Fin de Semana
Cócorit el Pueblo de las Aves, merece ser Pueblo Mágico ¡ya!
Aves locales y migratorias escogieron a esta villa como su residencia, conoce Cócorit el Pueblo de las Aves ¡te vas a enamorar!
No sabia que el sur de Sonora tiene sorpresas guardadas para todos aquellos que nos gusta recorrer Pueblos Mágicos. Recién llegué a Cócorit el Pueblo de las Aves, ubicado a unos minutos de Ciudad Obregón, Sonora, y me dejé llevar por la recomendación de un buen amigo.
Resulta que Cócorit es uno de los 8 pueblos en donde se desarrolló la población de los Yaquis, una etnia que celosamente ha guardado sus tradiciones y tú las puedes conocer en su museo ubicado en el pueblo.
Paseo por el YaquiTour
Mi amigo me dijo: Toma el “YaquiTour” una especie de tranvía-bus que recorre los lugares principales que rodean este encantador pueblito. Así que, a pesar del intenso sol, me subí a la parte descubierta del transporte.
Entrando a la localidad lo primero que vi fueron las famosas letras monumentales de colores que dicen, Cócorit, ideales para la foto del recuerdo. Junto a las letrotas pude ver una enorme iguana que me daba la bienvenida.
De acuerdo al guía del YaquiTour, estos reptiles son muy comunes en la población y las podrás ver de repente tomando el sol.
Me pareció un detalle muy curioso que los habitantes mandaron hacer enormes iguanas para colocarlas en distintos puntos de la población.
Cuenta la leyenda que las iguanas cobran vida y se mueven de lugar, esto lo han ido transmitiendo a los niños de la localidad y a ellos les parece algo fantástico.
Visita guiada por Cócorit
Por muchos años a Cócorit le llamaron “Yohuara” que en lengua de los Yaquis quiere decir “Lugar de encanto”, este distintivo se lo dieron los mismos pobladores debido a su excelente clima y ubicación.
Hoy en día Cócorit es una palabra Yaqui que significa “chiloso” o “chile chiltepín”, una especia muy apreciada en el estado de Sonora que no puede faltar en las mesas de las casas y restaurantes.
El pueblito fue fundado en 1617, es decir tiene más de 400 años, la iglesia fue construida en esos tiempos por la orden de los Jesuitas quienes llegaron a evangelizar esta población a pesar de que los Yaquis fueron rebeldes.
Durante el recorrido pude ver los lugares más importantes del pueblito, sobre todo cuando el bus tomó rumbo a la calzada Valdés Herrera.
Clima envidiable
Con tan solo 4 grados de diferencia, el pueblo conserva una tierra muy fértil, además se ubica muy cerca del río Yaqui, lo que permite el crecimiento de árboles frutales como mandarinas, toronjas, naranjas, mangos, ciruelos y limones.
Además de la vegetación desértica y tropical, no todas las calles están pavimentadas, eso baja mucho la temperatura y permite que el pueblo se mantenga fresco. ¡Qué tal con ese detalle!
Pude observar cómo algunas personas se ubican afuera de sus casas para ver pasar la vida de todos los que habitan y visitan el lugar.
Había personas sentadas en sus sillas, mecedoras y hasta en sus hamacas.
También vi que algunas mujeres se dedican a vender antojitos como burritos, pero los hacen con unas tortillas muy especiales que preparan en sus enormes comales; se llaman “sobaqueras” o tortillas de agua.
Así que pude bajarme por unos instantes y conocer cómo las elaboran y te puedo asegurar que son muy hábiles con las manos.
Además de comer burritos pude probar el famoso café de talega comúnmente llamado “de calcetín”.
Cócorit el Pueblo de las aves
Continuando el recorrido, me enteré que se le llama “el Pueblo de las Aves” porque gracias a su ubicación, Cócorit pertenece a la parte Sur de Sonora, donde confluye lo mejor del desierto y la zona tropical.
Por lo tanto, el clima es ideal para que las aves -tanto locales como migratorias- escojan este pedacito de México como su hogar, ya sea temporal o permanente.
