Fin de Semana
Que hacer en Huitzilac y Zempoala: ¡Aquí te decimos!
Dos de los mucho pueblos mágicos que puedes visitar en nuestro país, aquí te presentamos que hacer en Huitzilac y Zempoala
Bosques, montañas y climas muy diferentes son lo que encontramos en los alrededores del valle de México. Por eso te hablaré sobre que hacer en Huitzilac y Zempoala.
Y justo entre cumbres y vegetación aparecen lagunas y cuerpos de agua que caminan entre tierra y cielo para sorprender a casa viajero que busca pasar un domingo fenomenal en compañía de la naturaleza.
Huitzilac es un poblado que se localiza en el estado de Morelos, a 50 minutos de Cuernavaca. Es de esos pueblitos de México que te despiertan emociones cuando ves niños jugar en la calle.
Que hacer en Huitzilac y Zempoala: Las maravillas de Huitzilac
Ancianitos vender sus productos del campo y madres ir al mercado municipal por sus víveres para la comida y taparse de la lluvia con sus rebozos.
No puede faltar su hermosa iglesia rodeada de árboles con forma cónica que le brindan un encanto al atrio. Huitzilac, al ser parte de la ruta de los conventos tiene también su pared que rodea al templo a modo de fortaleza.
Cuando entres a la Parroquia de San Juan Bautista podrás deslumbrarte con su brillo que aparece en cada detalle de la decoración. Cenefas y arquería perfectamente bañadas en pintura de oro
Por lo tanto…
Sus fascinantes retablos con toques barrocos que rodean los nichos de los santos que puedes ver entre los cientos de detalles que tiene el interior. Subir al kiosco de herrería y ver pasar la vida tan tranquila de este pueblo.
Toma unas fotografías de la fachada medieval de este templo, asómbrate con el reloj y el campanario de piedra que sobresalen entre los cielos nublados.
El apetito despierta con los aromas del fogón, la leña y la carne asada. Lo mejor aquí es comer cecina con un café de olla y tortillas recién hechas ó si lo prefieres puedes beber pulque en tarritos de barro que son parte de ello.
Pueblos mágicos que enaltecen a México
No pierdas de vista el Palacio Municipal con sus característicos balcones y ventanales. Al entrar descubre los murales de su pasillo principal con representaciones de la época prehispánica y de la Revolución Mexicana.
Saliendo no te puedes resistir a unos esquites preparados con limoncito, chile y queso, realmente exquisitos, además debes caminar por sus callejones con escalones o entre sus rincones que esconden.
A 15 minutos de ahí se encuentran las famosas Lagunas de Zempoala cuya belleza hace que capitalinos vayan a pasar un día entre el bosque nuboso y las frías montañas.
Que hacer en Huitzilac y Zempoala: Muy cerca de Huitzilac, está Zempoala
Eso sí, te advierto que el tramo es corto pero sumamente sinuoso, con curvas y pendientes, pero es cuando al ver el paisaje que se te olvida todo.
Hay varios cuerpos de agua, Tanatihua, Hueyapan y Zempoala son las más famosas, están conectadas entre si, las cuales van siendo el resultado del descenso de varios ríos.
Escoger tu sitio para descanso será tarea fácil, pues toda esta reserva es de gran belleza desde cualquier punto donde estés. Sorprendido quedarás cuando de repente veas la niebla caer y como si estuvieras en una película.
Entonces
Al paso de la neblina, las nubes aparecen y empiezan a dejar caer gotas de lluvia, pintando los pinos de un verde brillante. El agua, el aire y el movimiento hacen que su aroma invada todo este bello sitio.
El ejido de las lagunas cuenta con servicio de estacionamiento, sanitarios, juegos para niños, comedores y fonditas donde los tlacoyos, truchas o guisos mexicanos aparecen para amenizar la estancia.
