Campeche
¿Qué visitar en Campeche? Un tesoro celosamente amurallado
Desde los ataques piratas, hasta los fuertes amurallados, conoce los secretos de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Al visitar la ciudad de Campeche todo parece revivir: los ataques piratas, el quehacer religioso, la época del comercio, las caballerizas, el sonido de los cañones, el arribo de los barcos y los fuertes amurallados, hacen especial a esta ciudad ahora Patrimonio de la Humanidad.
Campeche fue una población habitada por los mayas desde el periodo formativo hasta la fase terminal de la cultura (650 AC -1420 DC).
Los mayas destacaron por su organización social, su economía, agricultura, astronomía, arquitectura, matemáticas, comercio, además de las artes y la ciencia.
Con el tiempo y la llegada de los españoles en el siglo XVI “Campeche” fue nombrado como la Villa de Francisco de Campeche, por ser un puerto habilitado para el comercio y un lugar de expansión colonial por toda la península de Yucatán.
Se convirtió en la entrada y salida para el comercio de los productos y esto transformó a la villa en un lugar interesante para los piratas, bucaneros y corsarios de diversos lugares de Europa.
Los habitantes presionaron a la corona española para construir un sistema defensivo por medio de una muralla en forma de polígono irregular de 8 lados, con un baluarte en cada vértice y 4 puertas que comunicaran al exterior.
¡Una historia única!
Cada baluarte es una fortificación que sobresale de dos murallas o cortinas, tiene dos caras que forman un ángulo y estas servían como defensa y protección ante los corsarios.
La superficie resguardaba a la villa de 80 hectáreas, además, se construyeron dos fuertes en las montañas para proteger a la ciudad amurallada, el Fuerte de San José y el Fuerte de San Miguel, con sus baterías de apoyo.
Con una historia que va más allá de ataques piratas, crisis políticas, sociales y económicas, enfrentamientos separatistas de la península, guerras civiles y guerras de castas.
Campeche se separó de Yucatán y a partir del Porfiriato, creció gracias a la agricultura, ganadería y exportación de palo de tinte, sal, maderas, explotación del árbol del chicle y cultivo de henequén.
Y finalmente se dedicó a la explotación del petróleo, lo cual ha permitido el desarrollo no sólo de su ciudad, sino de todo el estado.
Si hacemos un recorrido por las calles del centro histórico veremos edificios y casas de dos plantas pintados cada uno de diferentes colores ya sea tonos vivos o tonos pastel.
Hermosa arquitectura
Estas coloridas fachadas, todas perfectamente limpias, hacen contraste con el color blanco pintado en sus esquinas, columnas, adornos, guardapolvos, marcos de puertas y ventanas.
Asemejan una serie de coloridos pasteles adornados con merengue blanco, uno formado atrás de otro, así se ve el centro histórico como se estilaba hace 300 años, con su trazo original.
En el centro yergue la catedral dedicada a la inmaculada Concepción, su construcción tardó 165 años.
Hay una hermosa plaza con jardín tan pequeña y coqueta que me gusta ya sea de día o de noche y los portales donde te sientas a ver pasar la vida campechana de los campechanos.
Amable, tranquila, sin estrés ni preocupaciones, tal vez por eso dicen que campechano es un gentilicio y un adjetivo a la vez.
Varios edificios civiles y religiosos destacan: la mansión Carvajal, el Instituto Campechano, la iglesia del Dulce Nombre de Jesús, el templo de San Román, un malecón remozado y la plaza del patrimonio mundial con sus fuentes danzantes.
Vistas increíbles
Esta ciudad es un sueño de colores con sus calles limpias y empedradas, faroles de hierro forjado que resaltan la belleza y le dan ese tono colonial. Cada esquina o monumento tiene una leyenda.
Parece increíble cómo una ciudad se encuentra amurallada o protegida en un polígono custodiado por 7 baluartes que hoy en día se destinan para diversos usos:
El de La Soledad es el museo de estelas mayas, el de San Carlos alberga el museo gráfico, el de Santiago cuenta con un jardín botánico, el de San Pedro muestra una exposición permanente de artesanías y el de Santa Rosa es un centro de información turística.
