

Colima
Pueblo mágico de Comalá, como salido de un libro
Descubre este pintoresco pueblito de casas con tejados rojos y exuberantes jardines. ¡No te lo puedes perder!.
Existe un pueblo mágico en el estado de Colima que ha permanecido en el imaginario de millones de lectores alrededor de todo el mundo gracias a una de las obras más importantes del castellano: Pedro Paramo. Nos referimos a Comala o “Donde se hacen comales”.
En Pedro Paramo, escrita por Juan Rulfo, se mencionan las calles y rincones de Comala y fueron descritas a detalle de manera magistral con el único fin de convertirlo en un personaje más que nos invita a vibrar.
El trayecto es corto desde la capital del estado, sólo 6 kilómetros los separan, pero está plagado de expectativas, ¿Será como lo he imaginado? ¿Encontraré rastros a mi paso que me recuerden la novela?
Bienvenida a Comala
Lo primero que uno nota al entrar a la población es que todas las casas están pintadas de un hermoso color blanco y coronadas con tejados rojos.
Un par de panaderías nos dan la bienvenida con su incomparable olor a semitas, bolillos y banderillas recién horneados. Los niños corren y se divierten en la calle.
Algunos metros más adelante, el panorama se abre y nos encontramos al “Jardín Principal” con su tradicional quiosco y las bancas que lo rodean, el calor es agradable para comprar un helado.
Frente a nosotros se erige la Parroquia de San Miguel Arcángel, una construcción con dos torres y su estilo neoclásico que nos invita a disfrutar de su arte sacro.
Una visita bien vale la pena para observar los tallados de maderas finas como la caoba y la parota.
Como es costumbre en la mayoría de los pueblos, la Presidencia Municipal se encuentra en el extremo contrario de la parroquia, como si los dos poderes, el legal y el espiritual se enfrentaran y complementaran al mismo tiempo.
En medio de ellos se ubica la diversión de los restaurantes ubicados en “Los Portales”.
Los imperdibles del lugar
Una de las actividades que más gustan en Comala son los grandes atracones de botanas y bebidas que se pueden degustar en los portales, se han hecho tan famosos que sucursales de los mismos han tenido que establecerse a las afueras para satisfacer la demanda de los clientes.
La música suena y la comida no deja de circular, ya sea en familia o con amigos, en la tarde o por la noche, las razones para asistir nunca faltarán.

Pasa una agradable tarde en compañía de tu familia y amigos en Los Portales. Foto por Sergio Dávila.
Ya que nos encontramos por la zona, no debemos perdernos la oportunidad de visitar el Centro Cultural Nogueras, una ex hacienda azucarera que ahora forma parte del patrimonio de la Universidad de Colima.
Cuenta entre otras cosas con un bello jardín botánico que reúne varias especies de la región, así como también muestra una sala de cerámica prehispánica y el Centro de Investigación de Diseño, Arquitectura y Estética.
En la ex hacienda vivió Alejandro Rangel uno de los artistas plásticos más importantes; conocido en México por su trabajo en tarjetas navideñas elaboradas para la UNICEF.
En la tienda del centro podremos adquirir algunas de sus obras y llevarlas como un magnífico Souvenir.
Pueblo Mágico en Colima
En el municipio de Comala también se puede admirar magníficos escenarios naturales como “El Remate”, una extraordinaria barranca del río Armerías, donde fue instalada la primera planta hidroeléctrica del estado que dotó de energía a la ciudad de Colima y Comala.
En este sitio, es posible abordar una lancha para admirar las abundantes aves o bien caminar desde a la orilla de la presa.
Para todos aquellos que les guste vivir de cerca la naturaleza este lugar ofrece mesas, bancas y servicios ideales para pasar la noche.
Comala fue nombrado como “Pueblo Mágico del año” en el 2012, diez años después de haber recibido el distintivo que lo caracteriza como encantado.
Sin embargo los viajeros lo han visitado desde hace mucho tiempo, deseosos por comprobar si lo que habían imaginado con el libro de Rulfo es verdad.
La mayoría descubren un lugar diferente del que habían pensado, pero eso sí, con una magia especial que provoca escribir miles de novelas más. #Nuncadejesdeviajar.
Artesanías
Los PERRITOS BAILARINES de COLIMA: una ARTESANÍA con RITMO
100% colimotes, esta artesanía representa una parte importante de la historia, en forma de dos perritos bailando y moviendo la cola de forma muy cariñosa.

Si viajas a Colima, es muy probable que, cruzando el camino hacia Comala, te encuentres con la Glorieta de los Perritos Bailarines: una monumental escultura de dos perritos en una pose un tanto juguetona. Está moldeada en bronce y rinde homenaje a los tlalchichis, una de las artesanías culturales más queridas del estado, pero ¿sabías que detrás de estos curiosos perritos hay toda una historia?

