En la Alcaldía Álvaro Obregón, sobre la Avenida Revolución, se encuentra el Instituto Cultural Helénico; una escuela privada dedicada a la enseñanza de la cultura, el arte y la historia. Aquí, puedes inscribirte para estudiar una licenciatura, maestría, diplomado, taller e incluso pequeños cursos… Sin embargo, esta escuela esconde a su lateral una enorme capilla gótica, que ha causado gran revuelo entre viajeros de todo el mundo.

De entrada, es raro ver ese tipo de arquitectura justo en medio de la ciudad… pero tenemos que saber que no llegó sola, y para entender mejor esto, antes tenemos que presentarte a William Randolph Hearst.

WILLIAM RANDOLPH… el HOMBRE que compró la CAPILLA

William Randolph Hearst fue un magnate estadounidense del periodismo, famoso por poseer un total de 28 periódicos de circulación nacional; entre ellos encontramos Los Angeles Examiner, The Washington Times y The San Francisco Examiner, su periódico principal. William fue de las primeras personas en incursionar en la radio, y fue pionero en la televisión; además tenía gran afición por las obras cinematográficas y se le atribuye la difusión de las tiras cómicas… todo un personaje, ¿no te parece?

Siendo un hombre poderoso, William tenía la capacidad de comprar casi cualquier cosa que quisiera. El dinero nunca fue problema.  Fue así como en 1925 y 1926, compró la capilla y el claustro de un convento en Ávila, España. Desmontó piedra por piedra y las empacó en cajas enumeradas, para trasladarlas en barco hasta Nueva York. Aunque pueda parecer excéntrico, William ya había hecho lo mismo con el Monasterio de Sacramenia. Se dice que compraba tantas cosas, que muchas veces no sabía lo que venía en sus cargamentos.

En ese entonces, España sufría de un brote de fiebre aftosa, por lo que las autoridades sanitarias decidieron poner el envío de la capilla gótica en cuarentena durante 30 meses.

Para ese entonces, la Crisis Económica y la Gran Depresión de Estados Unidos llevaron a William a enfrentar graves problemas financieros, haciendo que las más de 2,000 cajas que contenían a la capilla fueran abandonadas en un almacén; tristemente, William murió sin ver abierta ni una sola caja.

El DESCUBRIMIENTO de un TESORO

Más de dos décadas después, los herederos de William pusieron a la venta, en 1951, las cajas que contenían la capilla y el claustro. El comprador fue nada más ni nada menos que Nicolás González Jauregui, un exitoso abogado y ganadero de Querétaro.

El motivo de su compra era sencillo… quería poner la capilla en su jardín, y así lo hizo. Con la ayuda del arquitecto Luis Ortiz Macedo, en 1954, finalmente la “Capilla Gótica” quedó ensamblada a la residencia de Jáuregui. Y, solo para darle algo de estilo mexicano, le colocó una puerta barroca del siglo XVII que mandó a traer de Guanajuato. Su gusto duró hasta 1973, cuando la Jauregui comenzó a pasar tiempos difíciles y tuvo que dejar el inmueble, y no fue hasta 1979 que el gobierno donó el edificio al Instituto Cultural Helénico.

La CAPILLA GÓTICA: un lugar donde NO CORRE el tiempo

Hoy en día, la Capilla Gótica y el Claustro pertenecen, como dijimos, al Instituto Cultural Helénico; sin embargo, aún conservan su esencia medieval y siguen intactas desde que fueron levantadas nuevamente por Jauregui.

Sus paredes son vestigio vivo de un amplio patrimonio artístico y arquitectónico en toda la Ciudad de México. Y es que, cabe recalcar que la Capilla Gótica y el Claustro Románico se componen de 4 partes de diferentes siglos:

• El Claustro del siglo XII
• La Capilla Gótica del siglo XIV
• Un Artesonado (techo decorado) del siglo XVI
• La Puerta Barroca de Jauregui, del siglo XVII

De hecho, entre sus paredes hay esculturas y pinturas que se les atribuyen a artistas como Tintoretto, Tiziano y Murillo. ¿Podrías identificar cuál es de cada quién?

Su riqueza es tan importante, que es importante mencionar que solo existen en todo el continente americano, 2 construcciones de origen español medieval: el Monasterio de Sacramenia en Florida, Estados Unidos, y esta Capilla Gótica, del Instituto Cultural Helénico. Ambas compradas por William Randolph Hearst.

El HOGAR de las ARTES

Por ahora, la Capilla Gótica de la CDMX es utilizada como un espacio para artes escénicas y difusión cultural. Aquí podrás ver obras teatrales, conciertos de ópera y música clásica, además de algunas conferencias.

Y es que sus espacios han visto pasar una infinidad de eventos, desde el concierto de las 4 Estaciones de Vivaldi, con la participación del famoso cineasta Juan Arturo Brennan, hasta la peculiar e icónica boda de los actores Naomi Watts y Billy Crudup.

