Europa
Recorriendo Breslavia. Entre gnomos e historias encantadoras
Habitada por gnomos y conocida como la Venecia del este, su agitada historia le ha conferido una identidad propia que ahora mira hacia el futuro.
Habitada por gnomos y conocida como la Venecia del este, su agitada historia le ha conferido una identidad propia que ahora mira hacia el futuro. Breslavia siempre tuvo buena fama, sobre todo entre los polacos. Pero en el mundo no era tan conocida como lo es hoy. El gran cambio fue en 2016. Todos creían que la ciudad iba a ser el gran centro turístico de Europa ya en el 2012, gracias a la Eurocopa organizada en conjunto por Polonia y Ucrania.
¡La cultura le ganó al fútbol!
Desafortunadamente, fue visitada entonces por apenas 772,000 turistas, y sólo un tercio de ellos eran extranjeros. Los buenos tiempos llegaron cuatro años después, cuando Breslavia fue Capital Europea
de la Cultura (junto con la española San Sebastián).
Entonces la visitaron cinco millones de turistas, casi un millón y medio de extranjeros, sobre todo de Alemania, Gran Bretaña, Ucrania, Italia, Estados Unidos y España.
Según los datos, el 95 % quedaron contentos, el 82 % manifestaron su deseo de regresar, el 78 % recomendó esta ciudad a sus amigos, el 88 % consideró que los residentes de Wroclaw son hospitalarios y el 81 % que son amables. Podría decirse que, esta vez, la cultura le ganó al fútbol.
Breslavia pasó de mano en mano durante siglos. Perteneció a Polonia, a la República Checa, a Austria, a Prusia y a Alemania.
Incluso fue gobernada por el francés Napoleón Bonaparte durante siete años. Vratislav, Prezzla, Breslau, Wrocław: todos esos nombres tuvo consecutivamente. Esta mezcla de pertenencias hace que hoy sea diferente a otras ciudades polacas, sobre todo por su arquitectura y la mentalidad de sus habitantes.
La Plaza Mayor de Breslavia
En la plaza Mayor, el corazón de la urbe, se siente el clima de la ciudad antigua. Aunque las casas coloridas que rodean el Ayuntamiento son en gran parte reconstrucciones de la posguerra, parecen viejas. La plaza es muy grande (175 metros por 212) y empedrada. Su superficie la sitúa entre las plazas más grandes de Europa.
Allí se encuentra el Ayuntamiento, de estilo gótico, muy rico en decoraciones esculturales en los frisos y los frontones de las ventanas.
Hoy este edificio es el Museo Municipal. En sus sótanos, hasta hace poco estaba el Piwnica Świdnicka, uno de los restaurantes más antiguos de Europa , y un dicho popular decía: “Quien no estuvo en Piwnica Świdnica, no estuvo en Breslavia”.
Hoy este dicho es parte del pasado. El color de ladrillo del Ayuntamiento se complementa muy bien con otro edificio mucho más grande, de color amarillo claro, que está a su lado y que se llama Sukiennice.
Allí funcionan, entre otras, la oficina municipal y el despacho del alcalde, pero en sus sótanos está el restaurante y la minifábrica de cerveza Spiż.
En temporada alta es difícil encontrar mesa libre, ya que es una de las mejores en la ciudad. Como las cubas están expuestas al público, el proceso de su elaboración se puede observar allí mismo.
Un lugar visitado por Hitler
De la plaza Mayor salen 11 calles. Los edificios, en ellas, son muy parecidos a los que rodean el Ayuntamiento. La mayoría son establecimientos para comer y beber, pero también hay hoteles.
Uno de los más famosos es Monopol, que fue construido en el siglo XIX, combinándose con la primera casa comercial de Breslavia. Al igual que entonces, es el hotel más lujoso en la ciudad.
Pernoctaron aquí desde el tenebroso Adolfo Hitler, para quien fue construido un balcón encima de la entrada, hasta personajes notables, como Pablo Picasso o Marlene Dietrich.
En su sexta planta se encuentra el restaurante Acquario. Su menú es minimalista y las porciones son pequeñas. El interior es elegante pero muy contemporáneo, con moderna cocina a la vista. Las paredes acristaladas muestran una hermosa imagen de la Breslavia histórica, y tiene una terraza amplia que se puede disfrutar en los días de calor.
Casi 350 enanos se cuentan en toda la urbe. Cada persona, institución o empresa privada puede tener su propia estatua (y entonces se lo llama “enano comercial”). Y lo tienen escuelas, bancos y restaurantes.
Los enanos ya son los símbolos de la ciudad. Y gran truco de marketing. Hay tantos que todos se preguntan de dónde vienen. Pero la respuesta no es fácil ni clara. Una de las leyendas dice que el primer enano del mundo apareció en Breslavia.
Conforme pasaba el tiempo, la familia empezó a crecer y cada vez había más y más gnomos fuertes y valientes. Muchos años después aparecieron los seres humanos. Afortunadamente, no hubo conflictos ni luchas por ganar poder.
Los pequeños y los grandes se cayeron muy bien unos a otros, y juntos construyeron la ciudad que iban a habitar. Los enanos se han hecho habitantes iguales en derechos, y ya forman parte del paisaje local, al punto que es más probable que Breslavia pudiera existir sin Ostrów Tumski o sin la plaza Mayor que sin
