CDMX
Al Aeropuerto de la Ciudad de México por Metrobús
¿Estás cansado de llegar a destiempo cuando de viajar en avión se trata? Aquí te mostramos la solución…
Algunas personas sienten estrés al pensar en viajar sobre todo si implica tomar un avión y todo lo relacionado, es decir, llegar dos horas antes al aeropuerto, encontrar los mostradores, hacer largas filas para documentar, pasar revisión de seguridad y finalmente abordar. ¡Toda una travesía dentro de la gran urbe! Si a todo eso sumamos que nos dirigimos al Aeropuerto de la Ciudad de México, lugar de marchas o embotellamientos, llegar parece una misión imposible.
El Metrobús, nueva opción de traslado
Ahora supongamos que decides tomar el metro desde tu casa u hotel, sin embargo, tu equipaje corre el riesgo de ser aplastado y dificultarte descender del convoy.
Es por ello que te recomendamos una nueva forma de llegar al Aeropuerto de la Ciudad de México digna de cualquier megalópolis del mundo: El Metrobús.
¿Pero qué tiene de especial este sistema de transporte colectivo que lo hace tan diferente a los demás? Bueno, pues las unidades de transporte fueron adecuadas a las necesidades del viajero.
Existen cómodos asientos para que vayas disfrutando del entorno y dejes en manos del conductor la responsabiidad de llevarte a tiempo.
En la unidad se localizan compartimientos espaciales para que puedas dejar tus maletas y éstas no vayan estorbando en el pasillo o en tus piernas.
La ventaja principal del metrobús es que cuenta con un carril confinado a este servicio y a pesar de que transita por avenidas principales, garantiza que no habrá trafico.
Recorrido hacia el Aeropuerto de la Ciudad de México
La travesía empezará en la estación Buenavista, principal arteria que conecta con el metro, el tren suburbano -proveniente de Cuautitlán en el Estado de México– y las líneas roja y verde del metrobús.
Para abordar este transporte, deberás comprar una tarjeta en las máquinas expendedoras ubicadas en esa estación, el pasaje por persona es de $30.00 pesos y la tarjeta te servirá para ocuparla en el sistema metrobús en cualquier ruta.
Otra ventaja es que no hay gran demanda del servicio, así que no te preocupes, será un trayecto relajado y habrá espacio para que vayas cómodo tú y tus valijas.
Asegúrate de tomar la Ruta Norte que es la que te llevará a la terminal aérea, ya que por la Ruta Sur sólo llegarás hasta la estación San Lázaro y su ruta es más larga.
A bordo de la unidad te podrás percatar que cuenta con cámaras de seguridad lo cual te hará sentir más cómodo. El servicio también cuenta con rampas para discapacitados.
Si la estación Buenavista te queda alejada no tienes nada de que preocuparte ya que cuenta otras 15 paradas donde podrás abordarlo. Considera que en dichas estaciones no hay máquinas para recargar tarjetas, acude a Farmacias del Ahorro, Extra, K, o 7Eleven a hacerlo.
Se trata de una de las rutas más seguras, fáciles y menos estresantes para llegar al Aeropuerto de la Ciudad de México. El recorrido dura una hora; si vas a la Terminal 1 en vuelos nacionales te dejará entre la puerta 6 y 7, si vas a la Terminal 2 de vuelos internacionales, te dejará en la planta baja -en la zona de taxis- aquí mismo lo podrás abordar de regreso.
Horarios del servicio
La Línea 4 del Metrobús tiene un horario de Lunes a Sábado de 4:30 am a 24:00 horas, Domingo y días festivos de 5:00 am a 24:00 horas.
Si llegas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y tu destino final es el Centro Histórico, te recomiendo la otra Ruta Sur, que pasa por muchos puntos importantes.
Es una buena opción tanto de transporte como de despedida de CDMX, ya que apreciarás alguno de los lugares que seguramente visitaste como: La Alameda, La Torre Latinoamericana y el Palacio de las Bellas Artes.
¡No te estreses más, ahora ya sabes cómo llegar al aeropuerto en Metrobús, que empiece tu travesía!. #Nuncadejesdeviajar.
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
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