

América
¿Qué hacer en las Islas Hawaianas? ¡Aloha! Visita este paraíso
En este lugar paradisiaco e inolvidable encontrarás un sin fin de cosas que hacer, sus islas, sus volcanes, su historia hacen de este lugar una opción para pasar unos días fabulosos.
La mejor parte de planear las vacaciones es imaginar que ya estamos ahí, abrir una página de reservaciones o asistir a un agente de viajes es el primer paso hacia nuestro destino, si quieres saber qué hacer en las Islas Hawaianas aquí te decimos lo más importante.
En algunas ocasiones encontraremos dificultades para elegir el lugar o actividades a realizar y es que siendo la tierra un lugar tan gigantesco resulta frustrante limitarse a un sólo lugar.
Y si después de pensarlo por horas decidimos que el destino que más nos llama la atención es Hawái entonces hemos elegido visitar el único estado de la unión americana que está formado exclusivamente por islas.
Variedad de islas
Ahora Hawái no sólo es un destino solitario, está conformado por una variedad de islas que tienen sus propias características y aunque se encuentren cercanas ofrecen al visitante diversas actividades que las hacen únicas.
Tal vez cuando pensamos en Hawái se nos viene a la mente la bailarinas, palmeras y volcanes pero hay mucho más allá que los impresionantes escenarios naturales.
Por ejemplo, tenemos a la ciudad de Honolulu en la Isla de Oahu, sus grandes edificios, museos y tiendas contrastan con lo verde de sus montañas y el azul del cielo.
Caminar por sus calles es olvidar que nos encontramos alejados de cualquier gran masa continental.
Cuenta con un sistema de transporte eficiente donde podremos entre mezclarnos con las personas de diversas culturas, es un encuentro de oriente con occidente, del pasado y el presente.

Baile Hawaiano. Foto Archivo.
Pearl Harbor
Si la curiosidad te gana y quieres visitar la afamada base militar Pearl Harbor entonces debes alojarte en esta isla en donde un bote puede llevarte al “Memorial” construido sobre el buque hundido “USS Arizona”.
En cuanto a su cocina se puede decir que ofrece una amplia gama opciones, desde los tradicionales bares con hamburguesas estadounidenses hasta los más caros y deliciosos restaurantes gourmet.
¿Quieres ver cómo crece la extensión de una isla como si de una hoja se tratara?
Entonces tienes que dirigirte a la Isla grande o Big Island en donde el volcán Kilauea ha estado haciendo erupción desde la década de los 80’s.
Islas Hawaianas, el famoso Kilauea
Este impresionante espectáculo de lava del volcán Kilauea en las Islas Hawaianas corre desde el cráter del volcán deslizándose por sus faldas hasta encontrarse con el mar.
Una vez ahí se solidifica y gana nuevo territorio para los Hawaianos.
Si eres de los que piensa que la lava aún merece un poco de respeto y prefieres guardar distancia, no te desanimes siempre existe la posibilidad de volar sobre ella.
Existen tours en helicóptero que te llevan volando sobre el cráter del volcán desde donde podrás tomar espectaculares vistas con tu cámara fotográfica.
Pero no todo se trata de erupciones en Big Island, también se puede visitar sus plantíos de café, realizar caminatas por su selva tropical y nadar con mantarrayas.
Hawái es un refugio para todos, en especial en Maui otra de sus islas, donde la práctica del snorkeling, kiteboarding y surf es tan común como el tráfico en las grandes ciudades.
Es frecuente ver jóvenes cargando su tabla en espera de esa ola ideal que los hará sentirse en la gloria.

Paraiso Hawai. Foto Archivo.
Maui hogar de los más maravillosos atardeceres, algo qué hacer en las Islas Hawaianas
Maui también es hogar de los más maravillosos atardeceres, playas desiertas y lujosos resorts donde podremos relajarnos para tomar el sol.
Y para los que quieran salir a explorar la isla pueden escoger el camino a Hana, una carretera paralela al océano que atraviesa la selva llevándonos por una multitud de cascadas y litorales.
Seguramente aquellos que les gusta viajar más lejos y tienen un espíritu de exploradores, necesitan encontrar lugares que pocos han visitado.
Para ellos existe la isla de Kauai una porción de tierra con naturaleza virgen.
Flores tropicales, aguas cristalinas y el más impresionante cañón en el pacífico llamado Waimea.
Es ideal para realizar excursiones gracias a sus veredas y montañas, algunas expediciones pueden llegar a tomar hasta dos días.
Zona VIP
Lanai es la última frontera en donde sólo los adinerados llegan a jugar golf, relajarse en sus spas y cenar en sus restaurantes de lujo.
Hospedarse en esta isla es como rentar un cayo privado; Los resorts aquí asentados transformaron a la isla productora de piñas en uno de los más exclusivos lugares para vacacionar.

