Comida Mexicana
Conoce la cocina donde se inventó el mole
Esta cocina fue testigo de la creación de uno de los platillos mas representativos de México; el mole se preparo para impresionar a uno de los Virreyes que visitaban la ciudad.
¡Nada nos hace chuparnos los dedos como un buen mole poblano! Un platillo ideal para festejar bodas, bautizos, cumpleaños y hasta uno que otro negocio. ¿A poco no se te antoja una pechuga de pollo acompañada con arroz y bañada en esa humeante y picosita salsa?
Si ya te abrimos el apetito, espera un poco a que te platiquemos a dónde fue creado este típico platillo mexicano, te aseguramos que terminando saldrás corriendo a ordenar unas ricas enmoladas.
La historia del mole
Data del siglo XVII cuando un obispo encargó a Sor Andrea de la Asunción que preparara un guiso para sorprender al Virrey que pasaba por la ciudad.
Su propuesta fue una salsa con cuatro tipos de chiles y otros ingredientes que aminoraran su picor. El resultado fue tan delicioso que se hizo famoso entre otros conventos de la época.
Hay quien dice que la monja se inspiró después del sermón de la misa dominical cuando escuchó una voz que le susurró muy quedito al oído las palabras: “Mexicano y Español”.
De esa manera decidió mezclar ingredientes típicos de la región como el chile mulato, el chile pasilla, el chile ancho y el chile chipotle. Mientras que del lado español incluyó las almendras, el ajonjolí y el cacahuate. Claro, sin olvidar el esencial chocolate mexicano.
Todo esto sucedió en El Convento de Santa Rosa donde vivían las religiosas de la orden Dominica.
Ex-Convento de Santa Rosa
¿No es fabuloso saber a ciencia cierta el lugar donde fue creado uno de los manjares más representativos de la cocina mexicana? La buena noticia es que esa cocina aún la puedes visitar y se encuentra en el centro de la ciudad de Puebla.
El ex convento de Santa Rosa se localiza en una calle muy comercial en donde nadie se imaginaría que detrás de esos muros existe un tesoro culinario. Al entrar inmediatamente nos trasladamos a esos años cuando las monjas se encontraban recluidas.
Basta caminar unos pasos para ingresar a la cocina decorada con una típica talavera poblana y algunos utensilios de la época.
Así, entre la estufa, las cazuelas y las cucharas es muy fácil imaginar aquella tarde, cuando los sabores se mezclaron por primera vez expidiendo ese olor tan característico que se expandió más allá de los límites el convento.
Por muy romántico que suene debemos advertirte que ese no era su diseño original, los mosaicos fueron incorporados 40 años después del nacimiento del mole como agradecimiento por la creación de la receta.
Así la cocina continuó por mucho tiempo como laboratorio culinario. Sin embargo, eso no debe de ser pretexto para que no disfrutes de caminar por cada uno de los rincones tratando de develar sus historias y secretos.
Como ese cuarto que hay detrás de la puerta trasera el cual era utilizado como refrigerador cuando la energía eléctrica aún no existía.
De convento a manicomios y a vecindad
Debido a las leyes de Reforma del siglo XIX una parte del convento fue expropiada para convertirse en el Hospital de Hombres Dementes de San Roque, título que le duró varios años hasta que fue transformada en una vecindad que albergó a más de mil 500 personas.
En la actualidad funge como Centro cultural Santa Rosa que promueve el arte popular. En sus instalaciones existen múltiples salas de exposiciones, un auditorio y dos patios, mismos que se encuentran en remodelación, por lo que sólo se puede visitar la cocina.
Si andas por Puebla, no dejes de visitar este tesoro de la comida nacional y presúmele a tus amigos que tú ya estuviste en donde se creó el famoso el mexicanisimo mole poblano. Y ahora si, a chuparse los dedos con una buena ración de enchiladas. ¡Buen provecho!
Y recuerda #nuncadejesdeviajar. Dirección Calle 3 Norte número 1203, Puebla
Comida Mexicana
Más allá del Clásico: Descubre las variedades de pan de muerto que te harán salivar
Más allá de ser un simple acompañante en las ofrendas, el pan de muerto es un arte culinario que se transforma en diferentes formas, sabores y texturas.
El pan de muerto es un verdadero símbolo de la cultura mexicana, ligado íntimamente a la celebración del Día de Muertos, una festividad que honra a los seres queridos que ya no están entre nosotros.
Pan de muerto clásico: El favorito de todos
El pan de muerto clásico es quizás la variedad más conocida y consumida. Originario de la Ciudad de México, este pan se caracteriza por su forma circular que simboliza el ciclo de la vida y la muerte.
En la parte superior tiene cuatro canelillas que representan los huesos y un pequeño círculo en el centro, que simboliza el cráneo.
La masa es aromatizada con esencias de azahar y anís, lo que le da un aroma único y evocador.