La cartelera de la capilla cambia constantemente, dependiendo de la temporada de espectáculos; no hace falta decir que, por su ambiente oscuro y tenebroso, lo que más abundan son las obras de terror y misterio. Por cierto, puedes comprar los boletos desde su página de internet o en su taquilla presencial. Los costos por evento suelen ir de los $400 a los $500 pesos mexicanos (entre $20 y $25 dólares estadounidenses). Además tiene una cafetería y una librería.

Si te gustaría visitar la capilla, tienes que saber que los horarios son de lunes a viernes, de 09:00 a.m. a las 07:00 p.m., pero a veces tienen espectáculos nocturnos. Si te gustaría descubrir parte importante y rarezas arquitectónicas de la Ciudad de México, la Capilla Gótica y el Claustro Románico serán espacios ideales para ti. ❖

#NuncaDejesDeViajar

En el corazón de la colonia Roma, en la alcaldía Cuauhtémoc, CDMX, nos encontramos con un inmueble muy peculiar, que usualmente es ignorado por la dinámica Avenida Álvaro Obregón. En los 70´s, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo declaró como un monumento histórico y artístico; ¿la razón? Aquí fue donde vivió sus últimos tres años de vida el poeta Ramón López Velarde.

¿Quién fue RAMÓN LÓPEZ VELARDE?

Nacido en Zacatecas en 1888, Ramón fue un poeta perteneciente a las épocas de la Revolución Mexicana. En 1911, abandonó su ciudad natal para ir a la Ciudad de México; apoyaba las reformas políticas de Francisco I. Madero, a quien conocía personalmente, y esperaba que este le diera un cargo alto cuando llegara a la presidencia de México… cosa que nunca ocurrió.

En 1912 fue invitado a formar parte del diario católico de la Ciudad de México “La Nación”. Aquí, Velarde escribió poemas, reseñas y artículos políticos sobre la situación de México en esa época, en donde cuestionaba las acciones de Emiliano Zapata. Pero no fue hasta 1915 que comenzaría a escribir poemas más personales sobre su vida y su primer amor.

Tal vez aún te parezca algo desconocido… pero tal vez te suenen algunas sus obras, como Zozobra (1916), La niña del retrato (1935) y Suave patria (1921). Su fama llegó a tal punto que fue apodado “El Poeta Nacional de México”.

La FUNDACIÓN CASA DEL POETA

La casa de López Velarde, que data de las épocas del porfiriato, fue concebida como la Fundación Casa del Poeta, para rendirle homenaje al personaje y difundir el arte literario. Dentro de ella se encuentran dos bibliotecas dedicadas a Efraín Huerta (periodista y poeta) y Salvador Novo (poeta y ensayista), quienes con sus plumas honraron a México.

También hay un espacio designado a galería, donde se presentan distintas exposiciones artísticas; sin embargo, su mayor atractivo está en una sala de seminarios, donde constantemente se dan presentaciones editoriales, clases de poesía, talleres de literatura y conferencias.

Y claro, aquí mismo se encuentra el Museo de Ramón López Velarde, donde se recrea un pequeño espacio que muestra la forma en como vivía Ramón. A pesar de que hay muy pocos datos para saber realmente cómo vivió el poeta, los museógrafos muestran su recámara, con su mobiliario y decoraciones originales, en donde se cree que se desenvolvía para crear poesía. Lo que sí se sabe es que el poeta vivió ahí sus últimos tres años de vida, antes de que la sífilis acabara con él.

También, dentro de la misma casa, podrás encontrar el Café Bar Las Hormiguitas, donde se sirven bebidas sencillas desde hermosa barra de época. Aquí también se realizan noches de música en vivo y algunas presentaciones literarias.

Además, hay una increíble sección oculta donde se muestra, de forma tangible, lo que evoca la poesía. Techos de espejos, esculturas surrealistas y más, serán el escenario perfecto para tus mejores fotos.

Horarios y costos de la CASA DEL POETA

Este pequeño y oculto espacio en la CDMX se mantiene abierto de martes a viernes con un horario de 10:00 a.m. a 03:00 p.m. La entrada general tiene un costo de $5 pesos mexicanos, $4 pesos para escuelas privadas y $2 para escuelas públicas. La Casa del Poeta también realiza visitas guiadas, pero para ello tendrás que ponerte en contacto directamente con la fundación al correo casadelpoeta@prodigy.net.mx.

Te invitamos a redescubrir esta hermosa casa, pues aunque desconocida, es parte esencial para entender la cultura literaria del país y además es de los pocos lugares que aún tienen en su memoria a López Velarde… el Poeta Nacional de México. ❖

#NuncaDejesDeViajar

Ubicado dentro del Hotel Sofitel, a unos pasos del Ángel de la Independencia, se encuentra Balta, un restaurante que logra combinar, de manera única y glamurosa, dos cocinas totalmente diferentes: la mexicana y la mediterránea. Estas cocinas por sí solas son maravillosas, pero juntas logran una experiencia tan singular que detonará todos tus sentidos.