enanos. ¿Vamos a buscar a los enanos por toda la ciudad? #Nuncadejesdeviajar!
Curiosidades
La BATALLA del VINO: La celebración que TIÑE de ROJO a España
Con más de 50 mil litros de vino, locales y visitantes inician una contienda donde mancharse de escarlata es el objetivo.
Cada 29 de junio, las calles y colinas de Haro, en La Rioja España, se inundan de alegría y de dulce y delicioso vino. Y es que, de forma rara y un tanto extravagante, miles de personas se reúnen para participar en una de las festividades más singulares del país: la famosa Batalla del Vino, una celebración que llena a los corazones de tradición, diversión y pasión por esta bebida emblemática de la región.
La BROMA que se volvió TRADICIÓN
La Batalla del Vino nació de una antigua peregrinación en honor a San Felices de Bilibio. Con el paso del tiempo, aquella romería religiosa se transformó en una gran fiesta popular, siendo una oportunidad única para reunirse amigos y familia. Y para finales del siglo XIX, los asistentes comenzaron a lanzarse vino a modo de broma… ¿El inicio de la broma? Un tanto desconocido. Desde entonces el “bautizo de vino” se volvió la parte más divertida de la celebración. Lo que empezó como un juego espontáneo, terminó convirtiéndose en una tradición donde el vino es el protagonista.
HARO: La CAPITAL del vino de La Rioja
Haro no solo es el escenario de esta colorida batalla, también es considerada la capital enológica de La Rioja. Sus calles están llenas de bodegas, viñedos que tiñen el paisaje de tonos verdes y dorados, y un ambiente lleno de tradición en cada rincón. Aquí, esta bebida representa parte de la identidad local, un símbolo de orgullo y una forma de vida que se celebra con cada copa y cada sonrisa durante la Batalla del Vino.
Desde muy temprano, los participantes comienzan a subir al monte de los Riscos de Bilibio vestidos completamente de blanco, con el tradicional pañuelo rojo al cuello. En las manos llevan botellas, mochilas y cubos repletos de vino tinto, listos para usar como munición en una guerra que nadie pretende ganar. Cuando el primer chorro de vino vuela por el aire, la fiesta comienza oficialmente, y en cuestión de minutos todos terminan empapados de pies a cabeza.
El ambiente es puro descontrol: música, risas y un aroma inconfundible a vino recién derramado llenan el aire. Nadie se salva de una buena “bañada” y, entre carcajadas, locales y turistas comparten tragos, selfies y abrazos teñidos de rojo. Es una experiencia que entrelaza el espíritu festivo con la tradición riojana de celebrar la vida y el vino con pasión.
REGLAS y CONSEJOS para DISFRUTAR de la batalla
El objetivo de la Batalla del Vino es manchar de vino al prójimo. Para conseguir este colorido efecto, te aconsejamos seguir estas sencillas normas:
- Vestir de blanco, con el pañuelo rojo típico de las fiestas.
- Usar “armas” para salpicar a más personas, como botellas, calderos, pistolas de agua o cualquier recipiente que pueda contener líquidos.
- Si ves a alguien con alguna parte de su ropa todavía blanca, conviértelo en tu objetivo primordial.
- Y lo más importante: no dejar de reír, cantar y disfrutar mientras dure la contienda.
Se estima que durante la Batalla del Vino se derraman más de 50 mil litros de esta deliciosa bebida, dejando colinas y calles teñidas completamente de rojo. Al finalizar la contienda, los participantes regresan a la ciudad para continuar la fiesta con música, comida típica y bailes tradicionales, disfrutando del ambiente agudo e ingenioso que convierte a Haro en un lugar inolvidable.
Si quieres ser parte de una tradición única, la Batalla del Vino en Haro es una experiencia que merece la pena experimentar. Cada año, locales y visitantes participan entre risas, melodías y copas compartidas, disfrutando de una jornada llena de color y diversión.
Visita España y descubre por ti mismo esta celebración donde el vino se convierte en la estrella de momentos inolvidables. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Curiosidades
El FESTIVAL del BAILE del OSO: una TRADICIÓN SALVAJE que emociona a Rumania
Cada invierno, los montes rumanos rugen al compás de los tambores y los pasos de “osos danzantes”, llenando las calles de color, música y energía para despedir el año viejo…
El Festival del Baile del Oso (o en rumano, Jocul urșilor, que se traduce como “El Juego de los Osos”) es una fiesta que se celebra cada año en la región de Moldavia, especialmente en la localidad rural de Comănești, al norte de Rumania, entre el 25 y el 30 de diciembre. Durante estos días, hombres, mujeres y niños se visten con auténticas pieles de oso —algunas heredadas por generaciones— y recorren las calles realizando una danza tradicional que simboliza la muerte y el renacimiento del ciclo natural.

