México cuenta con muchos destinos que parecieran salidos de una pintura surrealista, tal es el caso del Pueblo Mágico de Viesca, Coahuila, donde se encuentran los Sulfatos de Viesca, un paraje en el que el tiempo se detuvo tras el cierre de la la empresa salina del mismo nombre.

Viesca es un municipio ubicado en el sur del estado de Coahuila, a unos 70 kilómetros de Torreón y a 2 horas con 45 minutos de su capital, Saltillo. Se describe como un pueblo tranquilo y agradable que tiene atractivos históricos, culturales y naturales para ofrecer a los viajeros…

Cientos de historias por contar

Algo muy interesante es que Viesca fue testigo de la visita de grandes personajes históricos, comenzando en 1811 cuando en una de las casas del lugar se alojó Miguel Hidalgo y Costilla durante su huida del ejército del virrey, al inicio de la guerra de la independencia de México.

Años después, el presidente Benito Juárez también se hospedo y desde allí expidió un decreto, mientras que en la Exhacienda de Santa Ana de Hornos se llegó a hospedar a Lázaro Cárdenas.

Durante muchos años, los botes y bolsas de la marca “Sal Hada” estuvieron presentes en las cocinas y negocios de las familias mexicanas. Las grandes cantidades del famoso condimento blanco provenían de la Empresa Sulfato de Viesca, S.A. de C.V., que en 1952 se instaló en el municipio de la región Laguna del
estado de Coahuila.

En tiempos de bonanza, la empresa ubicada a 73 kilómetros de Torreón, llegó a tener hasta 400 empleados.

Ahora, a treinta años de haber sido abandonada, los vestigios de la empresa salina persisten: trozos de ladrillos, montones de tierra, estructuras enclenques y una llanura blanca que corresponde a los residuos de sulfato y cloruro que muestran lo que un día fue una de las empresas más prominentes de la región.

Las mejores postales en Viesca, Coahuila

Esta empresa se fundó en 1952 para extraer el sulfato de sodio que se emplea en la industria del papel, con el tiempo creció y amplió su tecnología para la producción de sal de mesa y cloruro de sodio.

Hoy en día, apenas se ve el esqueleto de una fábrica de sulfatos que fue sustento del pueblo y una luz de esperanza para aquellos que buscaron un mejor futuro en los años 50 y 80. Es por esa razón que muchas casas productoras han acudido a este mágico lugar para usarlo como locación para sus películas.

Contrastando con su desolado paisaje, los Sulfatos de Viesca ofrecen algunos materiales para la producción de alimentos como el dulce de leche. Desafortunadamente no se encuentra bajo el resguardo de nadie, pero no es de difícil acceso debido a las chimeneas olvidadas que se asoman entre los mezquitales.

El paraíso surrealista lo conforma una vasta llanura blanca, que corresponde a los residuos de sulfato y cloruro de sus años de gloria.

Su color es blanco y a lo lejos pareciera ser una extensión de cielo, entre nubes blancas que combinan majestuosamente con el azul del cielo.

Aunque este lugar no sea propiamente un lugar turístico, por la belleza de la escena y la mucha historia que tiene, te va a encantar.

Actividades que no te puedes perder

Aprovechando la visita a tan hermoso lugar, no podremos perdernos de algunos atractivos que permiten que sea considerado “pueblo mágico”

La Feria del Dátil. Debido a que en este pueblo mágico se encuentran palmas datileras que se presume fueron traídas por los primeros fundadores del lugar. Los dátiles son considerados frutos regalos del desierto debido a que necesitan de muy poca agua para sobrevivir y producirse.

Cuando visites este hermoso destino, podrás probarlos en platillos, dulces y postres, ¡son una deliciosa tradición!

Visita obligada a la Capilla y Exhacienda de Santa Ana de Hornos. Un lugar testigo de la historia y que paso un tiempo en el olvido, la capilla fue restaurada en el año 2010 y gracias a todos los trabajos que se le realizaron le devolvieron el esplendor a este lugar.

Hasta la fecha se encuentran en perfectas condiciones para ser visitada por los viajeros. Una ciudad que esconde muchos secretos y solo los valientes serán capaces de descubrir tan hermosa y secreta historia que permite fotos tan bellas, ¿serás tú el valiente que descubra esa salinera que de haber sido una gran empresa, hoy es postal para tus seres queridos? #Nuncadejesdeviajar!

Enclavado en el corazón de Huasca de Ocampo, un pueblo mágico que destila historia y belleza en cada uno de sus rincones, se encuentra el Restaurante El Duende, un santuario gastronómico que ha cautivado a visitantes por más de 19 años.

Este lugar no es solo un espacio donde se sirven alimentos; es un portal a las tradiciones, la cultura y las leyendas que han dado forma a esta región del estado de Hidalgo.

Los famosos duendes de Huasca

Desde el momento en que se pisa El Duende, se percibe un ambiente diferente. Sus amplias y acogedoras instalaciones son el preludio de una experiencia sin igual.