CONOCIENDO un POCO a BALTA

Ubicado en el piso 12 del famoso hotel Sofitel de Reforma, Balta es un espacio único, que destaca por su decoración que evoca el estilo del muralismo mexicano, pero con un toque más actual y urbano. Y es que, según Grupo Eco, encargados de su decoración, se buscaba que Balta reflejara e interpretara las tradiciones mexicanas.

Los tonos azules y dorados le dan al lugar una sensación acogedora, además de que el personal te hará sentir más que bienvenido; de hecho, si en algún momento dudas de qué pedir, puedes preguntarle a tu mesero por la información de los platillos y recomendaciones. Además, si lo visitas por la tarde, podrás disfrutar de uno de los atardeceres más increíbles de la ciudad. Y por si te lo preguntabas, su cocina es abierta, permitiéndote ver como preparan tus alimentos.

El MENÚ

El menú de Balta es bastante variado y, como te dijimos, busca combinar la cocina mexicana con la mediterránea. Empecemos con su barra cruda, donde encontrarás platillos como el aguachile amarillo de callo de almeja. Este es preparado con leche de tigre de chile manzano, tomate amarillo y aguacate, y definitivamente te abrirá el apetito. Su sabor es bastante fresco y ligeramente picante.

Pero si deseas una opción vegana, puedes ordenar un delicioso ceviche de flores, el cual se prepara con flor de jamaica, begonias, brócoli y vino tinto.

Algunas ENTRADAS

Ahora, es importante conocer algunas entradas, ya que no puedes salir de Balta sin haber probado dos de las favoritas… Todos sabemos que el guacamole es un clásico, sin embargo, aquí no solo es servido con tostadas elaboradas dentro de la misma cocina, sino que también el pan pita se hace presente en la mesa. Al combinar estos dos platillos se crea un sabor único.

Y para los que quieran probar algo diferente, los betabeles a la parrilla con burrata son la combinación perfecta de dulzor y suavidad con la cremosidad que ofrece el queso.

Los PLATILLOS calientes

En la sección de calientes, podrás encontrar más delicias, entre las cuales no podrás perderte el pollo orgánico frito con aderezo de ajo. Pero si eres más fanático del queso, seguro que vas a querer probar las croquetas de queso ricotta, cabra y quesillo, con un toque de salsa romesco.

Y si lo que quieres es no experimentar mucho y quedarte dentro de un lugar seguro, los clásicos de Balta no pueden faltar. Aquí encontrarás una sección de tacos, que van desde los clásicos, como el pastor negro con pico de gallo y piña a leña, o algo más costero, como los tacos de camarón estilo Baja.

Dentro de estos clásicos se encuentra uno de esos platillos sencillos que nunca decepciona; hablamos de la hamburguesa triple cheese, que con tocino dorado, pan brioche con mantequilla, cebolla enchipotlada y carne sazonada con sal Colima y quesos derretidos, será tu mejor aliada contra el antojo.

¿A quién no le gustan LOS POSTRES?

Balta cuenta con diferentes opciones dulces; sin embargo, aquí vamos a recomendarte dos que sin duda alguna no te decepcionarán. En primer lugar tenemos al clásico tiramisú, con esa combinación perfecta de café y queso mascarpone. Pero si lo que buscas es algo mucho más dulce, el Festín Chocolat es, como lo dice su nombre, un festín y celebración al chocolate.

Con un ganache, granizado, brownie y sorbete de chocolate, tal vez pienses que es solo una bomba de azúcar… pero la realidad es que es un postre que no empalaga, y que te hará preguntarte cómo hicieron para lograr ese balance de dulzor perfecto.

Las BEBIDAS

Las bebidas no se quedan atrás, pues en Balta podrás encontrarte con una carta de opciones diferentes, que va desde vinos, cervezas y cócteles hasta mocktails (cócteles sin alcohol). Como recomendación, te decimos que la Rosa negra es bastante popular, que con ginebra, jugo de toronja, zarzamora y plátano, dan una frescura y sabor inigualable.

¿RESERVAR o no RESERVAR en BALTA?

Balta se encuentra abierto de lunes a domingo en un horario de 6:30 a.m. a 11:00 p.m. y el ticket promedio es de aproximadamente $700 pesos mexicanos por persona ($35 dólares americanos). Si deseas acudir a desayunar en fin de semana con tu familia, sí es recomendable reservar con antelación; sin embargo, por las tardes suele haber un ambiente mucho más fluido en donde no necesariamente se debe reservar.

Como puedes ver, la comida en Balta nunca deja de combinar la frescura de los alrededores del mar mediterráneo con las bellezas asadas de México. Sus combinaciones son tan interesantes como deliciosas, por lo que seguramente ya tenga un lugar en tu lista de experiencias culinarias en la Ciudad de México. ❖

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