo entregaron en menos de 5 minutos, mi papá, pidió un plato con pollo y preguntó si había tortillas… y ¡Rápidamente nos identifican como mexicanos!

El “casado” venía acompañado de una salsa que los locales afirmaban picaba demasiado, pero al probarla en la carne del pollo no se sentía demasiado el picor, en fin, mexicanos.

El sabor del pollo se compensaba bastante con la salsa y el arroz, los tonos neutros de la ensalada hacían juego con los tonos salados y poco picantes de la carne.

El “casado” es un plato con muchas variantes. Foto: Archivo
El “casado” es un plato con muchas variantes. Foto: Archivo

El plátano encaja con el sabor neutro del arroz, pero ésta variante era más dulce, por lo que para los paladares delicados y no tolerantes al picante, el plátano será ideal para contrarrestar el sabor del chile.

Casado picante. Foto: Matthew T. Bradley
Casado picante. Foto: Matthew T. Bradley

El platillo de mi papá no parecía fuera de lo común, venía acompañado con ensalada solamente, y era parecido a un pollo frito, pero sin capear.

Con el estómago lleno nos regresamos al hotel y dormimos, ya que al día siguiente iríamos a Puerto Viejo, ya mi profesión gastronómica había tenido sus primeras experiencias.

un viaje de padre e hijo por Costa Rica. Foto: Bailinho Festa

Mochilazo en Puerto Viejo

Para llegar, tuvimos que tomar un autobús que nos llevara hasta allá, y ¡El viaje duraba 5 horas! Pues teníamos que llegar hasta el Caribe y nosotros estábamos en el centro.

Mochilazo. Foto: Justin Burger

El viaje no se hizo tan pesado, así que llegamos con energía y ganas de conocer Puerto Viejo, que la verdad es muy parecido a Cancún o Acapulco, como un viaje de padre e hijo por Costa Rica pero con esencia mexicana.

Puerto Viejo. Foto: Mike Saleem
Puerto Viejo. Foto: Mike Saleem

La gente es amable, el sol toca tu piel con gentileza, el calor hace que te de sed, la arena era suave, tersa y caliente, ¡Era como estar en casa!

Costa Rica. Foto: Del

Al bajar del autobús, buscamos el hostal en el que nos quedaríamos y desempacar las mochilas, pero antes pasamos a un mini súper, compramos un par de cervezas y unas cuantas botanas.

Playa Puerto Viejo Foto: Axel Peralta
Playa Puerto Viejo Foto: Axel Peralta

Fuimos a la playa y estuvimos bastante tiempo disfrutando de la relajación que tanto habíamos buscado, ¡Al fin! al anochecer buscamos un restaurante que nos habían recomendado los lugareños.

La Playa Negra era un establecimiento que ofrecía comida caribeña con el toque y sazón de Costa Rica, por lo que ya ansiaba probar dichos manjares.

Visitamos esta hermosa playa en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: My Guide Costa Rica
Visitamos esta hermosa playa en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: My Guide Costa Rica

Los manjares de la comida caribeña

Mi papá pidió un Cerdo en Salsa Caribeña y yo volví a pedir un Casado; la salsa del cerdo era agridulce, tenía tintes dulces y unos cuantos poco picantes.

Casado. Foto: Gustavo Miranda

La carne era suave y parecía estar marinada en una salsa similar ya que tenían un sabor parecido, aunque era ajeno a ella.

Venía acompañado de un tazoncito de frijoles negros, arroz blanco y ensalada.

Plato Casado Foto: Vivi L.
Plato Casado Foto: Vivi L.

Mi casado fue similar al de San José, sin embargo, lo probé con carne de res; el toque caribeño estaba presente en cada bocado, se sentía diferente al de la capital, más tradicional, y elaborado, ¡Un gran sabor!

Regresamos al hostal y vimos una película para quedarnos dormidos ya que al día siguiente iríamos en bicicleta a una de las playas vecinas, ¡Nuestro viaje a Costa Rica seguía!

Playa Costa Rica. Foto: A Diesel Work Lemon

Una bici que me lleva a todos lados

Siempre me ha gustado andar en bicicleta, pero casi nunca he podido, así que no desperdicié la oportunidad en nuestro viaje a Costa Rica, y le propuse a mi papá ir a pedalear un rato.

