México
Que hacer en Bacalar
Descubre qué más tiene Bacalar, a parte de su imponente Laguna de los Siete Colores
Pueblo Mágico y lugar hermoso lleno de vegetación y reconocido por su hermosa Laguna de los Siete Colores y más que hacer en Bacalar.
Está situado al sur del estado de Quintana Roo y es uno de los 121 pueblos mágicos de la República Mexicana; un paraíso fundado por la cultura maya en donde “Sian Ka’an Bakhalal” significa “cerca o rodeado de carrizos”.
A continuación, te platicamos sobre algunas actividades que puedes realizar en este bello destino azul.
Que hacer en Bacalar: 1.- Ve a la Laguna de los Siete Colores
Aquí encontrarás varias personas que te pueden llevar de tour por la hermosa Laguna, están justo en la orilla de algunos restaurantes y hoteles.
Los recorridos normalmente incluyen la visita al “Cenote Negro”, un lugar en donde se hacían sacrificios mayas y el más profundo de la Laguna.
Cenote de Cocalitos
También verás el “Cenote de Cocalitos”, uno de los pocos lugares del mundo que cuenta con estromatolitos, los cuales son ¡piedras prehistóricas gigantes vivientes!
En el Canal de los Piratas, se encuentra arena azufrada y te puedes quedar un buen rato a exfoliar tu piel, también durante el recorrido te muestran una reserva natural llamada “Isa de los Pájaros”.
2.- Visita el Fuerte de San Felipe Bacalar y el Museo de la Piratería
Son construcciones con más de 250 años de Historia que nos hablan de la importancia que tuvo la región, en algún momento de la historia fue el principal nexo de transferencia mercantil de sal y cacao.
Esto entre Yucatán y Honduras; es un lugar que te enseña todo lo que necesitas saber sobre invasiones piratas, también de cómo surgió la colonización hispana con fotografías.
También, objetos como almacenes de pólvora, víveres, además de documentos que dan testimonio de los hechos, aquí encontrarás la historia de los verdaderos piratas del Caribe.
3.- Dirígete a la Plaza Principal
Localizada en la Parte alta, a unos 15 minutos de la Laguna de los Siete Colores, la Plaza Principal del Pueblo Mágico es el lugar perfecto para comprar recuerditos de tu viaje.
Encuentras bastante artesanía local, como pulseritas, ropa con corteza de árboles de la región, “huipiles” (vestimenta típica de la región sur) o bonitos llaveros, en esta plaza se instala la feria de Bacalar.
4.- Date una vuelta por la Casa de la Cultura
Se trata de un inmueble restaurado en 1990 que hoy es un espacio destinado para la impartición de talleres de arte.
Además, de conciertos musicales, danza, exhibición de obras visuales y creaciones literarias, es un lugar interesante y bastante acogedor, además de que ¡la entrada es libre!
5.- Recréate en el Cenote Azul
A la orilla de la carretera principal de Bacalar, encontrarás este paradisiaco lugar; este cenote es bastante hermoso ya que se encuentra al aire libre.
De hecho, rodeado de la privilegiada vegetación, su profundidad es de 90 metros y tiene aproximadamente 200 metros de diámetro.
Lugar para tener un momento agradable
Es un lugar que los mayas consideraban como creación sagrada, por su espectacular vista y su agua, la cual, la nobleza indígena utilizaba para bañarse.
Aquí puedes visitar cavernas con guías especializados, el costo de entrada es accesible y cuentan con un restaurante para que también puedas disfrutar de una deliciosa comida.
6.- Echa un vistazo a la Parroquia de San Joaquín
A Media cuadra de la Plaza Principal, encontrarás la Parroquia de San Joaquín, una arquitectura colonial del Siglo XVII con techo abovedado.
No está de más que te des una vuelta para visitarla y tomarte unas buenas fotos, ¡Es increíble!
7.-El carnaval y más que hacer en Bacalar
Como tal no se encuentra todo el año, pero si viajas a principios del mes de febrero podrás presenciarlo.
De hecho, este carnaval es un atractivo emblemático de la región con música en vivo, carros alegóricos, puestos de comida y demás presentaciones que son exclusivas de la región.
Finalmente no te pierdas la oportunidad de visitar Bacalar, y recuerda #Nuncadejesdeviajar
Asia
La BARBACOA mexicana triunfa en el LEJANO JAPÓN
La barbacoa oaxaqueña viaja hasta Japón, logrando ganar batalla en los paladares de las altas islas de volcanes de Hokkaidō.
En una visita a Oaxaca, México, el chef Marco Gurushia, quedó encantado con uno de los sabores más emblemáticos del país… la barbacoa. Las manos creadoras de este delicioso plato fueron Mimi con su restaurante al aire libre Maíz Cocina Tradicional.
El inicio de una AVENTURA
Meses después, Yu, uno de los amigos de Marco, lo contacto porque quería preparar barbacoa en Hokkaidō, y Marco, que aún tenía el sabor de la barbacoa oaxaqueña, se le ocurrió contactar de nuevo con Mimi… y fue así como inició esta reciente y asombrosa aventura.
Mimi viajó a Japón acompañada de su familia, algunos chiles, especias, una parrilla y dos comales de 42 centímetros, de los cuales solo uno sobrevivió al vuelo.
BARBACOA… solo a la MEXICANA
La preparación de esta deliciosa barbacoa duró dos días: el primero se dedicó a construir el horno desde cero: excavar el agujero, poner los ladrillos y cemento, y dejar secar mientras se realizaba una clásica verbena mexicana, con música, mezcal y cervezas.
El segundo día fue de cocinada, no sin antes echar la bendición con mezcal al horno, para que todo saliera bien. Conseguir los ingredientes faltantes en Japón fue todo un reto. La carne fue conseguida de un borrego de una granja local, y las pencas de maguey fueron mandadas desde otra ciudad.
Unas horas después de calentar el horno, y en presencia de todos, se pudo meter la barbacoa, para que tiempo después, chefs, artistas y amigos se citaran en Hokkaidō para probar la deliciosa creación que resultó un rotundo éxito.
Sin duda, esta pequeña crónica compartida por Mimi y Marco no solo representa un profundo amor por la gastronomía mexicana; si no también enaltece la curiosidad y cercanía que une y crea México más allá de sus fronteras.
Y como bien se dice por ahí… el único problema de la barbacoa es que se acaba demasiado rápido.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
#NuncaDejesDeViajar
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