A tan solo 30 kilómetros de distancia de la bulliciosa ciudad de Amán, se encuentra As-Salt, Jordania, un destino que parece transportarnos a través de los siglos. Ubicada en tres colinas, Cadital, Gadaa y Salalem, esta encantadora urbe jordana deslumbra con su arquitectura otomana, sumergiendo a los visitantes en una atmósfera de nostalgia y romance histórico.

La ciudad histórica de As-Salt, en Jordania, ha sido reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como un lugar de gran importancia cultural y patrimonial, siendo incluida en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial. Situada en la región centro-oeste del reino jordano, As-Salt se erige majestuosamente sobre tres colinas, ofreciendo a los visitantes un fascinante viaje al pasado.

“La ciudad de la tolerancia y la hospitalidad civilizada”

Este destino, conocido como “la ciudad de la tolerancia y la hospitalidad civilizada”, ya que desempeñó un papel crucial como centro comercial durante el período otomano tardío, atrayendo a comerciantes, artesanos y personas de diversas partes de la región, cuya influencia contribuyó al florecimiento y desarrollo de la ciudad.

Gracias a la labor de estos individuos, As-Salt se convirtió en un importante núcleo de actividad económica, destacando en sectores como el comercio, la banca, la arquitectura y la agricultura.

El corazón histórico de As-Salt en Jordania alberga alrededor de 650 edificaciones de importancia
que reflejan una fusión de estilos europeos Art Nouveau y Neo-Colonial, junto con las tradiciones y costumbres locales.

As-Salt se convierte en la primera ciudad urbana en Jordania en ser inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial, sumándose a otros cinco lugares jordanos con este honor, como Petra, Quseir Amra, Umm er-Rasas, el Área Protegida de Wadi Rum y el Sitio del Bautismo de Jesucristo.

A tan solo 30 minutos en automóvil desde la capital, Amán, una visita a Salt ofrece una oportunidad única para explorar su rica historia y cultura.

Los imperdibles de As Salt en Jordania

Y si es que te preguntabas cuales son los atributos más destacables de esta ciudad, aquí te nombro unos cuantos que seguramente captarán tu total atención.

Empecemos con el Museo Arqueológico de As-Salt, fundado en la década de 1900, este museo está alojado en una de las históricas casas del patrimonio de la ciudad, conocida como Beit Toukan. Aquí encontrarás una impresionante colección de artefactos y objetos que abarcan las épocas romana, bizantina e islámica.

Ahora recordemos que, en este país, la henna es parte de la cultura, algo que requiere técnica y paciencia al punto de llamarlo un arte. Pues, la Corporación de Desarrollo de Salt (SDC), una entidad sin fines de lucro y no gubernamental dedicada a la infraestructura turística ofrece oportunidades de aprendizaje y práctica de henna para toda la familia

También está la Corporación de Desarrollo de Salt que ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer el proceso de fabricación de cerámica artesanal.

Pasando a algo más cotidiano, pero de la misma forma, es un reflejo de la sociedad de esta región, tenemos una calle especial.

Denominada en honor a un antiguo baño turco, la calle Al-Hammam es el principal eje del mercado tradicional en la ciudad, brindando a los peatones la oportunidad de deambular, adquirir productos locales y admirar la arquitectura ancestral de As-Salt.

Y si de recorridos religiosos hablamos, ¿por qué no visitar la Iglesia de Al-Khader? Construida en el siglo XVII dentro de una gruta, la Iglesia de San Jorge es uno de los templos más antiguos y concurridos de la ciudad, acogiendo a fieles tanto musulmanes como cristianos para sus oraciones.

¡Una experiencia diferente!

Concluyendo nuestra inmersión en la encantadora ciudad de As-Salt en Jordania, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, queda claro que esta joya urbana ofrece una experiencia única impregnada de historia, cultura y arquitectura.

Desde sus calles empedradas hasta sus edificios de piedra arenisca, As-Salt cautiva a sus visitantes con su encanto intemporal.

Al explorar sus museos, mercados tradicionales y sitios históricos, los viajeros se sumergen en siglos de intercambio cultural.

As-Salt se erige como un destino imprescindible para aquellos que buscan una experiencia auténtica en el corazón de Jordania, donde la historia cobra vida y la hospitalidad es un valor arraigado en su identidad. #Nuncadejesdeviajar!

Santo Domingo es un encanto total, no solo por sus playas y esa onda tan alegre que tiene, sino también por la Zona Colonial que es una joya histórica. Es el primer lugar donde llegaron los europeos en América y desde 1990 la UNESCO dijo que es Patrimonio de la Humanidad.

Caminar por esas callecitas de piedra es como viajar en una máquina del tiempo a los días de los conquistadores. Cada rincón te cuenta un cuento de lo que pasó hace cinco siglos.

Imagínate aterrizar en Santo Domingo, con el bolsillo contento porque encontraste esos vuelos baratos que son como un tesoro escondido. Y es que llegar a esta ciudad no tiene que ser un lujo, sino una aventura accesible.

Zona Colonial de Santo Domingo

La Zona Colonial se presenta como un museo viviente bajo el cielo abierto, mostrando la arquitectura colonial en su máxima expresión. Las calles adoquinadas, las viviendas de tonos vivos, las iglesias imponentes y las fortalezas robustas crean un paisaje urbano singular que lleva a los visitantes a tiempos pasados.

Entre sus tesoros arquitectónicos resaltan:

La Catedral Primada de América: Construida de 1521 a 1546, es la catedral más antigua de América. Con su grandioso estilo gótico isabelino, bóvedas de crucería y un altar dorado, es una joya de la arquitectura colonial.