Desde colibríes, cernícalos, cenzontles, lechuzas, pinzones y águilas, hasta cuervos y cardenales, son parte de los cantos que sin querer se pueden escuchar sin la menor provocación.
Cantos y bullas aviarías
Otro ejemplo es la gran cantidad de Zanates negros (o Chanates) que habitan en las ceibas y álamos que rodean la plaza principal en donde se ubica el quiosco del pueblo.
El espectáculo es increíble sobre todo cuando va cayendo la tarde, cientos de estas aves se juntan como si fueran a contar todo lo que les sucedió durante el día. El escándalo es encantador, pero eso no es todo…
Al momento de ponerse de acuerdo, todas emprenden el vuelo al mismo tiempo creando nubes negras que parecen trazar pinceladas obscuras en el cielo. Definitivamente me quedé un buen rato observando el espectáculo.
Casas pintadas con plumas
Pero eso no es todo lo relacionado con los pájaros, durante el recorrido pude ver cómo la gente se ha ido organizando para pintar las fachadas de sus casas con las aves más representativas que habitan en Cócorit.
Sí, muchas casas están pintadas de colores vivos y como si fueran lienzos de algún pintor famoso, las aves son las protagonistas.
Hay muchos muros, porches y paredes que se ven espectaculares y todo esto es gracias al proyecto que involucra artistas locales, algunos de ellos pertenecen a la etnia de los Yaquis.
Alas en mi Pueblo, es un proyecto que organiza el Instituto Sonorense de Cultura para impulsar a los artistas plásticos y promover la belleza del pueblo.
Los habitantes facilitan los muros de sus casas para que se vean pintados con calandrias, gorriones, gallos, pericos del amor y palomas pitayeras, entre otras encantadoras aves.
Otros encantos de Cócorit
Al recorrer las calles del pueblito, me pude percatar que hay una gran variedad de cafés y restaurantes ideales para pasar la tarde tomando algo refrescante, típico y saludable.
Algunas cosas de las que me pude enterar durante el recorrido es que, en la Plaza de armas se hacen comúnmente los bailes tradicionales de la población.
Por otro lado, la Parroquia de Nuestra Señora Guadalupe tiene un estilo neogótico y data desde la evangelización.
Además, existe un proyecto para rescatar las ceibas de mas 300 años y mantenerlas de pie con un programa de arboles tallados con elementos Yaquis, como la danza del venado o algunas imágenes religiosas
En una de las esquinas se ubican las ruinas de lo que fue el mercado del pueblo donde se usaba el trueque; se intercambiaban puercos, gallinas, arroz, elotes y frijol, entre muchos otros productos.
Más puntos que pude visitar fueron “la Casa del Escritor” la cual perteneció a el primer embajador de Estados Unidos en México, Jhon Gavin Pablos, quien además fue actor de Hollywood.
Otra parada obligada fue la de los tres monos sabios: no veo, no hablo y no escucho, que se ubican en una banca.
Además, pude conocer por fuera la Quinta Rosalía, cuyo dueño fue un benefactor por muchos años para con la comunidad.
Museo de los Yaquis
Para terminar el recorrido decidí visitar el Museo de los Yaquis; cuenta la historia que fue un indio Cajeme quien defendió la causa de la etnia para que no fueran conquistados por los españoles.
En este museo pude conocer los usos y costumbres de los Yaquis, sus tradiciones, historia, deidades, danzas, rituales, artesanías, herbolaria y un sinfín de relatos que me parecieron muy interesantes.
Supe que los Yaquis se rigen por sus propias leyes y no por las del gobierno. También dentro de sus costumbres se realiza la famosa “Danza del Venado” y durante la Semana Santa se queman algunas máscaras.
Durante 11 salas conocí el apego a las tradiciones de una cultura que continua viva y con recelo a que estas costumbres se hereden y las puedan compartir a los “Yoris”, es decir, a aquellos que no somos Yaquis.
