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Asia

La isla Hashima, el lugar fantasma que se encuentra en ruinas

Una isla repleta de secretos y misterios por descubrir…

En medio del vasto océano Pacífico, una isla, una vez llena de color y vida, ahora se alza como un monumento silencioso a su pasado industrial y a las historias que yacen entre sus ruinas. Una isla que conforma parte del territorio de la nación del Sol Naciente destaca por su misterio y aura intrigante: la isla Hashima.

Conocida como la “Isla de los Fantasmas”, Hashima fue una vez una floreciente comunidad minera de carbón. Ahora, sus edificios en ruinas y su ambiente en cruda soledad despiertan la curiosidad de los visitantes, ofreciendo una visión única de un pasado olvidado.

Isla Hashima. Foto por Carl Court.

Hoy en día, la Isla Hashima se alza como un testimonio fascinante de la historia de Japón, con sus edificios en ruinas y su paisaje urbano fantasmal que invita a los visitantes a explorar sus misterios ocultos.

En la década de los años sesenta, la población de la isla alcanzó más de 5 mil 200 residentes, todos dedicados a labores relacionadas con la minería de carbón.

Inicios de Hashima. Foto por Forocoches.

Sin embargo, las reservas naturales se agotaron rápidamente. Apenas 14 años después, la explotación de los recursos perdió su sentido, ya que el carbón se agotó por completo. Con la falta de empleo y en busca de mejores oportunidades, los habitantes de Hashima abandonaron la isla poco tiempo después.

Durante más de tres décadas, el lugar quedó desierto. Sin presencia de fauna ni flora específica, los edificios comenzaron a deteriorarse. Los colores originales de las paredes se desvanecieron, los techos se agrietaron y los vidrios de las ventanas se rompieron. Finalmente, un profundo silencio se apoderó de la isla Hashima.

Isla Hashima. Foto por Blogger.com

Desde una perspectiva etimológica, el nombre de la isla se traduce del japonés como “Isla del Acorazado”. Este apelativo surge de su papel durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en el sitio de trabajo forzado para prisioneros coreanos y chinos.

Bajo la supervisión de autoridades japonesas en las instalaciones de Mitsubishi, empresa con intereses en la isla, se sometieron a estos civiles a condiciones laborales precarias por sus minas de carbón.

Las largas jornadas de trabajo, el agotamiento y los peligros asociados a la minería cobraron un alto precio, resultando en la muerte de muchos de ellos.

Hashima. Foto por Abandonado.

Hashima sufrió un golpe devastador adicional debido a los tifones comunes en la región asiática. Hacia mediados de la década de 1970, la población civil tuvo que ser evacuada de emergencia.

Los mineros y sus familias que habían construido sus vidas en ese lugar pronto se dieron cuenta de que las condiciones climáticas no eran las apropiadas para vivir a largo plazo. Las olas podían ser tan intensas que los dejaban incomunicados con las otras islas de la Prefectura de Nagasaki.

Hashima. Foto por Constructor 1O.

Con la llegada del nuevo milenio, Hashima volvió a ser objeto de atención en Japón, esta vez como destino para el turismo oscuro. En 2002, dejó de ser propiedad de Mitsubishi y comenzó a abrir lentamente sus puertas al público.

Inicialmente, solo periodistas tenían acceso, ansiosos por cubrir la historia de esta isla fantasma en
Nagasaki. Sin embargo, pronto se permitió la entrada a un creciente número de personas interesadas en descubrir los vestigios de la Segunda Guerra Mundial.

Los habitantes de la isla se dedicaban a labores relacionadas con la minería de carbón. Foto por Javitour.

Finalmente, en 2009, Hashima se abrió oficialmente al turismo internacional. El notable interés de los visitantes por esta ciudad fantasma llevó a las autoridades locales a lanzar un proyecto de protección para preservar este patrimonio abandonado.

Incluso cadenas internacionales de noticias, como CNN, la catalogaron como uno de los diez lugares más escalofriantes del mundo.

Hoy en día, las ruinas de los parques y espacios públicos de Hashima atraen a turistas cada verano, ofreciendo la oportunidad de explorar hospitales olvidados y casas vacías, todas testigos silenciosos de un pasado tumultuoso.

