CDMX
850 pasos para recorrer la calle Madero en la CDMX
Una caminata dirigida por una de las calles mas transitadas y bonitas de la ciudad, ¡Acompáñanos a descubrir la Calle Madero en la CDMX!
¿No te ha pasado que a veces caminas sin darte cuenta de lo que hay en el lugar en donde vives? la Calle Madero en la CDMX tiene muchas historias por contar…
La calle de Madero te puede sorprender en cada rincón y mostrarte el esplendor de lo que seguramente no habías notado.
Guía de la Calle Madero en la CDMX
Así que nos dimos a la tarea de caminar por esta calle del Centro Histórico para darte la descripción de cada detalle que pudimos apreciar en los 850 pasos que nos tomó el recorrido desde el Zócalo hasta Eje Central:
Del paso 1 al 8: Te encuentras enseguida y del lado izquierdo al Hotel Majestic, un edificio lleno de detalles arquitectónicos como mascarones, nichos y algunos rostros tallados en piedra.
Este monumental edificio fue el Portal de los Mercaderes y el Café del Cazador; una placa en su pared es el testimonio de su historia.
Un paseo que no te puedes perder por Calle Madero en la CDMX
Paso16: Te recomendamos pasar a la repostería Mayson Kayser, un local lleno de sabores clásicos franceses. Prueba el pan campesino de aceitunas o la gran variedad de tentaciones culinarias que tienen.
Paso 38: Si te gustan las botanas picositas entra a Chilim Balam o si tienes ganas de algo refrescante la heladería ubicada enfrente será quien te brinde deliciosas paletas y aguas frescas.
En el Paso 55, tendrás a tu derecha el Museo Mexicano del Diseño (MUMEDI) donde los expositores mexicanos expertos en el diseño exhiben sus obras textiles.
También se localiza una cafetería en la planta baja en la que puedes degustar un rico café o pasar a la tienda que tiene objetos del “deseo” que querrás llevarte.
Si continúas, entre el paso 70 y el 103, estarás llevándote una sorpresa arquitectónica, puedes ver en todo su esplendor los clásicos balcones del centro histórico; Además edificios con sus ventanas amplias decoradas con encantadoras herrerías.
Antes de llegar al primer crucero está una pequeña frutería (paso 120) que vende productos para aquellos que buscan algo más sano y natural, de sólo ver el aparador se te antojarán.
Una calle llena de historia
La Calle Palma hace su aparición en la Esquina del Paso 135. Entre sus atractivos están un palacete de piedra con sus pórticos esquinados y un escudo en la parte superior.
Busca ahí mismo la inscripción con el número “1890” en la parte del 1er piso del edificio de la esquina. ¡Qué tantas historias guardará este lugar!
Todos los que caminamos por esta calle de Madero nos quedamos viendo el Centro Joyero y sus miles de productos hechos de oro y plata (pasos 160 a 240).
Si miras del otro lado podrás percibir restaurantes de comida rápida y un suave, pero delicioso aroma a mariscos, en la planta alta del #60 (Marisquería Las Palmas) te recomendamos subir para probar los exquisitos platillos del mar como los camarones al ajillo.
Llegando al Paso 275 estarás en la calle Isabel la Católica y las sorpresas se dejan notar en sus cuatro esquinas. Del lado derecho se localiza el antiguo edificio “La Mexicana” que ocupa hoy en día una tienda de ropa.
Muchos monumentos coloniales adornan esta calle de la CDMX
Las cenefas de adornos vegetales son fascinantes; la madera de las puertas y la herrería en las ventanas muestran un trabajos de finales del siglo XIX.
En esa contemplación no te pierdas a los leones vigilantes en las paredes del último piso, el reloj y esa escultura que corona este edificio que alguna vez tuvo el Café Concordia (observa la placa conmemorativa que está casi en el piso).
También ahí estuvo el famoso Oratorio de San Felipe Neri llamado “La Profesa” un edificio barroco que hoy guarda a la Pinacoteca Nacional Virreinal, pon suma atención a la historia que describe su placa en la parte exterior.
Del lado izquierdo aparece el edificio “La Esmeralda” hoy sede del Museo del Estanquillo, considerado uno de los edificios más hermosos de la ciudad por su estilo afrancesado y sus medallones.
Su reloj lo puedes apreciar de cerca cuando estés en la terraza. El trabajo escultórico y de yesería del edificio es encantador y si a eso le sumamos la colección del museo, será una tarde bien aprovechada.
No puedes perder la oportunidad de admirar la arquitectura
Ya entrados en la caminata, los palacetes siguen apareciendo en el recorrido. En tu paso número 395 podrás ver una construcción de piedra de tezontle, con su típico color rojo, en su fachada dice:
El Pasaje Pimentel, la antigua casa del Marqués de Prado Alegre del Siglo XVIII. la fachada está muy ornamentada por encima de la puerta, al igual que su nicho de la esquina.
Paso 420: Ya en la esquina con la calle Motolinia busca sobre el Pasaje Pimentel un tallado en piedra con el número “1925”, a un lado está de color amarillo un lujoso edificio.
Tiene marcos de ventanas labrados en piedra, cenefas florales y escudos en sus columnas. Se trata de un edificio encantador.
Cruzando la calle robarán tu atención las estatuas humanas. Si eres observador, verás la cabeza de león empotrada en una esquina. De frente habrás llegado al edificio que alberga el Restaurante-Bar Madero.
Si te das cuenta ya has dado 478 pasos y puedes detenerte para tomar un café en Bértico o pasar a la librería Gandhi por un par de libros.
Existen pacas que conmemoran antiguos lugares emblemáticos
Del lado opuesto está un banco, junto a su cajero automático podrás ver la placa que habla de la antigua casona de José de Borda, el famoso y adinerado minero de Taxco, él fue quién costeó la increíble Iglesia de Santa Prisca de aquel Pueblo Mágico.
Sigue caminando unos cuantos pasos más para llegar a los famosos Bisquets Obregón, un lugar ya conocido por sus preparaciones culinarias, pero precisa tu atención en la fachada y en el marco de la entrada.
De frente estarás en el Hotel Ritz cuya fachada de piedra es asombrosa, los detalles angelicales de sus ventanas son de un gusto exquisito, nos hace pensar en el palacete de lujo que fue a inicios de la Revolución y en su apogeo que sigue conservando como hotel de 4 estrellas.
Al llegar a la esquina de Bolivar (paso 554), podrás encontrarte que en sus cuatro esquinas hay diferentes estilos: el barroco con tezontle (Casa Borda), el minimalista art decó (centro óptico), un afrancesado porfirista (Bar Salón Sol) y otro edificio colonial de color rojo (Cafetería).
50 pasos después andarás un poco cansado. pero puedes hacer una parada en el Pabellón Madero, donde los bares, restaurantes y tiendas comerciales te ofrecen sus productos para que te refresques o puedas probar algunos platillos de la cocina mexicana, botanas y drinks nacionales.
Al salir de este sitio (paso 650) no olvides detenerte para apreciar el edificio que hoy ocupa El Palacio de Cultura Banamex, una antigua casona del Conde San Mateo Valparaíso y lugar de residencia del emperador Agustín de Iturbide en la época independentista.
En calle Madero encontrarás alimentos de todo tipo
En su fachada verás unos Hércules encima de su puerta. El trabajo de cantera es impresionante y al entrar podrás ver galerías de artistas con afamadas exposiciones.
No debes perderte admirar su patio, las decoración de las escaleras y su pequeño oratorio, claramente es una estructura interesante que no debes dejar pasar durante tu recorrido en esta calle.
El último cruce es con la calle de Gante (Paso 700), aquí el edificio del mismo nombre mantiene su decorado ecléctico, anteriormente ahí estuvo la Capilla de los Servitas y la celda de Capellan, obras de Fray Pedro de Gante.
Te recomendamos entrar a lo que hoy es una tienda de ropa y subir al último piso para tener una vista panorámica de la parte poniente del Centro Histórico. Verás también en contra esquina, un hermoso palacio de corte francés.
En el paso 765 llegarás al Templo de San Felipe de Jesús con su portada neorrománica. Entra por las puertas del costado, (la frontal siempre permanece cerrada).
En su interior casi oscuro, podrás apreciar el arte sacro de la cúpula y el ábside. Cabe mencionar que está dedicado al primer santo mexicano Felipe de las Casas Martínez. Ya afuera, mirarás de frente el Pasaje América, un largo pasadizo que llega hasta la calle 5 de Mayo.
Paso 800: Detrás del Templo de San Felipe está el Templo de San Francisco, uno de los más antiguos de la Ciudad de México y primera fundación religiosa de la Nueva España en el siglo XVI.
Se dice que en este templo se implementó por primera vez el uso de carretas y fue también la primera escuela de artes y oficios. Su fachada aunque encantadora, luce desgastada, pero ese es su encanto. Exhibe cinco nichos y en la puerta atrial luce un bello e imponente arco.
Un paseo entre templos y edificios historicos
Te invitamos a caminar por el atrio y apreciar entre los cielos la cúpula barroca de su Capilla Balvanera y los retablos churriguerescos de la portada y de su altar. El interior luce un poco tétrico pero vale la pena ver los murales y pinturas.
Cuando camines de regreso por la calle, la Casa de los Azulejos te llamará la atención de manera instantánea, recuerda buscar las placas debajo de sus columnas.
La construcción data del siglo XVII, y es un lujoso palacete adornado de azulejos de talavera poblana.
En su interior el restaurante está emplazado en el antiguo patio donde la fuente brilla por su belleza. La escalinata es realmente hermosa y el mural “Omnisciencia” de José Clemente Orozco que se encuentra al final, te hará tomar fotografías desde cualquier ángulo.
