Cosalá, Sinaloa además de ser un paraíso, te asegura que cualquier lugar que pises encontrarás un escenario maravilloso. Entre sus atractivos resaltan sus cuatro Pueblos Mágicos, pero sin duda Cosalá es el más bonito y fascinante.
Aquí te voy contar por qué este colorido tesoro es más que mágico. Basta con tomar ruta rumbo al poblado para descubrir el intenso verde de la sierra y aunque el camino suele ser borrascoso, verás mucha vegetación y un enorme cielo azul.
Disfruta la vasta naturaleza. Foto: Luis Juarez
Un arcoíris de mas de 7 colores
Para cuando estés en el centro del pueblo, podrás ver la Plaza de Armas envuelta por los frondosos árboles, con un bello quiosco y cómodas bancas para que puedas admirar cualquier ángulo del Centro Histórico.
Casas antiguas pintadas de colores y edificios antiquísimos como el Palacio Municipal y la imponente Parroquia de Santa Úrsula, te darán la bienvenida. Cósala es historia.
Cosalá es mágico. Foto Luis Juarez
También están aquí las clásicas letras monumentales de colores para que puedas compartir tus fotos en tus distintas redes sociales. Descubrir este pueblo es perderte entre sus antiguas calles y callejones.
Se esconden casas coloniales, algunas con pintura desgastada y otras más con llamativos tonos como el rosa, amarillo y el verde. Justo al caer el sol verás el pueblo convertido en un arcoíris de tanto color. Cosalá Sinaloa, Pueblo Mágico.
Vive los colores. Foto: Luis Juarez
La vida provincial en Cosalá Sinaloa, Pueblo Mágico
Un básico para visitar es el callejón Hidalgo, la decoración es que los locales y casas están decorados con coquetas flores; ahí encontrarás artesanías mexicanas para que te entretengas un rato pensando qué llevar a casa.
Justo al final de este pasillo es donde aparece la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe hecha de adobe con una pequeña pero tranquila placita. Como en cualquier pueblito, te recomendamos sentarte para observar la vida tranquila de la provincia.
La vida sin preocupación. Foto: Luis Juarez
Podrás encontrar personas en su ir y venir o realizar las actividades cotidianas del día a día: campesinos con sus herramientas, mujeres con sus bolsas del mercado, niños jugando con sus bicicletas o un perro tratando de jugar con el globero.
¡Ay, que bella es la vida cuando las preocupaciones son mínimas y la tranquilidad domina! Los Pueblos Mágicos de México son algo que debes vivir una vez en tu vida. Conocer sus tradiciones es un regalo.
Fachadas de tradición. Foto: Luis Juarez
El ambiente de ensueñopor el Arroyo Grande
Explorando otras calles, te toparás con inesperadas fuentes en todo el pueblo. No dejes de caminar por el andador Arroyo Grande, calle un poco misteriosa y sola pero que va bordeando todo el río. Cosalá, Sinaloa, Pueblo Mágico.
Los árboles de este sitio son un alivio para tus pulmones y un descanso para la vista cuando te concentres en lo grueso de sus troncos y lo alto de su follaje. Pequeños puentes que enlazan al otro lado del río, conectan con las principales aceras del pueblo.
Contacto con la vegetación. Foto: Luis Juarez
Otra forma de llegar al río es en cuatrimoto, con éstas puedes ir también a explorar los alrededores y hacer actividades ecoturísticas. Por ejemplo, podrás pasear por la Reserva Ecológica de Nuestra Señora de la Candelaria.
Mientras recibes la descarga de aire limpio y puro, tu adrenalina subirá al lanzarte por la tirolesa. En este lugar podrás pernoctar entre la sierra y si tomas un sendero te llevará a encontrar con unos milenarios petroglifos. Pueblo Mágico.
La reserva cuenta con cabañas para hospedarte y un aviario para que pases momentos contemplando especies nativas y migratorias. Tu contacto con la madre naturaleza es aquí.
