Turismo Cultural
¿Conoces a los Pastores Himba? Una ventana a la cultura africana
Descubre la tribu que tiene una relación profunda y respetuosa con la naturaleza y el entorno que los rodea…
En las vastas tierras de Namibia, se encuentra la tribu de los Pastores Himba, un grupo étnico que ha capturado la atención y la fascinación de los viajeros de todo el mundo.
Ven con nosotros en un viaje para aprender sobre la rica cultura y tradiciones de los Himba, explorar sus costumbres únicas, su estilo de vida nómada y su conexión profunda con la tierra y la naturaleza.
Una conexión profunda con la Tierra
Los Himba son un grupo étnico que se ha asentado en la región de Kaokoland, en el noroeste de Namibia durante siglos. Se cree que son descendientes directos de los antiguos pastores bantúes que migraron hacia el sur de África en busca de nuevas tierras de pastoreo.
Su historia y su conexión con la tierra son fundamentales para comprender su cultura y su forma de vida. Una de las características distintivas de los Himba es su vestimenta y sus adornos corporales.
Las mujeres Himba se visten con faldas de cuero, cubren su cuerpo y cabello con una mezcla de arcilla roja y grasa animal, lo que les da un distintivo color rojizo.
Los adornos como collares, pulseras y brazaletes, son una parte importante de su identidad cultural y se utilizan para indicar el estatus social y la edad.
Como sustento principal se dedican a la ganadería. El ganado, especialmente las cabras y las vacas, es esencial para su supervivencia y su forma de vida nómada.
Los Himba dependen del ganado para obtener leche, carne, cuero y otros productos esenciales. Además, el ganado también desempeña un papel importante en su sistema de creencias y rituales tradicionales. La sociedad Himba se organiza en clanes y está fuertemente arraigada en una estructura social patriarcal.
Los hombres son los líderes y proveedores de la tribu, mientras que las mujeres se encargan de las tareas domésticas, la crianza de los hijos y la recolección de agua y leña. Sin embargo, las mujeres Himba también desempeñan un papel importante en la toma de decisiones y la preservación de la cultura.
Algunos otros datos sobre los Pastores Himba
Los Himba celebran una variedad de ritos de paso y ceremonias para marcar los hitos importantes en la vida de sus miembros. Estos rituales incluyen la circuncisión masculina, la iniciación femenina y las ceremonias de matrimonio.
Estos eventos son ocasiones de gran importancia cultural y comunitaria, donde se transmiten conocimientos y se fortalecen los lazos entre las generaciones.
La espiritualidad ocupa un lugar central en la vida de esta tribu. Tienen creencias animistas y creen en la presencia de espíritus en la naturaleza y en los antepasados. Los rituales y las prácticas espirituales son una parte integral de su vida cotidiana, y se realizan para buscar protección, curación y prosperidad.
Los Himba tienen una relación profunda y respetuosa con la naturaleza y el entorno que los rodea. Ven a la tierra como sagrada y creen en la importancia de vivir en armonía con ella.
Siguen prácticas de pastoreo sostenible y utilizan métodos tradicionales de agricultura para asegurar la preservación de los recursos naturales.
Turismo comunitario
El turismo comunitario ha brindado a los Himba una oportunidad de compartir su cultura y tradiciones con los visitantes de manera respetuosa y sostenible.
Al visitar sus comunidades, los turistas pueden aprender sobre su forma de vida, participar en actividades tradicionales como la recolección de agua, la elaboración de artesanías y la música tradicional, y experimentar la hospitalidad y la calidez de esta tribu única.
A pesar de la riqueza cultural de los Himba, enfrentan desafíos en la preservación de su forma de vida y tradiciones. El impacto del turismo, los cambios en el entorno y la influencia de la cultura occidental son algunos de los factores que amenazan su identidad cultural.
Es fundamental trabajar en conjunto con las comunidades para asegurar la protección y el respeto de su patrimonio cultural. Que dices, ¿te atreves a conocerlos? Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!
México
Donde el dinero NO TIENE VALOR: Conoce el día del TRUEQUE en Cholula
Aquí la moneda de cambio es lo que se lleva en la mano. Despensa, objetos y ropa son lo que podrás intercambiar en el día del trueque en Cholula.
En la antigüedad, Cholula era considerada un centro cultural y religioso donde los dioses eran venerados. Su fama se podría comparar a la actual Basílica de Guadalupe o a Chalma; sin embargo, aquí los meros patrones eran Quetzalcóatl y Chiconauhquiauhitl.