Se espolvorea con azúcar blanca o rosa, y la combinación de su suavidad con ese toque cítrico lo convierten en un verdadero deleite.
Pan de yema de Oaxaca
En Oaxaca, el pan de muerto adopta una forma y un sabor completamente distintos. Conocido como “pan de yema”, se elabora a base de una masa rica en yemas de huevo que le otorgan un color amarillo intenso.
Generalmente se decora con ajonjolí en la parte superior y se suele colocar una cara o figura de pasta de pan en el centro, que representa al difunto.
Se acompaña con chocolate espeso y es un indispensable en las ofrendas oaxaqueñas.
Manteconchas de muerto
En los últimos años, las manteconchas se han vuelto un fenómeno de las panaderías mexicanas.
Esta fusión entre la mantecada y la concha encontró su versión de pan de muerto, mezclando la masa clásica con las formas y decoraciones características.
Al agregar un poco de esencia de azahar, y con su distintivo espolvoreado de azúcar, esta versión se ha convertido en un imperdible de la temporada.
La manteconcha de muerto es un claro ejemplo de cómo la tradición y la innovación se combinan en la gastronomía mexicana.
Golletes de Puebla
Los golletes de Puebla son panes tradicionales que también se asocian con la festividad de Día de Muertos.
Este pan, con forma de rosca y color rosado, se decora con azúcar y se utiliza especialmente para las ofrendas de la región.
La peculiaridad de este pan es su sabor más seco y su textura más crujiente, similar a la de una galleta.
El color rosado simboliza el sacrificio y el ciclo de la vida, un recordatorio de la conexión entre el mundo de los vivos y los muertos.
Pan de muerto de hojaldre
En algunas partes del país, se elabora el pan de muerto de hojaldre.
Se trata de una variante que sustituye la masa tradicional por capas finas y crujientes de hojaldre, creando una textura única que se desmorona con cada bocado.
Esta versión es menos común, pero destaca por su ligereza y su capacidad de incorporar sabores diversos, como crema pastelera o relleno de chocolate.
Pan de muerto con relleno
Recientemente, han surgido versiones del pan de muerto con rellenos que van desde crema de nata y chocolate hasta rompope y frutos secos.
Estos panes combinan la tradición con un giro moderno, haciendo que cada mordida sea una experiencia compleja y memorable.
Los rellenos suelen contrastar con el sabor cítrico del pan, agregando una dimensión de sabor que ha conquistado a las nuevas generaciones.
Pan de muerto de frutas cristalizadas: La alegría de Michoacán
En Michoacán, la influencia de las frutas locales no se queda atrás.
El pan de muerto de esta región se adorna con frutas cristalizadas como higos, naranja y calabaza, lo que le da un toque colorido y dulce.
Este pan, más robusto en cuanto a sabor y textura, es una fiesta para los sentidos y simboliza la abundancia y la alegría de la festividad.
No olvides que cada que disfrutas de un pan de muerto, también estas probando un pedacito de la historia de México, con todos sus matices, sabores y, por supuesto, su inquebrantable devoción por honrar a los que ya se han ido.
#NuncaDejesDeViajar
Artesanías
Feria del ALFEÑIQUE 2024 en Toluca: dulces, sabor y MUERTE
El alfeñique mexicano es una confitura de azúcar que ha heredado costumbres a través de la historia, logrando fundir tradiciones españolas, árabes e indígenas.
Como cada año, Toluca se prepara para celebrar la Feria del Alfeñique, donde este año se celebrará del 10 de octubre al 3 de noviembre, pero primero ¿qué es el alfeñique? Como dijimos arriba, los alfeñiques son dulces de pasta de azúcar, a los que se les da forma antes de que se sequen, logrando como resultados formas extraordinarias. La más común, como te podrás imaginar, es la clásica calavera de azúcar.
Su uso es tan indistinto que existen alfeñiques de todas las formas, tamaños y colores, pero, no obstante, su momento de gala se celebra en víspera de Día de Muertos. Es aquí cuando llega la Feria del Alfeñique.
ARTE = ALFEÑIQUE
Si conoces Toluca, seguro que recuerdas Los Portales: una enorme zona comercial ubicada en el centro histórico. Es aquí donde se harán presentes más de 300 artesanos – porque sí, el alfeñique es un arte – que se extenderán a lo largo de más de 80 puestos de dulces, donde podrás comprar, comer y vislumbrar solo lo mejor del alfeñique mexicano.
Para que te des una idea, mucha gente ha comparado el caminar entre los puestos de alfeñiques con una galería artística, por las asombrosas e incluso inexplicables figuras de azúcar. Además, también podrás encontrar otros dulces, como obleas, chocolates, cereales o jamoncillos. Y aunque pueda parecer que lo que rige el evento es el shopping, existen muchas sorpresas más.
