¿Qué hacer en Corea del Sur? Verás, Corea del Sur ha estado posicionándose desde hace años como un lugar turístico de primer nivel.
Su capital, Seúl, es una hermosa mezcla de edificios antiguos con un colorido estilo oriental, tradiciones y modernidad.
Sin embargo, más allá de los límites de la gran urbe también existen asombros lugares que no te puedes perder en tu próxima visita.
Everland
¿Te gustan los parques de diversiones? Pues Everland es el más grande de Corea del Sur.
Se encuentra muy cerca de Yongin y entre sus atracciones cuenta con un zoológico, trineos y un jardín botánico.
El parque está dividido en cinco zonas que, seguro te encantarán: la feria mundial, el zoológico, la aventura europea, la tierra mágica y la aventura americana.
Si te gustan las montañas rusas, no te puedes perder la T Express. Un excitante juego que presume ser la sexta más grande del mundo hecha de madera.
Costo de entrada $50 USD
Roca Yongduam
La isla de Jedu es la más grande de Corea, ahi se encuentra nuestra siguiente parada. Así que ve preparando el traje de baño y el espíritu de aventura.
Además de disfrutar de sus playas también puedes visitar Yongduam, una roca resultado de una erupción volcánica hace dos millones de años.
Cuenta la leyenda que un dragón vivía en su palacio bajo la tierra. Un día intentó ascender al cielo, sin embargo, quedó atrapado y petrificado.
Hoy en día solo podrás ver su cuerpo, ya que hace años “La cabeza del dragón” se cayó.
A 200 metros podrás encontrar el estanque del dragón, cuyas aguas son tan cristalinas que se puede ver todo lo que hay en su fondo.
Aldea tradicional de Jeonju
¿Te gustaría conocer cómo lucía Corea del Sur en la antigüedad? En Jeollabuk-Do se encuentra la aldea tradicional de Jeonju, donde se aún existen unas 800 casas antiguas.
Es famoso por conservar intacto el estilo tradicional surcoreano. Visitar sus calles es reencontrarse con el pasado, el folclor y las tradiciones de un país del que poco se sabe.
Lo más genial de esta aldea son los techos, cuyos bordes están ligeramente alzados hacia el cielo.
Las estructuras de la casas están dividida en dos secciones: Anchae, el sitio para mujeres, y Sarangchae, el de hombres.
En la villa de Jeonju se ofrecen recorridos y las actividades culturales donde los visitantes pueden entrar a las casas antiguas y degustar platillos típicos.
Gangneung
Si eres de los que prefieren la ciudad, entonces tu lugar es Gangneung. Una pacífica población de equilibrio perfecto entre tradición, modernidad y playita.
Así que puedes disfrutar del parque del amanecer de Jeongdongjin y pasar un alba romántica al lado de tu pareja; nadar en la playa Naksan y disfrutar de las templadas aguas Surcoreanas.
Si quieres una experiencia 100% coreana debes asistir al festival Danoje el cual es patrimonio cultural de la UNESCO.
El festival empieza con la elaboración del licor Sinju, seguido de rituales chamánicos.
Por supuesto, no pueden faltar los eventos folclóricos como la lucha coreana, la elaboración del pastel de arroz y lavar el cabello con aguas de cálamo aromático.
El festival Danoje se realiza del 27 de mayo al 3 de junio.
Como verás, Corea de Sur es mucho más que “kpop”; apuntalo en tu lista de lugares por visitar y #NuncaDejesDeViajar
Asia
La isla Hashima, el lugar fantasma que se encuentra en ruinas
Una isla repleta de secretos y misterios por descubrir…
En medio del vasto océano Pacífico, una isla, una vez llena de color y vida, ahora se alza como un monumento silencioso a su pasado industrial y a las historias que yacen entre sus ruinas. Una isla que conforma parte del territorio de la nación del Sol Naciente destaca por su misterio y aura intrigante: la isla Hashima.
