

Curiosidades
La trágica LEYENDA del SÓTANO DE TOMASA
Siendo el testigo de una desgracia, este profundo abismo en las entrañas de Veracruz ha sido el lugar de leyendas, mitos y tenebrosas expediciones.
A tan solo cuatro horas de la capital de Veracruz, en el municipio de San José Independencia, existe un pueblo conocido por su increíble número de cuevas y abismos. Sus paisajes son más que bonitos, y la naturaleza se presume con todo esplendor… Te estamos hablando de Zongolica, un pueblito dedicado a hacer productos tejidos de lana y vasijas de cerámica.

Pero no te dejes engañar por su pacífica apariencia, pues enclavado en lo más profundo de la Sierra de Zongolica nos encontramos con un abismo que invita a los más valientes a explorar sus profundidades… descubre el Sótano de Tomasa Quiahua.

El SÓTANO de TOMASA
El Sótano de Tomasa Quiahua es un abismo natural y vertical de aproximadamente 330 metros, con una entrada circular de 15 metros de diámetro. Ostenta el título de ser uno de los más profundos de toda América Latina, superando incluso el tamaño de la Torre Mayor de la CDMX.

Este destino ha capturado la atención de miles de exploradores, espeleólogos (personas dedicadas a explorar cuevas) y fotógrafos, que entran a sus entrañas por el simple deseo de aventura.
Su peculiar formación geológica de paredes rocosas y lisas le da al Sótano de Tomasa un aspecto de fondo infinito, lo que también lo vuelve perfecto para los aficionados del rappel, que ponen al límite sus capacidades físicas, mentales y sobre todo técnicas.

Al fondo del sótano podrás disfrutar de una vista rodeada por una caverna natural, donde la quietud te asegura emociones fuertes… pero tenemos que decirte que no todo es lo que parece.
La LEYENDA del SÓTANO de TOMASA
Por los alrededores de Zongolica, se cuentan muchas leyendas del Sótano de Tomasa. La más famosa nos cuenta que Tomasa Quiahua, una mujer indígena de la sierra, caminaba por la zona apresurada para dar un recado muy urgente. En ese momento, cayó una enorme lluvia de esas que solo caen en Veracruz. El agua y el lodo del suelo hicieron que Tomasa resbalara y descendiera por el abismo; el recado nunca llegó ni se supo. En su honor y memoria se le bautizó al lugar como el Sótano de Tomasa.

El primer descenso documentado hacia el sótano fue realizado por Philippe Ackermann y su equipo: una expedición francesa que se dice encontró los restos de Tomasa. Los habitantes del pueblo relatan que la expedición de Ackermann decidió dejarlos en el mismo lugar, pero otros mencionan que fueron recuperados y enterrados dignamente… Según dice la leyenda, no se sabe si Tomasa sigue dentro o fuera del sótano.

¿Quién fue TOMASA QUIAHUA?
Curiosamente, la expedición de Ackermann, que se llevó a cabo en 1995, está documentada en el ACMS Activities Newsletter de mayo de 1997. Aquí, Ackermann narra que la secretaria del presidente municipal les dijo que una una mujer se suicidó lanzándose el sótano en 1973 debido a un matrimonio infeliz, haciendo que se bautizara al abismo en su honor. Ella tal vez podría ser Tomasa Quiahua, lo que cambiaría por completo toda la leyenda conocida. Además, el equipo de Ackermann pagó 200 pesos mexicanos para ayudar a financiar una barda alrededor del sótano, pues este se encontraba en medio del pueblo… no se menciona nunca si encontraron algún cadáver.

¿Qué NECESITAS para visitar el SÓTANO de TOMASA?
Sin duda alguna, visitar el Sótano de Tomasa es un viaje que te pondrá los pelos de punta. Es importante mencionar que esta aventura es solamente para gente especializada que cuenta con el equipo necesario para bajar. Además, es fundamental contar con un guía experto que te lleve hasta el lugar, ya que su ubicación es un poco inexacta en los mapas.