Dónde Comer
Por último, me di un tiempo para comer tranquilamente en el restaurante Los Chanates (o los Cuervos), una antigua casona con más de 100 años, con un enorme patio, una galería de arte y un faro al aire libre.
Allí probé la famosa sopa de tortilla y un plato de antojitos mexicanos que consistía en dos taquitos, una chimichanga y una gordita. De postre pedí una “delicia cocoreña”, una empanada con nieve y cajeta ¡Deliciosa!
Por otro lado, está el Restaurante La Komunila que en lengua yaqui quiere decir “lugar de poder”, se trata de una ramada yaqui, que antes fue cuartel militar y escuela, pero hoy tiene dos restaurantes y un bar con cervezas artesanales
Ahora si puedo decirte que Cócorit tiene naturaleza, historia, gastronomía, arquitectura y una etnia incomparable.
Todos los que habitan ya se sienten orgullosos de esta villa; que para muchos quienes lo conocemos, ya lo consideramos un Pueblo Mágico de México.
Como llegar a Cócorit
Aeromexico tiene un vuelo directo a Ciudad Obregón, Desde el centro de la ciudad toma la carretera 15N Rumbo a Guaymas y en el kilometro 14 toma la desviación a Cócorit. Llegarás en 20 minutos.
Excursiones y Paseos
¿Conocer Morelos EN UN DÍA es posible?
Morelos es un estado reconocido por su reducido tamaño; se encuentra en el listado de los 3 estados más pequeños de México, solo seguido de Tlaxcala y la CDMX. Sin embargo, sus menos de 5,000 kilómetros de superficie le son suficientes para cargar con gran parte de la cultura del país.
Morelos es un estado reconocido por su reducido tamaño; se encuentra en el listado de los tres estados más pequeños de México, solo seguido de Tlaxcala y la CDMX. Sin embargo, sus menos de 5,000 kilómetros cuadrados de superficie le son suficientes para cargar con gran parte de la cultura del país.
Fundado en 1869, como un estado que surgió del Estado de México, Morelos se convirtió rápidamente en un pedacito que representa gran parte de las raíces prehispánicas. Su ubicación es muy precisa: se encuentra bordeado por gran parte de la zona volcánica de México y también por gran parte de las sierras, lo que crea un ambiente ideal para el crecimiento de flora. Es bien sabido que conocer un estado de pies a cabeza puede resultar un poco complicado, pero no imposible, así que prepárate, porque estás a punto de conocer Morelos en un día.
Yautepec: El vestigio de los antepasados
La Zona Arqueológica de Yautepec
Yautepec de Zaragoza es un municipio ubicado al norte de Morelos, que se destaca por contener una fuerte confrontación del periodo prehispánico y el periodo virreinal. Como se sabe, Morelos alberga alrededor de 35 comunidades nahuas, y Yautepec no fue la excepción, desarrollando su cultura entre teotihuacanos, toltecas y nahuas. Como muestra de ello, existe la zona arqueológica de Yautepec, que cuenta con restos de la arquitectura ancestral.
Morelos en un día: Exconvento Dominico
Pero nuestros antepasados no son los únicos que han dejado su huella en Yautepec, ya que los franciscanos también pusieron su granito de arena. Construido de forma casi primitiva en el siglo XVI, se levantó sobre un basamento prehispánico el Exconvento Dominico de la Asunción de María de Yautepec. En su interior se encuentran murales que hacen alusión a Cristo, escudos dominicos, franciscanos, agustinos y los símbolos de María. Su riqueza arquitectónica es tal, que, en 1994, la UNESCO lo nombró Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Ex Hacienda Apanquetzalco
Sí, sabemos que hasta ahora ya conociste mucho… pero aún falta un lugar más por conocer: la Ex Hacienda Apanquetzalco. En 1529, el Rey Carlos I de España le otorgó a Hernán Cortés una merced real que contenía un título honorífico y 22 villas… muy generoso, ¿no? Una de estas villas fue la Hacienda Apanquetzalco. Este inmueble fue utilizado para producir azúcar hasta el siglo XIX, cuando fue absorbido por las haciendas de la familia Escandón, pasando a convertirse en una bodega que se deterioró con el paso del tiempo. Podrás visitar esta ex hacienda que te enamorará con sus hermosos jardines.
Morelos en un día: El Orquideario
¿Recuerdas que te mencionamos que Morelos cuenta con un ambiente ideal para el crecimiento de flora? Pues sí, también en Yautepec, gran parte de la población se dedica a la producción de flores… pero no cualquier flor; hablamos de orquídeas. Con sus formas exóticas, colores vivos y aromas exquisitos, podrás conocer también un orquideario, donde saldrá a la luz tu mayor amor por las plantas.
Tepoztlán: El pueblo místico
“No conoces Morelos si no conoces Tepoztlán”… un dicho muy recurrente entre los morelenses, y aunque suene algo encerrado, tiene su razón de existir. Tepoztlán es un Pueblo Mágico conocido por ser el lugar de nacimiento de Quetzalcóatl: la serpiente emplumada. Y si bien eso ya es algo sorprendente, también tienes que saber que se resguarda en las faldas de la montaña Tepozteco: una montaña con zona arqueológica que se encuentra a casi 600 metros de altura del valle, ofreciendo unas vistas impresionantes de Morelos.
Morelos en un día: Itacates de Tepoztlán
Y aprovechando la parada, atrévete a probar los famosos itacates… y no, no hablamos de comida para llevar. Con forma de triángulo y rellenos de guisados, los itacates son la garnacha exclusiva de Tepoztlán, siendo fáciles de transportar, prácticos de comer y, además, muy deliciosos.
Y ya de postre ¿no se te antoja una nieve? Las nieves de Tepoztlán también son famosas por su preparación artesanal y su sabor natural, y seguro que la disfrutarás más con las decenas de fiestas y leyendas que se celebran y cuentan en el lugar… el título de místico no se gana así porque sí.
Ex Convento de Tepoztlán
Después de la comida, hace falta conocer un lugar más; de hecho, nos atreveríamos a decir que es el pináculo de cultura morelense: El Ex Convento de Tepoztlán. Este exconvento (y museo desde 1935) es un edificio histórico que representa en todo su esplendor la arquitectura religiosa de la Nueva España. Fue construida por los indígenas tepoztecos bajo las órdenes de los frailes dominicos. Y aunque su arquitectura se ve simple, lo que le da su riqueza son sus pinturas en los muros interiores. Aquí podrás ver expuestos objetos y documentación que te contará a fondo la historia de Tepoztlán.
¡Shopping / Compras / Chalanear!
No importa como le digas, sabemos que te encanta comprar. Así que, para que no te vueles la cabeza pensando que, aquí te dejamos un listado de las mejores 3 cosas que podrás conseguir en Yautepec y Tepoztlán:
1. Orquídea: ¡trátala bien, es un ser vivo!
2. Papel amate: papel artesanal ideal para decorar lo que tú quieras: lámparas, cuadernos, pantallas… sus usos son infinitos.
3. Casitas de pochote: talladas a mano y emanando gran calidez, una casita de pochote será tu adorno estelar para la época decembrina.
Como puedes ver, Morelos es un estado con sorpresas en cada esquina, y cada espacio está lleno de color, tradición e historia. Mantengamos viva esa llama, y con el aire que lleva a Rehiletes por el viaje… ¡conozcamos Morelos en un día!
#NuncaDejesDeViajar
Bebidas
El Bar Mancera en CDMX ¡es uno de los mas antiguos!
Una cantina con una rica historia que ha sido testigo de innumerables historias de vida…
En el bullicioso corazón de la Ciudad de México, donde el pasado y el presente se entrelazan con una complejidad vibrante, se erige el Bar Mancera, una cantina con una rica historia que ha sido testigo de innumerables historias de vida, amores, desamores, risas y confidencias.
Este emblemático lugar no solo es una barra que sirve bebidas, sino que es un refugio de tradiciones, un legado cultural que continúa haciendo latir el pulso de la Ciudad de México.
¡Tenemos todos los detalles!
