Chiapas
Selva Lacandona en Chiapas: El Ecoturismo exhuberante
Un lugar majestuoso e irrepetible es la Selva Lacandona en Chiapas. Vive aventuras, empápate de cultura y admira el paisaje
El tiempo de los mayas se ha detenido en un lugar único e irrepetible, es la Selva Lacandona en Chiapas que se encuentra en el sureste del estado, es un lugar exuberante, lleno de vida vegetal y animal, donde predomina el clima cálido-húmedo y lluvioso.
Comunidad maya que habita la selva: Los “Lacandones”
Hace más de un siglo, los primeros habitantes del lugar conocidos como “Lacandones”, eran una comunidad descendiente de los mayas que vivían en la orilla del río lacantún -o piedra grande- y provenían de la península de Yucatán.
Parece una comunidad que desea orgullosamente no perder sus costumbres ni alterar el medio ambiente.
La Selva Lacandona en Chiapas es el único sitio que no cuenta con una ciudad como sitio de llegada para aquellos que desean visitarla.
via GIPHYSelva
Más bien, es un circuito entre centros turísticos, ecoturísticos y campamentos que están cercanos a los importantes sitios arqueológicos enclavados en la profunda selva entre maravillas naturales como el río Lacanjá en donde se puede practicar el rafting o el kayak.
La Selva Lacandona es ideal para quienes desean mezclar la cultura con, la naturaleza y la aventura. Es un ecosistema que gracias a su ubicación, permite una gran variedad de vida.
Es un territorio prácticamente virgen en donde confluyen lagos, ríos, arroyos, montañas como “Los Montes Azules”, decretados como reserva protegida de la biósfera.
¡Sitios arqueológicos sorprendentes en medio de la selva!
En medio de la exuberante Selva Lacandona en Chiapas, hay presencia de importantes sitios arqueológicos de origen maya como:
Bonampak considerada la capilla sixtina de los mayas por sus destacados trabajos en murales. Yaxchilan que fue descubierta desde el aire apenas hace algunos años casi en la frontera con Guatemala y el río Usumacinta.
Y finalmete, Lacanjá un sitio arqueológico sumido en la selva de difícil acceso, incluso para aquellos con excelente condición física.
Los lacandones habitantes de la selva, son descendientes directos de los mayas, muchos de ellos visten su tradicional y blanco atuendo.
Se dedican a la agricultura, donde su forma de trabajar es abrirse paso en la selva para sus cosechas y después abandonar esas tierras para que la selva las recupere nuevamente de forma natural.
Hoy en día para evitar la devastación de tierras, los lacandones han visto su principal base económica en el turismo sustentable.
Para ello han creado cinco centros ecoturísticos que sirven como puntos de partida para que el visitante pueda conocer la abundante selva Lacandona, sus maravillas naturales, sus sitios culturales y los alrededores.
Centros ecoturísticos para conocer la Selva Lacandona en Chiapas
Uno de los centros es el “Campamento lacandón lacanjá Chansayab” donde se pueden practicar actividades de turismo de aventura como el rafting y el kayak, es adentrarse en refrescantes baños de cascadas de aguas cristalinas.
Por otro lado se encuentra el “Parador Valle Escondido” cercano a las zonas arqueológicas de Bonampak y Yaxchilán, la cascada las golondrinas y la poza Po´op Chan.
Al sur de la Selva Lacandona se ubican los centros ecoturísticos: “Lacandonia” y “el Escudo Jaguar”.
Son puntos de partida para conocer las espectaculares cascadas conocidas como las nubes y el embarcadero Jerusalén, donde también se puede practicar el descenso en río.
Las Guacamayas, otro sitio enclavado en esta importante selva
Es el sitio ideal para explorar la naturaleza y reencontrarse con uno mismo.
Es un lugar de mil 200 hectáreas y se encuentra ubicado en la rivera del río Lacantún el cual sirve de límite con la Reserva de la Biosfera “Montes azules”.
El principal atractivo como su nombre lo indica, es la observación de las guacamayas rojas en su hábitat natural, hay una gran variedad de fauna en el lugar que lo conforman desde tucanes, loros, pericos, tortugas, saraguatos, venados, monos, iguanas hasta cocodrilos.
El centro ecoturístico “Las Guacamayas” es un espacio ideal para pasear por el río ya sea en lancha o en kayac, pero si deseas adentrarte en la selva puedes hacerlo a caballo, realizar caminatas o senderismo en bicicleta.
