Europa
Zaanse Schans: Un Viaje a la Ciudad del Lego y los Molinos
Un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia auténtica de la Holanda tradicional.
En el corazón de los Países Bajos, a solo 20 minutos en tren desde Ámsterdam, se encuentra Zaanse Schans, una pintoresca aldea que parece sacada de un cuento. Con sus emblemáticos molinos de viento, casas de madera del siglo XVII y el aire nostálgico que evoca una época pasada, Zaanse Schans es un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia auténtica de la Holanda tradicional.
Recientemente, este histórico lugar ha ganado popularidad no solo por su patrimonio cultural, sino también por la inclusión de fascinantes estructuras de Lego, que añaden un toque moderno y lúdico a su encanto histórico.
Historia y Origen de Zaanse Schans
Zaanse Schans es una reconstrucción de un pueblo tradicional holandés del siglo XVIII y XIX, creado en la década de 1960 para preservar y exhibir los edificios históricos y la forma de vida de la región de Zaan.
Originalmente, esta área era un importante centro industrial con cientos de molinos de viento que producían todo, desde pintura hasta mostaza. Hoy, varios de estos molinos han sido restaurados y están en pleno funcionamiento, ofreciendo a los visitantes una visión directa de la ingeniería y el ingenio de la época.
La historia de Zaanse Schans comienza en la Edad de Oro Holandesa, un período de gran prosperidad económica y cultural en el siglo XVII.
La región de Zaan fue uno de los primeros centros industriales del mundo, y sus molinos de viento desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la industria moderna. Durante este tiempo, los molinos procesaban materias primas como madera, especias, aceite y harina, impulsando la economía local y contribuyendo al comercio global.
En la década de 1960, las autoridades locales y los defensores del patrimonio cultural reconocieron la importancia de preservar estos monumentos históricos. Así nació Zaanse Schans, un museo al aire libre que reúne molinos de viento, casas de madera, talleres y tiendas de diferentes partes de la región de Zaan.
Esta iniciativa no solo preserva la arquitectura y las tradiciones de la época, sino que también ofrece a los visitantes una oportunidad única de experimentar la vida cotidiana en un pueblo holandés del siglo XVIII.
Atracciones principales
La combinación de historia y modernidad en Zaanse Schans crea una experiencia única. Aquí te presentamos las principales atracciones que no puedes perderte.
Los icónicos molinos de viento son el corazón de Zaanse Schans. Cada uno tiene su propia historia y función, desde aserrar madera hasta producir aceites. Entre los más famosos se encuentran el Molino De Kat, que produce pigmentos para pintura, y el Molino De Zoeker, especializado en aceites.
Además, cada molino ofrece exhibiciones y demostraciones en vivo, mostrando cómo se utilizan las fuerzas de la naturaleza para realizar tareas industriales.
Una de las incorporaciones más recientes y emocionantes a Zaanse Schans son las estructuras de Lego, que reproducen a escala algunos de los edificios más emblemáticos del pueblo.
Estas construcciones no solo son una delicia visual para los amantes del Lego, sino que también ofrecen una manera educativa e interactiva de explorar la historia y la arquitectura de la región.
La atención al detalle en estas miniaturas es impresionante, y ofrecen un contraste encantador con los edificios reales. Además, hay talleres de Lego donde los visitantes, especialmente los niños, pueden construir sus propias creaciones, fomentando la creatividad y el aprendizaje a través del juego.
Museos y talleres de Zaanse Schans
Zaanse Schans alberga varios museos y talleres que ofrecen una inmersión profunda en la cultura y las tradiciones holandesas. El Museo Zaans, por ejemplo, presenta exposiciones sobre la historia local, incluyendo la vida industrial y el arte de la región.
También hay talleres donde se demuestran técnicas tradicionales, como la fabricación de zuecos y la elaboración de queso.
Estos talleres permiten a los visitantes participar y aprender de manera práctica, creando recuerdos inolvidables. Los visitantes pueden llevarse a casa sus propias creaciones artesanales, como zuecos pintados a mano o quesos frescos, como recuerdos únicos de su visita.
Una manera relajante de explorar Zaanse Schans es a través de un paseo en barco por el río Zaan. Estos tours ofrecen una perspectiva diferente del pueblo y los molinos, permitiendo apreciar la belleza del paisaje desde el agua.
La deliciosa gastronomía
Zaanse Schans es famoso por sus queserías, donde se puede ver el proceso tradicional de elaboración del queso holandés. Los visitantes pueden degustar una variedad de quesos, desde el suave Gouda hasta el fuerte Edam, y comprar sus favoritos para llevar a casa.
Las demostraciones en vivo de cómo se hace el queso son educativas y deliciosas, ofreciendo una experiencia culinaria única. Además, las queserías suelen ofrecer maridajes con vinos y cervezas locales, enriqueciendo la experiencia gastronómica.
Las panaderías locales ofrecen una variedad de dulces y panes tradicionales, como los famosos stroopwafels, galletas rellenas de caramelo, y el spéculoos, una galleta especiada típica de la región.