Conocida como la “Isla de los Fantasmas”, Hashima fue una vez una floreciente comunidad minera de carbón. Ahora, sus edificios en ruinas y su ambiente en cruda soledad despiertan la curiosidad de los visitantes, ofreciendo una visión única de un pasado olvidado.
¿Por qué abandonaron la Isla Hashima?
Hoy en día, la Isla Hashima se alza como un testimonio fascinante de la historia de Japón, con sus edificios en ruinas y su paisaje urbano fantasmal que invita a los visitantes a explorar sus misterios ocultos.
En la década de los años sesenta, la población de la isla alcanzó más de 5 mil 200 residentes, todos dedicados a labores relacionadas con la minería de carbón.
Sin embargo, las reservas naturales se agotaron rápidamente. Apenas 14 años después, la explotación de los recursos perdió su sentido, ya que el carbón se agotó por completo. Con la falta de empleo y en busca de mejores oportunidades, los habitantes de Hashima abandonaron la isla poco tiempo después.
Durante más de tres décadas, el lugar quedó desierto. Sin presencia de fauna ni flora específica, los edificios comenzaron a deteriorarse. Los colores originales de las paredes se desvanecieron, los techos se agrietaron y los vidrios de las ventanas se rompieron. Finalmente, un profundo silencio se apoderó de la isla Hashima.
“Isla del Acorazado”
Desde una perspectiva etimológica, el nombre de la isla se traduce del japonés como “Isla del Acorazado”. Este apelativo surge de su papel durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en el sitio de trabajo forzado para prisioneros coreanos y chinos.
Bajo la supervisión de autoridades japonesas en las instalaciones de Mitsubishi, empresa con intereses en la isla, se sometieron a estos civiles a condiciones laborales precarias por sus minas de carbón.
Las largas jornadas de trabajo, el agotamiento y los peligros asociados a la minería cobraron un alto precio, resultando en la muerte de muchos de ellos.
Hashima sufrió un golpe devastador adicional debido a los tifones comunes en la región asiática. Hacia mediados de la década de 1970, la población civil tuvo que ser evacuada de emergencia.
Los mineros y sus familias que habían construido sus vidas en ese lugar pronto se dieron cuenta de que las condiciones climáticas no eran las apropiadas para vivir a largo plazo. Las olas podían ser tan intensas que los dejaban incomunicados con las otras islas de la Prefectura de Nagasaki.
Isla Hashima y turismo oscuro
Con la llegada del nuevo milenio, Hashima volvió a ser objeto de atención en Japón, esta vez como destino para el turismo oscuro. En 2002, dejó de ser propiedad de Mitsubishi y comenzó a abrir lentamente sus puertas al público.
Inicialmente, solo periodistas tenían acceso, ansiosos por cubrir la historia de esta isla fantasma en
Nagasaki. Sin embargo, pronto se permitió la entrada a un creciente número de personas interesadas en descubrir los vestigios de la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, en 2009, Hashima se abrió oficialmente al turismo internacional. El notable interés de los visitantes por esta ciudad fantasma llevó a las autoridades locales a lanzar un proyecto de protección para preservar este patrimonio abandonado.
Incluso cadenas internacionales de noticias, como CNN, la catalogaron como uno de los diez lugares más escalofriantes del mundo.
Hoy en día, las ruinas de los parques y espacios públicos de Hashima atraen a turistas cada verano, ofreciendo la oportunidad de explorar hospitales olvidados y casas vacías, todas testigos silenciosos de un pasado tumultuoso.
Aunque las minas de carbón ya no están en funcionamiento, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015, reconociendo su importancia histórica y su papel en la
industrialización de Japón.
Aunque ya no es posible recorrer toda la isla, siempre se podrán hacer excursiones por las partes más estables de la isla. Ir por cuenta propia no es una opción, y aunque estés acompañado o no, la intensa vibra que emanan estas paredes abandonadas erizará tu piel, ¿te animas a visitarla?#Nuncadejesdeviajar!
