Curiosidades
Curiosidades del Coliseo Romano ¿Las conocías?
Si pronto viajarás a Italia, aquí te damos algunas curiosidades acerca del Coliseo Romano, por si lo conoces en persona.
Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 y considerada una de las 7 Maravillas del Mundo desde el 2007; ciertamente el Coliseo Romano tiene curiosidades al ser un lugar imperdible de Roma.
Si te gusta conocer acerca de la historia de los lugares emblemáticos de un país, no te pierdas este artículo, pues estas curiosidades ampliarán lo que sabias de este lugar.
1. Construcción y nombre original de este gran anfiteatro.
Este lugar se construyó en el año 72, con el fin de remplazar a un antiguo anfiteatro que había sido destruido por un incendio en Roma, lo terminaron 8 años después de comenzar la construcción.
En sus primeros años, esta maravilla llevaba el nombre de Anfiteatro Flavio, pues era una forma de homenajear a la dinastía de emperadores que lo construyeron.
Pero en la entrada se encontraba una estatua de bronce de grandes proporciones conocida como el Coloso de Nerón, es por ello que después tomó el nombre de coliseo.
2. Las medidas y materiales que esta maravilla posee
Esta estructura está en forma ovalada, tiene 189 metros de largo, 156 metros de ancho y 48 metros de alto, ciertamente asombroso.
Es por ello que para la construcción de este anfiteatro se utilizaron 700,000 toneladas de piedra con tonos blancos y luminosos, las cuales fueron unidas con 300 toneladas de abrazaderas de hierro.
3. Las curiosidades del Coliseo Romano son impresionantes
Al igual que el exterior, el coliseo es sumamente impresionante en el interior, pues tiene un sistema complejo de túneles subterráneos, rampas y ascensores.
Anteriormente contaba con un velaría que utilizaban para cubrirse del sol cuando estaba muy fuerte, por lo tanto, estaba conformado por mástiles de madera y telas, en principio de velas y después usaron lino.
4. ¿Cuántas personas podían asistir y cuanto costaba?
Debido a sus grandes dimensiones, el Coliseo Romano era capaz de recibir a más de 50,000 espectadores y podían ser evacuados en 3 minutos.
El recinto tenía un sinfín de eventos, organizados principalmente por la realeza, a los que toda la gente tenía acceso pues la entrada era ¡Gratis!
5. Otras curiosidades del Coliseo Romano
Las primeras filas de asientos del lado sur del Coliseo Romano eran designadas únicamente para la realeza, por consiguiente, los sacerdotes, magistrados y senadores ocupaban las filas siguientes.
Como resultado de esto las mujeres, los hombres pobres y los esclavos se sentaban en las partes más altas.
6. Espectáculos que se ofrecían
Los eventos que podían disfrutar en el coliseo era principalmente lucha de animales y gladiadores, y representaciones teatrales.
También se hacían representaciones de batallas navales y llenaban la arena con agua, ¿No suena increíble?
7. Las luchas del recinto
En el Coliseo Romano llegaron a pelear y perder la vida animales como leones, tigres, hienas, elefantes, cebras, osos y hasta jirafas.
De hecho, hubo miles de luchas en las que alrededor de 400,000 hombres y un millón de animales murieron en la arena.
Según historiadores, las personas disfrutaban mucho las luchas entre fieras, por lo que se sabe que hubo una ocasión en la que el emperador Probo del siglo III, ordeno un enfrentamiento entre animales.
8. Curiosidades del Coliseo Romano en batalla
Por otro lado, el lugar dio lugar a miles de luchas en más de 50 años, dando fin a estos eventos en el siglo VI, mismo en el que se realizó la última pelea entre gladiadores.
También llamaban a este tipo de peleas, Munera o juegos de gladiadores, su origen se basaba en relación con las conmemoraciones por un difunto.
9. Otros usos y daños a lo largo de la historia
A partir del siglo VI empezó a tener diversos usos como templo pagano, almacén, fortaleza o cantera.
Los primeros daños que tuvo el Coliseo Romano fueron debido a bombas de la Segunda Guerra Mundial.
10. Otras curiosidades del Coliseo Romano, el comienzo de un lugar santo
La caída de gran parte de su estructura se debió a terremotos y saqueos que la gente hacia para construir iglesias, palacios ¡Y hasta edificios!
Debido a los saqueos en el año 1749, el Papa Benedicto XIV declaro al coliseo como santo, en honor a los mártires ejecutados en este lugar.
11. Dinastía del imperio romano
Con el pasar de los años y a pesar de que existía más anfiteatros, el Coliseo Romano se convirtió en el más grande sitio construido en la época del Imperio, ¡Impresionante!
Ciertamente, es un lugar que hasta la fecha sigue siendo de gran importancia debido al turismo que atrae y que nos hace volar la imaginación al recordar los eventos que ahí sucedían.
Conoce en persona el Coliseo Romano
Actualmente es posible visitar este lugar en un horario de 8:30 am a 6:00 pm, puede que te encuentres con mucha gente, pero te recomiendo que compres tus boletos en línea.
Los precios varían entre los 16 euros para adultos y 4.5 para menores de 18 años; si decides comprarlo en línea es posible que el precio aumente 4 euros.
