Curiosidades
Museo casa de Ana Frank en Amsterdam: visita éste lugar lleno de historia
El museo casa de Ana Frank en Amsterdam es un lugar impresionante ¡Te va a encantar su historia!
Aventurarte a visitar esta ciudad, conocer su cultura, sus calles y su gente, es sin duda una experiencia que no debes perderte, como visitar el museo casa de Ana Frank en Amsterdam, ¡Un sitio imperdible!

Existe un sinfín de lugares que podríamos visitar, por sus áreas naturales o por la historia que marcó ese lugar, eso hace a Ámsterdam tu próximo destino de viaje.
Museo casa de Ana Frank en Amsterdam
Esta ciudad tiene fascinantes atracciones, y muy cerca de aquí se presenció el conflicto más grande y destructivo de la historia: El Holocausto. Por eso aquí se encuentra el museo casa de Ana Frank en Amsterdam.

Éste suceso dejó en Ámsterdam un museo en memoria de Ana Frank, una pequeña que escribió en un diario de cómo ella y su familia tuvieron que escapar de los soldados alemanes, para refugiarse y ser descubiertos.

Contexto histórico
Ana Frank, nació en 1929 y la familia Frank se mudó a Ámsterdam en 1934; a la edad de 13 años, Ana recibe un diario por parte de sus padres, en el cual empiezo a redactar lo que ella vivía día con día.

En él se menciona como Hitler empieza a apoderarse de varios países, en donde poco a poco a los judíos se les empezaban a quitar privilegios, por lo que a Ana tuvo que dejar la escuela para asistir a una escuela judía.

Volviéndose más complicada la situación para la familia Frank en 1942, deciden esconderse en una casa y una fábrica, teniendo ayuda de 6 protectores que los ayudaron a esconderse, llevándoles comida y ropa.

En el diario de Ana Frank se redacta como es que vivieron 8 personas en esta casa, las crisis que tuvieron que vivir y como es que sobrevivieron 2 años juntos.
El origen del museo de la Casa de Ana Frank
Tristemente el 4 de agosto de 1944 fueron descubiertos y apresados por la armada Nazi, para ser separados toda la familia.

Otto Frank fue el último sobreviviente de esta familia, y ayudó a crear el museo de la Casa de Ana Frank, recreando las habitaciones y el lugar en el que se refugiaron.
De igual forma donó artículos personales de la familia, cómo fotos, pasaportes, ropa, y lo más importante ¡El diario de Ana Frank! Qué en el año de 1947 se publicó como un libro.

Para visitar el museo únicamente consigues entradas en línea; no hay un precio sobre ellas sino que las consigues a través de donaciones que van desde los 5€ hasta los 500€.
Si tienes la oportunidad de visitarlo, vas a encontrar el museo a 20 minutos de la estación central de trenes de Ámsterdam.

Sin embargo, también puedes conocer este lugar de manera virtual dando click aquí.
Visita la Casa de Ana Frank, empápate de historia y lo más importante, ¡Nunca dejes de viajar!
Curiosidades
El CURIOSO monumento al RATÓN de LABORATORIO en Rusia
Como un discreto guiño, esta pequeña estatua es un símbolo de agradecimiento a los ratones de laboratorio por su papel en la investigación científica.
Un ratón con gafas y aguja en mano sorprende a quienes lo ven por primera vez. No es un personaje de caricatura, sino una escultura real que honra a los pequeños animales que, silenciosamente, han contribuido a los mayores avances de la ciencia.

La escultura se encuentra en la ciudad de Novosibirsk, en Rusia, dentro del Instituto de Citología y Genética de la Academia de Ciencias. Fue inaugurada en 2013 y rápidamente se convirtió en un punto de interés turístico por lo peculiar y conmovedor de su mensaje.

El monumento representa a un ratón con gafas de investigador, sentado sobre un banco de granito, tejiendo con aguja e hilo una cadena de ADN. La imagen busca reflejar cómo los ratones han sido una pieza clave para descifrar los secretos de la genética y la medicina moderna.

El PEQUEÑO RATÓN científico
El ratón es uno de los animales más utilizados en laboratorios de todo el mundo, debido a su semejanza genética con los seres humanos. Gracias a ellos, la humanidad ha podido desarrollar vacunas, estudiar enfermedades, crear nuevos tratamientos médicos e incluso comprender el funcionamiento del ADN.

La estatua no solo es un homenaje a estos animales, sino también un recordatorio ético: Reconocer el sacrificio de millones de ratones que fueron parte de investigaciones científicas que hoy salvan vidas. Y aunque pueda parecer extraño, el ratón científico ha logrado unir dos mundos que pocas veces coinciden… La ciencia y el turismo.
Para los visitantes, es una parada curiosa y fotogénica que sorprende por su originalidad; para los investigadores, un recordatorio de décadas de trabajo en el que los ratones han sido aliados imprescindibles en el avance de la biología y la medicina.