Viaje en bicicleta Foto: Jorge Peralta
Viaje en bicicleta Foto: Jorge Peralta

Rentamos unas bicicletas y nos fuimos por la mañana, pudimos admirar la vegetación de la selva y llegamos a la Playa Manzanillo.

Nos empapamos en la lluvia que salió de la nada, platicamos de muchas cosas, tomamos muchas fotos del camino, incluso disfrutamos de una bajada un tanto pronunciada.

Obviamente gritamos bastante y nos reímos de cómo sonábamos, ¡Nuestro viaje padre e hijo a Costa Rica estaba siendo una maravilla!

Playa Manzanillo Foto: Axel Peralta
Playa Manzanillo Foto: Axel Peralta

Llegamos a Manzanillo y resultó ser una reserva natural, caminamos por los senderos que iban y venían a las distintas playitas que había dentro de la reserva, ¡Y tomamos muchas fotos de éste maravilloso escenario!

Al terminar el día devolvimos las bicis, recogimos nuestras mochilas en el hostal y subimos al autobús para regresar a San José.

Ya que al día siguiente ¡Nos esperaba otra aventura!

Playa Manzanillo Foto: Jorge Peralta
Playa Manzanillo Foto: Jorge Peralta

Puntarenas, una visita en nuestro viaje a Costa Rica

Al día siguiente despertamos temprano y fuimos directo a la central camionera para llegar a Puntarenas, fue un viaje sin tantas complicaciones.

Llegando a nuestro destino, notamos que la experiencia sería totalmente diferente a lo que nosotros queríamos: el cielo estaba nublado, no había playas en las que pudiéramos estar.

Puntarenas Foto: Axel Peralta
Puntarenas Foto: Axel Peralta

Aún esperanzados de que todo fuera bien, caminamos en busca del hotel en el que nos quedaríamos.

Tomamos un camión que nos dejó en la esquina del hotel y entramos a registrarnos, éste era elegante y se veía que llevaba pocos años en funcionamiento, pues se veía limpio, nuevo y con poco uso.

Nuestra habitación y era enorme, tenía una cama King size, cafetera, un pequeño refrigerador y una televisión enorme; era la definición correcta del “cuarto perfecto para descansar”.

Puntarenas es uno de los lugares que visitamos en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Jorge Peralta
Puntarenas es uno de los lugares que visitamos en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Jorge Peralta

Continúa la experiencia gastronómica…

En el centro de la ciudad había varios restaurantes o “fondas”, entramos a una y nos atendió una señora muy amable, que nos llevó a nuestra mesa y nos reconoció como extranjeros.

Le recomendó a mi papá una sopa de mariscos, él accedió muy convencido de querer probar la sopa y yo volví a pedir un casado, ya teníamos una relación.

Mi casado fue diferente a los anteriores, en éste el arroz era amarillo, mi carne de cerdo estaba jugosa y se acoplaba bien a los demás sabores, los frijoles parecían estar refritos y hacían juego con el plátano frito.

Arroz Amarillo Foto: Cocina delirante
Arroz Amarillo Foto: Cocina delirante

Quedé maravillado de que los casados varían entre cada región o lugar; depende del toque personal o la manera de prepararlos lo que lo define.

La sopa de mi papá se veía diferente a lo que habíamos pensado; era un caldo blanco con cilantro encima, trozos de pescado dentro, y lo curioso del asunto ¡Lo servían con un plátano!

La mesera nos dijo que el plátano le daría más sabor a la sopa, mi papá le creyó y se lo agregó.

Caldo de Pescado Foto: Axel Peralta
Caldo de Pescado Foto: Axel Peralta

Lo comió sin tanto problema y al terminar dijo que el sabor del plátano no afectaba tanto al de la sopa, pues no era dulce sino neutro.

Regresamos al hotel y vimos una película, platicamos un rato y nos dormimos para el día siguiente ir a Playa Naranjo.

Una vista asombrosa en el ferry

Cuando despertamos, mi papá me comentó que el hotel incluía un desayuno de 7 am hasta las 11 am, nos cambiamos rápidamente y alistamos todo para llevarnos las mochilas con nosotros.

Pedimos indicaciones a la recepcionista sobre cómo llegar al ferry y resultó ser más rápido de lo que habíamos pensado.

