América
SLAB CITY: Una NACIÓN donde se vive SIN LEYES
Este lugar en medio del desierto no tiene reglas; aquí no existe la ley ni las prohibiciones… todo es libertad, arte y despojo.
Slab City es una comunidad ubicada en el desierto de California, a unos cuantos kilómetros del mar de Salton. Es conocida como El último lugar libre de Estados Unidos, y se trata de una república anarco-californiana, donde su población —conocidos como slabbers— vive sin servicios básicos como agua o electricidad, pero sobre todo, vive sin un gobierno que los rija.

Una HISTORIA DESIERTA
Antes de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial, se creó un campo de entrenamiento de artillería para la Infantería de Marina. El lugar, con más de 1,000 kilómetros cuadrados, se pondría en servicio en 1942, bajo el nombre de Camp Dunlap. En sus terrenos, había más de 13 kilómetros de calles pavimentadas, aproximadamente 30 edificios con luz y agua corriente, áreas recreativas como una piscina, sistema de tratamiento y filtración de agua, además de tanques de combustible.

Sin embargo, tras el fin de la guerra en 1945, las operaciones del campamento fueron disminuyendo considerablemente, y para 1956, todos los edificios serían completamente desmantelados, quedando únicamente las losas (que en inglés se traducen como slab), dejando el lugar en total abandono. Fue entonces que algunos veteranos que trabajaron en el lugar comenzaron a utilizar las instalaciones para vivir, aunque los vagabundos y las casas rodantes tampoco tardaron en llegar.

Finalmente, en 1961, el ejército de Estados Unidos consideró que esas tierras ya no eran necesarias y transfirió las escrituras del lugar al gobierno de California. Dichas escrituras no contenían restricciones ni condiciones para recuperar o restaurar la tierra en el futuro.

La revista The Sun
SLAB CITY: El inicio de una COMUNIDAD
Después de un largo tiempo de volverse un espacio para acampar o vivir a los márgenes de la sociedad, Camp Dunlap pasó a llamarse Slab City, haciendo referencia a las losas que quedaron tras el abandono del lugar.

En 1988, un residente de Slab City fue entrevistado, y mencionó que en el lugar había aproximadamente 2,000 remolques. Comenzó a tomar relevancia cuando distintos medios empezaron a interesarse en el lugar, creando artículos del interesante estilo de vida sin reglas y los restos de hormigón entre los que vivía la población.

Y es que el lugar atrae a visitantes, artistas y personas que incluso buscan un estilo de vida diferente, aunque también hay anarquistas, jubilados y gente empobrecida. Por así decirlo, aquí vive gente que busca desaparecer, algo que solo es posible en el desierto californiano.

Se sabe que Slab City no cuenta con servicios de electricidad, aunque algunos pobladores hacen uso de paneles solares. Tampoco hay servicio de agua potable, aunque existe un tanque de agua en la iglesia comunitaria. La mayoría de la gente vive de donaciones, del turismo y de apoyos sociales del gobierno.

Tampoco hay escuelas, por lo que los pocos niños que viven en el lugar son recogidos por un camión escolar a las puertas de la comunidad. Y por obvias razones, tampoco hay servicio de bomberos, por lo que los bomberos de California son quienes auxilian al lugar de incendios.

ARTE en todo su ESPLENDOR
La comunidad de Slab City es nómada. La mayoría de los habitantes solo están de paso o se quedan por temporadas. No obstante, la gente que vive fijamente en esas tierras, vive bajo una expresión artística muy notable, e incluso algunas obras son parte de la cultura del lugar. Una de sus atracciones más conocidas es la Montaña de la Salvación, una construcción religiosa y llena de colores.

Fue construida por el artista Leonard Knight, y se trata de una montaña artificial de unos 15 metros de alto, construida con basura y cubierta por arcilla y cemento de las zonas de alrededor de Slab City. Sobre ella, pinto mensajes bíblicos y coloco una enorme cruz.

También podrás visitar East Jesus: un museo al aire libre que exhibe las esculturas del artista Charlie Russel, un hombre que abandonó su trabajo en la industria tecnológica para vivir en Slab City. Llevo al lugar muchos desperdicios y comenzó a construir esculturas.

Todas sus obras están hechas a mano y con desechos; podrás observar elefantes creados con neumáticos viejos o vehículos con temática postapocalíptica adornados con piernas de maniquí. Ahora, muchos artistas visitan el lugar, dejan sus propias obras o colaboran con su mantenimiento. La entrada es gratuita, y viven a base de donaciones.