Pero si no quieres pagar extra te recomiendo que empieces tu visita por los foros, adquiriendo los boletos para palatino en uno de ellos.
Algunas recomendaciones
Eso sí, te recomiendo llegar temprano pues el coliseo solo admite 3,000 personas por día.
El Coliseo Romano te brinda una grandiosa experiencia cultural, histórica y sobre todo sensorial, así que no te pierdas de visitar este grandioso lugar.
¡Ojalá te hayan gustado estas curiosidades del Coliseo Romano y por lo tanto, te hagan querer visitarlo!
Haz un recorrido a través del tiempo, disfrútalo al máximo, y recuerda #Nuncadejesdeviajar
América
LUNA LUNA lleva el ARTE a New York
En 1987, al artista André Heller se le ocurrió una de las ideas más vanguardistas y extravagantes del mundo: un parque de diversiones intervenido por artistas.
“El arte debe presentarse en formas no convencionales y ser llevado a aquellos que no lo buscarían en entornos más predecibles“. Esta idea fue la que hizo que el artista austriaco, André Heller, concibiera una de las experiencias más fascinantes del mundo del arte: Luna Luna.
Luna Luna fue un parque de diversiones artístico donde artistas de la talla de Basquiat, Keith Haring, Salvador Dalí y Roland Topor diseñaron y crearon las atracciones. El parque se mantuvo abierto durante poco más de 4 años, hasta que, por supuestos incumplimientos de contratos, fue almacenado en contenedores en un rancho en Texas.
Rescatando el ARTE
35 años después, Drake, el rapero canadiense, junto con su firma de entretenimiento, rescató y restauró el parque, regresando sus artísticas atracciones de nuevo al público. Su reaparición inició en Los Ángeles… y ahora se llega, creando emoción en New York.
Esta exposición se vivirá a partir del 20 de noviembre en el centro cultural The Shed. Cabe recalcar que el uso de las atracciones no es posible, esto ya que se busca preservar las piezas, que, como imaginaras, son completas obras de arte, lo que convierte al antiguo parque en un museo.
¿Qué PODRÁS ver en LUNA LUNA?
Entre sus atracciones más aclamadas, encontrarás el Árbol Encantado de David Hockney, un cilindro que crea en su interior ramificaciones de luz…
La Capilla Nupcial de André Heller, donde los visitantes podían casarse con quien quisieran, siendo una de las atracciones favoritas de la exposición.
El Pabellón con Escenas Surrealistas de Roland Topor: una habitación llena de escenas surrealistas y música que genera incomodidad y pesadillas.
O la Galería de Tiro con Imágenes Políticas de Jörg Immendorff, donde los visitantes disparaban a vasos como acto de aniquilación que evocaba los restos de la Alemania de posguerra.
Son más de 30 atracciones de diferentes artistas de todo el mundo, que podrás conocer. Así que, si eres un amante del arte, de las ferias y la nostalgia, Luna Luna es el lugar perfecto para ti.
Puedes reservar tus boletos en su página web… y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
La BARBACOA mexicana triunfa en el LEJANO JAPÓN
La barbacoa oaxaqueña viaja hasta Japón, logrando ganar batalla en los paladares de las altas islas de volcanes de Hokkaidō.
En una visita a Oaxaca, México, el chef Marco Gurushia, quedó encantado con uno de los sabores más emblemáticos del país… la barbacoa. Las manos creadoras de este delicioso plato fueron Mimi con su restaurante al aire libre Maíz Cocina Tradicional.
El inicio de una AVENTURA
Meses después, Yu, uno de los amigos de Marco, lo contacto porque quería preparar barbacoa en Hokkaidō, y Marco, que aún tenía el sabor de la barbacoa oaxaqueña, se le ocurrió contactar de nuevo con Mimi… y fue así como inició esta reciente y asombrosa aventura.
Mimi viajó a Japón acompañada de su familia, algunos chiles, especias, una parrilla y dos comales de 42 centímetros, de los cuales solo uno sobrevivió al vuelo.
BARBACOA… solo a la MEXICANA
La preparación de esta deliciosa barbacoa duró dos días: el primero se dedicó a construir el horno desde cero: excavar el agujero, poner los ladrillos y cemento, y dejar secar mientras se realizaba una clásica verbena mexicana, con música, mezcal y cervezas.
El segundo día fue de cocinada, no sin antes echar la bendición con mezcal al horno, para que todo saliera bien. Conseguir los ingredientes faltantes en Japón fue todo un reto. La carne fue conseguida de un borrego de una granja local, y las pencas de maguey fueron mandadas desde otra ciudad.
Unas horas después de calentar el horno, y en presencia de todos, se pudo meter la barbacoa, para que tiempo después, chefs, artistas y amigos se citaran en Hokkaidō para probar la deliciosa creación que resultó un rotundo éxito.
Sin duda, esta pequeña crónica compartida por Mimi y Marco no solo representa un profundo amor por la gastronomía mexicana; si no también enaltece la curiosidad y cercanía que une y crea México más allá de sus fronteras.
Y como bien se dice por ahí… el único problema de la barbacoa es que se acaba demasiado rápido.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
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