Si tu llevas carne o vegetales para preparar a tu estilo, cuentan con asadores y mesones, solo no olvides llevar tus bolsas de basura y depositarlas donde se indica.
Que hacer en Huitzilac y Zempoala: Un viaje que debes realizar
Otra cosa imperdible es recorrer el bosque ya sea en caballo o a pie. Si escoges caminar no olvides un impermeable y zapatos cómodos ya que a tu paso encontrarás riachuelos, suelo fangoso y rocas.
Pero sobre todo presta atención en los paisajes tan hermosos que se forman entre los montes y las nubes. Y recuerda #Nunca dejes de viajar.
Excursiones y Paseos
¿Conocer Morelos EN UN DÍA es posible?
Morelos es un estado reconocido por su reducido tamaño; se encuentra en el listado de los 3 estados más pequeños de México, solo seguido de Tlaxcala y la CDMX. Sin embargo, sus menos de 5,000 kilómetros de superficie le son suficientes para cargar con gran parte de la cultura del país.
Morelos es un estado reconocido por su reducido tamaño; se encuentra en el listado de los tres estados más pequeños de México, solo seguido de Tlaxcala y la CDMX. Sin embargo, sus menos de 5,000 kilómetros cuadrados de superficie le son suficientes para cargar con gran parte de la cultura del país.
Fundado en 1869, como un estado que surgió del Estado de México, Morelos se convirtió rápidamente en un pedacito que representa gran parte de las raíces prehispánicas. Su ubicación es muy precisa: se encuentra bordeado por gran parte de la zona volcánica de México y también por gran parte de las sierras, lo que crea un ambiente ideal para el crecimiento de flora. Es bien sabido que conocer un estado de pies a cabeza puede resultar un poco complicado, pero no imposible, así que prepárate, porque estás a punto de conocer Morelos en un día.
Yautepec: El vestigio de los antepasados
La Zona Arqueológica de Yautepec
Yautepec de Zaragoza es un municipio ubicado al norte de Morelos, que se destaca por contener una fuerte confrontación del periodo prehispánico y el periodo virreinal. Como se sabe, Morelos alberga alrededor de 35 comunidades nahuas, y Yautepec no fue la excepción, desarrollando su cultura entre teotihuacanos, toltecas y nahuas. Como muestra de ello, existe la zona arqueológica de Yautepec, que cuenta con restos de la arquitectura ancestral.
Morelos en un día: Exconvento Dominico
Pero nuestros antepasados no son los únicos que han dejado su huella en Yautepec, ya que los franciscanos también pusieron su granito de arena. Construido de forma casi primitiva en el siglo XVI, se levantó sobre un basamento prehispánico el Exconvento Dominico de la Asunción de María de Yautepec. En su interior se encuentran murales que hacen alusión a Cristo, escudos dominicos, franciscanos, agustinos y los símbolos de María. Su riqueza arquitectónica es tal, que, en 1994, la UNESCO lo nombró Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Ex Hacienda Apanquetzalco
Sí, sabemos que hasta ahora ya conociste mucho… pero aún falta un lugar más por conocer: la Ex Hacienda Apanquetzalco. En 1529, el Rey Carlos I de España le otorgó a Hernán Cortés una merced real que contenía un título honorífico y 22 villas… muy generoso, ¿no? Una de estas villas fue la Hacienda Apanquetzalco. Este inmueble fue utilizado para producir azúcar hasta el siglo XIX, cuando fue absorbido por las haciendas de la familia Escandón, pasando a convertirse en una bodega que se deterioró con el paso del tiempo. Podrás visitar esta ex hacienda que te enamorará con sus hermosos jardines.
Morelos en un día: El Orquideario
¿Recuerdas que te mencionamos que Morelos cuenta con un ambiente ideal para el crecimiento de flora? Pues sí, también en Yautepec, gran parte de la población se dedica a la producción de flores… pero no cualquier flor; hablamos de orquídeas. Con sus formas exóticas, colores vivos y aromas exquisitos, podrás conocer también un orquideario, donde saldrá a la luz tu mayor amor por las plantas.