Para esto, los pobladores son de gran ayuda, pues tienen bien ubicado el lugar. Incluso, suelen hacer chistes irónicos, pidiendo a los viajeros que no se acerquen demasiado al Sótano de Tomasa, pues podrían resbalar y se verían obligados a cambiarle el nombre.
Qué dices… ¿Te animas a bajar al sótano de Tomasa? ❖

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Curiosidades
SAD HILL: El cementerio DEL CINE que se resistió A MORIR
La legendaria película de “El Bueno, el Malo y el Feo”, dejó en medio de las montañas de Burgos, en España, un enorme cementerio circular, famoso por su falta de muertos…

En los años sesenta, el célebre director de cine italiano, Sergio Leone, buscaba un lugar en España que pudiera recrear un cementerio del lejano oeste. Fue entonces que eligió la provincia de Burgos, en España, debido a sus paisajes áridos y abiertos, perfectos para ser el escenario de los feroces duelos de los spaghetti western (cine western italiano).

Con ayuda del ejército español, más de 250 soldados trabajaron en la construcción de Sad Hill: un set en donde se levantaron decenas de tumbas falsas, creando un circular espacio monumental que se vería en la escena más icónica de la cinta protagonizada por Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef: “El Bueno, el Malo y el Feo” (1966).

Cuando terminó el rodaje, el set quedó abandonado, y el viento, la lluvia y la vegetación se encargaron de cubrir, poco a poco, las cruces y los caminos del falso cementerio. Por décadas, el set se perdió bajo la tierra, hasta que algunos grandes fanáticos del cine se decidieron a encontrarlo…

El despertar de SAD HILL
Todo cambió en 2015, cuando un grupo de cinéfilos se propuso rescatar el lugar. Así nació la Asociación Cultural Sad Hill, formada por voluntarios que propusieron recuperar el cementerio original de la película. Comenzaron una campaña de donativos, que permitió financiar materiales y herramientas. A cambio, ofrecieron a los colaboradores colocar su nombre en algunas de las tumbas del cementerio.

Poco a poco, el lugar volvió a tomar forma. Se limpiaron los senderos, se reconstruyó la explanada y se colocaron más de cinco mil cruces nuevas. Personas de distintas partes del mundo llegaron para ayudar o para dejar flores, cartas y homenajes… Aquí no había muertos, sino un renacer de uno de los recuerdos más icónicos del cine.

El proceso de reconstrucción de este cementerio fue documentado, dando como resultado “Desenterrando Sad Hill” (2017): un documental dirigido por Guillermo de Oliveira. La película muestra el trabajo de los voluntarios y recupera testimonios del propio Clint Eastwood y otros involucrados en la película de “El Bueno, el Malo y el Feo”.

Un lugar de PEREGRINACIÓN CINÉFILA
Actualmente, el Cementerio Sad Hill es un espacio abierto al público, sin costo de entrada. Los visitantes pueden recorrerlo, caminar entre las cruces y revivir el duelo más famoso del cine western. El acceso se realiza desde Santo Domingo de Silos, y aunque el camino es de tierra, la vista hace que el recorrido valga la pena.
En los alrededores también se pueden visitar el monasterio de Silos y otros lugares naturales de gran belleza, que completan la experiencia.

SÍMBOLO de la pasión por el CINE
Lo que comenzó como un escenario de película se ha convertido en un lugar de encuentro entre generaciones cinéfilas, en donde la pasión logró devolver la vida a un pedazo de historia. El Cementerio Sad Hill ya forma parte del Itinerario Cultural Europeo y busca ser reconocido oficialmente como Bien de Interés Cultural por su valor patrimonial y su contribución a la memoria cinematográfica.

Además, cada año se celebran en el lugar proyecciones, conciertos y actividades culturales en homenaje a “El bueno, el Malo y el Feo”, siendo un ejemplo de cómo lo que nació como ficción hoy es una palpitante realidad en España. ❖

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América
El TAKANAKUY: Donde las MUJERES PELEAN por HONOR y TRADICIÓN
Esta celebración navideña en Perú convierte los desacuerdos en un espectáculo cargado de fuerza, cultura y reconciliación.

¿Te imaginas una tradición que, en lugar de evitar los conflictos, los enfrenta en una pelea? Pues algo así ocurre en las alturas andinas de Perú, donde cada Navidad (25 de diciembre) se celebra el Takanakuy: Un festival en donde mujeres y hombres resuelven antiguas rencillas a puño limpio, convirtiéndose en uno de los espectáculos más sorprendentes y feroces de Perú.