Diversión asegurada. Foto: Veraneando Adventure
Descubre más alrededores de Cosalá, Pueblo Mágico
Por otro lado, existen balnearios y una cascada llamada Vado Hondo, para visitarla lo ideal es ir cuando va amaneciendo ya que podrás ver los colores y la templanza de sus aguas. Verás aves volar y roedores jugando entre los ramales.
Otro imperdible es visitar la Presa El Comedero, se ubica a unos 28km al norte del pueblo. Se trata de un cuerpo de agua rodeado de montañas, cuenta con un parador y miradores en varios puntos.
Así podrás asombrarte con esta belleza sinaloense, te sentirás más cercano a la maravillosa experiencia. Cuando llueve, el espectáculo del colorido cielo se refleja intensamente en la presa.
La presa El Comedero en Cosalá Sinaloa. Foto: Jonathan Renpening
Ya de regreso en el pueblo, debes estar preparado para degustar la gastronomía sinaloense. La sugerencia es que vayas a un costado de la Parroquia y pidas una deliciosa orden de tostadas de mariscos o un característico ceviche.
No podrás resistirte a los sabores del mar y a las diversas salsas con las que puedes acompañar tus platillos. No olvides pedir una cerveza Pacífico para maridar tu comida y refrescarte del calor.
Un delicioso platillo para terminar. Foto: Luis Juarez
Vestigios de la minería
Justo enfrente de la zona de mariscos está el Museo de Minería, si decides visitarlo podrás ver en sus salas la historia de esta región minera y de la importancia que tuvo hace más de 70 años. Parada Obligada
Objetos, esculturas, herramientas, cuadros y fotografías forman parte de la muestra de este recinto cultural. Por cierto, muy cerca de ahí se localiza la Quinta Minera, la cual se ha convertido en un hotel boutique. Su arquitectura te remontará a esa época de bonanza.
La cultura de los minerales en Cosalá Sinaloa. Foto: Luis Juarez
Debes saber que Guadalupe de los Reyes y Chuchupira, son 2 poblaciones aledañas y cercanas a Cosalá. En ellas el pasado minero sigue en pie entre sus habitantes y los vestigios de la mina.
Si está en tus posibilidades, trata de platicar con los campesinos o abuelitos que tienen tantas historias y leyendas de cuando la Mina Guadalupe cerró a inicios de la Segunda Guerra Mundial. Conoce la historia de nuestras vastas regiones.
La parroquias son de arquitectura maravillosa. Cosalá, Sinaloa. Foto: Luis Juarez
La última parada. Fiesta de las velas en Cosalá Sinaloa
Si quieres preservar la esencia de esta región no dejes de llevarte artículos de talabartería o visitar las Higueras de Padilla, en donde se realizan conservas y productos con frutas molidas a la vieja usanza, es decir, con trapiches.
Finalmente, te recomiendo visitar este Pueblo Mágico el 11 de diciembre ya que se lleva a cabo la “Fiesta de las Velas”, un evento que congrega a los habitantes en un peregrinar por las calles del pueblo,
Cosalá, Sinaloa. Foto: Buso Línea
Los fieles dejan por las banquetas pequeñas veladoras. Al caer la noche Cosalá se pinta de laberintos de luz. Sinaloa representa tradiciones, magia y cultura sensacional Un pueblo mágico que no querrás dejar.
El escenario se vuelve espectacular, sobre todo cuando algunas personas cuentan algunas leyendas fantasmales, los murmullos de los sinaloenses se hacen cada vez mas fuertes cuando una nueva historia se da a conocer.
Te invitamos a vivir de cerca este pueblo encantador, sus calles y construcciones; el sabor y aroma de su gastronomía; la cultura, historia y misticismo de un pueblo rodeado de naturaleza y que sigue vivo.
Cosalá Sinaloa. Foto Luis Juarez
Cosalá tiene tantos colores y matices dignos para recordar ¡Como cada atardecer! #NuncaDejesdeViajar
Acompaña a REHILETES a descubrir VERACRUZ, sus SONES y CORAZONES
“Rinconcito donde hacen su nido las olas del mar”, eso dijo Agustín Lara, y no se equivocó al escribir de este estado que lo tiene todo… ¡Acompáñanos a descubrirlo!