Las puertas de entrada y salida a la ciudad originalmente eran 4, hoy sólo se conservan dos, la reconstruida Puerta del Mar y la Puerta de la Tierra que presenta un espectáculo de luz y sonido ciertos días de la semana.
Los Fuertes que servían para combatir los ataques son un punto importante en la visita a Campeche, fueron construidos en las colinas; “San José el Alto” es un fuerte que actualmente resguarda un museo de barcos a escala y armas coloniales.
Es un bello fuerte pintado de color amarillo, donde se puede tener una hermosa vista de la ciudad y del mar.
¡Visita todo lo que puedas!
Por otro lado se encuentra el fuerte “San Miguel” donde se puede ver el foso o trincheras profundas y llenas de agua, cañones y un puente elevadizo ideal para tomar fotografías.
El lugar cuenta con un museo de piezas prehispánicas en donde destacan las máscaras de jade que pertenecen a la zona arqueológica de Calakmul, también patrimonio de la humanidad.
Campeche destaca por su comida sobre todo a base de maíz, frijol, vegetales pescados y mariscos, es tradicional que cada día se prepare el mismo platillo en la mayoría de las casas.
Por lo mismo, es bueno tener amigos oriundos que te inviten a probar las delicias frescas preparadas por las manos campechanas. ¿Qué tal unos tacos de cazón o unas patas de cangrejo en frío?
Sea cual sea el platillo la compañía de los anfitriones es lo mejor, dicen que promueven bien el lema “mi casa es tu casa” cosa que en lo personal se me hace completamente cierto.
Así que ya lo sabes en Campeche hay historia, tranquilidad, buena gastronomía y amabilidad de la gente, un lugar ideal para conocer y descubrir porqué todos hablan bien de este lugar.
No te olvides de esto
Desde 1999 Campeche es una de las 10 Ciudades Mexicanas nombrada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la humanidad.
Dónde hospedarse:
Hotel Ocean View, Ubicado sobre el malecón frente al mar, a 5 minutos del Centro Histórico y a 15 minutos del Aeropuerto. Incluye desayuno continental buffet y Wifi gratis.
Dónde comer:
El Bastión, Antigua casa colonial donde nació el poeta y escritor Justo Sierra Méndez.
Se especializa en comida campechana tradicional: Queso relleno, pollo pibil, pescado al limón, Papadzules, el tradicional pozole, los deliciosos postres y pan casero. Calle 57 No. 2A Centro Histórico. #NuncaDejesDeViajar
Campeche
El AMOR está en el AIRE… ¡Y en CAMPECHE también!
Exquisita arquitectura colonial, cautivadores paisajes y cientos de lugares instagrameables hacen de Campeche el destino perfecto para que tú y tu date celebren este Día de San Valentín.
Si aún estás indeciso del plan para este 14 de febrero, no te preocupes, que Campeche ha llegado al rescate. Pero, antes de adentrarnos de lleno en este increíble destino, déjanos contarte que Campeche es de los pocos estados que reúne gran riqueza natural, cultural, naturaleza, arte y gastronomía, siendo considerado como Patrimonio Mundial por la UNESCO… romántico, ¿no?
Tú y yo en el CENTRO HISTÓRICO DE CAMPECHE, no sé, piénsalo…
El Centro Histórico de Campeche destaca por ser uno de los más hermosos de todo México. Y es que no es nada difícil imaginarte recorriendo y disfrutando de sus coloridas fachadas coloniales, restaurantes, galerías y museos, todo de la mano del amor de tu vida.
¿Quieres ver ATARDECERES conmigo?
Una de las mayores maravillas de esta vida es, sin duda, ver los atardeceres, con su infinita combinación de colores difuminados. Pues bueno… en el Malecón de Campeche podrás encontrar y admirar estos paisajes de los que te hablamos, pero desde una forma magistral.
Admira el mar sereno, rodeado de un ambiente cálido y romántico, y por supuesto, de fondo las espectaculares puestas de sol.