Asia
Ninja Tokyo Bar, donde los guerreros de las sombras te esperan
Un rincón secreto en el corazón de Tokio donde los guerreros de las sombras te esperan con los brazos abiertos…
¿Alguna vez has soñado con deslizarte sigilosamente por pasadizos oscuros, enfrentarte a desafíos ninja y disfrutar de una experiencia gastronómica única? Bienvenido al Ninja Tokyo Bar, un rincón secreto en el corazón de Tokio donde los guerreros de las sombras te esperan con los brazos abiertos.
En una ciudad donde el futuro se encuentra con la tradición, Tokio sorprende una vez más al ofrecer una experiencia culinaria que trasciende lo ordinario, transportando a los comensales a una era pasada donde el misterio, el arte y la gastronomía se entrelazan de la mano de los legendarios ninjas.
¿Es real o solo una ilusión?
Al llegar al Ninja Tokyo Bar, te encuentras frente a una discreta puerta de madera. No hay letreros llamativos ni luces de neón. Solo una pequeña placa con el símbolo del clan ninja. Al cruzar el umbral, la penumbra te envuelve.
El suelo cruje bajo tus pies mientras avanzas por un pasillo estrecho. ¿Es real o solo una ilusión? Los ninjas te observan desde las sombras, evaluando tu valía.
El interior es un laberinto de misterio. Las paredes están cubiertas de pergaminos antiguos y armas afiladas. Las lámparas de papel proyectan sombras danzantes sobre las mesas. Los camareros, vestidos con atuendos negros y máscaras, se deslizan como fantasmas. ¿Es este un bar o una guarida secreta?
Luego, en una esquina, un ninja ejecuta movimientos precisos con su katana. En otra, un grupo de
clientes intenta descifrar un enigma para abrir una puerta oculta. ¿Qué se esconde detrás? Solo los más astutos lo descubrirán.
Oferta gastronómica del Ninja Tokyo Bar
La oferta gastronómica del Ninja Tokyo Bar es tan intrigante como su ambiente. Fusionando la cocina tradicional japonesa con técnicas modernas y presentaciones espectaculares, cada plato es una obra de arte.
Desde sushi servido en espadas miniatura hasta platos que simulan ser pociones mágicas, la comida aquí no solo satisface el paladar, sino que también deleita la vista y juega con la imaginación.
El menú del Ninja Tokyo Bar es un pergamino desplegable lleno de sorpresas. Aquí no encontrarás hamburguesas ni papas fritas. En cambio, puedes elegir entre:
Banseshukai Course (¥19,800, impuestos incluidos): Un festín de 8 platillos con carne de Wagyu Sawai. El Sake de los Valientes es la bebida recomendada para acompañar este curso. Imagina el sabor de la valentía en cada bocado.
Wagyu Jyubei Course (¥16,500, impuestos incluidos): 5 platillos con carne de Wagyu Sawai de 180 g. El Nigiri Ninja es una delicia que combina la tradición japonesa con la audacia de los guerreros.
Hanzo Course (¥13,200, impuestos incluidos): Otros 8 platillos, esta vez con carne de Wagyu Sawai. El Shuriken Roll, con su mezcla de sabores y texturas, es una obra maestra ninja.
Menú Vegetariano (¥13,200, impuestos incluidos): 6 platillos para aquellos que prefieren las sombras verdes. El Tofu Ninja y el Tempura de Algas son opciones destacadas. Y, por supuesto, no pueden faltar los cócteles ninja: Sake Oscuro, Shuriken Sour y Kunoichi Kiss. Cada sorbo es una aventura en sí mismo.
Un lugar solo para guerreros
La historia del Ninja Tokyo Bar se entrelaza con leyendas de clanes ninja olvidados. Se dice que el fundador, un ninja solitario, buscaba un lugar donde los guerreros pudieran descansar y compartir sus secretos. ¿Qué misterios oculta este bar? ¿Qué pactos se sellaron aquí?