Viviendo en SLAB CITY
La mayoría de los residentes viven en caravanas o autocaravanas que ellos mismos pintan y decoran a su gusto. Suelen describirse como gente amable, aunque muy desvinculada de la sociedad.

Sin embargo, también cuentan con formas para divertirse o pasar el tiempo, como su iglesia, que hace referencia a la Torre de Babel. La piscina ahora es un parque para skate, y tienen un bar al aire llamado The Range, que abre por las noches, y permite a los artistas subir al escenario para mostrar su talento.

¿Cómo LLEGAR a SLAB CITY?
Visitar Slab City es muy sencillo, además de que es ideal para hacer un road trip por California. Tendrás que tomar la carretera Highway 111, hacia el este, por Main Street. Después tendrás que girar en Beal Road por unos 5 kilómetros. Ahí te encontrarás con la Montaña de la Salvación. Si sigues más adelante, podrás encontrar a la comuna, que es donde vive la gente de Slab City.

Pero como podrás imaginar, visitar Slab City no es para todos; se trata de un destino peculiar, donde cada slabber es el arquitecto de su propio destino y existencia a cambio de una completa libertad. Por ahora, este rincón olvidado de California representa una forma de vida diferente y fuera de lo que conocemos como Estados Unidos, donde a veces, para salir de lo convencional, tenemos que ver más allá del desierto. ❖

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América
Conoce el GAYADO: El asombroso hockey INCA
Sin hielo, al ras de la tierra y en lo alto de los Andes peruanos… Este deporte es considerado una tradición que aún perdura en el tiempo.
El deporte ha sido una práctica importante para la sociedad desde tiempos antiguos, siendo una pieza principal para unir comunidades y conectar culturas. Y en la cordillera de los Andes peruanos, donde las alturas se mezclan con siglos de historia y tradiciones, florece el gayado: un deporte ancestral que, pese a no ser tan conocido, tiene un profundo significado para la cultura inca.

El GAYADO: Un deporte ANCESTRAL
El denominado gayado (o chiukos) es el deporte practicado desde el antiguo imperio inca. Y aunque también se le conoce como futbol inca, comparte más similitudes con el hockey. Pero más que un deporte, era considerado un ritual o celebración; se creía que al practicarlo los participantes podrían alcanzar su potencial físico y espiritual. Los registros colocan sus raíces en la cultura moche, desarrollada entre los siglos II y VII al norte de Perú.

Para jugar el gayado, se necesitan 12 participantes distribuidos en dos equipos. Lo más interesante de todo es que este juego no discrimina a nadie; pueden participar hombres, mujeres y niños, incluso en el mismo partido. Las reglas son claras: con un palo de madera y una pelota de hasta 4 kilos —hecha a base de piel de camélido o madera—, los participantes tendrán que avanzar hasta el territorio contrario para anotar puntos.

Este entretenido juego tiene como uniforme oficial el poncho tradicional y chullos (los icónicos gorros tejidos que caracterizan la cultura inca). Pero la parte más divertida del gayado es la preparación para un partido importante. Antes del partido, los participantes se reúnen a beber juntos chicha: una bebida fermentada a base de maíz, considerada una cerveza ligera en Sudamérica. O la dulce frutillada: una bebida refrescante a base de fresa, azúcar y aguardiente de caña.

El TORNEO ANUAL que revive las tradiciones
El gayado, aunque es un juego poco conocido, se sigue practicando en el sur de Perú, en comunidades como Quiqui jana o Cusi pata, en donde se lleva a cabo un torneo anual cada 2 de noviembre para celebrar el aniversario del pueblo. La gente se reúne y comparte un momento de alegría mientras mantienen viva la esencia de sus ancestros a través de este juego.

Además, es importante decir que en el gayado no hay trofeos o medallas, como en cualquier otro deporte. Lo que lo vuelve especial es la convivencia, las risas y que los ganadores son bendecidos por Pachamama, la diosa de la tierra, asegurando buenas cosechas para todo el equipo ganador.