No hay nada más fascinante de tener tiempo para acampar en medio de la selva y observar la flora o la fauna del lugar y atrapar toda esta belleza natural con nuestra cámara fotográfica.
Entonces te puedes enfocar en actividades de turismo de aventura o de ecoturismo al mismo tiempo que convives con la naturaleza.
Muestra de ellos es el aviario donde se cuidan y reproducen diversas especies de aves; también existe un orquideario que muestra la belleza de las exóticas flores de Chiapas.
“Las Guacamayas” cuenta con varios servicios que van desde un restaurante para 80 personas, cabañas, área de acampar, un embarcadero, estacionamiento y sanitarios.
Experiencias únicas con la comunidad lacandona
Para realizar un verdadero ecoturismo, debe existir en un proyecto de desarrollo social y para ello la participación de las comunidades es fundamental.
De hecho este lugar es administrado por una sociedad lacandona cooperativa dedicada al turismo y a la conservación de la naturaleza.
Son ellos quienes te reciben y realizan actividades que fomentan la cultura ecológica del visitante para crear una consciencia de respeto, cuidado y compromiso con el medio ambiente natural.
Todos los centros ecoturísticos Lacandones ofrecen hospedaje, algunos pueden tener baño con agua caliente, renta de cabañas rusticas e internet satelital.
La comida va desde abundantes desayunos a base de jugos de diversas frutas con sus respectivos huevos revueltos, frijoles y quesadillas, ideales para llenarse de energía y emprender el camino para descubrir la selva.
Este lugar es un literalmente es un paraíso que debemos cuidar de forma consciente y qué mejores anfitriones que los Lacandones para enseñarnos a convivir con la selva en su estado completamente natural.
Sólo es cuestión de que te dejes sorprender de lo mucho que nos hemos alejado de la verdadera belleza y de la maravilla de estos lugares llenos de misterio e historia.
Te invitamos a que descubras estos lugares y te dejes llevar por la madre naturaleza entre sus senderos. Por eso la selva Lacandona en Chiapas es un buen pretexto para que #NuncaDejesDeViajar
GALERÍA DE IMÁGENES
Chiapas
Copainalá, en Chiapas. Un Pueblo Mágico lleno de misticismo
Este rincón chiapaneco transporta a los visitantes a un viaje en el tiempo…
México, tierra de riquezas culturales, alberga un tesoro único en su tipo: los Pueblos Mágicos. Estos encantadores destinos, reconocidos por su autenticidad, historia y tradiciones, ofrecen a los visitantes una experiencia única llena de una esencia imposible de encontrar dos veces.
Con más de 120 Pueblos Mágicos esparcidos por todo el país, cada uno cuenta con su propia narrativa cautivadora, impregnada de mitos, leyendas y una arquitectura que refleja la identidad mexicana.
Cada rincón revela su propia magia, desde los callejones empedrados de Cuetzalan hasta las vibrantes plazas de Sayulita. La oferta gastronómica, artesanal y folklórica de estos destinos invita a los viajeros a adentrarse en las mismas raíces de nuestra cultura, donde la hospitalidad local se entrelaza con la magia ancestral. Este viaje nos invita a descubrir la autenticidad y el encanto que hacen de los Pueblos Mágicos de México destinos incomparables.
Entre estos tesoros….Copainalá, en Chiapas
Entre estos tesoros, emerge con destellos de autenticidad el Pueblo Mágico de Copainalá, en Chiapas. Rodeado de exuberante vegetación y marcado por la mística de la cultura tzotzil, este rincón chiapaneco transporta a los visitantes a un viaje en el tiempo, revelando secretos ancestrales y cautivando con sus coloridas artesanías y festividades tradicionales.
Copainalá, con sus callejones empedrados y su arquitectura colonial, se erige como una joya oculta que espera ser descubierta en el vasto mosaico de los Pueblos Mágicos mexicanos.
Pueblo Mágico cuyo nombre ancestral, Koa-Painal-Lan, revive la poesía de “lugar de las culebras que corrieron”. Sus raíces náhuatl, kohualt (culebra), Painali (corredor), y Lan (desinencia locativa abundancial), nos sumergen en un viaje a través de la historia y lo místico.