Compramos los boletos y subimos a la parte superior del ferry para poder apreciar la marea, las olas y el mar, ¡Una gran experiencia!

Viaje en Ferry  Foto: Jorge Peralta
Viaje en Ferry Foto: Jorge Peralta

El viaje fue de hora y media y cuando llegamos el guía del grupo comentó que había varias playas a las cuales ir, pero había que esperar un transporte.

Mi papá, como buen mexicano, dijo que lo haríamos a nuestra manera, así que caminamos al contrario que la gente que esperaba el transporte y encontramos un camino a una playa y un bar llamado “El Perla Negra”.

Unos tragos aquí nos regalaron amistades en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: My Guide Costa Rica
Unos tragos aquí nos regalaron amistades en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: My Guide Costa Rica

La playa y la medusa

Tomamos unas cuantas bebidas y nos hicimos amigos del dueño, quien nos platicó sobre sus ideas de hacer un hotel sobre el bar e incluso nos lo mostró.

Terminamos nuestras bebidas, bajamos a la playa tal y como el dueño nos había explicado, pero no era una playa como las que habíamos visitado, sino que tenía piedras en vez de fina arena y pasto cerca de la orilla.

Playa Naranjo Foto: Viatgelovers
Playa Naranjo Foto: Viatgelovers

Nos sentamos a platicar y el oleaje trajo una medusa; de lejos parecía una bolsa transparente pero cuando nos dimos cuenta sacamos los pies del agua para prevenir un accidente.

Medusa en la playa. Foto: Nazaret GD
Medusa en la playa. Foto: Nazaret GD

La sacamos del agua con ayuda de una rama que estaba cerca y la dejamos lejos de la orilla, por mera curiosidad recorrimos la costa viendo qué más podía haber, pero no encontramos nada excepto piedras porosas.

Piedras. Foto: MIguel Castro

Nos sentamos a terminar de platicar y cuando dieron las 5 pm regresamos a donde estaba el ferry.

Con nuestras maletas en mano, subimos al pequeño barco y llegamos a Puntarenas de nuevo, solo para tomar aire y correr para tomar el camión a San José.

Último día: adiós, Costa Rica

Llegando al hotel arreglamos todo para regresar a México al día siguiente, pero le dije a mi papá “No nos podemos ir sin regresar a los casados del primer día”.

Fuimos de nuevo y encontramos a las mismas personas que nos atendieron la ocasión pasada, así que comenzamos a platicar sobre cómo había estado nuestro viaje y qué lugares habíamos visitado.

Casados Cena Foto: Buen día Teletica
Casados Cena Foto: Buen día Teletica

Nos dijeron que nuestros recorridos habían estado bien porque habíamos visitado lo más característico de cada lugar.

Para comer, mi papá pidió el mismo casado que yo, y ésta vez le agregué más salsa de la que debía, ¡Terminé enchilando demasiado y mi papá se empezó a reír de mí!

un viaje de padre e hijo por Costa Rica. Foto: Del

Ya era la hora de regresar

Por la mañana nos recomendaron un restaurante típico del centro en el que servían un “Hot Cake de maíz”, lo servían con crema, queso y su sabor era parecido a los panqués de elote que tenemos en Mexico

Era un platillo muy grande y muy delicioso, la crema y el queso le hacían juego porque le daban un toque fresco, cremoso y salado que contrastaba con la dulzura del maíz.

Hot Cake de Maíz Foto: Axel Peralta
Hot Cake de Maíz Foto: Axel Peralta

Cuando terminamos de desayunar, nos dirigimos al hotel por nuestras cosas y de ahí al aeropuerto, estuvimos esperando, hasta que nuestro vuelo estuvo listo para abordar y llegamos a Panamá.

Mi papá regresó por sus tenis que había visto en el vuelo de ida y parecía niño pequeño con su juguete nuevo.

Llegamos a la CDMX casi a las 11 pm y cuando finalmente estuvimos en casa, nos fuimos directamente a dormir.

Playa Negra fue uno de nuestros destinos en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Archivo
Playa Negra fue uno de nuestros destinos en nuestro viaje a Costa Rica. Foto: Archivo

Éste viaje a Costa Rica me dejó un recuerdo muy bonito junto a mi papá, sin dudarlo es uno de mis favoritos.

Atrévete a visitar Costa Rica y recuerda, ¡Nunca dejes de viajar!