El lugar fue fundado por un antiguo ninja renegado. Se dice que su espíritu sigue vagando por los pasillos, protegiendo el secreto del bar. Los clientes cuentan historias de puertas que se abren solas, sombras que susurran y desafíos que solo los verdaderos ninjas pueden superar.
Para aquellos en busca de una cena que sea tanto una aventura como una degustación, el Ninja Tokyo Bar promete una velada inolvidable. Más que una comida, es una exploración de la cultura japonesa a través de la lente mística de los ninjas, ofreciendo tanto espectáculo como sustancia.
Ya sea que te consideres un aficionado de la historia ninja, un entusiasta de la gastronomía, o simplemente en busca de una experiencia que rompa con la monotonía, el Ninja Tokyo Bar te espera para develar sus secretos. Prepárate para una noche donde la historia, el misterio y el sabor se unen en una danza inolvidable, solo en Tokio. #Nuncadejesdecomer!
Asia
Amán: La Ciudad de las Colinas y los Contrastes
Descubre una ciudad llena de historia, cultura, compras y gastronomía. ¡Desde la Ciudadela hasta los vibrantes mercados!
Amán, la capital de Jordania, te invita a una experiencia llena de historia, cultura, compras y deleites culinarios. Fundada originalmente sobre siete colinas, la “Ciudad de las Colinas y los Contrastes“, se extiende sobre 19 colinas, cada una con un encanto y carácter distintivos.
En el oeste de la ciudad, encontrarás una atmósfera moderna y cosmopolita, con rascacielos, centros comerciales y restaurantes de alta cocina. En el este, la tradición se impone con calles estrechas, mercados bulliciosos y mezquitas centenarias. Esta mezcla única de modernidad y tradición es lo que hace que Amán sea una ciudad tan fascinante para explorar.
La historia de Amán a tus pies
La Ciudadela de Amán es un museo al aire libre que te invita a recorrer la historia de la capital jordana a través de sus vestigios arqueológicos. Desde la Edad del Bronce hasta nuestros días, este complejo te permite admirar construcciones de diferentes épocas y culturas.
Entre las ruinas más destacadas se encuentran el Templo de Hércules, un imponente edificio romano; el Palacio Omeya, que evidencia el esplendor de la dinastía musulmana; una iglesia bizantina con sus característicos mosaicos; y un pozo romano que data de la época imperial.
La experiencia no termina en la historia: desde la cima de la colina donde se ubica la Ciudadela, se puede disfrutar de una vista panorámica sin igual de la ciudad de Amán. Esta vista te permite contemplar el contraste entre lo antiguo y lo moderno, lo religioso y lo secular, lo oriental y lo occidental, en una mezcla fascinante que refleja la riqueza y la diversidad de esta ciudad milenaria.
¿Qué historias te contarán las piezas del Museo Arqueológico?
El Museo Arqueológico de Jordania es un lugar que te muestra la historia y la diversidad de Jordania desde la prehistoria hasta el siglo XV. En él podrás ver objetos que pertenecieron a las diferentes culturas que pasaron por esta región, como la romana, la bizantina y la islámica.
Entre los objetos más interesantes que puedes ver en el museo se encuentran las estatuas de Ain Ghazal, las más antiguas figuras humanas de larga escala que se conocen; los cráneos del neolítico con cobertura de yeso, que recrean los rostros de los antepasados; la diosa nabatea con forma de pez, que representa la divinidad principal de los constructores de Petra; y la Tique de Amán, la protectora de la antigua Filadelfia.
Los colores y sabores de Amán
Explora los mercados vibrantes de Amán, donde el regateo forma parte de la experiencia. Déjate llevar por los aromas y sabores de la cocina jordana en restaurantes como Tawaheen Al-Hawa y Restaurante Hashem. Descubre la rica artesanía local en tiendas como Tienda Iksa y la Sala de Exposición de Diseños del Río Jordán.