¿Quiénes son los PERRITOS COLIMOTES?
Para conocer el origen de estos perritos, tendremos que remontarnos al periodo Preclásico Medio (1200-400 a.C.), en el antiguo occidente mexicano. Y es que resulta que existen muchas evidencias que prueban que los perros ya convivían de cerca con los pobladores de la región en ese periodo, formando un lazo especial entre humanos y animales, tal vez similar a lo que conocemos hoy en día.

Además, se sabe que en el México antiguo existían cuatro tipos principales de perros: el izcuintli, el tlalchichi, el xoloitzcuincle y el tetlamin o tehuitzon. De todos ellos, el itzcuintli fue el primero y el más numeroso, siendo el que acompañaba a las personas desde tiempos más antiguos.

Sin embargo, es el tlalchichi el que es considerado como el perro tradicional de Colima. Fue descrito por el misionero español, Fray Bernardino de Sahagún, como un perrito bajito, regordete y muy bueno de comer. De hecho, en los tiempos de la conquista española, se cree que a veces alimentaban a sus ejércitos con estos perritos.

de las Cosas de Nueva España, de Fray Bernardino de Sahagún. Foto – @timumachtikan 8X)
Y respecto a su apariencia un tanto especial, se piensa que el tlalchichi podría haber surgido debido a una malformación genética del izcuintli, e inclusive se tiene la creencia de que es el pariente lejano del actual perrito chihuahueño. Desgraciadamente, los tlalchichis le dijeron adiós a este mundo, extinguiéndose entre los siglos XVII y XVIII.

De ACOMPAÑANTES a ARTESANÍAS…
Durante el virreinato, los españoles impusieron ordenanzas para que se llevara a cabo la desaparición de varias razas nativas de México, pues temían las prácticas de idolatría indígena. Tristemente, los perros jugaban un papel importante en esas prácticas, y se les prohibió su representación, creyendo que su recuerdo había sido borrado para siempre… pero no fue así.

Resulta que, para la visión mesoamericana, los perros, en especial los tlalchichis, eran vistos como sustitutos en rituales de sacrificio —razón por la que se han encontrado restos en algunas tumbas en Colima—. Aquí, las figuras de perros eran realizadas en barro, y se les cambiaba la cabeza por la de un humano, o inclusive, se le ponía a la figura de humano una cabeza de perro. Posiblemente, esto simbolizaba un intercambio sagrado, donde se creía que acompañaban a las almas en su viaje hacia el inframundo.

Ahora, cuando veas un perrito colimote, no solo estás viendo una adorable figura, estás mirando una representación de la profunda relación entre el hombre y el perro en el México antiguo.

¿Por qué BAILAN los PERRITOS BAILARINES de COLIMA?
Es muy seguro que los Perritos Bailarines de la glorieta a Comala te dieran la impresión —como a casi todo el mundo— de que están bailando muy cariñosamente. Sin embargo, de acuerdo a investigaciones, lo que simbolizan en realidad es la transmisión de conocimientos y sabiduría de un perro viejo a uno joven. Es por eso que uno tiene rayas, simbolizando las arrugas de su vejez.

Pero, además de esta escultura, puedes admirar piezas originales en el Museo de las Culturas de Occidente María Ahumada de Gómez en Colima. También las hay en el Museo Alejandro Rangel Hidalgo en Nogueras, en Comala, donde podrás encontrar una de las colecciones más extensas de cerámica prehispánica en toda la región occidental de México.

Y, si deseas llevar estos perritos como un recuerdo a casa, podrás encontrar réplicas en tiendas de artesanías locales. De hecho, son sumamente populares, existiendo versiones coloridas y modernizadas, aunque la más tradicional es la de barro rojo o negro, que mantiene las técnicas ancestrales.

¿Cómo se HACEN los PERRITOS BAILARINES?
Estos curiosos perritos colimotes son elaborados con técnicas de alfarería heredadas desde hace siglos. Los artesanos comienzan por moldear, a mano, el barro, dándole la forma característica de estos pequeños animales regordetes.

Una vez moldeados, los dejan secar al sol y después los cuecen en hornos tradicionales. Al final se les da el acabado; puede ser pulido para que tengan un brillo natural, o quemado, para obtener un tono oscuro. Además, no son la única figura, pues existe una gran variedad de tlalchichis: algunos sentados, comiendo, parados, acostados… parecería que la lista no tiene fin.

El RECUERDO de una CULTURA
Los perritos bailarines son una excelente representación que nos lleva a conectar con el pasado, en el que los animales, además de ser compañeros, eran símbolos de vida, muerte y trascendencia.