Hashima. Foto por Global Voices.

Aunque las minas de carbón ya no están en funcionamiento, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015, reconociendo su importancia histórica y su papel en la
industrialización de Japón.

Aunque ya no es posible recorrer toda la isla, siempre se podrán hacer excursiones por las partes más estables de la isla. Ir por cuenta propia no es una opción, y aunque estés acompañado o no, la intensa vibra que emanan estas paredes abandonadas erizará tu piel, ¿te animas a visitarla?#Nuncadejesdeviajar!

Isla Hashima. Foto por II Post.

Asia

NAKIZUMO: El arte de HACER LLORAR BEBÉS para espantar espíritus

Este peculiar evento japonés se ve motivado por una creencia arraigada, en la que el llanto es un símbolo de buena salud.

NAKIZUMO, EL ARTE DE HACER LLORAR BEBES

El Nakizumo es una tradición un tanto antigua; su práctica se remonta a más de 4 siglos atrás, y se basa en un proverbio japonés que dice: “El niño que llora crece”. Se celebra en santuarios y templos de Japón una vez cada año, durante el cuarto domingo de abril. La dinámica es bastante sencilla. Los padres de familia llevan a sus bebés a competir en una “pelea de llanto”.

1. Festival Nakizumo. Foto - @Ichiban_Japan (X)
Festival Nakizumo. Foto – @Ichiban_Japan (X)

En ella, dos luchadores de sumo toman cada uno a un bebé y suben a un ring. Después, los sacuden mientras un árbitro los intenta provocar para que lloren, gritando “¡nake, nake, nake!” (que significaría “¡llora, llora, llora!”). El ganador será el que llore primero. Si los bebés lloran al mismo tiempo, entonces gana el que llore más fuerte. Y si son realmente valientes, se hace uso de un arma especial: personas con máscaras terroríficas los asustan hasta el llanto.

2. Árbitro intenta asustar a bebé durante el Nakizumo. Foto - Getty Images
Árbitro intenta asustar a bebé durante el Nakizumo. Foto – Getty Images

Y tal vez ahora te preguntes… ¿Qué tienen que hacer ahí luchadores de sumo? Pues lejos de lo raro que pueda parecer que un luchador de sumo está haciendo llorar a un bebé a propósito, tienes que saber que todo tiene una intención. La razón es la de garantizar que los bebés crezcan tan sanos y fuertes como los mismos luchadores, pues, como dijimos en un principio: “El niño que llora crece”…  

3. Bebé llorando durante el Nakizumo. Foto - Alamy
Bebé llorando durante el Nakizumo. Foto – Alamy

Celebrando el NAKIZUMO

Todo el Nakizumo se fundamenta en la creencia de que los bebés que lloran crecen fuertes y sanos, y ahuyentan a los malos espíritus. Para ello, durante el festival también se realizan ceremonias, como oraciones por el bienestar de los bebés, combates de sumo naki (que es el evento estelar) y la práctica de primeras posturas de sumo para bebés.

Los padres también pueden participar en el evento, tocando tambores para estimular el crecimiento de sus bebés. Además, pueden marcar sus manos con tinta y papel como símbolo de celebración.

4. Madre con su bebé durante el Nakizumo. Foto - Getty Images
Madre con su bebé durante el Nakizumo. Foto – Getty Images

Conoce un poco de la LUCHA de SUMO

El sumo es un deporte tradicional japonés, que se dice que era practicado por las deidades sintoístas. Al día de hoy, es un deporte nacional conocido por sus rituales, tales como la purificación del ring con sal. Los luchadores compiten para sacar a su oponente del ring o tocar el suelo con cualquier parte del cuerpo que no sean los pies. Los combates son bastante cortos, pero no por eso menos intensos, y se llevan a cabo en un ring de arcilla.