¿Qué es el TAKANAKUY?
El Takanakuy es una tradición profundamente arraigada en las comunidades andinas. La palabra proviene del quechua y significa “golpearse entre sí”. Pero no te confundas, que no es un pleito callejero. Aquí, los combates tienen un propósito evidente: Resolver disputas personales, familiares o comunitarias de manera simbólica, dejando todo limpio para empezar el año en paz.

Su origen está envuelto en varias teorías, aunque una de las más aceptadas la vincula con el siglo XIX, cuando esclavos africanos y habitantes de Majes resolvían sus diferencias con combates. Con el tiempo, esta forma de arreglo se mezcló con las costumbres andinas, convirtiéndose en la tradición que conocemos hoy.

¿Quiénes PARTICIPAN en el TAKANAKUY?
En el Takanakuy todos pueden participar, menos los niños. Y aunque hay peleas de hombres, las más esperadas y aplaudidas son las de las mujeres. Ellas no solo demuestran fuerza física, sino también carácter y orgullo por su comunidad. Incluso hay enfrentamientos entre culturas, como las Mujeres de Takanakuy de Perú contra las luchadoras Tinku de Bolivia.

Y si te gustaría presenciar la tradición, el Takanakuy se practica en varias regiones de Perú, como Chumbivilcas, Cusco y Apurímac. Las peleas suelen llevarse a cabo en plazas de toros o plazas de armas. Si quieres retar a alguien, solo tienes que pararte en medio del lugar y gritar su nombre. Y así, en frente de todos, empieza el duelo.

Pero antes de pelear, los participantes deben aceptar el reto voluntariamente. Siempre se busca que los contrincantes tengan una complexión física similar. El combate dura máximo tres minutos y solo se permiten puños y patadas. Obviamente el dolor es inevitable, pero podría ser más doloroso guardar rencor…

Y aunque se vea rudo, todo está muy controlado. Hay árbitros que se aseguran de que se cumplan las reglas: nada de golpes por la espalda, nada de sujetar al rival, y mucho menos seguir golpeando cuando el otro ya está en el suelo. Al final, el que pierde ofrece una disculpa pública y se sella la reconciliación con un abrazo.

VESTIMENTA para una buena PELEA
Las mujeres que participan en el Takanakuy no solo destacan por su valentía, sino también por sus trajes. Muchas llevan vestidos o faldas andinas llenas de color, que reflejan su identidad y conexión con la tierra. Por su parte, algunos hombres usan máscaras tejidas de colores, y pueden ir decoradas con animales de la fauna local, como zorros, gallos o venados. Todo esto forma parte del legado cultural que mantiene viva la esencia del Takanakuy.

Si buscas una aventura auténtica que conecte emoción y cultura, el Takanakuy es una experiencia imperdible para viajar a Perú y vivir una Navidad andina que, literalmente, golpea y abraza casi al mismo tiempo… ❖
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Curiosidades
¿Quién fue WOJTEK? Conociendo la escultura del OSO SOLDADO en Escocia
Pasando de huérfano a un soldado polaco, esta escultura nos recuerda una de las historias bélicas más extrañas y sorprendentes de Europa.

A lo largo de la historia militar mundial, ha habido decenas de historias de animales que lucharon en la guerra. Hemos oído hablar de perros, gatos y palomas, pero seguramente nunca oíste la historia de un oso… Pues existió, y se llamaba Wojtek; se trataba de un oso pardo que quedó grabado en la historia de la Segunda Guerra Mundial como un honorable soldado polaco que es recordado con cariño por aquellos a los que llamó compañeros, quedando inmortalizado en esculturas para la posteridad.

El PEQUEÑO guerrero SONRIENTE
La historia de Wojtek ya estaba escrita desde mucho antes de que naciera. Todo empieza en 1940, cuando Hitler traicionó a la Unión Soviética para poder invadirla. Un año después, en 1941, Polonia aprovechó que la URSS estaba debilitada para que liberara cerca de 40 mil soldados y 26 mil civiles que fueron aprisionados luego de la toma de Polonia por los nazis en 1939.