Además, se ha convertido en un símbolo educativo; muchos maestros y guías lo utilizan para explicar, de manera sencilla y visual, cómo los animales de laboratorio han contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas. De esta forma, el monumento no solo es un atractivo cultural, sino también un punto de aprendizaje que conecta a la sociedad con la importancia de la investigación científica.

¿Cómo VISITAR al RATÓN CIENTÍFICO?
El Instituto de Citología y Genética se encuentra en el barrio académico de Novosibirsk, conocido como Akademgorodok, una zona que atrae tanto a turistas como a estudiantes de ciencias, pues concentra varios centros de investigación de prestigio internacional. El acceso es gratuito al área exterior del barrio, en donde se localiza el monumento.
Entre las actividades que se pueden realizar están la fotografía, los recorridos culturales y también las visitas guiadas al instituto que requieren de una solicitud previa.

Visitar el monumento del ratón de laboratorio es descubrir la otra cara de Rusia: no la de las grandes catedrales o las plazas históricas, sino la de la ciencia, la innovación y la reflexión ética sobre la pasada investigación. Es un lugar que despierta sonrisas, pero también invita a pensar en el papel de los animales en la historia de la medicina. ❖

#NuncaDejesDeViajar
Curiosidades
SAD HILL: El cementerio DEL CINE que se resistió A MORIR
La legendaria película de “El Bueno, el Malo y el Feo”, dejó en medio de las montañas de Burgos, en España, un enorme cementerio circular, famoso por su falta de muertos…
En los años sesenta, el célebre director de cine italiano, Sergio Leone, buscaba un lugar en España que pudiera recrear un cementerio del lejano oeste. Fue entonces que eligió la provincia de Burgos, en España, debido a sus paisajes áridos y abiertos, perfectos para ser el escenario de los feroces duelos de los spaghetti western (cine western italiano).

Con ayuda del ejército español, más de 250 soldados trabajaron en la construcción de Sad Hill: un set en donde se levantaron decenas de tumbas falsas, creando un circular espacio monumental que se vería en la escena más icónica de la cinta protagonizada por Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef: “El Bueno, el Malo y el Feo” (1966).

Cuando terminó el rodaje, el set quedó abandonado, y el viento, la lluvia y la vegetación se encargaron de cubrir, poco a poco, las cruces y los caminos del falso cementerio. Por décadas, el set se perdió bajo la tierra, hasta que algunos grandes fanáticos del cine se decidieron a encontrarlo…

El despertar de SAD HILL
Todo cambió en 2015, cuando un grupo de cinéfilos se propuso rescatar el lugar. Así nació la Asociación Cultural Sad Hill, formada por voluntarios que propusieron recuperar el cementerio original de la película. Comenzaron una campaña de donativos, que permitió financiar materiales y herramientas. A cambio, ofrecieron a los colaboradores colocar su nombre en algunas de las tumbas del cementerio.

Poco a poco, el lugar volvió a tomar forma. Se limpiaron los senderos, se reconstruyó la explanada y se colocaron más de cinco mil cruces nuevas. Personas de distintas partes del mundo llegaron para ayudar o para dejar flores, cartas y homenajes… Aquí no había muertos, sino un renacer de uno de los recuerdos más icónicos del cine.

El proceso de reconstrucción de este cementerio fue documentado, dando como resultado “Desenterrando Sad Hill” (2017): un documental dirigido por Guillermo de Oliveira. La película muestra el trabajo de los voluntarios y recupera testimonios del propio Clint Eastwood y otros involucrados en la película de “El Bueno, el Malo y el Feo”.

Un lugar de PEREGRINACIÓN CINÉFILA
Actualmente, el Cementerio Sad Hill es un espacio abierto al público, sin costo de entrada. Los visitantes pueden recorrerlo, caminar entre las cruces y revivir el duelo más famoso del cine western. El acceso se realiza desde Santo Domingo de Silos, y aunque el camino es de tierra, la vista hace que el recorrido valga la pena.
En los alrededores también se pueden visitar el monasterio de Silos y otros lugares naturales de gran belleza, que completan la experiencia.

SÍMBOLO de la pasión por el CINE
Lo que comenzó como un escenario de película se ha convertido en un lugar de encuentro entre generaciones cinéfilas, en donde la pasión logró devolver la vida a un pedazo de historia. El Cementerio Sad Hill ya forma parte del Itinerario Cultural Europeo y busca ser reconocido oficialmente como Bien de Interés Cultural por su valor patrimonial y su contribución a la memoria cinematográfica.

