CDMX
PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX
Un tranquilo paseo por Tacubaya es lo que necesitas para enamorarte más de la CDMX
La historia de la Ciudad de México es tan grande y en cada esquina han quedado atrapados datos curiosos y leyendas que espera ser descubiertas, ahora nos toca dar un PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX, lugar que se niega a perder su personalidad.
Imagina: una vez que los españoles se asentaron en la vieja ciudad, (hoy el Centro Histórico), muchos de los aristócratas de la época crearon pequeños séquitos en los alrededores de centros religiosos como conventos e iglesias.
Así surgieron barrios como San Ángel, San Agustín de las Cuevas o Coyoacán, pero de entre ellos, había una zona rica en agua donde inició el asentamiento de Tacubaya, un barrio que prontamente se hizo popular entre los más pudientes.
PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX fusión de estilos arquitectónicos
Iniciar un PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX es encontrarte con la fusión de la arquitectura del pasado y presente, de gente con tradiciones arraigadas, pero también aquellos que buscan lo moderno y original que guarda la ciudad.
Desde sus orígenes este pueblo fue sede de diferentes labores productoras de trabajo como obrajes y molinos de campo que perduran hasta hoy.
Tu visita debe comenzar con el Museo de Cartografía, un pequeño templo que está en medio del transito de la Avenida Periférico, bajo puentes y entre cientos de carros.
PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX: Tarde de Museo
Este sitio formó parte del Convento de San Diego, el cual se dice que era el segundo más grande de la Nueva España en la época colonial. En su museografía podrás ver mapas y códices que muestran cómo era la ciudad en la época prehispánica.
También verás la importancia que tenían los planos en el desarrollo del país, su uso y la evolución de los mismos al paso del tiempo.
Después de ello, avanza sobre avenida Observatorio y te encontrarás con un fastuoso edificio militar que impone por su complejidad y es vigilado por algunos soldados.
PASEO POR EL BARRIO DE TACUBAYA EN LA CDMX: Mercados y casonas
Al continuar llegarás a una pequeña plaza con los accesos al metro de la ciudad. Llama la atención el Mercado Cartagena cuyos productos frescos reúnen a las amas de casa y a los marchantes con sus característicos gritos llenos de picardía.
Aquí puedes desafiar a tu estómago a través de sus sabores. Locales de comida corrida, taquerías, tortas y fuentes de sodas, son parte de la oferta gastronómica
Más adelante se encuentra una de las casonas más lujosas de la CDMX: El Museo Casa de la Bola es un edificio del siglo XVI que cuenta con alcobas extensas cubiertas de tapiz, mobiliario rústico, fuentes, esculturas y jardines.
La entrada es con previa cita y los domingos la entrada es general; lo que no debes perderte es darte una vuelta por el antiguo Salón Rosa, lugar en donde sólo se reunían mujeres.
Podrás apreciar las recamaras de verano e invierno, exclusivas para esas temporadas del año.
Tacubaya y su parque lira
Detrás de esta maravillosa casona, llegarás a uno de los pulmones verdes del poniente, se trata del Parque Lira, un boscoso lugar con zonas infantiles, bancas para descansar, una biblioteca pública y una capilla dedicada a la Guadalupana.
Este lugar es un espacio cultural, en donde se muestran ciertas exposiciones de corte artístico. Se dice que todo el complejo era parte de la gran mansión donde su último dueño, Vicente Lira, le dio nombre a la gran finca que hoy ocupa el parque.
Ahí mismo, en sus terrenos se encuentra también la llamada Casa Amarilla, edificio que alberga la actual Delegación Miguel Hidalgo.
La casa ha funcionado como escuela, posada y orfanato. Cuando salgas del parque debes detenerte para observar la espectacular fachada de esta antigua residencia, además de su puerta llena de elementos geométricos y florales.
Comercios tacubayos
Al cruzar estarás caminando por la colonia San Miguel Chapultepec que pertenecía a la zona de Tacubaya. Hoy en día puedes observar algunas casas con elegantes portadas de estilo colonial y europeo.
También podrás descubrir negocios tradicionales como tlapalerías, panaderías artesanales, restaurantes, jarcerías y otros locales en diferentes calles -José Martí es una de ellas- en donde los colonos pasan su día a día.
Como prueba del lujo de la antigua colonia se ubican dos construcciones consideradas parte de la arquitectura contemporánea mexicana. El edificio Isabel y el edificio Ermita.
Su decoración, diseño, detalles e historia conviven de forma armónica evidenciando el paso del tiempo y quizá ese es el mayor encanto.
Art déco
Debes saber que el edificio Ermita es de estilo Art déco y fue sede del Cine Hipódromo. Curiosamente en el techo de lo que fueron las salas se encuentra un amplio patio.
Continuando con este paseo, hay una encantadora vivienda que debes conocer: la Casa de Luis Barragán que ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad debido a estilo arquitectónico, modernidad y la funcionalidad. Debes de hacer cita previa para visitarla.
Santo Domingo, lo religioso
Finalmente, sobre la Av. Revolución llegarás a uno de los templos más bonitos de la zona, El Exconvento de Santo Domingo, fundado por los dominicos en el siglo XVI.
La construcción religiosa figura entre la vegetación y los jardines. El atrio, los decoros y las fiestas son muy comunes en toda la ciudad, vale la pena visitarlo sobre todo el día de la Candelaria.
Caminar entre las calles de Tacubaya, debes hacerlo tranquilamente; además de admirar el arte urbano, la gente, los locales y la arquitectura, siempre tendrás un pretexto para regresar.
#Nunca dejes de viajar.
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
#NuncaDejesDeViajar
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