CDMX
¿Quiénes son los Concheros del Centro Histórico?
Danzantes que nos recuerdan cómo son guerreros los habitantes de la Ciudad de México
La Ciudad de México está llena de contrastes, por una parte encontramos grandes rascacielos, más de un centenar de museos, restaurantes internacionales, un centro histórico con un rico pasado, casonas coloniales, zonas trendy, un castillo en medio de un enorme bosque, además embarcaciones que circulan por un lago antiguo y “Los Concheros del Centro Histórico”; Todo ello en conjunto hacen de la CDMX un lugar fascinante.
En mi reciente paso por el Centro Histórico, saliendo del Palacio de las Bellas Artes, me dirigía a buscar el famoso Café Tacuba para probar un delicioso mole que alguien me había presumido tanto.
Cual fue mi sorpresa que mientras caminaba escuché el retumbar de unos tambores que a mi paso sincronizado con aquella música, me fui dejando llevar por el ritmo ya que el sonido era cada vez más fuerte.
Pasé por el opulento edificio de Correos de estilo florentino (mi favorito del Centro Histórico) y al dar la vuelta a la esquina, ahí estaban en la explanada del Museo Nacional de Arte: “los Concheros”.
Los concheros del Centro Histórico
Se trata de un grupo de danzantes emplumados de la cabeza y descubiertos de las piernas. Daban giros mientras hacían sonar sus sonajas con las manos y pies, y al ritmo del tambor azteca llamado huehuétl.
Me detuve a observar la pasión y el arraigo de este número singular de apasionados del pasado, mientras los paseantes y turistas con cámara en mano, me hacían un espacio para poder observar el vestuario y la danza que vibraba en un solo compás.
Era testigo del ritual Mazehualiztli o “mereciendo”; me quedé observando por unos momentos y me transporté a la época azteca.
Sí, pude imaginar cuando los prehispánicos de nuestra antigua Tenochtitlán realizaban estos rituales representando a la naturaleza y a la humanidad en su relación con la vida.
Algunos giros, pasos y saltos se referían a: la tierra, las cosechas, la fertilidad, el fuego, el agua; es decir, a los antiguos dioses.
Ahí estaban los concheros danzando mientras se juntaba una nube cargada de agua, algunos con una sonrisa y otros con un gesto concentrado como si fueran antiguos guerreros jaguares o águilas, esperando el momento de pelear o provocando una fuerte tromba.
¿Dónde bailan los concheros del Centro Histórico?
El escenario (la Plaza Tolsá) era completamente suyo a pesar de la bella fachada del museo y de la famosa estatua de “El Caballito” que nunca encuentra un lugar donde pueda ser apreciada
Así que si viviera el Rey Carlos IV, se volvería a morir. Las raíces de los mexicanos no se olvidan.
Los concheros llevan ese nombre debido a uno de los instrumentos de cuerda que utilizan en el ritual, una especie de mandolina hecha con una concha o caparazón de armadillo.
También se les llama así por la serie de conchas o ayoyotes que se encuentran atados en sus tobillos.
Esta danza a pesar de tener reminiscencias prehispánicas, también tienen elementos cristianos que fueron adoptados a la llegada de la colonia europea.
Por eso se le considera un acto de sincretismo ya que se encuentra vinculado a la naturaleza y algunas fiestas indígenas y religiosas.
Los “Concheros” danzan en fiestas dedicadas al Sacromonte, la Santa Cruz, Santiago Apostol y a la Virgen de Guadalupe, entre otros actos cristianos.
Instrumentos y vestuario de los Concheros
Además de la mandolina de concha de armadillo y el huehuétl, los concheros han ido rescatando instrumentos que fueron muy importantes en los rituales ancestrales: el teponaztle, una especie de tambor de madera horizontal con una hendidura.
los ayoyotes, unas nueces huecas que provienen del árbol ayoyote y que funcionan como cascabeles, y el famoso ayacachtli, una maraca hecha de calabaza y semillas para imitar el sonido de la serpiente. Llaman es especial mi atención, lo sonidos del caparazón de una tortuga y el llamado de un caracol.
El vestuario es todo un homenaje a los antiguos mexicas, mientras que las mujeres portan un huipil y su corona o copilli de plumas, los hombres llevan un taparrabo o maxtle, un pectoral, una tilma, la faja, un escudo y su penacho elaborado con plumas de distintas aves exóticas.
Todos danzan con sus sonajas y cascabeles al ritmo del tambor.
Parece un acto de aves en revuelo, el atuendo es fascinante y la danza hipnotiza que dan ganas de integrarse. Son decenas de concheros que se confunden con guerreros que lanzan uno que otro grito poseídos por el humo del sahumerio.
Danza de los concheros del Centro Histórico
Pero eso no es todo, los grupos están organizados como en el ejercito, hay generales, capitanes, sargentos, malinches y tropas. Sus rituales o danzas están divididas en fases tomando el principio de la dualidad. Por un lado la noche, el jaguar, la tierra, la mujer; y por otro lado el día, el águila, el agua y el hombre.
Dentro de sus rituales y danzas es importante la formación de círculos y el saludo a los cuatro vientos, ello permitirá la integración a la vida del planeta y el cosmos.