5. Luchadores de sumo. Foto - Alamy
Luchadores de sumo. Foto – Alamy

Al no existir categorías de peso, los luchadores siempre se centran en ganar masa muscular como parte de su entrenamiento. Y a pesar de que un gran tamaño puede ser visto como sinónimo de una vida poco saludable, en Japón es todo lo contrario. Los luchadores de sumo son vistos como personas fuertes, sanas y valientes. Es por eso que no podrían existir mejores personajes para representar el Nakizumo.

Y a ti… ¿Te gustaría ver a tu bebé participando en esta pelea? ❖

6. Bebés concursantes durante el Nakizumo. Foto - Alamy
Bebés concursantes durante el Nakizumo. Foto – Alamy

#NuncaDejesDeViajar

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Artesanías

El JABÓN de ALEPO: Un cosmético con MILES de años de antigüedad

Uno de los jabones más antiguos del mundo —que incluso se dice que era utilizado por Cleopatra— aún se hace en la actualidad, y es uno de los tesoros más grandes de Siria.

EL JABÓN DE ALEPO

El jabón de Alepo, también llamado “el oro verde de Siria” o jabón Ghar, es conocido por ser, quizá, uno de los jabones más antiguos del mundo. No ha cambiado su fórmula para nada, y continúa transmitiendo un largo legado de beneficios cosméticos. Es considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, siendo de los pocos productos en haber sobrevivido a cambios históricos, invasiones, divisiones geopolíticas, guerras y, sobre todo, a la tecnología.

1. Jabón de Alepo. Foto - Simple Habito
Jabón de Alepo. Foto – Simple Habito

Y es que el jabón de Alepo tiene sus orígenes en la ciudad siria de Alepo; algunas fuentes mencionan que hace más de 4000 años comenzó su producción. Esto simboliza una gran muestra de innovación, pues la realidad es que en la antigüedad, los jabones eran una suerte de emulsiones jabonosas líquidas. Pero en Alepo se realizó por primera vez el proceso de saponificación (proceso de realización del jabón), mezclando aceite de oliva (metraf), aceite de laurel (ghar) y sosa natural.

2. Elaboración del jabón de Alepo. Foto - Getty Images
Elaboración del jabón de Alepo. Foto – Getty Images

Un PROCESO artesanal. ¿Cómo se HACE el JABÓN de ALEPO?

El jabón de Alepo, sorprendentemente, sigue realizándose de la misma forma en la que se realizaba en la antigüedad. Desgraciadamente, debido a la guerra, los talleres se encuentran en túneles en la ciudad de Alepo. La magia solo comienza en el otoño… Las familias que producen este milenario jabón recolectan las bayas de laurel silvestre en los bosques; estas son hervidas en agua. Cuando el aceite sube a la superficie, se desnata.

3. Bayas de laurel silvestre. Foto - El Jardín del Calvo (Facebook)
Bayas de laurel silvestre. Foto – El Jardín del Calvo (Facebook)

Finalmente, en diciembre comienza la producción del jabón. La sosa y los aceites se cocinan, se vierte la mezcla sobre enormes moldes en el suelo y se deja enfriar por 2 días. Es entonces que los artesanos caminan por encima, utilizando una barreta que va cortando las barras. Después, los jabones se marcan con unos sellos que contienen el nombre de la familia que lo fabrica, ya que se trata de conocimiento que es pasado de generación en generación.

4. Artesanos cortando las barras de jabón. Foto - Getty Images
Artesanos cortando las barras de jabón. Foto – Getty Images

Una vez que el jabón de Alepo se corta, se conservan a través de un sistema de torres; el mínimo que se deja añejar un jabón es de nueve meses, aunque algunos se añejan por hasta tres años. El resultado es un jabón muy firme, que no pierde su aroma, sin aditivos ni conservadores, y 100% amigable con el medio ambiente. Lo mejor de todo esto es que las barras de jabón de Alepo original se pueden conseguir en línea. El costo puede alcanzar hasta los $100 MXN por barra ($5.50 USD).

5. Torres para la conservación del jabón de Alepo. Foto - Getty Images
Torres para la conservación del jabón de Alepo. Foto – Getty Images

Los BENEFICIOS del ORO VERDE de SIRIA

El porcentaje de aceite de laurel en cada jabón de Alepo puede variar, pues los hay en diversas concentraciones. Del 5% al 15% son más económicos y se pueden usar diario en todo tipo de piel.; del 15% al 25% es jabón para piel mixta y se pueden usar diario. Y del 30% al 40% es para pieles grasas y se usa contra la caspa.