Esta antigua costumbre tiene sus raíces en las creencias precristianas de los dacios, quienes consideraban al oso un animal sagrado, protector y símbolo de fuerza. Se creía que, al bailar como osos, las personas podían ahuyentar los espíritus malignos del invierno y atraer la buena suerte para el año que estaba por comenzar.

Del ritual al ESPECTÁCULO CULTURAL
Con el paso del tiempo, esta “práctica ritual” se transformó en una gran celebración folclórica, donde la música, los tambores, los cantos y los trajes elaborados son los protagonistas. Cada grupo de bailarines ensaya durante semanas, preparando coreografías que simulan los movimientos y rugidos del animal. Después de eso empieza el baile. Puede darse en un escenario formal, o en caminando entre las calles con ferocidad, torpeza y rudeza características en un oso.

Hoy, el Festival del Baile del Oso se ha convertido en Patrimonio Cultural Inmaterial de Rumania y atrae cada vez a más visitantes curiosos de todo el mundo. Lo que alguna vez fue un rito espiritual, ahora es también un espectáculo visual impresionante que combina tradición, identidad y orgullo comunitario. Aquí nadie queda fuera, ya sea como espectador o participante.

Además, al asistir al festival, también puedes disfrutar de desfiles, danzas, ferias gastronómicas y mercados navideños. Y aprovechando la época decembrina, es casi obligatorio recorrer los pueblos de la región, que encienden sus chimeneas y posan frente a las montañas nevadas.

El FESTIVAL del BAILE del OSO recordando lo ANCESTRAL
Al ritmo de tambores y pasos que se repiten desde tiempos inmemoriales, el Festival del Baile del Oso en Rumania, nos recuerda que las tradiciones no solo cuentan el pasado: nos enseñan a renacer. En cada piel, en cada rugido y en cada sonrisa compartida por la comunidad, late la prueba de que el miedo se enfrenta con arte, que lo antiguo puede abrazar lo nuevo y que, juntos, preservamos la memoria y la esperanza.
Venir a este festival no es solo ver un espectáculo, es ser parte de un círculo que celebra la vida, despide lo que ya no sirve y abre la puerta a un año lleno de fuerza y buena fortuna… Todo eso a través de osos. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Europa
El mercado de RAVENNA GORGE: Encanto NAVIDEÑO bajo un puente
Este mercadito navideño es la prueba de cómo un simple puente puede transformarse en un símbolo de calidez, tradición y espíritu festivo…
Entre montañas nevadas y luces de colores, se esconde el Mercado de Ravenna Gorge: uno de los mercados navideños más sorprendentes del mundo. Este no se encuentra en una plaza ni en una avenida, sino bajo un puente de piedra que se ilumina entre la blanca y espesa nieve, creando una postal invernal única…

Bien ESCONDIDO entre los Alpes
El Mercado de Navidad de Ravenna Gorge —conocido en alemán como Ravennaschlucht Weihnachtsmarkt— se coloca cada mes de diciembre en el corazón de la Selva Negra (Schwarzwald), en Alemania. A diferencia de los tradicionales mercados que llenan las plazas de las ciudades europeas, este se encuentra bajo el Höllentalbahn… Un impresionante viaducto ferroviario que atraviesa el estrecho valle del río Ravenna.

El escenario es sencillamente espectacular… El puente se ilumina en tonos cálidos, los árboles se cubren de nieve y el sonido del río acompaña a los comerciantes en los puestos de madera, donde se venden artesanías, dulces, vino caliente y productos locales. Es un lugar donde la magia navideña se mezcla con la naturaleza, el comercio y la historia…

Tradición, arte y SABOR LOCAL. ¿Qué comprar en el Mercado de RAVENNA GORGE?
El Mercado de Ravenna Gorge cuenta con más de 40 puestos, que ofrecen desde decoraciones hechas a mano hasta productos típicos de la región, como el pan de jengibre (Lebkuchen), las salchichas alemanas, el vino caliente (Glühwein) y los quesos de montaña. Además, los visitantes pueden disfrutar de espectáculos musicales, talleres para niños y presentaciones de coros locales.

Lo más especial es el ambiente: los aromas de canela y madera quemada, el contraste del frío con el calor de las luces y la sensación de estar en un rincón secreto del invierno europeo. Pero este no solo es un sitio para comprar regalos, sino para vivir una experiencia navideña completa.

Y es que el Mercado de Ravenna Gorge se encuentra en una zona donde se pueden hacer rutas de senderismo, visitar pueblos tradicionales, como el pueblo Hinterzarten o el pueblo Breitnau, o incluso alojarse en cabañas alpinas con vista al puente.

Una POSTAL NAVIDEÑA imposible de OLVIDAR
La entrada al Mercado de Ravenna Gorge cuesta alrededor de 7 € ($150 MXN o $8 USD), y solo se pone durante los fines de semana, a finales de noviembre y a lo largo de diciembre. Lo recomendable es llegar en tren o transporte público, ya que el acceso en automóvil es limitado.

Visitar el Mercado de Ravenna en Alemania es un recordatorio de que la magia de la Navidad puede encontrarse incluso en los lugares más inesperados, entre la nieve, las luces y el eco de los villancicos, bajo un viejo viaducto de piedra… ❖

#NuncaDejesDeViajar
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