La decoración, plagada de figuras de duendes, hace más que adornar; narra historias de esos seres místicos que, según cuenta la leyenda local, juegan y protegen los tesoros escondidos de Huasca.

Estos duendes no solo inspiran curiosidad entre los visitantes, sino que también se han convertido en guardianes simbólicos del restaurante y de las tradiciones que este conserva.

Restaurante El Duende, donde cada platillo es una historia

La propuesta culinaria de Restaurante El Duende es un reflejo de la riqueza gastronómica de Hidalgo. Cada plato cuenta una historia, desde la sopa de xoconostle, que introduce al comensal a sabores ancestrales, hasta la trucha envuelta en papel de maguey y los chiles rellenos de escamoles, platillos que no solo deleitan el paladar, sino que también evocan el ingenio y la tradición de la cocina local.

Los postres, como los canolis de crema pastelera y el ate de nopal con queso panela, son testimonios de la creatividad y la búsqueda constante de El Duende por ofrecer experiencias únicas a sus comensales.

Cada bocado es una mezcla de la tradición culinaria mexicana con toques innovadores que sorprenden y satisfacen.

El Duende ofrece mucho más que exquisitos platillos. Su tienda de duendes permite a los visitantes llevarse un pedazo de la magia del lugar a casa, mientras que su salón de eventos ofrece el escenario perfecto para celebraciones familiares inmersas en la atmósfera única de Huasca.

Con un ticket promedio de 300 pesos por persona, El Duende se posiciona como una opción accesible para disfrutar de una gastronomía de alta calidad en un ambiente inigualable.

¿Viajas a Huasca para disfrutar de las delicias de Restaurante El Duende? Entonces te recomendamos darte una vuelta por la pagina oficial de Autotur, en donde vas a encontrar todo lo necesario para llegar a tu destino cómodo, y seguro. #Nuncadejesdeviajar!

Amomoxtli es un hotel de lujo y tranquilidad en Tepoztlán, un Pueblo Mágico rodeado de naturaleza. Su arquitectura se inspira en las tradiciones locales, con elementos como techos de bóveda catalana y patios interiores y sus jardines ofrecen vistas espectaculares al cerro del Tepoxteco. Es un lugar ideal para relajarse y vivir una experiencia única con la familia o los amigos.

Descubre la Magia del Temazcal

En el corazón de Amomoxtli, se encuentra el temazcal, un antiguo santuario de purificación y sanación que invita a los huéspedes a sumergirse en una experiencia única de renacimiento y conexión con la tierra. Guiados por un experto en ceremonias ancestrales, los participantes ingresan al temazcal para experimentar el poder curativo del calor, el vapor de hierbas medicinales y la oscuridad.

Es un viaje hacia lo más profundo de uno mismo, donde se liberan las tensiones del cuerpo y se renuevan las energías del espíritu, dejando una sensación de equilibrio y armonía que perdura mucho después de que la ceremonia ha concluido.

Experiencia Gastronómica

En el restaurante Mesa de Origen, te espera una experiencia gastronómica inolvidable, con los sabores auténticos de la región. El restaurante se especializa en platillos de la gastronomía mexicana, preparados con ingredientes frescos y de calidad.

Para el desayuno, te recomendamos los sabrosos chilaquiles con salsa verde y huevo estrellado, que te darán energía para conocer el pueblo. En la comida, no dejes de probar el pollo con mole poblano, un plato tradicional que fusiona el sabor delicioso del mole con la carne jugosa del pollo, y que te acercará a la cultura de la cocina mexicana.

Relax en la Piscina con Vistas Panorámicas

La piscina de Amomoxtli es un lugar para refrescarse, lleno de tranquilidad y serenidad con vistas impresionantes al Tepoxteco, el cerro que domina el paisaje de Tepoztlán. Sumérgete en sus aguas cristalinas mientras admiras el paisaje montañoso que te rodea, y deja que la paz y la belleza del entorno te envuelvan.

Con cómodas tumbonas y áreas de descanso, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del sol mientras escuchas el suave murmullo de las hojas en el viento y te dejas llevar por la magia del momento.

Bienestar en el Spa

El Spa Amomoxtli te invita a una experiencia sensorial personalizada para una profunda relajación y rejuvenecimiento. Encuentra el equilibrio perfecto con masajes ancestrales y modernos; renueva tu piel y cuerpo con tratamientos innovadores; y disfruta del calor y la humedad de la sala de vapor.

Descansa en áreas de relajación diseñadas para tu máximo confort y déjate consentir por un equipo de profesionales altamente calificados que te guiarán hacia un estado de armonía.

Si buscas un lugar especial para escaparte, Amomoxtli te espera en Tepoztlán, un pueblo encantador y místico. Este hotel te ofrece un alojamiento de cinco estrellas, con todas las comodidades y servicios que necesitas. Podrás relajarte en su piscina con vista al Tepozteco, consentirte en su spa y temazcal, y deleitarte con su gastronomía local. Amomoxtli es una experiencia que te sorprenderá y te enamorará.

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