Este rincón chiapaneco se ubica en la meseta de Coapilla, destacando como una auténtica pintura popular, donde los techos de teja roja destacan entre el verde casi infinito de la vegetación.
Fundado en el siglo XVI por habitantes zoques evangelizados por misioneros dominicos, Copainalá deslumbra con su espléndida arquitectura.
Un viaje en el tiempo
Recorrer sus empinadas calles es sumergirse en un viaje en el tiempo, donde las leyendas de “El
Sombrerón” se entrelazan con la herencia colonial.
La Plaza, corazón del pueblo, invita a la reunión tranquila de sus habitantes, quienes comparten historias que se pierden entre callejones empedrados y secretos bien guardados.
La majestuosidad de Copainalá se revela en la imponente iglesia de San Vicente de Ferrer y el Ex Convento de San Miguel Arcángel, construidos por los misioneros en el siglo XVI. La restauración reciente de estas joyas coloniales permite apreciar la fachada renacentista y la torre mudéjar de la iglesia, donde parece librarse una lucha entre ángeles y demonios.
El Ex Convento, de una sola nave, cuenta historias a través de sus brazos de cruceros salientes y su ábside rectilíneo.
El río Zacapala, afluente del Grijalva, serpentea a las orillas del poblado, regalando flora abundante y orquídeas exóticas que añaden un toque mágico al entorno.
“Pueblo de las mil danzas”
También es conocido como “el pueblo de las mil danzas”, donde cada paso cuenta historias de tradición y leyenda. A lo largo de todo el año, al menos una vez al mes, las festividades de los santos cobran vida con representaciones cautivadoras.
No puedes perderte la oportunidad de presenciar las majestuosas danzas de personajes como el
Moctezu, San Miguel, la Encamisada, los Pastores, San Jerónimo, el Gigante, San Lorenzo, Santa Susana, el Caballito, el Weya Weya y San Isidro.
Y por último, dicen que la forma de llegar más rápido al corazón es por el estómago, así que para que este pueblo termine de enamorarte te presentaremos las delicias más destacadas, empezando por la exquisita “Tzata”, un platillo tradicional zoque que fusiona frijoles y plátano verde, realzado con chicharrón molido en molcajete para un toque de sabor inigualable.
Si es que eso aún no te convence, te presentamos el Pimbu, una mezcla de elote molido con chipilín y bolitas de masa, una creación que se despliega solo durante los tiempos de cultivo de maíz.
Las festividades tradicionales son el escenario perfecto para deleitarse con una variada selección de tamales, desde los de chipilín y hierba Santa hasta los de bola y mole, cada bocado narrando una historia de tradición y autenticidad. No puedes dejar de probar el pozol blanco, preparado con maíz cocido con cal, o el pozol de cacao, que despiertan los sentidos con cada sorbo.
Para una experiencia única, aventúrate a degustar el atol agrio, una bebida copainalteca elaborada con elote macizo y desgranado, cocido y moldeado con maestría para ofrecer un sabor único y
refrescante.
En este viaje a través de Copainalá, descubrimos un mágico equilibrio entre pasado y presente, entre mito y realidad….¡Y por cierto! Si viajas a Chiapas, te recomendamos que antes de hacerlo te des una vuelta por la pagina oficial de Autotur.
Ahí vas a encontrar un sinfín de opciones de transporte, ademas de promociones que seguro se adaptan a tus necesidades. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!
Chiapas
¡Descubre las 490 especies de plantas y animales de la Reserva de la Biósfera Lacan-Tun!
¡El lugar con 490 especies en flora y fauna!
¡Que hermoso es Chiapas! Con sus magníficas cascadas, lagos de variadas tonalidades y caudalosos ríos, además de la magnífica concentración de especies de animales más alto de Norteamérica. La Reserva de la Biósfera Lacan-Tun se localiza al este del estado de Chiapas en la región conocida como Selva Lacandona.
¡490 especies de plantas y animales!
Sabías que esta reserva natural es un área protegida localizada en el municipio de Ocosingo Chiapas con una extensión de 61, 873 hectáreas la cual fue declarada un área natural protegida en el Diario de la Federación e incorporada al Sistema Nacional de Aréas Naturales Protegidas de México.
Si eres amante de la naturaleza te sorprenderá que esta reserva cuenta con una impresionante cantidad de 490 especies de plantas y animales que aquí habitan de las cuales 74 se encuentran dentro de alguna categoría de riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059 y 10 son exóticas.