Resorts en Hawái. Foto Archivo.
Hawái no es un destino para personas indecisas, saber qué hacer en las Islas Hawaianas entre la multitud de opciones, actividades y parajes.
Es un poco difícil porque son muchas opciones que no se terminarían ni juntando todos nuestros días de vacaciones.
Tal vez la mejor opción sea visitar una o dos islas y explorarlas al máximo.
También podremos optar por abordar un crucero que haga escalas en cada una de ellas, claro con el inconveniente de no poder contar con libertad de decisión o movimiento.
Sea como sea una visita a Hawái es una experiencia que nos sumerge en la cultura polinesia combinada con la modernidad occidental.
Todo sorprende al mismo tiempo, el surf, los edificios, la lava solidificada que combinan con las cascadas, las montañas y el sol.
¡Hawái lejos de todo pero cerca de ti!
#NuncaDejesdeViajar
América
El TAKANAKUY: Donde las MUJERES PELEAN por HONOR y TRADICIÓN
Esta celebración navideña en Perú convierte los desacuerdos en un espectáculo cargado de fuerza, cultura y reconciliación.

¿Te imaginas una tradición que, en lugar de evitar los conflictos, los enfrenta en una pelea? Pues algo así ocurre en las alturas andinas de Perú, donde cada Navidad (25 de diciembre) se celebra el Takanakuy: Un festival en donde mujeres y hombres resuelven antiguas rencillas a puño limpio, convirtiéndose en uno de los espectáculos más sorprendentes y feroces de Perú.

¿Qué es el TAKANAKUY?
El Takanakuy es una tradición profundamente arraigada en las comunidades andinas. La palabra proviene del quechua y significa “golpearse entre sí”. Pero no te confundas, que no es un pleito callejero. Aquí, los combates tienen un propósito evidente: Resolver disputas personales, familiares o comunitarias de manera simbólica, dejando todo limpio para empezar el año en paz.

Su origen está envuelto en varias teorías, aunque una de las más aceptadas la vincula con el siglo XIX, cuando esclavos africanos y habitantes de Majes resolvían sus diferencias con combates. Con el tiempo, esta forma de arreglo se mezcló con las costumbres andinas, convirtiéndose en la tradición que conocemos hoy.

¿Quiénes PARTICIPAN en el TAKANAKUY?
En el Takanakuy todos pueden participar, menos los niños. Y aunque hay peleas de hombres, las más esperadas y aplaudidas son las de las mujeres. Ellas no solo demuestran fuerza física, sino también carácter y orgullo por su comunidad. Incluso hay enfrentamientos entre culturas, como las Mujeres de Takanakuy de Perú contra las luchadoras Tinku de Bolivia.

Y si te gustaría presenciar la tradición, el Takanakuy se practica en varias regiones de Perú, como Chumbivilcas, Cusco y Apurímac. Las peleas suelen llevarse a cabo en plazas de toros o plazas de armas. Si quieres retar a alguien, solo tienes que pararte en medio del lugar y gritar su nombre. Y así, en frente de todos, empieza el duelo.

Pero antes de pelear, los participantes deben aceptar el reto voluntariamente. Siempre se busca que los contrincantes tengan una complexión física similar. El combate dura máximo tres minutos y solo se permiten puños y patadas. Obviamente el dolor es inevitable, pero podría ser más doloroso guardar rencor…

Y aunque se vea rudo, todo está muy controlado. Hay árbitros que se aseguran de que se cumplan las reglas: nada de golpes por la espalda, nada de sujetar al rival, y mucho menos seguir golpeando cuando el otro ya está en el suelo. Al final, el que pierde ofrece una disculpa pública y se sella la reconciliación con un abrazo.

VESTIMENTA para una buena PELEA
Las mujeres que participan en el Takanakuy no solo destacan por su valentía, sino también por sus trajes. Muchas llevan vestidos o faldas andinas llenas de color, que reflejan su identidad y conexión con la tierra. Por su parte, algunos hombres usan máscaras tejidas de colores, y pueden ir decoradas con animales de la fauna local, como zorros, gallos o venados. Todo esto forma parte del legado cultural que mantiene viva la esencia del Takanakuy.