Estos manjares son perfectos para una pausa dulce mientras se recorre el pueblo. Las panaderías también permiten a los visitantes ver y participar en la elaboración de estos productos, brindando una experiencia interactiva que va más allá de la simple degustación.
Para quienes buscan una mezcla de historia, cultura y diversión, Zaanse Schans es un destino imprescindible en su visita a los Países Bajos. Sumérgete en el encanto del pasado y disfruta de la creatividad del presente en este pintoresco pueblo que captura la esencia de la tradición holandesa.
La combinación de educación, entretenimiento y preservación cultural hace de Zaanse Schans un ejemplo inspirador de cómo los destinos turísticos pueden honrar su pasado mientras miran hacia el futuro…#Nuncadejesdeviajar!
Curiosidades
La BATALLA del VINO: La celebración que TIÑE de ROJO a España
Con más de 50 mil litros de vino, locales y visitantes inician una contienda donde mancharse de escarlata es el objetivo.
Cada 29 de junio, las calles y colinas de Haro, en La Rioja España, se inundan de alegría y de dulce y delicioso vino. Y es que, de forma rara y un tanto extravagante, miles de personas se reúnen para participar en una de las festividades más singulares del país: la famosa Batalla del Vino, una celebración que llena a los corazones de tradición, diversión y pasión por esta bebida emblemática de la región.
La BROMA que se volvió TRADICIÓN
La Batalla del Vino nació de una antigua peregrinación en honor a San Felices de Bilibio. Con el paso del tiempo, aquella romería religiosa se transformó en una gran fiesta popular, siendo una oportunidad única para reunirse amigos y familia. Y para finales del siglo XIX, los asistentes comenzaron a lanzarse vino a modo de broma… ¿El inicio de la broma? Un tanto desconocido. Desde entonces el “bautizo de vino” se volvió la parte más divertida de la celebración. Lo que empezó como un juego espontáneo, terminó convirtiéndose en una tradición donde el vino es el protagonista.
HARO: La CAPITAL del vino de La Rioja
Haro no solo es el escenario de esta colorida batalla, también es considerada la capital enológica de La Rioja. Sus calles están llenas de bodegas, viñedos que tiñen el paisaje de tonos verdes y dorados, y un ambiente lleno de tradición en cada rincón. Aquí, esta bebida representa parte de la identidad local, un símbolo de orgullo y una forma de vida que se celebra con cada copa y cada sonrisa durante la Batalla del Vino.
Desde muy temprano, los participantes comienzan a subir al monte de los Riscos de Bilibio vestidos completamente de blanco, con el tradicional pañuelo rojo al cuello. En las manos llevan botellas, mochilas y cubos repletos de vino tinto, listos para usar como munición en una guerra que nadie pretende ganar. Cuando el primer chorro de vino vuela por el aire, la fiesta comienza oficialmente, y en cuestión de minutos todos terminan empapados de pies a cabeza.
El ambiente es puro descontrol: música, risas y un aroma inconfundible a vino recién derramado llenan el aire. Nadie se salva de una buena “bañada” y, entre carcajadas, locales y turistas comparten tragos, selfies y abrazos teñidos de rojo. Es una experiencia que entrelaza el espíritu festivo con la tradición riojana de celebrar la vida y el vino con pasión.
REGLAS y CONSEJOS para DISFRUTAR de la batalla
El objetivo de la Batalla del Vino es manchar de vino al prójimo. Para conseguir este colorido efecto, te aconsejamos seguir estas sencillas normas:
- Vestir de blanco, con el pañuelo rojo típico de las fiestas.
- Usar “armas” para salpicar a más personas, como botellas, calderos, pistolas de agua o cualquier recipiente que pueda contener líquidos.
- Si ves a alguien con alguna parte de su ropa todavía blanca, conviértelo en tu objetivo primordial.
- Y lo más importante: no dejar de reír, cantar y disfrutar mientras dure la contienda.
Se estima que durante la Batalla del Vino se derraman más de 50 mil litros de esta deliciosa bebida, dejando colinas y calles teñidas completamente de rojo. Al finalizar la contienda, los participantes regresan a la ciudad para continuar la fiesta con música, comida típica y bailes tradicionales, disfrutando del ambiente agudo e ingenioso que convierte a Haro en un lugar inolvidable.
Si quieres ser parte de una tradición única, la Batalla del Vino en Haro es una experiencia que merece la pena experimentar. Cada año, locales y visitantes participan entre risas, melodías y copas compartidas, disfrutando de una jornada llena de color y diversión.
Visita España y descubre por ti mismo esta celebración donde el vino se convierte en la estrella de momentos inolvidables. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Curiosidades
El FESTIVAL del BAILE del OSO: una TRADICIÓN SALVAJE que emociona a Rumania
Cada invierno, los montes rumanos rugen al compás de los tambores y los pasos de “osos danzantes”, llenando las calles de color, música y energía para despedir el año viejo…
El Festival del Baile del Oso (o en rumano, Jocul urșilor, que se traduce como “El Juego de los Osos”) es una fiesta que se celebra cada año en la región de Moldavia, especialmente en la localidad rural de Comănești, al norte de Rumania, entre el 25 y el 30 de diciembre. Durante estos días, hombres, mujeres y niños se visten con auténticas pieles de oso —algunas heredadas por generaciones— y recorren las calles realizando una danza tradicional que simboliza la muerte y el renacimiento del ciclo natural.