Nunca dejes de viajar. Foto: Pilar Tomasin

América

Entre FALDAS y GOLPES: Así son las espectaculares LUCHAS de CHOLITAS

En el Alto, Bolivia, cada domingo se enciende un espectáculo que demuestra que la lucha también puede tener identidad, historia y mucha pasión.

Por

LA LUCHA DE CHOLITAS EN BOLIVIA

Si algo es común de la cultura andina boliviana, seguramente son las cholitas: esas mujeres trenzadas con hermosas polleras y bombín, que son icónicas de las etnias aymara y quechua. Usualmente, estas mujeres habían estado encajonadas en un ritmo de vida que incluía la crianza de niños, madres de casa, vendedoras y artesanas… Pero allá por el año 2000, las cosas dieron un giro, dejándonos como resultado las famosas luchas de cholitas.

1. Lucha de cholitas. Foto - Alamy
Lucha de cholitas. Foto – Alamy

¿Qué son las LUCHAS de CHOLITAS?

La lucha libre de cholitas nació a principios de los años 2000, como una forma de protesta y visualización femenina dentro de un ámbito dominado por hombres. Inspiradas en la lucha libre mexicana, las cholitas adaptaron este deporte al contexto andino, mezclando el espectáculo con una poderosa reivindicación social…

2. Wrestling de Cholitas. Foto - Alamy
Wrestling de Cholitas. Foto – Alamy

Cada combate es más que entretenimiento: es una representación simbólica de la resistencia y la fortaleza de la mujer indígena boliviana. En el ring, las cholitas se enfrentan con movimientos acrobáticos, saltos espectaculares y coreografías que dejan sin aliento al público.

3. Lucha de cholitas. Foto - Alamy
Lucha de cholitas. Foto – Alamy

POLLERAS, trenzas y PODER: Identidad que se DEFIENDE

Lo más llamativo del espectáculo es que las luchadoras no dejan de lado su identidad cultural. Las cholitas pelean con sus coloridas polleras, largas trenzas y blusas bordadas, lo que añade un toque visual único al show.

4. Llave en la lucha de cholitas. Foto - Alamy
Llave en las luchas de cholitas. Foto – Alamy

Sus nombres de batalla, comoMartha la Andina” o “Juanita la Imbatible, evocan tanto poder como orgullo. Cada presentación combina humor, drama y acción, mientras el público grita y aplaude con emoción. La mezcla entre teatro popular y lucha libre convierte este show en un ícono del turismo cultural boliviano.

EL ALTO: Donde las cholitas se VUELVEN LEYENDA

El epicentro de este fenómeno está en la ciudad de El Alto, a pocos minutos de La Paz. Los combates se realizan principalmente los domingos por la tarde en el Coliseo 12 de Octubre, aunque también hay funciones especiales para visitantes. Por cierto, aunque el coliseo se marque en los mapas con un cierre permanente, este está abierto y más vivo que nunca

6. Wrestling de Cholitas. Foto - Alamy
Wrestling de Cholitas. Foto – Alamy

Los boletos pueden comprarse directamente en agencias locales o en la entrada del coliseo. Los precios oscilan entre $40 y $80 pesos bolivianos ($40 a $215 MXN / $6 a $12 USD) e incluyen transporte desde La Paz, guía turístico y, en algunos casos, una foto con las cholitas.

7. Viajero tomándose foto con las cholitas. Foto - Alamy
Viajero tomándose foto con las cholitas. Foto – Alamy

Consejos para vivir la LUCHA de CHOLITAS

Asistir a la lucha de cholitas es una de las experiencias más auténticas de Bolivia. Se recomienda llegar temprano, llevar abrigo (El Alto tiene un clima frío) y disfrutar el espectáculo con respeto. Las cámaras son bienvenidas, pero lo ideal es vivir el momento y sumarse a la energía del público.

Más que una simple función de lucha libre, este evento celebra el poder de las mujeres indígenas y su lucha constante por el reconocimiento.