Si buscas una aventura auténtica que conecte emoción y cultura, el Takanakuy es una experiencia imperdible para viajar a Perú y vivir una Navidad andina que, literalmente, golpea y abraza casi al mismo tiempo… ❖
#NuncaDejesDeViajar
América
Bañado LA ESTRELLA: El humedal MÁS HERMOSO de Argentina
Con más de 400 mil hectáreas, este espacio combina espejos de agua, palmares, bosques inundados y una biodiversidad difícil de igualar.

Ubicado al norte de Argentina, en la provincia de Formosa, se encuentra el Bañado La Estrella, el segundo humedal más grande del país. Y si tenemos que describirlo de alguna forma, tendríamos que decir que no es un lugar fijo ni estático, pues cambia constantemente.

Sus aguas provienen principalmente de las lluvias y del desborde del río Pilcomayo. Es por eso que, según la época del año, el visitante puede encontrarse con grandes zonas anegadas o con áreas más secas. Esta dinámica natural hace que cada visita sea distinta, mágica y especial.
Si quieres una guía más rápida, durante el verano, es temporada de lluvias, y podrás encontrar zonas llenas de agua. Mientras que en invierno, hay más espacios secos, para poder caminar.

Su majestuosidad le valió ser elegido en 2019 como una de las Siete Maravillas Naturales de Argentina. Aquí la flora incluye palmas caranday, juncos, totoras y árboles típicos del monte chaqueño. En cuanto a la fauna, se pueden observar yacarés, carpinchos, osos hormigueros, boas y más de 200 especies de aves.

¿Qué hacer en el BAÑADO LA ESTRELLA?
Más allá de su belleza natural, el Bañado La Estrella ofrece múltiples actividades para quienes lo visitan. Aquí podrás encontrar paseos en bote o canoa, que permiten recorrer sus canales y lagunas. También hay safaris fotográficos, ideales para capturar la fauna y su icónico paisaje cambiante. Esto incluye avistamiento de aves, con guías locales que te ayudarán a identificar las especies.

A los alrededores, podrás realizar visitas a comunidades indígenas y criollas de la zona, que muestran cómo han aprendido a convivir con este retador ecosistema. Sin embargo, una de las actividades más populares es el camping, que te permite pasar una noche en el bañado, disfrutando un cielo despejado y lleno de estrellas…
Esto incluye fogatas, canotaje nocturno y recorridos que te permiten mirar la otra cara de la naturaleza… Más salvaje, más hermosa y más única. Este humedal nos muestra algo puro, que en estos tiempos es muy difícil de encontrar.

El AROMA con olor a VERDE
El Bañado La Estrella no es simplemente naturaleza, pues ahí también viven comunidades que forman parte de la historia del lugar. Entre ellas se encuentran los Pilagá: uno de los pueblos originarios de Formosa, que, a pesar del avance inevitable de la modernización, aún han mantenido intacta su cultura. Para muchos visitantes, conocer estas comunidades enriquece la experiencia, porque les permite entender la relación que los locales mantienen con el humedal.

De hecho, La Estrella fue declarado como Reserva Natural Provincial en 2005, lo que ayuda a proteger su biodiversidad y controlar las actividades humanas que podrían afectarlo. Por su parte, la designación como una de las Siete Maravillas Naturales de Argentina llegó hasta el 2019, y no solo fue un premio simbólico, sino también una manera de darle visibilidad y promover un turismo sustentable.

Ahora el desafío es lograr que más gente conozca el Bañado La Estrella sin poner en riesgo su equilibrio ecológico, fortaleciendo la infraestructura turística y garantizando que el desarrollo beneficie tanto a los visitantes como a las comunidades locales.

¿Cómo llegar al BAÑADO LA ESTRELLA?
Llegar al Bañado La Estrella es un viaje complicado, pero vale totalmente la pena. Primero tienes que llegar a la provincia de Formosa. Desde ahí, tendrás que tomar un camión a Las Lomitas, la ciudad centro de la provincia, y a más o menos 45 kilómetros se encuentra “El Vertedero”, uno de los accesos más populares del bañado.

Y si recorres 20 kilómetros más, se encuentra el acceso “Fortín La Soledad”. En estos dos accesos comienzan la mayoría de los recorridos. Considera que, al tratarse de una zona natural enorme, no hay transportes públicos que lleguen hasta allá. Puedes hacerlo con tu propio auto o un servicio turístico.

Eso sí, es fácil perderse en el lugar, así que tendrás que unirte a las visitas guiadas. Depende de la actividad; tienen un costo diferente. Por ejemplo, la excursión en canoa por el bañado cuesta alrededor de $30,000 ARG ($380 MXN o $21 USD). También hay paquetes que te incluyen varias noches en el lugar, con costos que pueden alcanzar hasta los $803,000 ARG ($10,172 MXN o $552 USD).