Para venerarlos, los antepasados viajaban desde muy lejos para ofrecer un sacrificio humano en Cholula. Después, el cuerpo era regresado a su lugar de origen, todo acompañado de música. Muchos, al ir de lugares lejanos, llevaban consigo productos y artesanías para intercambiarlos con otros pueblos, logrando así lo que conocemos hoy en día como trueque.
El trueque en Cholula: Una tradición que aún sigue
Claro que, desde la llegada de los españoles, las cosas han cambiado un poco. Para empezar, los franciscanos eliminaron a los queridos Quetzalcóatl y Chiconauhquiauhitl, y los sustituyeron por la Virgen de los Remedios. Y después de quitar los sacrificios, designaron el 8 de septiembre como día de celebración. Sin embargo, hubo una tradición que no pudieron quitar en Cholula: el trueque.
Cada 8 de septiembre, en honor a la Virgen de los Remedios, desde las 07:00 a.m. hasta pasada la medianoche, cientos de artesanos y comerciantes se reúnen en todo el largo y ancho (y un poquito más) de la Plaza de la Concordia en Cholula. Lo que sigue después se consigue por puro instinto mexicano…
Como los antepasados
La dinámica es muy sencilla: ves algo que te gusta o necesitas, y lo intentas intercambiar por algo que hayas llevado. Puede ser ropa, libros, artesanías, electrodomésticos… las monedas y los billetes están prohibidos. Pero sí te avisamos que lo que más buscan los comerciantes es la despensa.
¿Qué podrás conseguir en el trueque de Cholula? Bueno… ese es cuento de nunca acabar: aquí podrás conseguir quesos, charales, canastas de mimbre, artesanías, frutas, verduras, juguetes, hierbas, medicinas, cazuelas de barro, bolsas, aretes, blusas, camisas, tazas, cubiertos, semillas…
Una tradición de más de 500 años
Te sorprenderá saber que no solo artesanos y comerciantes de Puebla son los que se presentan a este trueque en Cholula, ya que, gracias al masivo intercambio que se realiza, aquí llega gente de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Yucatán y de otros muchos estados para realizar este intercambio.
Siendo una tradición de más de 500 años, y considerada patrimonio cultural de la humanidad, aún se mantiene muy viva, y más que nunca. Este año, 2024, la feria rompió récord con más de 100 mil visitantes, todos listos para intercambiar.
Y tú… ¿te quieres quedar fuera? No lo dudes, y atrévete a vivir esta tradición centenaria, solo en Cholula, Puebla, viajando con Autotur.
#NuncaDejesDeViajar
Artesanías
Las BANDERAS de Santa Ana Jilotzingo en el mes patrio
Este pueblo cuenta con un rol esencial en la creación de símbolos patrios que adornan cada rincón de México en las festividades del 15 y 16 de septiembre.
Santa Ana Jilotzingo se encuentra aproximadamente a 30 km al norte de Toluca y a 70 km de la CDMX. La ubicación de este poblado, en medio de los verdes campos del Valle de Toluca, lo convierte en un rincón especial para conectar con las raíces más profundas de las tradiciones mexicanas.
Santa Ana Jilotzingo: Cuna de la Bandera Mexicana
La tradición de la confección de banderas y otros artículos patrios en Santa Ana Jilotzingo tiene raíces profundas, que se remontan a varias décadas atrás.
Inicialmente, las familias locales comenzaron a producir banderas para abastecer la demanda local, pero con el tiempo, la calidad y la artesanía de estos productos comenzaron a destacar.
Desde hace décadas, las manos expertas de sus artesanos han dado vida a banderas, estandartes, y otros artículos patrios que se distribuyen por todo el país.
Caminar por Santa Ana Jilotzingo es una experiencia única, especialmente en los días cercanos al 15 de septiembre, cuando todo el poblado se llena de vida y color, preparándose para abastecer al resto del país con sus emblemáticas creaciones.
Muchas de las familias que trabajan en la producción de banderas lo hacen desde pequeños talleres que se han pasado de generación en generación, manteniendo viva una de las tradiciones más patrióticas de México.
Los talleres locales se especializan en la elaboración de banderas de todos los tamaños, desde las pequeñas que adornan los coches y oficinas, hasta las monumentales que ondean en plazas y edificios oficiales.
Cada bandera, con sus colores verde, blanco y rojo, es un tributo a la historia y la identidad de México.
El corazón que late tricolor
Las banderas que salen de este rincón de Otzolotepec no solo adornan casas, escuelas y edificios gubernamentales durante el mes patrio, sino que también representan un símbolo de unidad y orgullo nacional.