Siendo uno de los puertos más importantes —y el más antiguo— de México, y ubicado en una de las regiones más místicas y misteriosas del país, Veracruz es un cúmulo de cultura, historia y biodiversidad que conviven en un ambiente relajado, divertido y con mucho sabor. Aquí la vida se pasa bajo el sol y la neblina, el ojo mira hermosos paisajes y por las noches se sueña bonito. Y es que conocer Veracruz no es cosa sencilla, pues con tanto que ver, llegar a la indecisión es fácil; pero no te preocupes, que Rehiletes trae para ti Veracruz, sus Sones y Corazones: el itinerario perfecto para viajar por las tierras jarochas… ¿Te gustaría conocerlo?
Veracruz, sus Sones y Corazones. Foto – Rehiletes
Día 1
Desayuno tradicional de INFLADAS VERACRUZANAS
Dicen que menos es más, y un claro ejemplo de esto son las infladas veracruzanas que, con su sencillez, atrapan a cualquier paladar. Consisten en pequeñas gorditas de masa inflada en aceite, ideales para empezar el día. Debido a la vasta cantidad de gorditas que existen en Veracruz, su origen es muy incierto, pero poco importa cuando en cada mordida retumba la palabra México por todos lados.
Gorditas infladas de Veracruz. Foto – Cocina Delirante
Recorriendo el PUERTO DE VERACRUZ
La segunda parada en el tour de Veracruz, sus Sones y Corazones es en el famoso y emblemático Puerto de Veracruz. Rodeado de grandes embarcaciones y sintiendo la brisa del Golfo de México, el puerto fue fundado en 1519 por Hernán Cortés, y ha sido el escenario de cientos de eventos interesantes, como la Independencia de México, la Intervención Francesa e incluso un par de ataques piratas. Ahora es un hermoso lugar para ver barcos, disfrutar de las vistas y pasear por las lindas calles.
Puerto de Veracruz. Foto – Rehiletes
Visita a la FORTALEZA de SAN JUAN DE ULÚA
Con una existencia que se extiende por más de 500 años, este recinto fortificado ha presenciado innumerables acontecimientos a lo largo de los siglos, desde la llegada de los colonizadores españoles hasta los movimientos independentistas. Esta isla se convirtió en un punto estratégico fundamental para establecer una plataforma de operaciones en la región; curiosamente, nunca fue dominada.
Viajeros en la Fortaleza de San Juan de Ulúa. Foto – Rehiletes
DANZÓN en la PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
Ya por la tarde, no hay mejor manera de terminar el primer día que con uno de los bailes más emblemáticos de Veracruz: el danzón jarocho. Este tiene lugar en la Plaza de la Constitución, donde el fin es disfrutar y mantener viva la tradición musical en estas lejanas tierras veracruzanas.
Danzón en Veracruz. Foto – Sound Travel
Día 2
Conociendo la REGIÓN DE LOS TUXTLAS
Selva verde esmeralda e inmensos espejos de agua: son las vistas que nos regala la región de Los Tuxtlas, donde a las orillas podrás ver cientos de volcanes y una de las biodiversidades más altas del planeta. De hecho, Los Tuxtlas fue declarado Reserva de la Biosfera en 1989. A la fecha, se han registrado aquí más de 2,368 especies de plantas vasculares, 117 especies de reptiles, 45 de anfibios, 561 especies de aves y poco más de 500 especies de mariposas.
Los Tuxtla Veracruz. Foto – HUGO CONTRERAS (Flickr)
Adentrándonos en CATEMACO
Aprovechando la ida a la región de Los Tuxtlas, no hay mejor lugar por conocer que Catemaco. Aquí los chamanes y brujos han permanecido desde tiempos prehistóricos realizando limpias, hechizos y algunos otros interesantes trabajos; también es el lugar de la tenebrosaMisa Negra que se realiza cada mes de marzo. Además, el centro es un lugar simplemente hermoso. A orillas de una laguna y con la naturaleza flanqueando el lugar, entenderás lo que realmente es Veracruz.