El mundo moderno: GAYADO vs. el HOCKEY CANADIENSE
El gayado muestra que no es necesario contar con equipamiento sofisticado; lo único que necesitas es creatividad y espíritu para mantener vivas las tradiciones. Hasta la actualidad, este deporte ha demostrado unir comunidades enteras, e incluso ha tenido un importante alcance internacional que ha permitido partidos con jugadores profesionales de hockey de Canadá, que en ocasiones se reúnen para mostrar sus culturas y pasar un momento que permite ampliar la perspectiva de lo que el deporte implica. ❖

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Conociendo el MUSEO MARIPOSAS del MUNDO: Un paraíso ALADO en Buenos Aires
Esta colección privada de más de 70 mil especies, te lleva a un recorrido inmersivo entre colores y alas, en donde la naturaleza se vuelve arte en un pequeño rincón escondido en Argentina.
El Museo Mariposas del Mundo es una joya única para quienes aman la naturaleza y la entomología (ciencia que estudia los insectos). Se trata de un espacio que ofrece una experiencia fascinante que combina educación, conservación y belleza. Al recorrer sus salas, los visitantes se sumergen en un universo de especies provenientes de todos los continentes: mariposas de tonos eléctricos, alas translúcidas que parecen de cristal y ejemplares tan grandes como la palma de una mano…

¿Qué ver en el MUSEO MARIPOSAS del MUNDO?
Algo importante que tenemos que mencionar antes de visitar al Museo Mariposas del Mundo es que no se trata de un espacio grande. Todo lo contrario; el museo está instalado en una casa en la ciudad de San Miguel, en Buenos Aires, Argentina. Eso no significa que tenga poco que ver, pues entre sus paredes podrás encontrar una colección privada de más de 70,000 ejemplares de mariposas disecadas.

Podrás ver mariposas provenientes de Cuba, Brasil, México, Colombia y hasta Venezuela. Pero también hay mariposas que han volado en Estados Unidos, Canadá, Indonesia, Afganistán… Bueno, de todo el mundo. También hay escarabajos y otros insectos e invertebrados exóticos, que son sumamente raros de ver en Latinoamérica, y que seguro se quedarán bien grabados en tu memoria.

La dinámica en el Museo Mariposas del Mundo es bastante sencilla. Al llegar, se te entregará una lupa, con la que podrás ver mejor los detalles de cada especie de mariposas. Después podrás escanear un código QR, que te ofrecerá una visita audioguía desde tu celular. Esta te irá narrando y contando sobre cada grupo de especies; el recorrido tiene una duración aproximada de una hora. La razón de esto es que el museo tiene el objetivo de concientizar y promover la protección de la naturaleza, y si no la conoces, no la sabrás cuidar.

¿Dónde encontrar el MUSEO MARIPOSAS del MUNDO?
Este museo se ubica en la calle Italia, número 650, en la ciudad de San Miguel, dentro de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Su ambiente es tranquilo, luminoso y cuidadosamente ambientado para resaltar cada detalle de las exhibiciones. El acceso al museo tiene un costo de $7,000 pesos argentinos ($150 MXN / $5 USD), y las entradas se compran directamente en el recinto. Está abierto de lunes a sábados en un horario de 10:00 a.m. a 06:00 p.m.
Hay varias formas de llegar en transporte público. Desde Caballito se puede tomar el colectivo 53, y desde Puente Saavedra, el colectivo 203. Ambos te dejarán cerca del museo y son una opción cómoda y económica, ideal para quienes disfrutan moverse por la ciudad sin complicaciones.

Al visitarlo, no podrás llevar contigo bolsos grandes, mochilas, mascotas o alimentos y bebidas. Tendrás que dejarlas en recepción, por protección de las piezas en exhibición. Además, se pueden organizar visitas grupales o escolares. Y suelen darse distintos cursos, como el curso de Jardines de Mariposas, en donde aprenderás a crear un jardín con plantas que atraigan a estos hermosos seres.

Una EXPERIENCIA que deja ALAS
El Museo de las Mariposas del Mundo no solo sorprende por la diversidad de ejemplares que alberga, sino también por la facilidad con la que visitantes internacionales pueden llegar a Buenos Aires. Hoy en día, la conectividad aérea permite que viajeros mexicanos se acerquen con comodidad a la capital argentina; vuelos regulares de Aeroméxico enlazan la riqueza natural y cultural de este museo, acercando a más personas a descubrir su magia.
Visitar el Museo Mariposas del Mundo es más que una simple salida cultural; es una invitación a conectar con la naturaleza y a maravillarse con la delicadeza de estos seres alados. Cada rincón transmite respeto por la biodiversidad y un deseo profundo de preservarla. Si buscas un plan diferente, educativo y visualmente deslumbrante, considera este museo, que es un viaje al corazón de la naturaleza, pero sin salir de la ciudad. Y es que aquí, entre alas de mil colores, es fácil comprender que la belleza más grande puede habitar en las cosas más pequeñas. ❖

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Conoce el FESTIVAL BOLAS de FUEGO: Una tradición que ARDE
En un ambiente digno del mismo infierno, en El Salvador podrás presenciar una tradición única, que envuelve historia, euforia e identidad.
Nejapa quizá no sea el destino más conocido de El Salvador, pero en su interior sí que alberga un enorme corazón ardiente. Y es que esta pequeña localidad guarda un secreto que atrae a los viajeros que visitan al Pulgarcito de América… Una tradición centenaria conocida como el Festival Bolas de Fuego.

La BELLEZA de una tradición CENTENARIA
Se cuenta que esta tradición se puede explicar a través de dos relatos centrales: La primera es una historia más mística y relacionada con la fe, donde se nos cuenta la lucha legendaria entre San Jerónimo y el Diablo, quienes se enfrentaron arrojándose bolas de fuego: un ritual que los pobladores de Nejapa comenzaron a replicar hasta la actualidad.

Por otro lado, la versión más conocida tiene sus raíces en un acontecimiento histórico: la erupción del volcán de San Salvador en 1917. A pesar de su fuerza devastadora y de provocar la huida de los pobladores, sorprendentemente no dañó parte alguna de la población, convirtiéndose en un evento milagroso que se celebra cada año. Lo cierto es que el festival actual es una unión de estas creencias, dando lugar a este festejo único en el mundo.

Cuando NEJAPA se tiñe de rojo
Cada 31 de agosto, en la localidad de Nejapa, se lleva a cabo el Festival Bolas de Fuego, que prácticamente consiste en dos bandos que se lanzan bolas encendidas de fuego. Estas peculiares municiones son hechas con tela de algodón, amarradas con alambre o hilo —para darles forma— y bañadas en gasolina. Pero antes de comenzar el combate, se acostumbra a tener presentaciones artísticas, car shows, desfiles y muestras gastronómicas.

Y finalmente, cuando el sol se oculta en el horizonte, los participantes de la batalla empiezan con el espectáculo, muchos de ellos disfrazados, maquillados o caracterizados. En plena oscuridad, prenden las bolas de fuego, dándole una rojiza luz a la noche, haciendo que las calles parezcan un caos infernal. Todo esto, mientras los asistentes se protegen con ropa húmeda, guantes de lona no carnaza y los rostros cubiertos con paños o máscaras.

Los combatientes se ponen frente a la iglesia, y la acción inicia cuando se lanza la primera bola de fuego, creando una desenfrenada multitud que ambienta el lugar con gritos, emoción y la intensidad de las llamas mismas. Y aunque todo parezca un escenario descontrolado, no debes preocuparte, pues gracias a las regulaciones, la presencia de médicos de emergencia y a la supervisión de líderes comunitarios, las lesiones y tragedias suelen ser muy raras.
Y después de un rato de combate, el Festival Bolas de Fuego termina de la forma más segura posible: con un baño de extintores de espuma.

¿Cómo vivir el FESTIVAL de BOLAS de FUEGO?
Llegar a Nejapa es fácil; te recomendamos que lo hagas desde San Salvador. Ahí, tendrás que tomar el Boulevard Constitución, que te dejará tranquilamente en la localidad. Otra opción es seguir la carretera Panamericana en dirección a Quetzaltepeque, guiándote por los rótulos que indican el camino hacia Nejapa.
Si quieres disfrutar de una experiencia más completa, te sugerimos llegar un día antes, el 30 de agosto, para poder disfrutar de festivales de danza, shows, presentaciones de orquesta, entre muchas otras cosas más. Usualmente, los eventos principales del festival se llevan a cabo en el Parque Central de Nejapa.

Y ten en cuenta que solo podrás presenciar el Festival de Bolas de Fuego, ya que si quieres ser un “bolero” (que es como se les conoce a los contrincantes), tendrás que ser parte de la comunidad. Eso no significa que no lo vivirás como cualquier otro asistente. Ahora sí, embárcate hacia una nueva aventura, en una tradición que combina lo religioso y lo folclórico. Y es que en Nejapa, una explosión de emociones, de sabores y de música te estará esperando en tu próxima visita. ¡Vive El Salvador y déjate envolver en su ardiente cultura! ❖

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