En Campeche LA VIDA ES MÁS BONITA… y sus hospedajes también
Campeche cuenta con grandes haciendas que son sinónimo de historia. Muchas de ellas han sido convertidas en hoteles y boutiques de lujo. Lo mejor de todo esto es que la mayoría aún conservan sus viejos edificios, donde podrás sentir como la historia te habla y se expresa a través de las paredes.
Con piscinas, buenos restaurantes, y habitaciones de lujo, algunas son: la Hacienda Uayamón y la Hacienda Puerta Campeche, opciones icónicas en la ciudad, ideales para un viaje lleno de romanticismo.
El AMOR entra por EL ESTÓMAGO
Muchos románticos dicen que a la gente se le conquista por el paladar, y bueno… no pierdes nada intentándolo, y Campeche podrá ser tu gran aliado para esto. Con una amplia e irresistible oferta gastronómica, nos encontramos con dos protagonistas: el pescado y el camarón, que serán la eminencia de los mejores platos que vas a probar en Campeche.
Entre sus otras especialidades se encuentran el pan de cazón, los camarones al coco, ostiones fritos, pámpano empapelado con achiote o el calamar relleno de camarón. Entonces ya lo sabes, si no conquistas a esa persona es porque no quieres… porque las opciones las tienes.
Tú y yo, VIAJAR Y EXPLORAR
Como te veníamos diciendo, Campeche cuenta con sitios arqueológicos inimaginables. Uno de ellos es Edzná, donde los mayas desarrollaron un avanzado sistema de obras hidráulicas, aspecto que influyó de manera importante en la capacidad productiva de la tierra y en el desarrollo de la ciudad.
Por otro lado, también tenemos a Calakmul… seguramente ya has escuchado de ella, pues es famosa por ser una de las reservas tropicales más grandes de toda Latinoamérica.
Así que ya lo sabes, soldado advertido no muere en guerra… aún estás a tiempo de planear esta escapada romántica y sorprender a tu personita especial, porque entre calles llenas de historia y atardeceres increíbles, el amor se siente diferente en Campeche. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
Sumérgete en los refrescantes manantiales Pedro Baranda, Campeche
¡El plan ideal de Semana Santa!
¿Te imaginas nadar en aguas cristalinas que provienen de ríos subterráneos y que tienen diferentes tonos de azul y verde? ¿Te gustaría conocer la historia y la cultura de un lugar sagrado para los antiguos mayas? ¿Te atreverías a probar los lirios acuáticos que crecen en el fondo de los manantiales? Si tu respuesta es sí, entonces tienes que visitar los manantiales Pedro Baranda, un rincón de Campeche que te sorprenderá por su hermoso paisaje.
De los secretos naturales mejor guardados de Campeche
Los manantiales Pedro Baranda son un conjunto de ojos de agua que se extienden por unos 3 kilómetros y que se forman por la filtración de agua de lluvia que se acumula en ríos subterráneos y sale a la superficie por grietas en la roca caliza.
Estos manantiales se encuentran en el municipio de Candelaria, a unas tres horas del Pueblo Mágico de Isla Aguada, y son uno de los secretos naturales mejor guardados del estado de Campeche.
El nombre de Pedro Baranda se debe a un general campechano que participó en la Guerra de Castas y que tenía una hacienda cerca de los manantiales. Se cuenta que el general era muy querido por la gente y que defendió la zona de los ataques de los rebeldes mayas.
También se dice que tenía una amante indígena que vivía en los manantiales y que le regalaba flores de lirio. Los manantiales son considerados sagrados por las antiguas civilizaciones mayas, quienes los utilizaban para ceremonias y rituales.
Se cree que los manantiales eran una fuente de vida y de conexión con los dioses. Algunos visitantes aseguran haber sentido una energía especial al nadar en las aguas cristalinas.
¡Paisajes de ensueño!
Enclavados en un rincón paradisíaco donde la serenidad de la naturaleza abraza el alma, los manantiales Pedro Baranda ofrecen un refugio idílico lejos del bullicio cotidiano. Este oasis natural es el escenario perfecto para una escapada que promete revitalizar el espíritu y encender los sentidos con sus claras aguas y paisajes de ensueño.