6. Jabón de Alepo. Foto - Orinko
Jabón de Alepo. Foto – Orinko

Los más elevados van del 40% al 80% y se recomiendan para pieles con problemas como psoriasis, eczema o acné. Se puede usar su espuma para lavar el cabello, como mascarilla al aplicar en el rostro, y si se deja reposar, como espuma de afeitar. Además, es buenísimo para lavar ropa (incluso si es ropa blanca). Es gracias a estos beneficios rebosantes que incluso se dice que el jabón de Alepo era parte del ritual de belleza de Cleopatra.

7. Cleopatra en el baño; escena de la película Cleopatra, 1963, protagonizada por Elizabeth Taylor. Foto - @oldhollywoodfans (Instagram)
Cleopatra en el baño; escena de la película Cleopatra, 1963, protagonizada por Elizabeth Taylor. Foto – @oldhollywoodfans (Instagram)

El JABÓN de ALEPO… ¿Es verde o café?

El color de un jabón de Alepo es café por fuera, porque el proceso de oxidación de los aceites, al estar en contacto con el aire, los cambia. Pero al partir una barra, su interior es verde, por toda la clorofila que ha permanecido intacta. Este jabón también se ha comenzado a fabricar en lugares cercanos a Siria, como Turquía, Túnez e incluso en Francia, pues muchos artesanos jaboneros que emigraron o se exiliaron, escapando del ambiente bélico de su ciudad para continuar con la tradición. Para asegurar que tu jabón es original, busca la mención en árabe de “Alepo”, que es esta: حلب.

Este jabón es un gran aliado de los viajeros gracias a su multifuncionalidad, pues algo que puede sobrevivir por tantos miles de años no podría ser más que extraordinario. ❖

8. Vendedor de jabón de Alepo. Foto - Getty Images
Vendedor de jabón de Alepo. Foto – Getty Images
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Asia

Meguro PARASITOLOGICAL Museum: el único MUSEO de PARÁSITOS en el mundo

Despertando la inquietud y el lado biólogo de los visitantes, este museo en Japón exhibe alguno de los parásitos más horrorosos del mundo.

MUSEO PARASITOLÓGICO DE MEGURO

Al hablar de museos, es fácil imaginar salas llenas de arte, literatura, historia o cosaspor lo regular— agradables a la vista. Sin embargo, muy cerca del centro de Tokio, específicamente a 25 minutos en auto, en el barrio de Meguro, nos encontraremos con Meguro Parasitological Museum (o en español, el Museo Parasitológico de Meguro): un museo poco convencional que nos abre las puertas al grotesco mundo de los parásitos…

1. Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Alamy
Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Alamy

¿Por qué EXHIBIR parásitos?

En pocas palabras, se denomina “parásito” a un organismo que habita dentro de otro (hospedador) y se alimenta de él. Imaginar una exposición sobre estos horribles seres puede resultar inquietante, pero Satoru Kamegai no lo pensó así. Todo comenzó poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón se encontraba en un obvio colapso económico y social. Los sistemas de sanidad estaban destruidos, y los parásitos comenzaron a abundar en la gente.

2. Antigua fotografía del Dr. Satoru Kamegai. Foto - Medium
Antigua fotografía del Dr. Satoru Kamegai. Foto – Medium

Y lo que para algunos era una enorme tragedia, para el Dr. Satoru Kamegai fue una oportunidad de aprender. Apasionado por estos seres, Satoru comenzó a recolectar y coleccionar los parásitos de sus pacientes en frascos de formol, y para 1953 abrió un pequeño museo buscando dar a conocer este mundo. Y aunque el Dr. Satoru falleció en el 2002, su recinto aún se mantiene intacto, en funcionamiento y lleno de seres terribles, muchos con más de 60 años de edad

3. Visitantes en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Time Travel Turtle
Visitantes en el Meguro Parasitological Museum. Foto – Time Travel Turtle

¿Qué ver en el MUSEO PARASITOLÓGICO de Meguro?