Tepoztlán: El pueblo místico
“No conoces Morelos si no conoces Tepoztlán”… un dicho muy recurrente entre los morelenses, y aunque suene algo encerrado, tiene su razón de existir. Tepoztlán es un Pueblo Mágico conocido por ser el lugar de nacimiento de Quetzalcóatl: la serpiente emplumada. Y si bien eso ya es algo sorprendente, también tienes que saber que se resguarda en las faldas de la montaña Tepozteco: una montaña con zona arqueológica que se encuentra a casi 600 metros de altura del valle, ofreciendo unas vistas impresionantes de Morelos.
Morelos en un día: Itacates de Tepoztlán
Y aprovechando la parada, atrévete a probar los famosos itacates… y no, no hablamos de comida para llevar. Con forma de triángulo y rellenos de guisados, los itacates son la garnacha exclusiva de Tepoztlán, siendo fáciles de transportar, prácticos de comer y, además, muy deliciosos.
Y ya de postre ¿no se te antoja una nieve? Las nieves de Tepoztlán también son famosas por su preparación artesanal y su sabor natural, y seguro que la disfrutarás más con las decenas de fiestas y leyendas que se celebran y cuentan en el lugar… el título de místico no se gana así porque sí.
Ex Convento de Tepoztlán
Después de la comida, hace falta conocer un lugar más; de hecho, nos atreveríamos a decir que es el pináculo de cultura morelense: El Ex Convento de Tepoztlán. Este exconvento (y museo desde 1935) es un edificio histórico que representa en todo su esplendor la arquitectura religiosa de la Nueva España. Fue construida por los indígenas tepoztecos bajo las órdenes de los frailes dominicos. Y aunque su arquitectura se ve simple, lo que le da su riqueza son sus pinturas en los muros interiores. Aquí podrás ver expuestos objetos y documentación que te contará a fondo la historia de Tepoztlán.
¡Shopping / Compras / Chalanear!
No importa como le digas, sabemos que te encanta comprar. Así que, para que no te vueles la cabeza pensando que, aquí te dejamos un listado de las mejores 3 cosas que podrás conseguir en Yautepec y Tepoztlán:
1. Orquídea: ¡trátala bien, es un ser vivo!
2. Papel amate: papel artesanal ideal para decorar lo que tú quieras: lámparas, cuadernos, pantallas… sus usos son infinitos.
3. Casitas de pochote: talladas a mano y emanando gran calidez, una casita de pochote será tu adorno estelar para la época decembrina.
Como puedes ver, Morelos es un estado con sorpresas en cada esquina, y cada espacio está lleno de color, tradición e historia. Mantengamos viva esa llama, y con el aire que lleva a Rehiletes por el viaje… ¡conozcamos Morelos en un día!
#NuncaDejesDeViajar
Bebidas
El Bar Mancera en CDMX ¡es uno de los mas antiguos!
Una cantina con una rica historia que ha sido testigo de innumerables historias de vida…
En el bullicioso corazón de la Ciudad de México, donde el pasado y el presente se entrelazan con una complejidad vibrante, se erige el Bar Mancera, una cantina con una rica historia que ha sido testigo de innumerables historias de vida, amores, desamores, risas y confidencias.
Este emblemático lugar no solo es una barra que sirve bebidas, sino que es un refugio de tradiciones, un legado cultural que continúa haciendo latir el pulso de la Ciudad de México.
¡Tenemos todos los detalles!
En El Souvenir queremos contarte todo sobre el Bar Mancera, ubicado en la avenida homónima, que es un testigo mudo de la evolución de la capital mexicana. Fundado en 1950, su nombre rinde homenaje a la calle en la que se encuentra, y desde sus inicios se convirtió en un punto de encuentro para personajes de la vida política, social y artística de la época.
