Seguramente has escuchado o visitado las grutas más famosas del territorio mexicano como Tolantongo, Cacahuamilpa o las de Estrella, pero les puedo asegurar que aún no han escuchado nada sobre Grutas de Xtacumbilxunaan en Campeche
No hay duda de que este es un lugar tan increíble como los otros y sigue leyendo para conocer más a fondo su origen y lo que la gente cuenta.
Si el destino de tus próximas vacaciones es Campeche, pero aún no sabes qué lugares visitar, y el plan es pasar un día rodeado de naturaleza y ambiente maya.
¡Aquí te daremos una opción! No lo dudes más y agrega a tu lista de destinos estas grutas que sin duda son el lugar que debes visitar por lo menos una vez en tu vida. Grutas de Xtacumbilxunaan en Campeche se encuentran en el ejido de Bolonchén de Rejón.
Las Grutas de Xtacumbilxunaan
Xtacumbilxunaan está formada por dos palabras maya: Xtacumbil, que significa que se guarda y Xunaan, que quiere decir mujer, dama, por lo que su traducción más cercana sería “lugar de la mujer escondida”.
También se sabe que este era un lugar sagrado para los mayas, pues se dice que ellos utilizaban las cuevas como templos ceremoniales o lugares de entierro como Grutas de Xtacumbilxunaan en Campeche.
La leyenda de las grutas
Cuenta la leyenda que hace muchos años Timot escondió a su hija Lol-Be en las grutas para evitar el romance que tenía con Dzulin, quien a pesar de eso, pudo encontrarla y rescatarla.
Pero debido a la promesa que ella le había hecho a su madre, decidió regresar a las grutas y tomar la forma de una mujer cargando a un bebé para después convertirse en piedra.
Si visitas las grutas, no tardarás en reconocer la figura de Lol-Be, está perfectamente moldeada.
Los recorridos de las Grutas de Xtacumbilxunaan
Actualmente se realizan recorridos cortos al interior de las grutas, en donde se pueden observar las distintas de estalagmitas y estalactitas que se han formado gracias a la circulación constante del agua y que han logrado formar aproximadamente 30 figuras.
Los recorridos son aptos para toda la familia, ya que, a diferencia de otras grutas, el tiempo de estancia lo decide cada persona, se estima que el tiempo ideal es entre 40 minutos y una hora.
Pero lo recomendable es no ir con bebés o niños muy pequeños pues pueden desesperarse o cansarse durante el recorrido.
La vista al interior es increíble, comenzando por el camino iluminado que te guía por todo el recorrido, el estanque de peces, los restos de cerámica maya y el centro ceremonial.
No hay duda de que lo más bonito es El balcón de la bruja, una formación con un agujero por donde entra la luz, ¡Sin duda esto le da un toque increíble a las grutas!
Una entrada al mundo Maya
Para poder admirar los 200 metros de extensión que tienen las grutas, deberás bajar por una escalera de concreto formada por 204 escalones y aproximadamente de 15 metros de altura, y un barandal del mismo material.
También tendrás la opción de realizar tu visita acompañado de un guía que podrá explicarte a detalle la leyenda y el origen de Xtacumbilxunaan.
No hay duda de que este es un destino increíble que vale la pena visitar y a pesar de no ser muy grande, te encontrarás con cosas increíbles y disfrutarás de lo magnífico que la naturaleza nos regala.
Si quieres y te gusta estar en contacto con la naturaleza, este destino es para ti, ya que además de poder observar la naturaleza en todo su esplendor, podrás conocer las leyendas mayas contadas por los lugareños.
Así que no lo pienses más, si tienes la oportunidad de visitarlas ¡Aprovéchala! Seguro no te arrepentirás y quedarás fascinado con el increíble recorrido.
Además podrás llevar a tu casa fotos espectaculares y una vivencia increíble, lo mejor es que puedes disfrutarlo al lado de tu familia o amigos.
Información adicional
La entrada a las gritas tiene un costo de 100 pesos por persona y están abiertas en un horario de lunes a domingo de 9:00 am a 5:00 pm.
Si las visitas entre martes y domingo, podrás disfrutar del espectáculo de luz y sonido.
Existen hoteles aledaños a las Grutas por si tu plan es visitarlas y quedarte cerca.
Y recuerda, ¡Nunca dejes de viajar!