Así que la próxima vez que estés en Colima, no dudes en llevarte un par de estos perritos a casa. Te aseguramos que será un tierno recuerdo que honra siglos de historia, arte y cultura mexicana. ❖

#NuncaDejesDeViajar
Bebidas
Explora la FERIA DEL PONCHE, PAN Y CAFÉ 2025 en Comala, COLIMA
Si eres un amante del café, el pan y los licores suaves y frutales, entonces este pueblo en medio de las montañas te tiene lista una gran sorpresa.

Comala es un Pueblo Mágico ubicado en el corazón de Colima, el cual está lleno de historia. Para empezar, fue el paso de diversas comunidades prehispánicas hace más de 3,000 años. Sus casas son consideradas monumentos; esto para mantener su icónico color blanco y techos rojos. Además, es el mítico escenario del famoso libro de Juan Rulfo, Pedro Páramo. Siendo el único Pueblo Mágico de Colima, era obvio que tenía que estar lleno de sorpresas, y esta primavera, una de esas sorpresas es la Feria del Ponche, Pan y Café.

El PONCHE de COMALA
Del 11 al 27 de abril, Comala será el escenario de una asombrosa feria donde encontrarás una rica variedad de gastronomía, cultura y tradición. Este evento es conocido como La Feria del Ponche, Pan y Café… así que seguro ya sabes por dónde va la cosa.

Lo primero que tienes que saber es que el ponche en Colima no es el clásico ponche de frutas que tomamos en Navidad. Aquí, el ponche es una bebida que se prepara con agua o leche, frutas o semillas y una dosis de alcohol puro de caña. Esta bebida se prepara de forma artesanal en Comala, y es considerada todo un elixir. Su preservación ha pasado de generación en generación, deleitando a la gente por más de 100 años. Usualmente, esta bebida se puede encontrar en los botaneros: locales donde la gente puede ir, pedir una botella y botanas ilimitadas. Sin embargo, en esta feria es el protagonista número uno, donde sí o sí tiene que ser lo primero que pruebes.

Para que te des una idea, algunos de los sabores más clásicos de ponche son de ciruela, nueces, pistache, piña, arándano, granada y hasta tamarindo. En la feria podrás probar estos y más sabores, ya sea que quieras comprar la botella completa o solo un vaso por el gusto. Además, también se venden otro tipo de licores, como tequilas y mezcales.

¿Y si el CAFÉ es ADICTO a mi?
Y siendo el otro protagonista de la feria, no te puedes olvidar de degustar el famoso café, que también es un sello de calidad en Comala. Ya sea que te tomes una buena taza en la feria o lo compres para llevar, pues seguro podrás sentir el sabor de Colima en la boca.

Y es que su cultivo es especial por esas zonas. Esto es gracias a dos factores: en primera, la vegetación que rodea las plantaciones ayuda a preservar mejor la semilla del café. Y en segundo lugar, Comala es custodiado por el Volcán de Fuego y el Nevado de Colima, por lo que son tierras volcánicas, lo que le da un toque de sabor único a las semillas. Y si, por si te lo preguntabas, también hay ponche de café.

El MUERTO al HOYO y el VIVO al BOLLO
Como todo buen mexicano sabe, el ponche y el café no son nada sin su inseparable amigo el pan. En la Feria del Ponche, Pan y Café, los panes más destacados son el característico “Picón” Comala y las famosas “conchas”. Estos panes son horneados a base de harina de trigo, huevo y azúcar, con toques de manteca, margarina y vainilla… muy similar a cualquier pan; lo que los hace únicos es el sazón de Colima.

Hace unos años, en la Feria del Ponche, Pan y Café, se elaboró un picón gigante; el más grande de todo el mundo, por lo que este año no estaría de más si esperas grandes sorpresas.

Atracciones llenas de SABOR y CULTURA
Durante todo el transcurso de la feria, aparte de encontrar distintos locales en donde puedes comprar o comer, también hay actividades culturales que suman puntos al tan agradable ambiente. Entre ellas encontrarás presentaciones de danzas folklóricas, música en vivo de artistas locales y algunas exposiciones.

Y, seguramente, vas a querer llevarte un recuerdo que no te puedas comer; para eso, habrá venta de souvenirs como textiles, tazas, máscaras o los tradicionales perritos bailarines.

¿Cómo LLEGAR a la FERIA del PONCHE, PAN y CAFÉ?
Esta feria se llevará a cabo en la Plaza Principal de Comala, enfrente de la Parroquia San Miguel Arcángel, siendo un lugar accesible para todos. Algo importante que mencionar es que, a pesar de que ya tenemos fecha de esta maravillosa feria, el horario aún no ha sido definido. En años anteriores, la cita de inicio era entre las 07:30 a.m. y las 10:00 a.m. Así que mantente al tanto de sus redes sociales, pues seguro que se revela pronto.