Esta antigua costumbre tiene sus raíces en las creencias precristianas de los dacios, quienes consideraban al oso un animal sagrado, protector y símbolo de fuerza. Se creía que, al bailar como osos, las personas podían ahuyentar los espíritus malignos del invierno y atraer la buena suerte para el año que estaba por comenzar.

Del ritual al ESPECTÁCULO CULTURAL
Con el paso del tiempo, esta “práctica ritual” se transformó en una gran celebración folclórica, donde la música, los tambores, los cantos y los trajes elaborados son los protagonistas. Cada grupo de bailarines ensaya durante semanas, preparando coreografías que simulan los movimientos y rugidos del animal. Después de eso empieza el baile. Puede darse en un escenario formal, o en caminando entre las calles con ferocidad, torpeza y rudeza características en un oso.

Hoy, el Festival del Baile del Oso se ha convertido en Patrimonio Cultural Inmaterial de Rumania y atrae cada vez a más visitantes curiosos de todo el mundo. Lo que alguna vez fue un rito espiritual, ahora es también un espectáculo visual impresionante que combina tradición, identidad y orgullo comunitario. Aquí nadie queda fuera, ya sea como espectador o participante.

Además, al asistir al festival, también puedes disfrutar de desfiles, danzas, ferias gastronómicas y mercados navideños. Y aprovechando la época decembrina, es casi obligatorio recorrer los pueblos de la región, que encienden sus chimeneas y posan frente a las montañas nevadas.