Los prisioneros fueron liberados en la estepa de Asia central, donde sobrevivieron al extremo invierno en tiendas de campaña. Para junio de 1942, los soviéticos permitieron que los soldados liberados se dirigieran a Palestina, donde se encontrarían con aliados británicos. Y es ahí, entre las montañas de Hamadan y Kangavar, que un niño encuentra a las tropas polacas y les pide comida…

Luego de alimentar al niño, los soldados se percataron de que este cargaba algo en su mochila: un tierno oso pardo de aproximadamente 8 semanas de nacido. Los soldados polacos se lo intercambian por comida y una navaja suiza, y siguieron hasta Palestina, donde permanecieron y cuidaron del oso, al que llamaron Wojtek. Le enseñaron a pelear, a masticar cigarrillos y a beber cerveza, pues debido a su gran tamaño, nunca se emborrachaba.
Este fue aceptado por el oficial polaco Wojciech Narebski, al ver que sus tropas se encariñaron con él y les aumentaba la moral.

La PRIMERA batalla de WOJTEK
En 1944 los polacos fueron solicitados para una misión en Italia, en donde se planeaba el avance de la alianza por Montecassino (alianza entre tropas estadounidenses, británicos, franceses y polacos para acabar con los nazis). Para poder llegar, utilizarían un buque británico. Desgraciadamente, los británicos tenían una regla que prohibía estrictamente el abordaje de cualquier animal.

Los soldados polacos, negándose a dejar a Wojtek atrás, tomaron una extraña decisión: enlistar al oso como soldado raso, dándole un uniforme, una tienda y un sueldo, que consistía en cerveza y comida. De esta forma, obtuvo la documentación necesaria para poder abordar el buque, ahora como parte esencial del ejercito polaco.

Durante la batalla de Montecassino, Wojtek cargaba con facilidad las pesadas cajas de artillería y los proyectiles para recargar las armas de sus compañeros soldados. Y al ganar territorio en la batalla, el oso fue ascendido a cabo, y la 22ª Compañía de Suministros de Artillería del Segundo Cuerpo Polaco cambió su emblema por el de un oso cargando un proyectil.
Incluso, al terminar la guerra, Wojtek desfiló junto con sus camaradas, caminando en dos patas y volviéndose una figura pública en Escocia, siendo bautizado como el Oso Soldado.

El legado del OSO SOLDADO
Al terminar la Segunda Guerra Mundial y disolver la Compañía de Suministros de Artillería, muchos de los soldados polacos decidieron quedarse a vivir en Escocia. El oso sería entregado a las autoridades polacas, pero sus compañeros se resistieron y prefirieron entregarlo al cuidado del zoológico de Edimburgo. Con apenas 5 años y el grado honorífico de teniente, Wojtek se jubiló, y vivió como una celebridad sus últimos años de vida.

Durante su estadía en el zoológico, era visitado por sus hermanos de armas, que le daban cerveza y de vez en cuando se metían a la jaula a jugar a las luchas con él, como en los viejos tiempos. Tras la muerte de Wojtek por causas naturales en 1963, el zoológico hizo una placa conmemorativa.
Con el tiempo, el nombre de Wojtek y la silueta del oso cargando un proyectil se hizo un ícono en Escocia, simbolizando la camaradería. Es posible encontrarla en autobuses, etiquetas, cafés, camisas, tazas y más…

¿Dónde ver las ESCULTURAS del OSO SOLDADO?
Para el 2015, los polacos y escoceses decidieron levantar una estatua en honor al Oso Soldado, hecha de granito y traída desde Polonia. La escultura se puede ver en los jardines públicos de West Princes Street, en el centro de Escocia, alrededor del Castillo de Edimburgo. La ceremonia fue inaugurada por el oficial Wojciech Narebski, quien permitió al pequeño oso unirse a las filas polacas.

Sin embargo, existen muchas más estatuas y monumentos de Wojtek repartidas en todo europa. Entre las más populares, se encuentra la del Parque Jordan de Cracovia, la del Parque Anders y la de Pomerania en Polonia. También hay una en Imola, en Italia, así como en varios puntos de Inglaterra, volviéndose parte de la esencia de las ciudades y el recuerdo de un gran héroe, querido por todos los que lucharon a su lado.

Y es que las estatuas de Wojtek no solo son un homenaje, sino la memoria de una de las historias más entrañables e interesantes de la Segunda Guerra Mundial, en donde muchos, además de recordar caos, dolor y sufrimiento, también pueden recordar la peculiar imagen de un oso cargando un proyectil… Y tú, ¿ya conocías la historia del Oso Soldado? ❖

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