Su fundación no solo marca el inicio de una historia empresarial, sino también el comienzo de una tradición que sigue vigente hasta nuestros días.
La fachada del Bar Mancera es una mezcla de nostalgia y modernidad. Sus colores vivos y su diseño clásico, con un aire de cantina tradicional, invitan a los transeúntes a entrar y descubrir lo que se esconde en su interior.
Al cruzar la puerta, los visitantes son recibidos por una atmósfera que huele a historia. Las paredes, adornadas con fotografías antiguas y recuerdos de épocas pasadas, cuentan historias de grandes
figuras de la cultura y la política que alguna vez disfrutaron de una copa en sus mesas.
El mobiliario, con sus mesas de madera y sillas de hierro forjado, conserva ese encanto rústico que invita a la charla amena y al reencuentro con viejos amigos. Las luces tenues y la música de mariachi, que suena de fondo, crean un ambiente acogedor y lleno de encanto.
Los exquisitos platillos del Bar Mancera
Una de las principales razones por las que el Bar Mancera sigue siendo un ícono en la ciudad es su gastronomía. Los platillos tradicionales, como los tacos de suadero, las enchiladas y los sopes, son preparados con la receta original, transmitida de generación en generación.
Cada bocado es una explosión de sabores que transporta a los comensales a tiempos más simples y a un México lleno de sabor.
Además de su cocina, el bar es famoso por su selección de bebidas. La cerveza, siempre fría y acompañada de una tapa, es el acompañante perfecto para cualquier charla. Sin embargo, es la mezcla de sabores y aromas de sus mezcales y tequilas, cuidadosamente seleccionados, lo que realmente destaca.
Cada bebida tiene su propia historia y, al probarla, los visitantes sienten que están degustando una parte de la tradición mexicana.
Un lugar que trasciende en el tiempo
A lo largo de los años, el Bar Mancera ha pasado por diversos cambios. Sin embargo, la esencia de su tradición se ha mantenido intacta.
Los nuevos propietarios, conscientes de la importancia cultural del lugar, han hecho esfuerzos
por preservar su legado, al tiempo que introducen mejoras que lo mantienen actualizado sin perder su encanto.
La renovación del mobiliario, la restauración de sus paredes y la incorporación de nuevas opciones gastronómicas han sido claves para su continuidad en el tiempo.
El Bar Mancera no es solo un lugar para tomar una copa. Es un refugio de tradiciones donde se celebran eventos culturales, exposiciones de arte y presentaciones musicales. Las noches de karaoke, las sesiones de poesía y los conciertos de música tradicional son solo algunas de las actividades que animan sus noches.
Hoy en día, el Bar Mancera sigue siendo un punto de encuentro indispensable en la Ciudad de México. Su legado continúa, gracias a la pasión de sus propietarios y a la lealtad de sus visitantes. Las generaciones más jóvenes comienzan a descubrir su encanto y a apreciar la riqueza de su historia, asegurando así que el Bar Mancera seguirá siendo un referente cultural por muchos años más.
Y si te encuentras de viaje en CDMX, te recomendamos visitar la pagina oficial de Autotur, en donde vas a encontrar todo lo necesario para que el transporte no sea un tema que te preocupe. Y recuerda, #Nuncadejesdeviajar!
CDMX
Fin de semana con papá en el Desierto de los Leones
Este Día del Padre, ¿por qué no cambiar la rutina y llevar a papá a una experiencia única y memorable en el Desierto de los Leones?
Este Día del Padre, ¿por qué no cambiar la rutina y llevar a papá a una experiencia única y memorable en el Desierto de los Leones? Desde lugar para días de campo con paseo a caballo incluido, hasta ruta ciclista de alto rendimiento, este hermoso parque nacional ofrece una escapada perfecta para disfrutar en familia.