Sinceramente te recomendamos recorrer este edificio emblemático y orgullo de la ciudad el cual es impresionante y se encuentra lleno de historia y cultura.
Hemos terminado y al dar el paso 850, podemos decirte que entres al “Atrio” donde el INBA realiza muestras de arte, de ahí sube a la Torre Latinoamericana.
Desde el mirador ve tu asombrosa ciudad, recorre con la mirada el Centro Histórico y adéntrate a disfrutar cada momento de esta fabulosa urbe.
Donde a cada paso que das descubrirás más cosas, como en esta calle llamada anteriormente Plateros, hoy Francisco Ignacio “Madero”.
Y recuerda, “Nunca dejes de viajar”
CDMX
MIDE presenta: Misión Cyborg, la nueva exposición que no te puedes perder
Descubre Misión Cyborg, la nueva exposición del MIDE que combina educación e interactividad para enseñarte sobre finanzas digitales y ciberseguridad.
El Museo Interactivo de Economía (MIDE) ha lanzado una nueva exposición titulada Misión Cyborg, una propuesta que invita a todos a vivir el fascinante universo de las finanzas digitales y la ciberseguridad. Esta muestra va más allá de lo tradicional, ya que mezcla lo educativo con lo interactivo, logrando un equilibrio entre el aprendizaje y la diversión, un formato ideal para quienes buscan conocer más sobre cómo proteger su dinero y datos en el mundo digital.
Cinco espacios participativos para explorar el mundo de la ciberseguridad
La exposición se desarrolla en cinco áreas temáticas, cada una con su propio estilo y objetivo. En cada espacio, los visitantes aprenderán conceptos fundamentales sobre economía digital mientras enfrentan desafíos que los harán reflexionar sobre su comportamiento en línea.
El Nodo: El punto de partida para los héroes digitales en MIDE
Todo comienza en El Nodo, donde se inicia la aventura. Aquí los participantes reciben una introducción básica sobre ciberseguridad y protección de datos. Es el lugar perfecto para familiarizarse con términos y conceptos clave antes de adentrarse en los desafíos más complejos. Además, conocerán a los personajes de la Resistencia, un grupo de cyborgs llamados Gladiadores que estarán a su lado durante la travesía.
El Coliseo: Aprender a identificar estafas digitales
Luego, los visitantes pasan a El Coliseo, una arena que evoca las antiguas batallas, pero con un enfoque moderno. En este espacio, se aprenderá sobre los métodos que los ciberdelincuentes utilizan para engañar a las personas, como el phishing, vishing y smishing. Aquí se les enseñará cómo detectar estafas y qué medidas tomar para evitar caer en estos fraudes. La narrativa y las dinámicas logran que el aprendizaje sea entretenido y memorable.
El Laberinto: Desafía tu agudeza en la protección de datos en el MIDE
Para quienes disfrutan de los retos, El Laberinto pone a prueba la capacidad de cada persona para proteger su identidad en línea. Los visitantes se encuentran frente a decisiones clave sobre seguridad digital, como el manejo de contraseñas y la configuración de privacidad. Cada elección que se hace en este espacio tiene un impacto en el resultado final del recorrido, por lo que es un ejercicio práctico y reflexivo que invita a mejorar nuestras prácticas en el entorno digital.
El Núcleo: Demuestra tus habilidades como guardián de datos
En El Núcleo, los participantes deben demostrar su destreza en la protección de datos mediante juegos interactivos que simulan situaciones reales del día a día. Enfrentarán escenarios que les harán tomar decisiones cruciales para mantener su información segura. Este espacio es uno de los más emocionantes, ya que permite poner a prueba los conocimientos adquiridos y verlos reflejados en situaciones cotidianas.
La Armería: Talleres prácticos sobre seguridad en línea
Finalmente, en La Armería, los visitantes pueden participar en talleres interactivos que abordan temas como la seguridad en redes sociales, la creación de contraseñas seguras y la protección de dispositivos electrónicos. Talleres como “Postear o no postear” o “Mantén seguro tu dispositivo” les ofrecen herramientas prácticas para el uso diario de la tecnología, haciendo que cada decisión en línea sea más consciente y segura.
Una aventura educativa que todos deberían vivir en el MIDE
Misión Cyborg es una excelente oportunidad para explorar y aprender sobre la importancia de la seguridad en el mundo digital, especialmente en un contexto donde nuestros datos y finanzas están cada vez más expuestos. El MIDE ha logrado crear una exposición que no solo educa, sino que también entretiene y desafía a sus visitantes de una manera única.
Si estás de visita en la Ciudad de México o buscas una actividad diferente para hacer con la familia, esta exposición en el MIDE es ideal para pasar un día lleno de aprendizaje y diversión. Las actividades están incluidas en el boleto de acceso al museo y la muestra está disponible de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
No dejes pasar la oportunidad de convertirte en un héroe digital y unirte a la Resistencia MIDE.
#NuncaDejesDeViajar
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
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