Ganó la CULTURA
Este año, la Feria del Alfeñique será regida por la cultura. Con esto, nos referimos a distintos eventos que se realizaran a lo largo de sus más de 20 días de duración… aquí están los más esperados:
Recorridos teatrales, de la mano del Grupo Toluca en el Panteón la Soledad, donde se contarán aterradoras leyendas del lugar. Estos se realizarán el 18, 19, 25 y 26 de octubre…
Artistas locales, cursos, música, performances y cine… esos eventos se reparten desde el 12 de octubre hasta el 03 de noviembre, donde encontrarás exposiciones de fotografía, taller de piñatas, cine bajo el cielo, e incluso conciertos por la orquesta filarmónica. Podrás conocer el programa completo aquí.
Y para terminar el evento, el 01 de noviembre se realizará el ya famoso desfile Catrineando, donde contingentes artísticos, carros alegóricos y personas disfrazadas de catrines desfilarán por las calles principales de Toluca, que terminará en un escenario donde se presentará El Gran Silencio.
La Feria del Alfeñique en Toluca es el lugar perfecto para vivir la esencia del Día de Muertos. Entre dulces, artesanías y eventos culturales, es toda una fiesta. Y para que tu visita sea aún más placentera, Autotur te lleva directo a la feria con sus autobuses y camionetas cómodas y confiables. ¡No hay excusa para perderse esta celebración!
Mantengamos la tradición toluqueña, que, con dulce sabor, solo los alfeñiques han logrado preservar por tantos años. ¡Y que viva el Día de Muertos!
#NuncaDejesDeViajar
Comida Mexicana
JUEVES POZOLERO: La historia del pozole guerrerense
El pozole de Guerrero, preparado con maíz cacahuazintle, es un símbolo de unión y tradición, especialmente en los ‘jueves pozoleros’.
El pozole, uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana, tiene una historia rica y variada en el estado de Guerrero.
Preparado principalmente con maíz cacahuazintle, el pozole guerrerense es un platillo lleno de tradición, historia y sabor, que en las festividades patrias adquiere un protagonismo especial.
En Guerrero, su versión actual incluye ingredientes que lo han transformado en una exquisitez digna de cualquier celebración.
El pozole, cuyo nombre deriva del náhuatl “pozotl” (caldo de maíz), tiene un origen prehispánico y estaba destinado originalmente a los dioses y gobernantes, quienes lo consideraban un manjar celestial.
Los famosos “jueves pozoleros”
El pozole guerrerense tiene un día especial: los jueves. Se cuenta que la tradición de los “jueves pozoleros” surgió en las montañas del estado, cuando las comunidades se unían para apoyar a aquellos que habían tenido malas cosechas.
Los miércoles por la noche, se reunían los sobrantes de las cosechas y se preparaba una gran “comilona comunitaria” que se extendía hasta el jueves, haciendo de este día una celebración de solidaridad y abundancia.
Hoy en día, esta costumbre ha perdurado, y cada jueves es común encontrar familias y amigos reunidos en torno a un delicioso plato de pozole.
El “abrazo de Acatempan” y el pozole guerrerense
Un dato histórico curioso es que el pozole guerrerense estuvo presente en un momento crucial de la historia de México.
En 1821, Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide sellaron su alianza en el célebre “Abrazo de Acatempan”, en el pueblo de Teloloapan, Guerrero.
Para celebrar este evento, Guerrero ordenó un banquete especial, donde se sirvió el ancestral “potzotl”, enriquecido con carne de cerdo desmenuzada, dando origen al pozole tal como lo conocemos hoy.
Pozole… ¿verde?
En las costas de este estado, se prepara una deliciosa versión del pozole, el pozole verde guerrerense.
Este se distingue por su caldo hecho a base de tomates verdes, epazote y pepita de calabaza.
Acompañado de una variada botana que puede incluir chiles rellenos de queso, tacos de requesón, tostadas, chalupitas de pollo, chicharrón de cerdo y rábanos, el pozole verde es una verdadera explosión de sabores.
Todo esto, por supuesto, se marida a la perfección con un buen mezcal guerrerense.
Así que, ya sea en un jueves pozolero o durante las festividades patrias, no dejes de probar este delicioso platillo que ha trascendido el tiempo.
#NuncaDejesDeViajar
-
América
Dos lunas en el cielo: Dónde disfrutar el espectáculo astronómico en 2024
-
Ecoturismo - Turismo Sustentable
PARK ROYAL y su enorme alianza con la COMUNIDAD
-
CDMX
Peregrinación de ARTESANOS de la PIROTECNIA…
-
América
Dos mundos, un destino: La magia de San Antonio en Halloween y Día de Muertos
-
Artesanías
Color y fiesta en el DESFILE de ALEBRIJES 2024
-
Eventos especiales
Más de 13 años de sabor: El éxito del festival Morelia en Boca 2024
-
Asia
ROAD TRIP por JORDANIA. La mejor forma de VIAJAR
-
América
ATLANTA… la capital del SUR que está llena de sorpresas