Rodeado de la impresionante naturaleza que ha convivido a diario con el ritmo de la Ciudad de México
desde su fundación, el Desierto de los Leones es el destino ideal para aquellos que buscan una mezcla de aventura, relajación y conexión con el entorno.
Para los amantes de la naturaleza
Ya sea que tu papá sea un amante de la naturaleza, un entusiasta del ciclismo o simplemente alguien que aprecia un buen día de campo, el Desierto de los Leones tiene algo especial para todos.
Imagina pasar el día explorando senderos, respirando aire fresco y disfrutando de un paseo a caballo entre los majestuosos paisajes. Después, pueden relajarse con un picnic rodeados de la serenidad del bosque. Este Día del Padre, haz que la celebración sea inolvidable con una visita a este tesoro natural de la Ciudad de México.
El Desierto de los Leones no solo es un lugar hermoso para disfrutar de la naturaleza, sino que también está lleno de historia fascinante. Originalmente, fue el hogar del convento de los Monjes Carmelitas Descalzos desde 1611 hasta 1814.
Posteriormente, en 1845, se convirtió en un campo de maniobras y un lugar de acuartelamiento para el
cuerpo nacional de artillería.
Además, se dice que albergó una supuesta fábrica de vidrio que en realidad acuñaba moneda falsa, utilizando la madera del propio bosque para alimentar sus hornos. Pero la historia del Desierto de los Leones no se detiene ahí. Este parque nacional también es un pionero en la conservación ambiental en México.
Desde 1786, el Gobierno protegía este lugar debido a sus numerosos manantiales de agua potable que
abastecían a la Ciudad de México. Así que este Día del Padre, invita a papá a descubrir la magia y la historia del Desierto de los Leones.
¿Por qué Desierto de los Leones?
Antes de convertirse en un Área Natural Protegida, este lugar era conocido como “El Desierto de Nuestra Señora del Carmen en los Montes de Santa Fe”. A pesar de su nombre, no se trata de un desierto geográfico, sino de un frondoso bosque de coníferas.
Los Carmelitas Descalzos, quienes construían sus conventos lejos de las ciudades en zonas despobladas, llamaban “desierto” a estos lugares por la falta de población.
El nombre “de los Leones” tiene dos posibles orígenes. Una versión dice que en el bosque vivía el gato montés, un animal similar a un león. La otra versión menciona a los hermanos León, quienes eran dueños de las tierras y representantes de los Carmelitas ante la Corona Española.
Hoy en día, el Parque Nacional Desierto de los Leones abarca una impresionante superficie de 1,529 hectáreas.
Este espacio natural es el hogar de cinco especies endémicas de mamíferos y 94 aves migratorias, lo que resalta su increíble biodiversidad. Además de ser un refugio para la flora y fauna, el parque juega un papel crucial en la retención de humedad, la recarga del acuífero, la prevención de la erosión y la mejora de la calidad del aire.
Costos
Explorar el Desierto de los Leones es una experiencia enriquecedora. Desde caminatas por sus senderos hasta paseos a caballo, hay muchas actividades para disfrutar en familia. Así que, este Día del Padre, sorprende a papá con una visita a este hermoso parque nacional. Será un día lleno de aventuras, historia y momentos especiales que ambos recordarán por siempre.
Para disfrutar de todo lo que el Desierto de los Leones tiene para ofrecer, el costo de entrada es de solo $20 pesos por persona, una pequeña inversión para una experiencia tan enriquecedora.
El parque está abierto de martes a domingo, de 10 de la mañana a 5 de la tarde, dándote mucho tiempo para explorar, relajarte y conectar con la naturaleza.
Este Día del Padre, haz algo diferente y sorprende a papá. Desde su rica historia hasta su impresionante biodiversidad, este parque nacional es el lugar perfecto para crear recuerdos inolvidables en familia. ¡No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un día lleno de aventura y belleza natural en uno de los tesoros escondidos de la Ciudad de México! #Nuncadejesdeviajar!
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