CDMX
Botanero Ofelia, el mejor restaurante de la CDMX ¡para compartir!
Si el tema es dividir la cuenta, entonces también es dividir los alimentos ¡Qué buena idea, todos felices y contentos con el estomago satisfecho!
Polanco puede ser el mejor lugar para cenar en la CDMX, en esta zona vas a descubrir nuevas formas de disfrutar los alimentos, por ello, hoy te vamos a platicar del Botanero Ofelia, un lugar para comer, convivir y con-beber.
Envuelto de un ambiente tranquilo, con música ad-hoc que te permitirá tener una velada bohemia, Ofelia es el hotspot de Polanco donde pasarla bien ya es una obligación.
Me da esto y esto y esto…para compartir
La filosofia de este lugar es de pedir a la carta platillos que se puedan compartir al centro de la mesa.
El menú consta de ensaladas, cortes, botanas, sopas, platos fuertes y la exquisita carta de postres.
Lo difícil es elegir entre su variedad de platos deliciosos, lo mejor -además de su sabor- siempre viene cuando llegan a la mesa y compartes con amigos, familia o pareja.
Para comenzar en el Botanero Ofelia
De entre toda la variedad de entradas te recomendamos ampliamente probar las palomitas de coliflor con un cremoso de cilantro.
Los sabores intensos en los que la paprika y el dorado del rebosado, destacan el sutil sabor de la coliflor. Además del cremoso, puedes acompañarlas con una salsa, la mejor es la de habanero con tinta de calamar.
Algo que también compartirás será el betabel a la sal, el cual se hornea con romero y hoja de plátano. En la mesa se termina el plato retirando la sal negra, se baña con una vinagreta de pimientos y limón eureka.
Platos fuertes de campeonato
Podemos decir que para este paso de la comida salivarás con la barbacoa de short rib horneada por 6 horas, bañada con demiglace y mezcal el cual le brinda una jugosidad incomparable.
El limón, la salsa, las tortillitas hechas a mano con maíces de dos colores complementan la experiencia a las papilas gustativas.
En cuanto a pescados la opción ideal para los sibaritas es el Salmón al Cedro, es decir horneado con la corteza del árbol, rodajas de naranja, laqueado con mostaza y miel.
Se acompaña con la piel de salmón hecha chicharrón y un portobello relleno, realmente es imprescindible probarlo cuando vengas a Ofelia. Acompáñalo con una copa de vino tinto.
Hablando de bebidas…
Para beber lo mejor son cócteles como el Gin Fresh con jugo de mandarina, ginebra, frambuesa y albahaca; o el Rojito, cuya preparación consta de mezcal, miel de agave y extracto de Jamaica. ¡delicioso!
Si quieres una bebida sin alcohol las aguas de sabor con ingredientes combinados pueden ser la opción; hay guanábana con manzana, una de sandía con kiwi o una deliciosa de maracuyá con naranja.
Opciones para seguir picando
Si avanza la tarde puedes ir pidiendo el volcán de alcachofa, los tuétanos con esquites, o los taquitos de pulpo al pastor con piña, ¡novedosos y deliciosos!
Los tacos de lengua, las flautas de chamorro o los camarones gratinados con chipotle, son ideales para maridarlos con una cerveza artesanal.
Azúcar de la felicidad
Los postres cerrarán esta experiencia con sabores que van desde el pastel de chocolate clásico con un expreso cortado.
Otras opciones son las empanaditas de arroz con leche y chocolate blanco o el cheesecake de la casa ¡son lo máximo!
El botanero Ofelia es un lugar tranquilo donde puedes simplemente pasar un buen rato, y más allá de compartir alimentos compartirás sonrisas y excelentes momentos. ¡Buen apetito!
¿Dónde está?
Séneca 349. Polanco. CDMX
Horarios: Lun-mie. 12:00 – 01:00pm, Jue-sáb. 13:00 – 02:00pm
Domingo 13:00 – 21:00 (con área infantil)
Más información del botanero, consulta aquí
Y recuerda ¡Nunca dejes de viajar!