Otra cosa es que, a la feria, asisten más de 200 expositores, por lo que no vas a querer quedarte un solo día. Lo más recomendable es que busques hospedarte en un hotel cercano. Hay diversos hoteles alrededor del pueblo, pero si buscas una experiencia totalmente comalteca, te recomendamos la Hacienda San Antonio.

Este es un hotel pequeño, pero en medio de la exorbitante naturaleza, por lo que, después de disfrutar un delicioso día en la Feria del Ponche, el Pan y el Café, podrás regresar para relajarte entre las montañas.

Aprovechando EL VIAJE
Puedes aprovechar la visita para darte una vuelta por el Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo, donde se exhibe parte del acervo arqueológico, social y artesanal de Comala.

Y si lo tuyo es la naturaleza, lánzate a una ruta de senderismo a las faldas del Volcán de Fuego de Colima, o refréscate con la Laguna de la María, adentro de un antiguo cráter.

Si bien la Feria del Ponche, el Pan y el Café es pretexto suficiente para viajar a Comala, debemos de saber que conocer Colima es una experiencia inigualable. Así que… ¿Qué dices? ¿Te avientas a pasar un día maravilloso lleno de sabores? ❖

#NuncaDejesDeViajar
Colima
REHABILITACIÓN DEL MUSEO DE LA SAL: un homenaje al “ORO BLANCO” de COLIMA
Cuyutlán rehabilitará espacio del museo dedicado a celebrar y difundir uno de los oficios más antiguos de los puertos colimenses… los salineros.

Durante la conmemoración del 100 aniversario de la Sociedad Cooperativa de Salineros de Colima S.C.L., el Gobierno del Estado de Colima anunció que el Museo de la Sal en Cuyutlán será rehabilitado. Se espera que esta remodelación –y ampliación– inicie este mismo 2025, para así continuar fortaleciendo el valor histórico y cultural de la región.

Pero… ¿qué tiene de especial la SAL DE COLIMA?
Seguramente te estarás preguntando qué tiene que ver la sal, así que para entender mejor este tema, te presentamos formalmente a la Sociedad Cooperativa de Salineros de Colima: fundada el 1 de enero de 1925, actualmente cuenta con cerca de 200 miembros dedicados a la extracción y venta de sal.

El esfuerzo colectivo de esta sociedad ha consolidado a la sal de Colima como un referente mundial, esto gracias a los múltiples beneficios nutricionales que aporta, además de ser deliciosa.
Y es que Colima cuenta con la ubicación geográfica y el método ancestral de extracción artesanal perfecta para tener como resultado una sal con menos sodio y gran aporte de minerales —por algo se le llama el Oro Blanco de Colima—. Todo comienza con la recolección de agua de mar, que se vierte en amplias áreas llamadas “eras salineras”, donde el sol y el viento son cruciales para un proceso de decantación y evaporación.

A lo largo de varias semanas, el agua se evapora lentamente, dejando una capa de sal cristalizada lista para ser extraída. Es aquí cuando los artesanos juntan y secan la sal al sol para poder empaquetarla y distribuirla. Es importante mencionar que no se utiliza maquinaria industrial, por lo que la labor de los artesanos es claramente un reflejo de su compromiso físico por preservar la tradición e identidad colimense.

Un RECORRIDO por el MUSEO DE LA SAL
El Museo de la Sal fue inaugurado el 23 de febrero de 1996 en una antigua bodega construida íntegramente en madera justo en el centro de Cuyutlán. Aquí se ofrece un recorrido detallado sobre el proceso de producción de la sal, rindiendo homenaje a esta labor tan importante del salinero, que se remonta a hace más de 500 años.

Dentro del museo, los visitantes pueden adentrarse en la historia salinera del pueblo de Cuyutlán a través de una exposición permanente de maquetas, fotografías, figuras rústicas, las osamentas de una ballena y hasta piezas arqueológicas, las cuales ilustran el proceso de extracción de la sal y su importancia en la región.

Por ahora, aún no se tiene fecha de la rehabilitación del Museo de la Sal, pues también se piensa rehabilitar el Tortugario; de hecho, se espera que ambos proyectos inicien este mismo 2025.

Y mientras esperamos más noticias, te invitamos a descubrir este interesante museo, que se encuentra abierto en un horario de miércoles a lunes de 09:00 a.m. a 06:00 p.m.
El costo por acceso es de $10 pesos mexicanos (50 centavos de dólar estadounidense). Además, la entrada es gratuita para maestros, estudiantes, niños menores de 13 años y adultos mayores con credencial de INAPAM.

Seguramente hoy aprendiste algo nuevo sobre el esfuerzo y la belleza del trabajo de los artesanos salineros, por lo que definitivamente no puedes perderte la visita al Museo de la Sal, para probar el famoso “oro blanco” de Colima. ❖

#NuncaDejesDeViajar
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