El FESTIVAL del BAILE del OSO recordando lo ANCESTRAL
Al ritmo de tambores y pasos que se repiten desde tiempos inmemoriales, el Festival del Baile del Oso en Rumania, nos recuerda que las tradiciones no solo cuentan el pasado: nos enseñan a renacer. En cada piel, en cada rugido y en cada sonrisa compartida por la comunidad, late la prueba de que el miedo se enfrenta con arte, que lo antiguo puede abrazar lo nuevo y que, juntos, preservamos la memoria y la esperanza.
Venir a este festival no es solo ver un espectáculo, es ser parte de un círculo que celebra la vida, despide lo que ya no sirve y abre la puerta a un año lleno de fuerza y buena fortuna… Todo eso a través de osos. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Europa
El mercado de RAVENNA GORGE: Encanto NAVIDEÑO bajo un puente
Este mercadito navideño es la prueba de cómo un simple puente puede transformarse en un símbolo de calidez, tradición y espíritu festivo…
Entre montañas nevadas y luces de colores, se esconde el Mercado de Ravenna Gorge: uno de los mercados navideños más sorprendentes del mundo. Este no se encuentra en una plaza ni en una avenida, sino bajo un puente de piedra que se ilumina entre la blanca y espesa nieve, creando una postal invernal única…

Bien ESCONDIDO entre los Alpes
El Mercado de Navidad de Ravenna Gorge —conocido en alemán como Ravennaschlucht Weihnachtsmarkt— se coloca cada mes de diciembre en el corazón de la Selva Negra (Schwarzwald), en Alemania. A diferencia de los tradicionales mercados que llenan las plazas de las ciudades europeas, este se encuentra bajo el Höllentalbahn… Un impresionante viaducto ferroviario que atraviesa el estrecho valle del río Ravenna.

El escenario es sencillamente espectacular… El puente se ilumina en tonos cálidos, los árboles se cubren de nieve y el sonido del río acompaña a los comerciantes en los puestos de madera, donde se venden artesanías, dulces, vino caliente y productos locales. Es un lugar donde la magia navideña se mezcla con la naturaleza, el comercio y la historia…

Tradición, arte y SABOR LOCAL. ¿Qué comprar en el Mercado de RAVENNA GORGE?
El Mercado de Ravenna Gorge cuenta con más de 40 puestos, que ofrecen desde decoraciones hechas a mano hasta productos típicos de la región, como el pan de jengibre (Lebkuchen), las salchichas alemanas, el vino caliente (Glühwein) y los quesos de montaña. Además, los visitantes pueden disfrutar de espectáculos musicales, talleres para niños y presentaciones de coros locales.

Lo más especial es el ambiente: los aromas de canela y madera quemada, el contraste del frío con el calor de las luces y la sensación de estar en un rincón secreto del invierno europeo. Pero este no solo es un sitio para comprar regalos, sino para vivir una experiencia navideña completa.

Y es que el Mercado de Ravenna Gorge se encuentra en una zona donde se pueden hacer rutas de senderismo, visitar pueblos tradicionales, como el pueblo Hinterzarten o el pueblo Breitnau, o incluso alojarse en cabañas alpinas con vista al puente.

Una POSTAL NAVIDEÑA imposible de OLVIDAR
La entrada al Mercado de Ravenna Gorge cuesta alrededor de 7 € ($150 MXN o $8 USD), y solo se pone durante los fines de semana, a finales de noviembre y a lo largo de diciembre. Lo recomendable es llegar en tren o transporte público, ya que el acceso en automóvil es limitado.

Visitar el Mercado de Ravenna en Alemania es un recordatorio de que la magia de la Navidad puede encontrarse incluso en los lugares más inesperados, entre la nieve, las luces y el eco de los villancicos, bajo un viejo viaducto de piedra… ❖

#NuncaDejesDeViajar
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