La magia de Pedro Baranda se manifiesta en su accesibilidad para todos. Sus aguas de poca profundidad son un santuario seguro donde incluso los nadadores novatos y los niños pueden sumergirse con confianza, flotando en la tranquilidad de este espejo natural.
Para los aventureros del remo, el kayaking se presenta como una invitación a explorar los serpenteantes tres kilómetros de los manantiales. Este paseo se convierte en una travesía íntima con la naturaleza, donde cada remada desvela vistas más impresionantes que la anterior, permitiendo a los visitantes fusionarse con el entorno acuático.
El snorkel en Pedro Baranda es una ventana a un mundo subacuático fascinante, donde el espectáculo de plantas acuáticas teje una paleta de azules y verdes.
Para los paladares curiosos, la experiencia se enriquece con la degustación de lirios acuáticos, cuyo sabor
dulce y refrescante es un secreto local compartido con aquellos turistas intrépidos.
La observación de aves es otra joya de este lugar. Especies como la garza blanca adornan el paisaje, ofreciendo momentos de paz y contemplación para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Cerca de los manantiales Pedro Baranda…
Cerca de los manantiales, los pueblos mágicos de Palizada y Candelaria te esperan con sus propias tradiciones de Semana Santa. Estos rincones ofrecen una mirada íntima a la cultura y tradición local, con arquitectura impresionante, artesanías únicas y un ambiente que rebosa de música y folclor.
Participa en el Viacrucis, la Procesión del Silencio o la Quema de Judas, eventos que reflejan la devoción de estas comunidades.
Campeche en Semana Santa es un mosaico de experiencias que entrelazan lo espiritual, lo histórico y lo cultural. Es un destino donde cada rincón narra una parte de la rica cultura mexicana, invitando a los visitantes a formar parte de su legado.
Ya sea recorriendo las calles de su capital, saboreando su diversa gastronomía o explorando sus pueblos mágicos, Campeche promete una Semana Santa inolvidable.
Su gastronomía es un viaje de sabores que no puedes perderte. Semana Santa ofrece la oportunidad perfecta para degustar platillos típicos como el puchero, panucho, poc chuc y el exquisito pan de cazón, entre otros. Cada bocado es un descubrimiento de la rica diversidad de la región, desde el mar hasta la tierra.
¿Como llegar a los manantiales?
Desde la vibrante ciudad de Chetumal o la tranquila Escárcega, embárcate en un viaje por la carretera libre hacia Villahermosa. Deja que el camino te lleve hasta Champotón, donde el paisaje comienza a prepararte para la belleza natural que está por venir.
Continúa tu ruta hasta Candelaria, un punto clave donde la aventura toma un giro local. Aquí, opta por un
taxi o un mototaxi, medios de transporte que añaden un toque de autenticidad a tu experiencia, llevándote directamente a los manantiales.
Para asegurar un día cómodo y lleno de disfrute, recuerda empacar ropa y zapatos que te permitan moverte libremente. Un traje de baño es esencial para sumergirte en las aguas refrescantes de los manantiales.
Protege tu piel y el entorno con repelente y bloqueador solar biodegradables, y asegúrate de que tus dispositivos electrónicos estén completamente cargados para capturar los momentos sin preocuparte por la escasa señal. Mientras te deleitas con las maravillas de Pedro Baranda, te instamos a abrazar la responsabilidad ambiental.
La belleza de este lugar se preserva gracias al respeto y cuidado de sus visitantes. Lleva contigo cualquier residuo para mantener la pureza del entorno, disfrutando de las actividades sin perturbar la armonía natural.
Siguiendo estos consejos, tu visita a los manantiales Pedro Baranda no solo será una experiencia enriquecedora, sino que también contribuirás a la conservación de este paradisíaco destino para futuras generaciones. Prepárate para un viaje inolvidable, donde la naturaleza, la aventura y la sostenibilidad se encuentran.
Y si viajas a Campeche, antes de hacerlo te recomendamos visitar la pagina oficial de Mi Escape. Ahí, vas a encontrar todo lo relacionado con tu experiencia, desde transporte, hospedaje, y tours personalizados. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!
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