Dentro de esta maravillosa reserva se encuentra se encuentran algunos anfibios y reptiles que los cuales se consideran como especies indicadoras del medio ambiente, sorprendente ¿no?
También las aves juegan un papel muy importante dentro de los indicadores de la calidad del ambiente, algunas de estas especies son la guacamaya roja, el zopilote rey, el águila arpía y el hocofaisán.
Algo de lo cual podrás darte cuenta si visitas esta reserva es que dentro no existe ninguna infraestructura, pero sí áreas adyacentes, como la base de vigilancia en donde se permite el manejo y coordinación de las actividades de esta área protegida.
Así que con cada paso que des no pararás de maravillarte con la cantidad de tonos verdes por los árboles, los muchísimos colores de las flores y la impresionante cantidad de animales que podrás
encontrar en el recorrido.
¿Cómo llego a la Reserva de la Biósfera Lacan-Tun?
La mejor manera de llegar es por medio de autobuses o en tren pues además de que podrás empaparte de toda la información que te brindarán los guías, podrás visualizar todo el entorno desde una manera diferente pues las leyendas, mitos e historias que los residentes de ahí podrán compartirte será una experiencia fascinante.
Sin duda si tu objetivo es llenarte de paz y tranquilidad, la actividad perfecta será remar por el Lacan-Tun, tomando un kayak y recorriendo río arriba hasta una plácida playa.
En donde permite que el flujo de la corriente te lleve entre la abundante vegetación que cubre
la selva, hasta llegar al muelle del hotel. Para cerrar la tarde con broche de oro, disfruta de botanas y bebidas mientras admiras la puesta del sol que refleja sus rayos dorados en el agua.
¿Listo para descubrir la Reserva de la Biósfera Lacan-Tun? #Nuncadejesdeviajar!
Artesanías
Parachicos: La visión chiapaneca de los ESPAÑOLES
La máscara refleja la imagen que los indígenas tenían de los españoles: piel blanca, frente amplia, bigote prominente y mejillas sonrojadas.
La Fiesta de los Parachicos en Chiapa de Corzo es una celebración que se lleva a cabo cada año del 8 al 23 de enero. Esta festividad, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009, es una mezcla fascinante de tradiciones, música, danza, y gastronomía que rinde homenaje al Señor de Esquipulas, así como a San Antonio Abad y San Sebastián, dos importantes figuras del catolicismo.
Parachicos: Una ofrenda colectiva
Las calles de Chiapa de Corzo se llenan de danzantes conocidos como Parachicos, quienes, con sus características máscaras y coloridos trajes, recorren la localidad llevando imágenes sagradas. La danza de los Parachicos es una ofrenda colectiva a los santos venerados, y cada paso que dan los bailarines está cargado de significado y tradición.
Los Parachicos se visten con una camisa blanca y pantalones oscuros, adornados con una faja roja y una chalina que se ata a la cintura. La vestimenta se completa con un sarape de Saltillo y una montera de ixtle, que simula una peluca.
Pero lo que realmente destaca es la máscara, una obra de arte que refleja la imagen que los indígenas tenían de los españoles: piel blanca, frente amplia, bigote prominente y mejillas sonrojadas.
¿Cómo se hacen las máscaras de los Parachicos?
Cada máscara de Parachico es elaborada a mano, un proceso que puede tomar hasta 15 días.
Los artesanos utilizan herramientas como machetes y gubias para dar forma a la madera de cedro; luego aplican capas de yeso y pintura al óleo para lograr el acabado perfecto. Las pestañas, que son hechas con cabello natural, y los ojos, que pueden ser de vidrio fundido, añaden un toque de realismo y profundidad a la pieza.
¡Celebra la herencia cultural de Chiapas!
Si estás interesado en experimentar esta maravillosa festividad, puedes visitar Chiapa de Corzo durante el mes de enero. Hay vuelos disponibles desde varias ciudades de México hacia Tuxtla Gutiérrez, y desde allí puedes tomar un colectivo hacia Chiapa de Corzo.
La Fiesta de los Parachicos es un ejemplo de cómo las tradiciones pueden perdurar y evolucionar a lo largo del tiempo. A través de la danza, la música y, por supuesto, las impresionantes máscaras, esta celebración no solo honra a los santos, sino que también celebra la rica herencia cultural de Chiapas.
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