Descubriendo el BAÑADO LA ESTRELLA
Aunque todavía es un destino poco explorado en comparación con otros lugares turísticos de Argentina, el Bañado La Estrella tiene todo para crecer. Su belleza natural, su riqueza biológica y su valor cultural lo convierten en un sitio único para quienes buscan una experiencia diferente, donde la naturaleza y el paisaje se transforman con cada estación…

#NuncaDejesDeViajar
América
Entre REJAS y MEMORIA. Conoce el MUSEO PENITENCIARIO Antonio Ballvé
Lo que antes fue una cárcel femenil, ahora es un sitio turístico en donde podrás aprender sobre la vida dentro de la cárcel en Argentina.

En pleno corazón del barrio de San Telmo, en Buenos Aires, Argentina, se alza un edificio que guarda más de dos siglos de historia. Se trata del Museo Penitenciario Antonio Ballvé: un lugar que alguna vez funcionó como cárcel de mujeres y que después abrió sus puertas como museo. Sus muros de piedra, pasillos estrechos y celdas silenciosas transportan al visitante a un tiempo donde la privación de la libertad convivía con la disciplina religiosa, las luchas sociales y los cambios en la justicia…

De misión jesuítica a CÁRCEL de MUJERES
La historia de este edificio comienza en 1735, cuando los jesuitas iniciaron la construcción de un complejo que incluía iglesia, colegio y casa de ejercicios espirituales. Tras la expulsión de la orden en 1767, el inmueble atravesó distintos usos: depósito, hospital y prisión de deudores. No fue sino hasta finales del siglo XIX que el lugar fue destinado al Asilo Correccional de Mujeres, bajo la congregación del Buen Pastor.

Allí convivieron mujeres procesadas por delitos comunes, menores de edad y hasta internas consideradas de “vida disipada” (exceso y libertinaje). Con el tiempo, la institución pasó a manos del Servicio Penitenciario Federal, que en 1978 trasladó a las reclusas a otra unidad en Ezeiza. Ese hecho marcó el inicio de una nueva etapa: la transformación del espacio en un museo.

Finalmente, en 1980 se inauguró oficialmente el Museo Penitenciario, en honor a Antonio Ballvé, quien fue director de la antigua Penitenciaría Nacional y pionero en la organización del sistema penitenciario argentino.

¿Qué encontrarás en el MUSEO PENITENCIARIO Antonio Ballvé?
Hoy, los visitantes del Museo Penitenciario pueden recorrer un sitio donde la arquitectura colonial se mezcla con la memoria carcelaria. Algunos de sus atractivos más destacados son la Capilla de Nuestra Señora del Carmen: uno de los espacios mejor conservados del antiguo complejo jesuita.

También hay salas que exhiben trajes a rayas, grilletes, mobiliario carcelario y herramientas utilizadas por internos y autoridades. Hay documentación histórica que incluye fotografías, expedientes criminológicos, revistas y publicaciones penitenciarias. Esto se complementa con recorridos guiados que te permiten comprender el rol de la prisión en la historia argentina y el impacto social que tuvo la reclusión femenina.

El museo no solo exhibe objetos, sino que también ofrece una mirada crítica sobre la evolución del sistema penitenciario, el papel de la religión en la disciplina y el lugar de la mujer dentro de estas instituciones.

Una visita PRÁCTICA y ENRIQUECEDORA
El Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé se encuentra en Humberto Primero 378, San Telmo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La entrada es gratuita; sin embargo, solamente abre dos días a la semana: martes y sábados de 11:00 a.m. a 03:00 p.m.

El recorrido suele tomar entre 30 y 45 minutos, siendo ideal para combinarlo con otros atractivos de San Telmo, como el Mercado, la Plaza Dorrego o el Museo de Arte Moderno. Es una visita recomendable para quienes disfrutan del turismo cultural e histórico, y en especial para aquellos interesados en la memoria social y las transformaciones urbanas de Buenos Aires.

Y es que el Museo Penitenciario es mucho más que un conjunto de salas con objetos antiguos: es un espacio de reflexión sobre la privación de la libertad, las políticas penitenciarias y la condición femenina en épocas pasadas de Argentina. La reconversión de una cárcel en un centro cultural lo convierte en un símbolo de transformación, donde los muros que antes callaban ahora se dedican a contar historias…

Asilo Correccional de Mujeres. Foto – Museo Penitenciario Antonio Ballvé (Facebook)
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