En El Souvenir queremos contarte todo sobre el Bar Mancera, ubicado en la avenida homónima, que es un testigo mudo de la evolución de la capital mexicana. Fundado en 1950, su nombre rinde homenaje a la calle en la que se encuentra, y desde sus inicios se convirtió en un punto de encuentro para personajes de la vida política, social y artística de la época.
Su fundación no solo marca el inicio de una historia empresarial, sino también el comienzo de una tradición que sigue vigente hasta nuestros días.
La fachada del Bar Mancera es una mezcla de nostalgia y modernidad. Sus colores vivos y su diseño clásico, con un aire de cantina tradicional, invitan a los transeúntes a entrar y descubrir lo que se esconde en su interior.
Al cruzar la puerta, los visitantes son recibidos por una atmósfera que huele a historia. Las paredes, adornadas con fotografías antiguas y recuerdos de épocas pasadas, cuentan historias de grandes
figuras de la cultura y la política que alguna vez disfrutaron de una copa en sus mesas.
El mobiliario, con sus mesas de madera y sillas de hierro forjado, conserva ese encanto rústico que invita a la charla amena y al reencuentro con viejos amigos. Las luces tenues y la música de mariachi, que suena de fondo, crean un ambiente acogedor y lleno de encanto.
Los exquisitos platillos del Bar Mancera
Una de las principales razones por las que el Bar Mancera sigue siendo un ícono en la ciudad es su gastronomía. Los platillos tradicionales, como los tacos de suadero, las enchiladas y los sopes, son preparados con la receta original, transmitida de generación en generación.
Cada bocado es una explosión de sabores que transporta a los comensales a tiempos más simples y a un México lleno de sabor.
Además de su cocina, el bar es famoso por su selección de bebidas. La cerveza, siempre fría y acompañada de una tapa, es el acompañante perfecto para cualquier charla. Sin embargo, es la mezcla de sabores y aromas de sus mezcales y tequilas, cuidadosamente seleccionados, lo que realmente destaca.
Cada bebida tiene su propia historia y, al probarla, los visitantes sienten que están degustando una parte de la tradición mexicana.
Un lugar que trasciende en el tiempo
A lo largo de los años, el Bar Mancera ha pasado por diversos cambios. Sin embargo, la esencia de su tradición se ha mantenido intacta.
Los nuevos propietarios, conscientes de la importancia cultural del lugar, han hecho esfuerzos
por preservar su legado, al tiempo que introducen mejoras que lo mantienen actualizado sin perder su encanto.
La renovación del mobiliario, la restauración de sus paredes y la incorporación de nuevas opciones gastronómicas han sido claves para su continuidad en el tiempo.
El Bar Mancera no es solo un lugar para tomar una copa. Es un refugio de tradiciones donde se celebran eventos culturales, exposiciones de arte y presentaciones musicales. Las noches de karaoke, las sesiones de poesía y los conciertos de música tradicional son solo algunas de las actividades que animan sus noches.
Hoy en día, el Bar Mancera sigue siendo un punto de encuentro indispensable en la Ciudad de México. Su legado continúa, gracias a la pasión de sus propietarios y a la lealtad de sus visitantes. Las generaciones más jóvenes comienzan a descubrir su encanto y a apreciar la riqueza de su historia, asegurando así que el Bar Mancera seguirá siendo un referente cultural por muchos años más.
Y si te encuentras de viaje en CDMX, te recomendamos visitar la pagina oficial de Autotur, en donde vas a encontrar todo lo necesario para que el transporte no sea un tema que te preocupe. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!
CDMX
Fin de semana con papá en el Desierto de los Leones
Este Día del Padre, ¿por qué no cambiar la rutina y llevar a papá a una experiencia única y memorable en el Desierto de los Leones?
Este Día del Padre, ¿por qué no cambiar la rutina y llevar a papá a una experiencia única y memorable en el Desierto de los Leones? Desde lugar para días de campo con paseo a caballo incluido, hasta ruta ciclista de alto rendimiento, este hermoso parque nacional ofrece una escapada perfecta para disfrutar en familia.