Además, cada año se celebran en el lugar proyecciones, conciertos y actividades culturales en homenaje a “El bueno, el Malo y el Feo”, siendo un ejemplo de cómo lo que nació como ficción hoy es una palpitante realidad en España. ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
El TAKANAKUY: Donde las MUJERES PELEAN por HONOR y TRADICIÓN
Esta celebración navideña en Perú convierte los desacuerdos en un espectáculo cargado de fuerza, cultura y reconciliación.
¿Te imaginas una tradición que, en lugar de evitar los conflictos, los enfrenta en una pelea? Pues algo así ocurre en las alturas andinas de Perú, donde cada Navidad (25 de diciembre) se celebra el Takanakuy: Un festival en donde mujeres y hombres resuelven antiguas rencillas a puño limpio, convirtiéndose en uno de los espectáculos más sorprendentes y feroces de Perú.

¿Qué es el TAKANAKUY?
El Takanakuy es una tradición profundamente arraigada en las comunidades andinas. La palabra proviene del quechua y significa “golpearse entre sí”. Pero no te confundas, que no es un pleito callejero. Aquí, los combates tienen un propósito evidente: Resolver disputas personales, familiares o comunitarias de manera simbólica, dejando todo limpio para empezar el año en paz.

Su origen está envuelto en varias teorías, aunque una de las más aceptadas la vincula con el siglo XIX, cuando esclavos africanos y habitantes de Majes resolvían sus diferencias con combates. Con el tiempo, esta forma de arreglo se mezcló con las costumbres andinas, convirtiéndose en la tradición que conocemos hoy.

¿Quiénes PARTICIPAN en el TAKANAKUY?
En el Takanakuy todos pueden participar, menos los niños. Y aunque hay peleas de hombres, las más esperadas y aplaudidas son las de las mujeres. Ellas no solo demuestran fuerza física, sino también carácter y orgullo por su comunidad. Incluso hay enfrentamientos entre culturas, como las Mujeres de Takanakuy de Perú contra las luchadoras Tinku de Bolivia.

Y si te gustaría presenciar la tradición, el Takanakuy se practica en varias regiones de Perú, como Chumbivilcas, Cusco y Apurímac. Las peleas suelen llevarse a cabo en plazas de toros o plazas de armas. Si quieres retar a alguien, solo tienes que pararte en medio del lugar y gritar su nombre. Y así, en frente de todos, empieza el duelo.

Pero antes de pelear, los participantes deben aceptar el reto voluntariamente. Siempre se busca que los contrincantes tengan una complexión física similar. El combate dura máximo tres minutos y solo se permiten puños y patadas. Obviamente el dolor es inevitable, pero podría ser más doloroso guardar rencor…

Y aunque se vea rudo, todo está muy controlado. Hay árbitros que se aseguran de que se cumplan las reglas: nada de golpes por la espalda, nada de sujetar al rival, y mucho menos seguir golpeando cuando el otro ya está en el suelo. Al final, el que pierde ofrece una disculpa pública y se sella la reconciliación con un abrazo.

VESTIMENTA para una buena PELEA
Las mujeres que participan en el Takanakuy no solo destacan por su valentía, sino también por sus trajes. Muchas llevan vestidos o faldas andinas llenas de color, que reflejan su identidad y conexión con la tierra. Por su parte, algunos hombres usan máscaras tejidas de colores, y pueden ir decoradas con animales de la fauna local, como zorros, gallos o venados. Todo esto forma parte del legado cultural que mantiene viva la esencia del Takanakuy.

Si buscas una aventura auténtica que conecte emoción y cultura, el Takanakuy es una experiencia imperdible para viajar a Perú y vivir una Navidad andina que, literalmente, golpea y abraza casi al mismo tiempo… ❖
#NuncaDejesDeViajar
-
BebidasRUTA del CAFÉ en Chiapas: Un viaje al corazón del SOCONUSCO y la FINCA ARGOVIA
-
CDMXJOSÉ JOSÉ COLECCIÓN PRIVADA: Un VIAJE ÍNTIMO al corazón del PRÍNCIPE de la CANCIÓN
-
LeyendasEl TESORO de la PEÑA DE BERNAL: Una LEYENDA llena de CODICIA
-
AméricaSiguiendo los pasos de Frida Kahlo en San Francisco, California
-
CuriosidadesMARS CHEESE CASTLE: El castillo del QUESO en Wisconsin
-
GuanajuatoConoce los 10 MEJORES LUGARES para DESAYUNAR en León, Guanajuato
-
CDMXSOY FRANKELDA llega a la CINETECA NACIONAL con una gran EXPOSICIÓN
-
ArtesaníasLas CAJAS de OLINALÁ: La artesanía que GUARDA SECRETOS en el sur de MÉXICO