Sí, sabemos que contestar esa pregunta puede ser algo obvio, pero nunca está de más… El Museo Parasitológico de Meguro está dividido en dos pisos. En el primero, encontrarás una enorme “Diversidad de Parásitos” que afectan a los seres humanos. Podrás aprender sobre sus variedades, ciclos de vida y cómo es su vida en la naturaleza. Mientras tanto, en el segundo, podrás encontrar “Parásitos humanos y zoonóticos”, que son transmitidos de animales.  

4. Parásitos en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Jonathan Reinarz (Facebook)
Parásitos en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Jonathan Reinarz (Facebook)

La pieza principal de este segundo piso es una taenia de aproximadamente 9 metros de largo, obtenida en 1953 del intestino delgado de un desafortunado hombre japonés. En total, podrás encontrar alrededor de 300 tipos de especímenes obtenidos de diferentes seres vivos. Pero no te preocupes, que no hay parásitos vivos; todos están sumergidos en formol al 5%, o preparados para su observación microscópica.

5. Parásitos preparados para su visión microscópica en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Jonathan Reinarz (Facebook)
Parásitos preparados para su visión microscópica en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Jonathan Reinarz (Facebook)

Además, estos especímenes son acompañados de una investigación detallada, fotografías de los síntomas y algunos consejos para evitarlos. Y aunque muchos puedan parecer grotescos y repugnantes, entender su vida es sencillo. De hecho, era lo que buscaba el Dr. Satoru Kamegai: enseñar a ver a los parásitos como otros seres vivos.

6. Enorme taenia exhibida en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Let's Go To The Museum
Enorme taenia exhibida en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Let’s Go To The Museum

Recordando, INVESTIGANDO y comprando

El Museo Parasitológico de Meguro también cuenta con 6,000 libros sobre parasitología y alrededor de 50,000 documentos con información recabada a lo largo de los años. Y es que además de exhibir y enseñar, este lugar funge como un centro de investigación que ha ayudado a descubrir miles de parásitos y el impacto en la salud.

7. Libros en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Jonathan Reinarz (Facebook)
Libros en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Jonathan Reinarz (Facebook)

Se estima que en todo el mundo, alrededor de 20,000 muertes son causadas por infecciones parasitarias. Y visitar este museo busca transformar tu aversión en curiosidad y brindar una nueva perspectiva distinta sobre la existencia de estos seres… Algunos casi imperceptibles. Pero no te puedes ir sin antes darte una vuelta en la tienda de souvenirs.

9. Libro exhibido en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Jonathan Reinarz (Facebook)
Libro exhibido en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Jonathan Reinarz (Facebook)

No, no venden parásitos, pero puedes llevarte una playera de diplozoon, un tote bag con diferentes especies de parásitos o quizá un llavero con un anisakis simplex. O, si sientes más curiosidad por el tema, puedes adquirir uno de sus libros sobre parasitología. Además de que toda su información se encuentra con libre acceso desde su página web.

8. Tienda en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - navitime.com
Tienda en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – navitime.com

¿Qué CONSIDERAR en tu visita al MUSEO PARASITOLÓGICO de Meguro?

Este museo es una institución sin fines de lucro, por lo que la entrada es gratuita. Sin embargo, son bien recibidas las donaciones realizadas por sus visitantes. Puedes encontrarlo abierto de miércoles a domingo (lunes y martes únicamente si son días festivos) a partir de las 10:00 a.m. hasta las 05:00 p.m.

10. Visitantes en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - TripSavvy
Visitantes en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – TripSavvy

Las visitas autoguiadas son solo en japonés, por lo que seguramente quieras considerar tener una buena app de traducción. Y, aunque sabemos que es una de las comidas más populares de Japón, seguramente quieras evitar comer ramen antes o después de tu visita… ¿Estás listo para tener un día rodeado de parásitos? ❖

11. Parásitos en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto - Tofugu
Parásitos en el Museo Parasitológico de Meguro. Foto – Tofugu
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