8. Cholita en plena pelea. Foto - Getty Images
Cholita en plena pelea. Foto – Getty Images

Cuando la CULTURA pelea su LUGAR

La lucha de cholitas no solo es un espectáculo deportivo: es una declaración de identidad y resiliencia. En cada salto y cada golpe, hay una historia de superación. Estas mujeres han transformado la tradición en arte y la discriminación en aplausos. Verlas en acción es descubrir que la cultura también puede luchar, resistir y brillar sobre un cuadrilátero. ❖

9. Cholita abatida en el ring. Foto - Getty Images
Cholita abatida en el ring. Foto – Getty Images
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América

HEART ATTACK GRILL: El restaurante más CALÓRICO de Las Vegas

Este restaurante hace que comer se vuelva una experiencia extrema, llena de sabor y diversión, a través de las hamburguesas más calóricas del mundo…

HEART ATTACK GRILL EL RESTAURANTE MÁS CALÓRICO Y DIVERTIDO DE LAS VEGAS

¿Te atreverías a comer una hamburguesa que supera las 20,000 calorías? Pues en el Heart Attack Grill de Las Vegas, la comida no es solo un placer culposo, sino una experiencia única que desafía todos los límites. Desde el momento en que entras, sabes que no es un restaurante común; es un espectáculo donde la comida, el humor negro y la exageración se combinan para ofrecerte una aventura que desafía los límites de lo calórico…

Heart Attack Grill de Las Vegas. Foto – foxnews.com
Heart Attack Grill de Las Vegas. Foto – foxnews.com

Bienvenido al hospital más SABROSO y CALÓRICO

Al ingresar a Heart Attack Grill, serás recibido con batas de hospital y una báscula gigante en la entrada. Si pesas más de 350 libras (158.7 kilos) ¡tú comida es gratis! Esta es una forma divertida y provocadora de empezar una aventura llena de calorías. Además, el ambiente está decorado como un hospital —listo por si se te para el corazón de felicidad—.

El restaurante más calórico del mundo. Foto – ste9699 (Pinterest)
El restaurante más calórico del mundo. Foto – ste9699 (Pinterest)

El menú es una oda a la exageración. Y aunque puedes encontrar opciones tranquilas como la Single Bypass Burger(una hamburguesa de tamaño normal), la estrella del lugar es la Octuple Bypass Burger”, con 8 libras de carne (3.6 kilos), 40 tiras de tocino, 16 rebanadas de queso y una tonelada de colesterol. Las papas fritas, llamadas Flatliner Fries, son ilimitadas, y se sirven con queso y chili.

Sin duda es un reto solo para los más valientes… Y de estómago fuerte.

Octuple Bypass Burger. Foto – chowhound.com
Octuple Bypass Burger. Foto – chowhound.com

El COSTO de las CALORÍAS

Aunque la comida es gratuita para quienes superan las 350 libras, para los demás, los precios varían según el tamaño de la hamburguesa. Por ejemplo, la más barata es la “Single Bypass Burger” y cuesta $13.50 USD ($245 MXN), mientras que la monstruosaOctuple Bypass” cuesta $35.20 (aproximadamente $650 MXN). Es importante recordar que solo aceptan efectivo, pero hay cajeros automáticos disponibles en el lugar.

Heart Attack Grill. Foto – newsfeed.time.com
Heart Attack Grill. Foto – newsfeed.time.com

Pero antes de ordenar, tienes que ser estar seguro de que lo vas a terminar. Y es que en Heart Attack Grill, las meseras —que van vestidas como enfermeras— no solo sirven la comida; también aplican “castigos” si no terminas tu platillo. Unas nalgadas con una enorme pala, serán el recordatorio de que aquí, la comida es seria.

Esta tradición ha generado varias controversia, aunque no deja de formar parte del espectáculo que ofrece el restaurante.

Mesera "castigando" a cliente del Heart Attack Grill. Foto – oakrowanfoodie (Pinterest)
Mesera “castigando” a cliente del Heart Attack Grill. Foto – oakrowanfoodie (Pinterest)

¿Dónde se encuentra HEART ATTACK GRILL?

Heart Attack Grill se ubica en el 450 de Fremont Street, en el corazón de Las Vegas. Su letrero luminoso te invita a entrar y vivir esta experiencia calórica única. Además, está cerca de otras atracciones turísticas, lo que lo convierte en una parada obligatoria para quienes visitan la ciudad.