El estandarte mexicano, con su águila devorando una serpiente sobre un nopal, es uno de los símbolos más reconocidos del mundo, y cada bandera que se produce en Santa Ana Jilotzingo lleva consigo una parte de la historia de México.
La comunidad local ha sabido capitalizar esta habilidad única para convertirse en un referente no solo en el Estado de México, sino a nivel nacional, siendo proveedores oficiales de banderas para múltiples instituciones gubernamentales y educativas.
Santa Ana Jilotzingo: ¡Un mar de banderas!
Para los viajeros que buscan una experiencia única, Santa Ana Jilotzingo es un destino obligado, y claro que especialmente durante las celebraciones patrias.
Al recorrer sus calles, uno puede ver los talleres en plena acción, con artesanos trabajando cuidadosamente en cada bandera y producto.
El pueblo organiza diversas actividades culturales y festivales donde se celebran tanto la historia de México como la habilidad artesanal de sus habitantes.
Uno de los momentos más esperados es el desfile de banderas, donde los artesanos locales exhiben sus mejores trabajos.
¿Cómo llegar?
Llegar a Santa Ana Jilotzingo es sencillo. Si vienes desde Toluca, puedes tomar la carretera Toluca-Naucalpan y desviarte hacia Otzolotepec.
Desde la Ciudad de México, puedes acceder por la misma vía, incluso contratando servicios de transporte como el de Autotur, donde puedes rentar camionetas o autobuses con choferes certificados. El trayecto es una oportunidad perfecta para disfrutar de los paisajes del Estado de México, con verdes montañas y campos que rodean al pueblo.
Visitar este pueblo es sumergirse en el espíritu patrio y conocer de cerca una de las industrias más simbólicas del país.
#NuncaDejesDeViajar
Museos
Gigantes del Mar: Celebrando al Tiburón Ballena en el MUNBA
El Museo Nacional de la Ballena destaca la vida del tiburón ballena, un pez que puede medir hasta 20 metros y que enfrenta la amenaza de la extinción debido a la caza furtiva y la contaminación del océano.
Como cada año, el Museo Nacional de la Ballena (MUNBA) en Mazatlán, Sinaloa, celebró e invitó a hacer consciencia este 30 de agosto sobre la existencia del Tiburón Ballena: un pez que mide alrededor de 20 metros, y que solamente puede comer a través de la filtración, es decir, que no puede morder ni masticar. Y a pesar de que son animales inofensivos, se encuentran en peligro de extinción debido a su caza furtiva.
Cada año, la caza se convierte en una amenaza en que viven cientos de animales marinos, en especial las ballenas, por lo que, desde el 2022, Mazatlán ya había puesto en marcha la construcción del MUNBA: Museo Nacional de la Ballena; esto, con el fin de investigar, conocer, informar y conservar la vida cetácea de las aguas marítimas de México.
El Observatorio del MUNBA: De la guerra a la ciencia y el turismo
En Mazatlán, existe un edificio llamado “Observatorio”, que consta de una fuerte estructura que sirvió como puesto de observación militar para avistar navíos enemigos. Esto mismo bautiza al cerro como el Cerro del Vigía.
Con 75 metros a nivel del mar y un dominio completo del paisaje, el Observatorio se volvió un lugar popular; tanto así que en 1873 se incorporaron en sus paredes labores meteorológicas y sismológicas, volviéndose uno de los centros de investigación más importantes del porfiriato en México, hasta 1954, cuando fue abandonado. Sin embargo, en el año 2021, un empresario restauró y reabrió sus puertas, dando espacio a diferentes conceptos, como un museo, un santuario de aves, iguanario, agaviario, una destiladora, un bar… y sí, ahora el Museo Nacional de la Ballena.
Vive la experiencia marina
El MUNBA abrió sus puertas el pasado 23 de julio del 2024, contando con 12 salas que presentan, a través de exposiciones artísticas, científicas e interactivas, una comprensión más profunda del mundo marino. Las exposiciones se apoyan en escalas de diversas especies de ballenas, delfines y otros cetáceos, así como esqueletos y paneles informativos, además de experiencias inmersivas en realidad virtual.
¿Mencionamos que su arquitectura es 100% sostenible?
Sí, la arquitectura del MUNBA también promueve la cultura del reciclaje, ayudando a reflexionar sobre la contaminación del mar.
¡No dejes pasar la oportunidad, y ven a visitar este y otros fascinantes espacios en Mazatlán!
#NuncaDejesDeViajar
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