Rodeado de la impresionante naturaleza que ha convivido a diario con el ritmo de la Ciudad de México
desde su fundación, el Desierto de los Leones es el destino ideal para aquellos que buscan una mezcla de aventura, relajación y conexión con el entorno.
Para los amantes de la naturaleza
Ya sea que tu papá sea un amante de la naturaleza, un entusiasta del ciclismo o simplemente alguien que aprecia un buen día de campo, el Desierto de los Leones tiene algo especial para todos.
Imagina pasar el día explorando senderos, respirando aire fresco y disfrutando de un paseo a caballo entre los majestuosos paisajes. Después, pueden relajarse con un picnic rodeados de la serenidad del bosque. Este Día del Padre, haz que la celebración sea inolvidable con una visita a este tesoro natural de la Ciudad de México.
El Desierto de los Leones no solo es un lugar hermoso para disfrutar de la naturaleza, sino que también está lleno de historia fascinante. Originalmente, fue el hogar del convento de los Monjes Carmelitas Descalzos desde 1611 hasta 1814.
Posteriormente, en 1845, se convirtió en un campo de maniobras y un lugar de acuartelamiento para el
cuerpo nacional de artillería.
Además, se dice que albergó una supuesta fábrica de vidrio que en realidad acuñaba moneda falsa, utilizando la madera del propio bosque para alimentar sus hornos. Pero la historia del Desierto de los Leones no se detiene ahí. Este parque nacional también es un pionero en la conservación ambiental en México.
Desde 1786, el Gobierno protegía este lugar debido a sus numerosos manantiales de agua potable que
abastecían a la Ciudad de México. Así que este Día del Padre, invita a papá a descubrir la magia y la historia del Desierto de los Leones.
¿Por qué Desierto de los Leones?
Antes de convertirse en un Área Natural Protegida, este lugar era conocido como “El Desierto de Nuestra Señora del Carmen en los Montes de Santa Fe”. A pesar de su nombre, no se trata de un desierto geográfico, sino de un frondoso bosque de coníferas.
Los Carmelitas Descalzos, quienes construían sus conventos lejos de las ciudades en zonas despobladas, llamaban “desierto” a estos lugares por la falta de población.
El nombre “de los Leones” tiene dos posibles orígenes. Una versión dice que en el bosque vivía el gato montés, un animal similar a un león. La otra versión menciona a los hermanos León, quienes eran dueños de las tierras y representantes de los Carmelitas ante la Corona Española.
Hoy en día, el Parque Nacional Desierto de los Leones abarca una impresionante superficie de 1,529 hectáreas.
Este espacio natural es el hogar de cinco especies endémicas de mamíferos y 94 aves migratorias, lo que resalta su increíble biodiversidad. Además de ser un refugio para la flora y fauna, el parque juega un papel crucial en la retención de humedad, la recarga del acuífero, la prevención de la erosión y la mejora de la calidad del aire.
Costos
Explorar el Desierto de los Leones es una experiencia enriquecedora. Desde caminatas por sus senderos hasta paseos a caballo, hay muchas actividades para disfrutar en familia. Así que, este Día del Padre, sorprende a papá con una visita a este hermoso parque nacional. Será un día lleno de aventuras, historia y momentos especiales que ambos recordarán por siempre.
Para disfrutar de todo lo que el Desierto de los Leones tiene para ofrecer, el costo de entrada es de solo $20 pesos por persona, una pequeña inversión para una experiencia tan enriquecedora.
El parque está abierto de martes a domingo, de 10 de la mañana a 5 de la tarde, dándote mucho tiempo para explorar, relajarte y conectar con la naturaleza.
Este Día del Padre, haz algo diferente y sorprende a papá. Desde su rica historia hasta su impresionante biodiversidad, este parque nacional es el lugar perfecto para crear recuerdos inolvidables en familia. ¡No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un día lleno de aventura y belleza natural en uno de los tesoros escondidos de la Ciudad de México! #Nuncadejesdeviajar!
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