El restaurante más calórico del mundo. Foto – primevideo.com
El restaurante más calórico del mundo. Foto – primevideo.com

Más que un restaurante, el Heart Attack Grill es toda una atracción. Con su temática hospitalaria, comida exageradamente enorme y su ambiente único, es un lugar que debes visitar si estás en Las Vegas, pues la experiencia desafía los límites físicos, algo que sin duda te dejará con una impresionante historia que contar. ❖

El restaurante más calórico del mundo. Foto – 365sanguchez.com
El restaurante más calórico del mundo. Foto – 365sanguchez.com
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El FESTIVAL de las ALASITAS: La tradición de DESEAR

En Bolivia los deseos se llevan a un nivel muy pequeño… Específicamente con objetos en miniatura, que si son bien enfocados, pueden cumplir grandes anhelos.

FESTIVAL DE LAS ALASITAS EN BOLIVIA

El Festival de las Alasitas tiene su origen en La Paz, Bolivia, aunque con el paso del tiempo se ha ido extendiendo por otras regiones vecinas, como Argentina, Perú y Chile… Se trata de una celebración que se lleva a cabo cada 24 de enerodesde 1781—, y se hace en honor al dios Ekeko de la abundancia, perteneciente a la cultura aymara.

Este personaje se representa como un hombre robusto, con bigote, cigarro y un gorrito andino, y en el Festival de las Alasitas, sus esculturas son cargadas de objetos miniatura, como un símbolo de prosperidad y atracción de las cosas más deseadas…

1. Dios Ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto - Alamy
Dios Ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto – Alamy

¿Cómo se CELEBRA el FESTIVAL de las ALASITAS?

Durante el Festival de las Alasitas, los creyentes compran figuras en miniatura que representen aquello que quieren obtener o lograr durante ese año. Estas pequeñas figuras se ofrendan al dios Ekeko a través de un ritual de activación, que incluye oraciones y limpiezas con humo, para después colocarlas sobre él, buscando que las escuche como un deseo y las materialice.

2. Ritual de activación. Foto - Getty Images
Ritual de activación. Foto – Getty Images

La palabra “Alasitasproviene del aimara (antiguo pueblo boliviano que habita en la región del lago Titicaca), y significa “cómprame. Y si te preguntabas qué es lo que puedes comprar en miniatura, la respuesta es todo… Desde bienes materiales —como autos, casas, muebles, motos y negocios— hasta objetos que simbolizan la prosperidadcomo billetes, comida y lingotes de oro—.

3. Hombre mirando alasitas de casas. Foto - Getty Images
Hombre mirando alasitas de casas. Foto – Getty Images

También hay otros objetos que simbolizan el anhelo de lograr una meta, como, por ejemplo, pequeños títulos universitarios para terminar tu carrera con éxito, pequeños contratos para lograr tener un buen trabajo o diminutos pasaportes, para tener un año lleno de viajes. Y si lo que deseas se trata de algo sentimental, también hay alasitas para ello, como figuras de parejas o anillos de matrimonio.

4. Alasita de pasaporte. Foto - Getty Images
Alasita de pasaporte. Foto – Getty Images

¿Deseas agrandar a tu familia? Pues también puedes encontrar bebés o cunas, así como alasitas de animales, si lo que quieres es tener una mascota que te acompañe en tu día a día. No hay límites para esto, pues lo importante aquí es desear, y desear con todas tus fuerzas, para que el año te bendiga con aquellos anhelos cumplidos.

5. Niña con alasitas de billetes. Foto - Alamy
Niña con alasitas de billetes. Foto – Alamy

Visualizando lo que quieres para TODO EL AÑO

El Festival de las Alasitas es una de las tradiciones más simbólicas de toda la región boliviana. Incluso es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pues, además del arte que involucra hacer las pequeñas figuras —usualmente de yeso con moldes—, también implica la unión familiar, las creencias que se comparten de generación en generación y la importancia de mantener vivo el deseo…

6. Participantes entregando figuras a personificación del dios Ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto - Getty Images
Participantes entregando figuras a personificación del dios Ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto – Getty Images

Y es que, con este tipo de tradiciones, Bolivia nos invita a mantener la ilusión por aquello que anhelamos atraer para cada año. Aquí el pensar cómo lograrlo o preocuparse por el futuro, pasa a un segundo plano, dejando espacio a los enormes suspiros y a las fes inagotables. ❖  

7. Dios ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto - Getty Images
Dios ekeko durante el Festival de Alasitas. Foto – Getty Images

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