CDMX
MIDE presenta: Misión Cyborg, la nueva exposición que no te puedes perder
Descubre Misión Cyborg, la nueva exposición del MIDE que combina educación e interactividad para enseñarte sobre finanzas digitales y ciberseguridad.
El Museo Interactivo de Economía (MIDE) ha lanzado una nueva exposición titulada Misión Cyborg, una propuesta que invita a todos a vivir el fascinante universo de las finanzas digitales y la ciberseguridad. Esta muestra va más allá de lo tradicional, ya que mezcla lo educativo con lo interactivo, logrando un equilibrio entre el aprendizaje y la diversión, un formato ideal para quienes buscan conocer más sobre cómo proteger su dinero y datos en el mundo digital.
Cinco espacios participativos para explorar el mundo de la ciberseguridad
La exposición se desarrolla en cinco áreas temáticas, cada una con su propio estilo y objetivo. En cada espacio, los visitantes aprenderán conceptos fundamentales sobre economía digital mientras enfrentan desafíos que los harán reflexionar sobre su comportamiento en línea.
El Nodo: El punto de partida para los héroes digitales en MIDE
Todo comienza en El Nodo, donde se inicia la aventura. Aquí los participantes reciben una introducción básica sobre ciberseguridad y protección de datos. Es el lugar perfecto para familiarizarse con términos y conceptos clave antes de adentrarse en los desafíos más complejos. Además, conocerán a los personajes de la Resistencia, un grupo de cyborgs llamados Gladiadores que estarán a su lado durante la travesía.
El Coliseo: Aprender a identificar estafas digitales
Luego, los visitantes pasan a El Coliseo, una arena que evoca las antiguas batallas, pero con un enfoque moderno. En este espacio, se aprenderá sobre los métodos que los ciberdelincuentes utilizan para engañar a las personas, como el phishing, vishing y smishing. Aquí se les enseñará cómo detectar estafas y qué medidas tomar para evitar caer en estos fraudes. La narrativa y las dinámicas logran que el aprendizaje sea entretenido y memorable.
El Laberinto: Desafía tu agudeza en la protección de datos en el MIDE
Para quienes disfrutan de los retos, El Laberinto pone a prueba la capacidad de cada persona para proteger su identidad en línea. Los visitantes se encuentran frente a decisiones clave sobre seguridad digital, como el manejo de contraseñas y la configuración de privacidad. Cada elección que se hace en este espacio tiene un impacto en el resultado final del recorrido, por lo que es un ejercicio práctico y reflexivo que invita a mejorar nuestras prácticas en el entorno digital.
El Núcleo: Demuestra tus habilidades como guardián de datos
En El Núcleo, los participantes deben demostrar su destreza en la protección de datos mediante juegos interactivos que simulan situaciones reales del día a día. Enfrentarán escenarios que les harán tomar decisiones cruciales para mantener su información segura. Este espacio es uno de los más emocionantes, ya que permite poner a prueba los conocimientos adquiridos y verlos reflejados en situaciones cotidianas.
La Armería: Talleres prácticos sobre seguridad en línea
Finalmente, en La Armería, los visitantes pueden participar en talleres interactivos que abordan temas como la seguridad en redes sociales, la creación de contraseñas seguras y la protección de dispositivos electrónicos. Talleres como “Postear o no postear” o “Mantén seguro tu dispositivo” les ofrecen herramientas prácticas para el uso diario de la tecnología, haciendo que cada decisión en línea sea más consciente y segura.
Una aventura educativa que todos deberían vivir en el MIDE
Misión Cyborg es una excelente oportunidad para explorar y aprender sobre la importancia de la seguridad en el mundo digital, especialmente en un contexto donde nuestros datos y finanzas están cada vez más expuestos. El MIDE ha logrado crear una exposición que no solo educa, sino que también entretiene y desafía a sus visitantes de una manera única.
Si estás de visita en la Ciudad de México o buscas una actividad diferente para hacer con la familia, esta exposición en el MIDE es ideal para pasar un día lleno de aprendizaje y diversión. Las actividades están incluidas en el boleto de acceso al museo y la muestra está disponible de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
No dejes pasar la oportunidad de convertirte en un héroe digital y unirte a la Resistencia MIDE.
#NuncaDejesDeViajar
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
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