Además es importante colocar un sahumador sagrado en el centro como punto de energía y unidad.
Algunos sonidos son llamados a la madre tierra y se hacen con los pies, al utilizar los brazos se realiza una conexión con el cosmos y al levantarlos desprenden su espíritu hacia los dioses.
Cada movimiento surge con la idea de sanar, armonizar y generar abundancia. Me quedé mas de una hora apreciando sus danzas y su pasión por mostrar y revivir esta tradición.
¿Dónde se puede ver a los Concheros de la CDMX?
Si quieres ver concheros en tu próxima visita a la CDMX, hay varios escenarios que los han hecho suyos; puedes llegar al Zócalo, La Villa, junto a la Catedral Metropolitana, afuera del Museo del Templo Mayor y en la Plaza Tolsá.
Son cientos de concheros danzando en medio de una ciudad llena de contrastes, aguerridos, recordándonos que no todo está perdido. Detente un momento para apreciar nuestras raíces que siguen vivas y retumban al ritmo de un huehuétl.
CDMX
MIDE presenta: Misión Cyborg, la nueva exposición que no te puedes perder
Descubre Misión Cyborg, la nueva exposición del MIDE que combina educación e interactividad para enseñarte sobre finanzas digitales y ciberseguridad.
El Museo Interactivo de Economía (MIDE) ha lanzado una nueva exposición titulada Misión Cyborg, una propuesta que invita a todos a vivir el fascinante universo de las finanzas digitales y la ciberseguridad. Esta muestra va más allá de lo tradicional, ya que mezcla lo educativo con lo interactivo, logrando un equilibrio entre el aprendizaje y la diversión, un formato ideal para quienes buscan conocer más sobre cómo proteger su dinero y datos en el mundo digital.
Cinco espacios participativos para explorar el mundo de la ciberseguridad
La exposición se desarrolla en cinco áreas temáticas, cada una con su propio estilo y objetivo. En cada espacio, los visitantes aprenderán conceptos fundamentales sobre economía digital mientras enfrentan desafíos que los harán reflexionar sobre su comportamiento en línea.
El Nodo: El punto de partida para los héroes digitales en MIDE
Todo comienza en El Nodo, donde se inicia la aventura. Aquí los participantes reciben una introducción básica sobre ciberseguridad y protección de datos. Es el lugar perfecto para familiarizarse con términos y conceptos clave antes de adentrarse en los desafíos más complejos. Además, conocerán a los personajes de la Resistencia, un grupo de cyborgs llamados Gladiadores que estarán a su lado durante la travesía.
El Coliseo: Aprender a identificar estafas digitales
Luego, los visitantes pasan a El Coliseo, una arena que evoca las antiguas batallas, pero con un enfoque moderno. En este espacio, se aprenderá sobre los métodos que los ciberdelincuentes utilizan para engañar a las personas, como el phishing, vishing y smishing. Aquí se les enseñará cómo detectar estafas y qué medidas tomar para evitar caer en estos fraudes. La narrativa y las dinámicas logran que el aprendizaje sea entretenido y memorable.
El Laberinto: Desafía tu agudeza en la protección de datos en el MIDE
Para quienes disfrutan de los retos, El Laberinto pone a prueba la capacidad de cada persona para proteger su identidad en línea. Los visitantes se encuentran frente a decisiones clave sobre seguridad digital, como el manejo de contraseñas y la configuración de privacidad. Cada elección que se hace en este espacio tiene un impacto en el resultado final del recorrido, por lo que es un ejercicio práctico y reflexivo que invita a mejorar nuestras prácticas en el entorno digital.
El Núcleo: Demuestra tus habilidades como guardián de datos
En El Núcleo, los participantes deben demostrar su destreza en la protección de datos mediante juegos interactivos que simulan situaciones reales del día a día. Enfrentarán escenarios que les harán tomar decisiones cruciales para mantener su información segura. Este espacio es uno de los más emocionantes, ya que permite poner a prueba los conocimientos adquiridos y verlos reflejados en situaciones cotidianas.
La Armería: Talleres prácticos sobre seguridad en línea
Finalmente, en La Armería, los visitantes pueden participar en talleres interactivos que abordan temas como la seguridad en redes sociales, la creación de contraseñas seguras y la protección de dispositivos electrónicos. Talleres como “Postear o no postear” o “Mantén seguro tu dispositivo” les ofrecen herramientas prácticas para el uso diario de la tecnología, haciendo que cada decisión en línea sea más consciente y segura.
Una aventura educativa que todos deberían vivir en el MIDE
Misión Cyborg es una excelente oportunidad para explorar y aprender sobre la importancia de la seguridad en el mundo digital, especialmente en un contexto donde nuestros datos y finanzas están cada vez más expuestos. El MIDE ha logrado crear una exposición que no solo educa, sino que también entretiene y desafía a sus visitantes de una manera única.
Si estás de visita en la Ciudad de México o buscas una actividad diferente para hacer con la familia, esta exposición en el MIDE es ideal para pasar un día lleno de aprendizaje y diversión. Las actividades están incluidas en el boleto de acceso al museo y la muestra está disponible de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
No dejes pasar la oportunidad de convertirte en un héroe digital y unirte a la Resistencia MIDE.
#NuncaDejesDeViajar
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
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