El Alcázar de Colón: Hogar del hijo de Cristóbal Colón, este palacio del siglo XVI sobresale por su fusión de estilos gótico, renacentista y mudéjar. Hoy día, es sede del Museo de las Casas Reales, con exhibiciones de artefactos y reliquias coloniales.

El Fuerte Ozama: La primera edificación defensiva de los españoles en América, desde 1502. Actualmente es un museo que brinda una vista panorámica espectacular del río Ozama y el mar Caribe.

Más allá de la piedra: un crisol de cultura y vida

No pienses en la Zona Colonial solo como un espacio de exposición al aire libre. Es un barrio que palpita con vida, un lugar donde la identidad dominicana se manifiesta en cada rincón. 

Las calles peatonales: La Calle del Conde, la Calle Las Damas y la Calle Las Mercedes, constituyen el alma comercial y cultural de la Zona Colonial. Allí, las tiendas de artesanía te esperan con souvenirs singulares, los restaurantes te seducen con la rica cocina dominicana, y los bares y cafés te invitan a relajarte con música en vivo y entrar en un ambiente de celebración. 

Para los entusiastas de la historia y la cultura, la Zona Colonial ofrece una variedad de museos para satisfacer tu interés. No solo el Museo de las Casas Reales, sino también el Museo de Arte Moderno, el Museo del Ámbar y el Panteón de la Patria, hogar de los restos de ilustres dominicanos. 

Y cuando llega la noche, la Zona Colonial se llena de actividad. Bares, discotecas y clubes se activan, invitándote a bailar al ritmo de la música dominicana y a vivir el ambiente festivo que es tan característico de la isla.

Santo Domingo: La ciudad donde Dios tiene su casa. ¡Ven a conocerla!

Santo Domingo no es solo un destino para viajeros con grandes presupuestos. Gracias a la variedad de opciones de alojamiento, actividades y vuelos baratos como los que ofrece Aeroméxico, es posible disfrutar de esta ciudad sin gastar una fortuna.

Este sitio te conquistará con su historia, su cultura, su gente y su belleza. Prepárate para vivir una experiencia que te marcará para siempre. Como dijo el poeta dominicano Pedro Mir: “Santo Domingo es la ciudad donde Dios tiene su casa”.

#NuncaDejesDeViajar

Dentro del rico tapiz cultural y espiritual de Israel, los lugares sagrados bahá’í en Haifa y la Galilea Occidental resaltan no solo por su impresionante belleza arquitectónica, sino también por su profundo significado religioso y cultural.

En 2008, estos sitios fueron designados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento a su importancia universal para la humanidad y su excepcional aporte al patrimonio cultural del mundo.

Un profundo significado cultural

Estos lugares se han inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial por ser testigos de la sólida tradición de peregrinación existente en la religión bahahí y por el profundo significado que tienen para quienes la profesan.

Comprenden 26 edificios, monumentos y sitios, ubicados en 11 lugares de Acre y Haifa, que están vinculados a los fundadores de esta confesión religiosa.

Entre ellos figuran el santuario del Bahá’u’lláh en Acre y el mausoleo del Báb en Haifa, así como una serie de casas y jardines, junto con un cementerio y un amplio conjunto de edificios modernos de estilo neoclásico que albergan la administración, los archivos y un centro de estudios.

Los lugares sagrados Bahá’í en Haifa y Galilea Occidental consisten en un conjunto de edificios, monumentos y sitios que forman parte integral de la fe Bahá’í, una de las religiones monoteístas
más jóvenes del mundo, fundada en el siglo XIX por Bahá’u’lláh en Irán.

La esencia de esta fe es la unidad de la humanidad, un mensaje que se refleja claramente en la armonía y belleza de sus lugares sagrados.

En Haifa, el Santuario del Báb, ubicado en el Monte Carmelo, es el corazón de estos sitios sagrados. Este edificio dorado, con su cúpula de oro y jardines meticulosamente cuidados, no solo es un lugar de peregrinación para los bahá’ís de todo el mundo, sino también un punto de atracción para visitantes de diversas creencias, fascinados por su tranquilidad y diseño paisajístico.

Los jardines que se extienden desde la cima del Monte Carmelo hasta las faldas del monte, conocidos
como los Jardines de Bahji, son un testimonio del ideal de unidad y armonía que promueve la fe.

La arquitectura de Los lugares sagrados Bahá’í en Haifa y Galilea Occidental

Más allá de su significado religioso, los lugares sagrados bahá’í son una maravilla arquitectónica. El diseño de estos complejos refleja una fusión de influencias orientales y occidentales, que simboliza el carácter global de la fe bahá’í.

El uso de columnas neoclásicas junto con arabescos y motivos florales islámicos en los jardines y estructuras de estos lugares no solo enriquece su estética, sino que también representa la integración de diversas tradiciones culturales y espirituales.

La conservación de estos lugares sagrados implica un desafío considerable, dado el clima mediterráneo de la región.

La UNESCO, en colaboración con la Comunidad Internacional Bahá’í, ha implementado estrategias para la preservación de estos sitios, asegurando que continúen sirviendo como fuente de inspiración y reflexión
espiritual para futuras generaciones.

Estos esfuerzos incluyen la restauración periódica de los edificios y la conservación de los jardines.

Los lugares sagrados bahá’í en Haifa y la Galilea Occidental no son solo monumentos de profunda significación religiosa, sino también emblemas de la diversidad cultural y la armonía global.

Su reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad refuerza su valor no solo para los seguidores de la fe bahá’í, sino para todos aquellos que valoran la paz, la belleza y la unidad en nuestro
mundo diverso. #Nuncadejesdeviajar!