Recomendaciones gastronómicas y artesanales:
Beit Sitti: Hacer una escuela de cocina en la casa de tu abuela ¿lo imaginas? Pues María, Dina y Tania sí, en esta escuela aprende a preparar platos tradicionales jordanos y árabes en esta escuela de cocina dirigida por mujeres apasionadas.
Tawaheen Al-Hawa: Saborea la auténtica cocina jordana en este restaurante con un ambiente animado e inspirado en el desierto; así como platos como el Mansaf y el mezze.
Es perfecto para todo tipo de paladares ya que cuentan con una gran variedad de platos y de entradas, típicos del mundo árabe, una bandeja con diferentes tipos de carnes, asados de verdura, frutas e incluso repostería.
Restaurante Hashem: Disfruta de los falafels más famosos de la ciudad, acompañados de hummus, mutabal y ful medames en un ambiente tradicional.
Tienda Iska: Una boutique de muebles en donde podrás encontrar desde cualquier mueble hecho a mano, hasta souvenirs como tazas, posa vasos o incluso fundas de cojines.
Sala de exposición de diseños del río Jordán: Esta sala frece una ventana a la rica artesanía jordana. Esta encantadora tienda de regalos artesanal es un lugar imperdible para los amantes de los productos únicos y con significado cultural. Algo que hay que mencionar de esta tienda es que apoya a la comunidad local como parte de la Jordan River Foundation.
Vida Nocturna y Experiencias Distintivas
Explora la vibrante escena nocturna de Amán, donde la música, la gastronomía y la cultura se fusionan para crear momentos memorables.
Maestro: Disfruta de música en vivo, desde jazz hasta DJs internacionales, en este local que combina bar, terraza y restaurante. No te pierdas la aclamada “Noche de Vino y Saxo” con el saxofonista cubano Alex Pérez.
Rainbow Street: Recorre la calle más colorida y animada de Amán, repleta de bares, restaurantes y cafés con música en vivo. Déjate envolver por su contagiosa energía y ambiente multicultural.
Salón Ghoroub Sunset: Contempla la espectacular puesta de sol mientras disfrutas de una shisha o una cerveza local en el bar más extenso de la ciudad, ubicado en el piso 13 del Landmark Amman.
No te pierdas Amán: Un destino único en Jordania
Amán es una ciudad que combina lo antiguo y lo moderno, con una gran oferta de servicios, alojamiento y guías turísticos. Para visitarla, se puede elegir entre varias opciones de vuelos con escala desde México, y moverse por la ciudad en taxi o a pie. La mejor época para viajar es la primavera o el otoño.
Amán es un destino que no te puedes perder si quieres conocer la historia, la cultura y la energía de Jordania. Descubre sus monumentos, sus paisajes y su gastronomía con la ayuda de visitarjordan.com y aeromexico.com ¡Te sorprenderá!
#NuncaDejesDeViajar
-
Baja California Sur
¡Aventura Extrema en el Corazón de la Naturaleza! Conoce el Rancho Ecológico Sol de Mayo
-
Fin de Semana
TAMPICO: ¡El puerto que AMA a Porfirio Díaz y a los OVNIS!
-
CDMX
Restaurante Arroyo: homenaje a la tradición y cocina mexicana por más de 80 años
-
San Luis Potosí
Las Pozas de Xilitla y su paisaje surrealista
-
Europa
La Pelosa: La playa más instagrameable de Cerdeña
-
Hoteles
Conoce la hacienda donde se hospedaron MARÍA FÉLIX y PORFIRIO DÍAZ
-
Campeche
Sumérgete en los refrescantes manantiales Pedro Baranda, Campeche
-
Europa
Le Train Bleu: un viaje gastronómico por la Belle Époque