Malecón de Catemaco. Foto – Alamy
Recorrido en lancha a NANCIYAGA
Adentrándote por flora y fauna, Nanciyaga es una reserva ecológica en medio de la selva veracruzana, donde el recorrido por lancha se vuelve una alternativa diferente de diversión y avistamiento de aves, donde conocerás a guacamayas, garzas o momotos. Aquí el punto es sentarse, relajarse, escuchar y dejarte llevar…
Viajeros en Nanciyaga. Foto – Rehiletes
Cascada SALTO de EYIPLANTLA
No hay mejor forma de terminar el segundo día de Veracruz, sus Sones y Corazones, que en una de las cascadas más bellas de México. Con 30 metros de ancho y 60 de alto, el Salto de Eyiplantla se encuentra dentro de la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas. Está rodeada de un bosque de bambú que le otorga un paisaje impresionante. De hecho, aquí fue el lugar en donde se filmó el mítico salto de la cascada en la película Apocalypto, de Mel Gibson. Aquí la brisa fresca te dejará ganas de darte un buen chapuzón.
Salto de Eyiplantla. Foto – Alamy
Día 3
Visitando TLACOTALPAN
Ha llegado el último día de Veracruz, sus Sones y Corazones, y para disfrutarlo como nunca, la última parada será en Tlacotalpan, a las orillas de Papaloapan. Este municipio es uno de los lugares más bellos de todo México. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1998, y está lleno de color, alegría y tradiciones. Su existencia está vinculada al mundo del arte y la cultura, y sí, también es tu última oportunidad para hacer shopping. Aquí encontrarás tejidos, instrumentos musicales, artesanías en carrizo y mucha diversidad de productos en madera.
Viajera en Tlacotlalpan, Veracruz. Foto – Rehiletes
Si te gustaría vivir esta experiencia, puedes visitar la página de Rehileteso llamar al +52 1 55 1800 7054. Al terminar el día, te darás cuenta de que no es nada fácil decirle adiós a Veracruz; sin embargo, la promesa de volver se queda intacta en el viento. Así que disfruta y atrévete a descubrir las tierras jarochas con Veracruz, sus Sones y Corazones de la mano de Rehiletes. ❖
Viajeros en la Fortaleza de San Juan de Ulúa. Foto – Rehiletes
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Mirador Monumento a la Revolución. FOTO-Mexico desconocido
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Construcción del Monumento a la Revolución. FOTO-Chilango
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Inauguración. FOTO-Milenio
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Elevador de cristal. FOTO-Glocal design magazine
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Vistas impresionantes. FOTO-Mas por más
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Cita romántica en el mirador. FOTO-Ser noticias
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
CDMX. FOTO-SSUMA
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Cerca de Reforma. FOTO-istock
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Monumento mirador. FOTO: Mexico real
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
La Ciudad de México es un destino fascinante durante todo el año, pero en Navidad se vuelve aún más especial. Aprovecha las tarifas especiales de Aeroméxico esta temporada navideña y descubre todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
Aeroméxico está ofreciendo tarifas especiales que podrían hacer tu viaje más económico y permitirte disfrutar de una Navidad inolvidable.
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Antiguo Distrito Federal. Foto – Real Estate Market & Lifesyle
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
(De izquierda a Derecha) Edmundo Rodríguez Saldívar y Joaquín Álvarez Ordoñez. Foto – Revistas UNAM
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Campeche Nuevo en Fuente del Progreso, con las bancas campechanas. Foto – Revista UNAM
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Banca del Parque Salesiano en Azcapotzalco. Foto – Doc29
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Banquitos redondos en Parque San Lorenzo, Benito Juárez. Foto – Doc29
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Trepadero de cilindros de concreto en el Parque Plutarco Elías Calles, Venustiano Carranza. Foto – Doc29
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda: