América
Recorre BOSTON por AIRE, AGUA y TIERRA. Transforma la MIRADA
Hay ciudades que se recorren caminando y otras que invitan a descubrirse desde todos los ángulos posibles.
Qué felicidad descubrir ciudades en los Estados Unidos que tienes planeando visitar en tu mapa turístico mental, pero es más alegría cuando tu sueño se hace realidad. Así me sucedió recientemente en esta hermosa ciudad de Massachusetts; no podía creer todo lo que se puede hacer, así que definí conocer Boston por aire, agua y tierra); simplemente ¡Me encantó!
Y es que solo llegando al aeropuerto de Boston el cual se ubica literalmente en una isla, sentí una emoción enorme con el solo hecho de estar rodeado de naturaleza y agua, mucha agua. Literalmente vi una ciudad vibrante, cosmopolita y llena de vida.
Recorrer Boston por aire, agua y tierra no es solo un itinerario, es una declaración de amor a la ciudad: verla desde lo más alto, sentirla reflejada en el río y pisar la tierra donde nacen las ideas que cambian al mundo, simplemente hacen de esta ciudad un regalo de viaje bien merecido.
Visitando BOSTON por TIERRA
Una vez hospedado en el centro de Boston, decidí conocerlo primeramente vía terrestre, lo recomendable era ubicarme para empezar desde cero, obviamente ya tenía algunos highlights que quería descubrir conforme mis tiempos me lo permitieran. Así que si también es tu primera vez en una ciudad, te sugiero tomar un tranvía o bus turístico, ya que mientras este avanza, vas escuchando la explicación del guía y así podrás determinar dónde vas a bajar o qué visitar después con más calma.
Si te quedas cerca del centro, debes saber que los principales atractivos históricos los podrás visitar caminando, todo está cerca y no te vas a perder, sobre todo porque hay stands de mapas por todos lados.
Yo me quede en The Godfrey Hotel y se me hizo muy buena ubicación, porque estás cerca de los teatros, el barrio chino y la zona de parques, además el hotel contaba con una cafetería o desayunador, un barecito muy coqueto y Ruka: un restaurante de sushi muy bueno, y que sin saberlo se convirtió uno de los lugares más trendy de Boston.
El CAMINO de la historia de BOSTON y los USA
Hay un recorrido único en todo los Estados Unidos y que podrás hacer gratis y por tu cuenta en el momento que desees; se trata de la ruta llamada Freedom Trail —o sendero de la libertad—. Es una línea roja con ladrillos colocados en el piso, donde por el simple hecho de seguirla, visitarás 16 lugares históricos de Boston que están relacionados con la historia y la Independencia de los Estados Unidos.
Iglesias, plazas, mercados, cementerios, edificios históricos, estatuas y monumentos icónicos de Boston los podrás seguir a través de este camino rojo de más de dos millas y media (más de tres kilómetros). Este lo podrás iniciar a partir del parque principal conocido como el Boston Common: el parque público más antiguo de los Estados Unidos.
Cada vez que llegues a un punto importante, este será marcado con una placa redonda y dorada, la cual apuntará al atractivo a visitar. Yo realicé este recorrido y me di cuenta que Boston no solo es una ciudad llena de hermosos rascacielos, sino que es limpia y los edificios antiguos se mimetizan de una manera encantadora que casi te obligan a entrar a cada uno de ellos y preguntar a la primera persona que te encuentres… ¿Y aquí que pasó?
TIP para TRASLADARSE en Boston
Ahora que, si deseas visitar más allá del centro, entonces puedes adquirir una Charlie Card, que es una tarjeta de transporte. Esta se usa como en cualquier otra gran ciudad… La podrás utilizar en el metro y el autobús público.
Simplemente acércate al quiosco con la insignia “T” para adquirir una de estas tarjetas, es muy fácil usarla y lo ideal es que la compres por los días de estancia en la ciudad. Si te hospedas fuera del centro, esta tarjeta te va a ser muy útil y será una de tus mejores inversiones ya que ahorrarás varios dólares en transporte.
Desde la TIERRA: El alma ACADÉMICA de Harvard y MIT
Y como no todo está en el centro de Boston, aún hay mucho por descubrir. Al oeste de la ciudad y desplazándote en metro, podrás llegar a la vida universitaria y descubrir siglos de historia; caminar en los campus de Harvard y de MIT es entrar en la cuna de la innovación y el conocimiento.
Si quieres descubrir de cerca toda una ciudad universitaria, datos interesantes, vida cotidiana y carreras que se estudian en estos centros de educación, puedes hacerlo de la mano de Don Quijote Tours: un recorrido en español que te da una mejor percepción del por qué Boston es líder en educación a nivel mundial.
Recorrerás los jardines, las bibliotecas, iglesias, viviendas y los pasillos donde miles de estudiantes han forjado sueños que hoy mueven al mundo. Además, sabrás datos importantes de grandes personajes, pensadores, inventores y científicos que transformaron el mundo y que comenzaron sus aportaciones en algunas de estas aulas.
El ARTE de la EDUCACIÓN
Por un lado está Harvard, con sus edificios de ladrillo y su atmósfera solemne, que parece invitar al silencio y la contemplación. Los estudiantes parecen disfrutar ser parte de esta comunidad estudiantil que de alguna manera busca sobresalir y poner en alto de la Universidad más antigua de los Estados Unidos.
En cambio, el MIT irradia modernidad: edificios futuristas y esculturas que inspiran creatividad. Aquí la comunidad es más relajada, la vida se percibe no tan competitiva, pero eso sí, es mucho más progresista.
Juntos, estos centros estudiantiles representan la dualidad perfecta: tradición y vanguardia, pasado y futuro.
Caminar por estos campus es absorber su energía. Es fácil imaginar a un joven estudiante ideando la próxima gran revolución tecnológica, o a un grupo de investigadores escribiendo el capítulo siguiente de la historia científica. Boston late fuerte en estas universidades, y el viajero se lleva consigo un pedazo de esa fuerza y buena vibra.
Un BOSTON distinto para CADA GUSTO
Caminar por Boston es encontrarte con varios barrios con una personalidad bien definida. Cerca del centro se ubica el Barrio chino, un lugar con varios restaurantes asiáticos y zona de teatros, en donde se reúne curiosamente la comunidad latina; el barrio italoamericano literalmente es una postal europea llena de vida y restaurantes de pastas y pizzas.
El Beacon Hill es un barro de calles empedradas y casonas de arquitectura georgiana con encantadores parques; por su parte, el Back Bay es una zona de tiendas de lujo y centros comerciales, y el Sea Port de Boston es un barrio que no solo es el centro de actividad marítima, sino también refleja un ambiente moderno, departamentos de lujo y un ambiente bohemio. De acuerdo a tus gustos, ¿qué te gustaría explorar detenidamente?
Conocer BOSTON desde el AIRE
Como te lo escribí antes, Boston me sorprendió desde el aire cuando el avión iba aterrizando. Mirar esta gran maqueta ordenada, donde sus barrios están definidos… Sus centros comerciales, sus parques, sus iglesias y el río que atraviesa la ciudad…. Todo es como mirar una ciudad miniatura llena de vida, con pequeños autos, aviones y barcos moviéndose al mismo tiempo y en cámara rápida.
Ser parte de ese conglomerado de miles de personas buscando conseguir sus objetivos de todos los días tal cual fuera un hormiguero, me hizo pensar, ¿cuál es mi objetivo en medio de toda la gente? ¿comprar, comer, descansar, ejercitarme?
Llegue a la conclusión que mi misión era sorprenderme de cada cosa, aroma, lugar y alimento, porque de eso se tratan los viajes: de sentirse vivo y afortunado de salir a descubrir la cotidianidad de otra ciudad a la que estás acostumbrado. En pocas palabras, es descubrir una urbe con otra mirada, otra perspectiva, en lugar de solo explorarla… Es sentirla.
Ver una ciudad desde arriba es para contemplarse detenidamente, y es por eso que decidí dedicarle más tiempo, ¿y cómo lo hice…? Desde las alturas.
BOSTON a tus pies desde VIEW BOSTON
Prudential Tower es uno de los edificios más altos el cual cuenta con View Boston: un maravilloso mirador en donde puedes apreciar todo Boston y literalmente, elevar el espíritu lo más cerca del cielo. La ciudad se revela como un tapiz vibrante, donde los rascacielos reflejan la luz del puerto y los techos de ladrillo rojo parecen narrar siglos de historia.
Con una vista de 360°, Boston se abre como un mapa vivo en el que es posible identificar los barrios, la costa y hasta los campus universitarios que hicieron famosa a esta ciudad. Por eso tómate una mañana o una tarde para contemplar la maravilla de un cielo caprichosamente azul, lleno de nubes de algodón que nos regalan una que otra sombra, y por supuesto, esa urbe en miniatura que atrapa a todos los que llegan a ella por el motivo que sea.
La BELLEZA vista desde el CIELO
El rio Charles, el estadio de Baseball Fenway Park, el puerto, los parques y hasta la Isla Harbor; todo aquí se puede visualizar detenidamente, incluso te puedes ayudar de las pantallas interactivas para ver puntos importantes o recomendaciones a visitar. Los mapas digitales te podrán ayudar a armar un itinerario de viaje.
Este mirador consta de 3 pisos. Uno de ellos es completamente abierto, donde sentirás como el aire en lo alto trae consigo una sensación de libertad y poderío. Mientras observas cómo los barcos navegan en miniatura y el horizonte se tiñe de dorado cuando cae el atardecer, es cuando uno entiende por qué mirar desde arriba es mirar con otros ojos.
El mirador también cuenta con un bar al aire libre el cual le añade un toque cosmopolita: Degustar un cóctel en mano, disfrutar la ciudad a tus pies y el recuerdo de que este viaje también se saborea. Sin duda será un gran momento de tu itinerario.
No puede pasar desapercibido uno de los pisos del mirador: Un museo de datos interesantes y un centro de entretenimiento en donde, con efectos multimedia, te presentan la ciudad en todas sus estaciones del año, sus festividades, los colores, arquitectura y su gente. ¡Qué ganas de quedarse más de una semana!
VIEW BOSTON: El CORAZÓN del CIELO
Ahí arriba, además de verlo todo por medio de grandes ventanales o al aire libre, tendrás la oportunidad de adquirir un souvenir que sea el mayor testimonio de recordarte que llegaste hasta aquí y merece la pena llevarte algo bonito para recordar o para regalar.
Este edificio, es parte de un complejo corporativo y centro comercial llamado Prudential Center; será un gran pretexto visitar el mirador cuando dediques un día a las compras en este centro comercial ubicado en el corazón de Boston.
View Boston se encuentra en el piso 52 y los tickets se adquieren en la taquilla ubicada dentro del centro comercial. Su horario es de 10:00 a.m. a las 10:00 p.m.. El costo de esta atracción es de $24 USD ($450 MXN).
Tip: uno de los mejores momentos para visitar el mirador es cerca del atardecer. Verás cómo el sol pinta de dorado los edificios y en pocos minutos todo cambiará a un espectáculo de luces que te harán sentir parte de una postal.
CONOCER Boston desde EL AGUA: Arquitectura y serenidad en MOVIMIENTO
Boston tiene una relación íntima con el agua, y navegar por el río Charles lo confirma. Solo basta con embarcarte en el Charles River Boat Tour: un paseo de apreciación y arquitectura en un barco tradicional de pasajeros.
En este paseo, la ciudad se refleja en el agua como si quisiera mostrar su mejor perfil. Los rascacielos se duplican en el espejo líquido mientras que la brisa te acaricia suavemente, recordando que todo viaje es también un diálogo con la naturaleza.
La narración de un guía experto convierte cada edificio en protagonista: la Custom House Marriott con su reloj eterno, la Torre Prudential como símbolo de modernidad, la Torre Hancock con su elegancia de vidrio. Todo parece contar la historia de una ciudad que nunca se ha detenido, que ha sabido reinventarse sin olvidar sus raíces.
Sentarse en la cubierta y dejar que el barco avance es vivir Boston a otro ritmo. La calma del río contrasta con la energía de la urbe, y en esa armonía reside su magia. Contemplar a las personas practicando kayak o velero te dejará pensando que todo es posible si te lo propones.
Debes saber que la mejor época para tomar este paseo es de mayo a septiembre, cuando el clima lo permite. Opera los fines de semana alrededor de las 10 a.m. El costo por adulto es de $45 USD ($840 MXN) adultos mayores y estudiantes $40 USD ($745 MXN), y niños $35 USD ($652 MXN). Para tomar este tour debes acercarte a la plaza comercial Cambridge Side y buscar la salida hacia el canal Lechmere. Ahí está la taquilla para adquirir o cambiar tus boletos.
¿El MAR a los pies de BOSTON? o… ¿Es al REVÉS?
Así que después de hacer el paseo por el rio, seguimos en el agua… Boston, al estar ubicado en la Bahía de Massachussets —que es parte del Océano Atlántico— tiene mar. Cuenta con un puerto natural y con playas accesibles para los visitantes y residentes, como Carson Beach y Constitution Beach. Actividades hay muchas, como nadar, realizar deportes acuáticos, pasear o andar en bicicleta.
Pero si lo tuyo no es alejarte mucho de la ciudad, entonces puedes ir a New England Aquarium: Un hermoso lugar para todos los que somos amantes del mar. Aquí podrás explorar la vida marina de una manera fascinante y verás de todo. Medusas, tiburones, tortugas, pingüinos, anguilas y miles de peces. Cuenta con una pecera oceánica gigante con cientos de especies tropicales.
Dedica medio día para este lugar, en el que podrás recorrer sus exhibiciones en forma de espiral. Tiene tanques de contacto para que puedas acercarte a los tiburones y rayas, e incluso podrás ver mamíferos marinos como focas en la rampa natural y hasta entrar en su teatro con pantalla IMAX para ver alguna película de ballenas u otra increíble especie marina.
Barcos HISTÓRICOS en Boston
Para finalizar nuestro tour por el agua, también podrás encontrar dos atractivos que son parte de la historia de Boston y el mar. Se trata de dos embarcaciones ubicadas en el malecón o muelle.
Atravesando el puente marítimo llegarás al barco Constitución de Norteamérica: El buque más antiguo de tres mástiles comisionado de guerra. Esta embarcación se encuentra en sus condiciones originales para entender cómo era la vida a bordo hace más de 200 años.
Tu guía será un Marino de la armada de los Estados Unidos. Podrás visitar la cubierta y las cabinas de la tripulación y del capitán. El museo esta justo a lado y es gratuito. En este sitio podrás participar en las muestras interactivas para descubrir como se enrolan las velas o se dispara un cañón.
La otra experiencia es visitar The Tea Party Ships: un par de réplicas de las embarcaciones Beaver y Eleonor del siglo XVIII, en donde se recrea con actores la historia del motín del té de Boston, cuando los primeros americanos protestaron contra los británicos arrojando unas 350 cajas de té hacia el agua como un acto de rebelión al pago de impuestos. Imagina que ese acto ¡Hoy se consideraría una pérdida de más de un millón y medio de dólares!
Podrás explorar estos barcos y ser parte de ese momento histórico, tirando el té al agua y visitar su museo en donde podrás ver el único cofre original. El recorrido te tomará aproximadamente una hora y cuenta con un salón de té y tienda de regalos.
Boston por AIRE, agua y TIERRA… Pero con COMIDA de MAR
Podrás terminar tu paseo de Boston por agua frente al puerto de Boston, el cual está lleno de restaurantes con vistas espectaculares al océano y a la ciudad mientras disfrutas de la comida del mar.
No te vayas sin probar la new england Clam Chowder —o sopa de almejas— y los rollitos de langosta. Los sitios principales para comer son: Boston Public Market o Quincy Market, que son los mercados tradicionales de Boston, con una gran cantidad de comida para todos los gustos.
El Union Oyster House es un restaurante abierto desde 1826, decorado como barco antiguo en donde la langosta, la sopa de almeja y el pan de elote, son una verdadera delicia. T por ultimo, The Neptune Oyster Bar, calificado como uno de los mejores sitios para comer ostras de mar.
Una ciudad, TRES PERSPECTIVAS, infinitas emociones
Recorrer Boston por aire, agua y tierra no es solo un itinerario, es una declaración de amor a la ciudad: verla desde lo más alto, sentirla reflejada en el río y pisar la tierra donde comenzó todo y donde nacen las ideas que cambian al mundo, inspira a todas las personas y se nota en todas las miradas. ❖
América
El FESTIVAL de las ALASITAS: La tradición de DESEAR
En Bolivia los deseos se llevan a un nivel muy pequeño… Específicamente con objetos en miniatura, que si son bien enfocados, pueden cumplir grandes anhelos.
El Festival de las Alasitas tiene su origen en La Paz, Bolivia, aunque con el paso del tiempo se ha ido extendiendo por otras regiones vecinas, como Argentina, Perú y Chile… Se trata de una celebración que se lleva a cabo cada 24 de enero —desde 1781—, y se hace en honor al dios Ekeko de la abundancia, perteneciente a la cultura aymara.
Este personaje se representa como un hombre robusto, con bigote, cigarro y un gorrito andino, y en el Festival de las Alasitas, sus esculturas son cargadas de objetos miniatura, como un símbolo de prosperidad y atracción de las cosas más deseadas…

¿Cómo se CELEBRA el FESTIVAL de las ALASITAS?
Durante el Festival de las Alasitas, los creyentes compran figuras en miniatura que representen aquello que quieren obtener o lograr durante ese año. Estas pequeñas figuras se ofrendan al dios Ekeko a través de un ritual de activación, que incluye oraciones y limpiezas con humo, para después colocarlas sobre él, buscando que las escuche como un deseo y las materialice.

La palabra “Alasitas” proviene del aimara (antiguo pueblo boliviano que habita en la región del lago Titicaca), y significa “cómprame”. Y si te preguntabas qué es lo que puedes comprar en miniatura, la respuesta es todo… Desde bienes materiales —como autos, casas, muebles, motos y negocios— hasta objetos que simbolizan la prosperidad —como billetes, comida y lingotes de oro—.

También hay otros objetos que simbolizan el anhelo de lograr una meta, como, por ejemplo, pequeños títulos universitarios para terminar tu carrera con éxito, pequeños contratos para lograr tener un buen trabajo o diminutos pasaportes, para tener un año lleno de viajes. Y si lo que deseas se trata de algo sentimental, también hay alasitas para ello, como figuras de parejas o anillos de matrimonio.

¿Deseas agrandar a tu familia? Pues también puedes encontrar bebés o cunas, así como alasitas de animales, si lo que quieres es tener una mascota que te acompañe en tu día a día. No hay límites para esto, pues lo importante aquí es desear, y desear con todas tus fuerzas, para que el año te bendiga con aquellos anhelos cumplidos.

Visualizando lo que quieres para TODO EL AÑO
El Festival de las Alasitas es una de las tradiciones más simbólicas de toda la región boliviana. Incluso es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pues, además del arte que involucra hacer las pequeñas figuras —usualmente de yeso con moldes—, también implica la unión familiar, las creencias que se comparten de generación en generación y la importancia de mantener vivo el deseo…

Y es que, con este tipo de tradiciones, Bolivia nos invita a mantener la ilusión por aquello que anhelamos atraer para cada año. Aquí el pensar cómo lograrlo o preocuparse por el futuro, pasa a un segundo plano, dejando espacio a los enormes suspiros y a las fes inagotables. ❖

#NuncaDejesDeViajar
América
Donde el mar se queda contigo: el Hotel Argonaut, San Francisco
Nunca el mar estuvo tan cerca de ti, te registras y la odisea de navegar por los mares comienza enseguida frente a timones, brújulas, velas de tela y pulpos gigantes.
Hay lugares que fueron construidos para el descanso, y otros que nacieron para contarte una historia. Pero hay sitios en donde se da esa perfecta combinación; en el Hotel Argonaut, San Francisco, existe una mezcla del pasado del puerto con la comodidad y el lujo del presente, así se convierte en una experiencia de viaje inolvidable en donde cada ladrillo guarda una historia distinta y uno que otro secreto del mar.
Así es, en pleno corazón de Fisherman’s Wharf, dormirás dentro de un edificio que fue testigo de la Fiebre del Oro, del bullicio de los barcos mercantiles y del renacer de una ciudad que aprendió a mirar siempre hacia el horizonte: San Francisco.
Arquitectura con alma marinera
Desde que llegas te recibe su fachada de ladrillo rojo algo no muy común, pero sabrás que se trata de un edificio histórico; tendrás el primer encuentro en el lobby y te conquistará su concepto marítimo antiguo: Velas, quinques, timones, relojes, camastros, una alfombra decorada con cuerdas y nudos, ¡sin duda alguna estás dentro de un barco!
los ladrillos a la vista, las brújulas y mapas antiguos no son simple decoración, sino símbolos de una época donde el mar lo establecía todo. Sus robustas vigas de abeto Douglas -rescatadas del histórico edificio Haslett Warehouse de 1907- guardan más de un siglo de historia y estarán por todas partes del hotel.
La restauración de este sitio fue una obra maestra: respetuosa, detallista y luminosa. Esa luz dorada que entra por los ventanales baña los pasillos, creando un ambiente que huele a madera, sal y nostalgia. Aquí, en cada espacio se respira historia y modernidad al mismo tiempo.
Un argonauta se refiere a un molusco o pulpo gigante el cual podrás encontrarte al caminar por las alfombras de los pasillos y habitaciones del hotel, toda una odisea a tus pies. En la mitología griega también se refiere a los marineros que acompañaron a Jason en la nave Argó para buscar el vellocino de oro, unos héroes del mar.
El edificio histórico # 59 de San Francisco
El hotel se ubica en un histórico edificio, el antiguo Almacén Haslett una edificación de 1907 que en sus primeros años perteneció a la Asociacion de enlatadores de Frutas de California y fue fábrica de conservas por unos 30 años.
En sus pasillos las cerezas, tomates, duraznos y espárragos llegaban en barcos de vapor provenientes de todo el valle de California para ser enlatados y almacenados para después ser distribuidos al este del país. Al fusionarse esta fábrica con otras enlatadoras fue bajo la marca comercial Del Monte.
Sus últimos años funcionó como almacén, morgue, bodega de autos y neumáticos, después el gobierno de San Francisco adquirió el almacén para convertirlo en un museo de Ferrocarril; pero hoy este sitio se ha convertido en un hermoso hotel boutique.
Dormir frente al mar
El hotel cuenta con más de 250 habitaciones y suites las cuales fueron diseñadas para sentir que te transportas a un camarote de lujo: espejos redondos como si fueran los portillos u ojos de buey, brújulas, lámparas de luz tenue, muros decorados en azul marino o completamente desnudos, resaltan con el blanco marfil de los muebles encalados y ventanales de madera.
Quizá ese azul del camarote provoque la serenidad del mar para que descanses con el vaivén del océano. Incluso al caer la tarde, las vigas del camarote te transportarán a una travesía marítima mientras te relajas bajo la luz de los detalles de latón que rodean la luz, todo rinde homenaje al estilo náutico clásico.
Si eliges una habitación con vista a la bahía, podrás despertar con los reflejos del amanecer sobre el puente Golden Gate o el perfil de isla Alcatraz emergiendo entre la niebla. Cuando amanece verás cientos de gaviotas y otras aves revolotear por el malecón, una postal digna de compartir.
Algunas suites del hotel tienen amenidades especiales ya que cuentan con jacuzzi, sala y comedor, ventanales abatibles para disfrutar del aire fresco proveniente del mar. Con esta atmósfera la tranquilidad se vuelve parte del diseño.
Algo que me parece encantador de las habitaciones cuentan con amenidades que podrás adquirir en la tienda del hotel, unos tiernos lobos marinos de peluche y una almohadas en forma de estrellas de mar, un souvenir muy especial para recordar tu estancia en este sitio.
El sabor del muelle: Blue Mermaid
El aroma del mar te guíará hasta el corazón gastronómico del hotel: el restaurante Blue Mermaid, -o Sirena Azul- es uno de los más emblemáticos de Fisherman’s Wharf o muelle de pescadores.
En este sitio de ladrillos cálidos y con un patio frente al muelle, el chef Amod Singh transforma los productos locales en platillo memorables. Entre ellos destacan el cioppino – un guiso marinero típico de San Francisco -, los ravioles de langosta, las croquetas de cangrejo Dungeness y sus famosas sopas chowder -de almejas- en sus tres versiones.
Durante el brunch de fin de semana, el ambiente se llena de música, una que otra mimosa y conversaciones en distintos idiomas.
Si viajas con tu mascota, el restaurante también ofrece un menú “Bone Appetit” especialmente diseñado para ese peludo integrante de la familia.
Un museo dentro del hotel
El Hotel Argonaut San Francisco es, literalmente, una extensión del mar. En su vestíbulo se encuentra el Museo Marítimo Interactivo del Parque Nacional, donde podrás conocer el pasado náutico de la ciudad a través de una exposición con mapas, fotografías y objetos originales.
Cada sala te conecta con la historia viva del puerto: los pescadores, los astilleros y las rutas comerciales que dieron forma y fama a la Bahía de San Francisco. Incluso te encontrarás con el prisma original que perteneció a un faro el cual fue vigía de cientos de barcos que llegaron a este puerto mercantil.
Además, cada fin de semana, el hotel organiza recorridos guiados con un guardabosques del Servicio de Parques Nacionales quien te llevará a descubrir los muelles históricos, los barcos del Hyde Street Pier y los secretos del “Callejón de los Pescados”, una de las zonas más vibrantes del antiguo puerto.
Este fantástico museo no es solo es parte de la decoración del hotel, visitarlo es un viaje en el tiempo que te adentra a la época en donde hombres y mujeres buscaban el crecimiento comercial de un puerto y la travesía que cada barco cumplía para descargar o llevar mercancías, sin duda alguna un pasado lleno de retos.
Experiencias en el hotel Argonaut para recordar
Además de todo el mosaico de atracciones que tiene San Francisco, no olvides que los hoteles buscan consentir a los viajeros que han escogido su alojamiento y el hotel Argonaut no es la excepción, basta con acercarte a recepción y preguntar qué hacer además de lo que ya te platiqué anteriormente.
Puedes comenzar el día con una sesión de yoga en tu habitación, disfrutar de un masaje privado de spa, o recorrer la ciudad pedaleando con una de las bicicletas del hotel hasta cruzar el Golden Gate.
Cuando cae la tarde, el patio con fogatas se convierte en punto de encuentro. Con una copa de vino californiano en la mano y la brisa del mar en el rostro, es fácil entender por qué algunos viajeros regresan una y otra vez a su lugar favorito.
Por la noche, el lobby se ilumina con la chimenea encendida, el momento es ideal para sentarse en uno de los sillones rojos o los camastros mientras la charla con otros viajeros fluye de manera casual. Las brújulas colgadas y el sonido lejano de las gaviotas crean una atmósfera casi cinematográfica.
Una ubicación privilegiada en San Francisco
Pocos lugares concentran tanta magia como Fisherman’s Wharf o muelle de pescadores. Desde el hotel Argonaut puedes caminar hasta la elegante plaza Ghirardelli Square, un antiguo molino de lana y fabrica chocolatera; el Pier 39, donde se ubica el acuario, restaurantes y varias tiendas de souvenirs.
También podrás visitar el Parque Marítimo Nacional el cual alberga la mayor cantidad de barcos históricos de USA; o subirte a uno de los icónicos tranvías de la ciudad, los famosos cable car.
Además, estarás muy cerca del North Beach italiano, de los murales de Mission District, de la elegante Coit Tower y de los senderos frente al mar de Crissy Field.
Hospedarte en el hotel Argonaut es tener a San Francisco a tus pies, con la libertad de explorarla a tu propio ritmo, sin prisas, en un viaje contemplativo.
Sostenibilidad con propósito
Hoy en día los viajeros somos más responsables y muchas de las prácticas amables con el ambiente que hacen los hoteles y restaurantes nos ayudan a tomar decisiones en dónde alojarnos; El Hotel Argonaut San Francisco es un modelo de lujo ecológico. Sus certificaciones Green Key y Energy Star lo colocan entre los hoteles más sostenibles de la ciudad.
Su compromiso se refleja en cada acción: iluminación LED, sistemas de ahorro de agua, botellas recargables, compostaje de residuos y menús elaborados bajo las normas de pesca responsable.
Además, participa en programas de reforestación, promueve la diversidad cultural entre su equipo y apoya causas comunitarias. Cada estancia aquí contribuye a preservar el entorno y a mejorar la calidad de vida local.
El espíritu del muelle
Hay algo que permanece cuando dejas al Argonaut: una sensación de gratitud. Quizá por su historia, por la vista del mar o por la manera en que el hotel logra conectar tu descanso con el alma de San Francisco.
Al quedarte en el Hotel Argonaut, San Francisco, no solo duermes frente al mar: duermes dentro de la historia de una ciudad que aprendió a reinventarse sin perder su esencia. Aquí todo tiene sentido: el pasado, el presente y ese deseo profundo de que el viaje hacia el mar nunca termine.
América
El BOSQUE PETRIFICADO de PUYANGO: Donde los DINOSAURIOS caminaban
Con árboles milenarios y un ambiente de épocas pasadas, este bosque en Ecuador te invita a descubrir los inicios del mundo…
Pocos lugares en el mundo pueden transportarte a épocas tan antiguas como la tierra misma… árboles centenarios, tierras brillantes y enormes piedras prehistóricas. Aunque no lo parezca, Ecuador tiene en su interior uno de esos espacios, en donde el tiempo parece haberse detenido para mostrar un pequeño vistazo al pasado.

Y es que al sur del territorio ecuatoriano, y dividido por el río Puyango, se encuentra el Bosque Petrificado de Puyango: un bosque que conserva en su interior cientos de árboles que datan del periodo cretácico tardío, troncos carbonizados de cuando los dinosaurios caminaban por América Latina e incontables fósiles de criaturas marinas de cuando esta región del mundo se encontraba sumergida en el océano.

Conoce el BOSQUE PETRIFICADO de PUYANGO
El Bosque Petrificado de Puyango tiene un tamaño de 2,659 hectáreas. Los cientos de fósiles que se hallaron en sus tierras indican que, antes de que el bosque existiera, esta zona estaba sumergida en agua. Con el paso del tiempo, la zona se secó, la lava de volcanes la carbonizó y la vegetación cubrió por completo lo que hoy es Ecuador.

Y con los milenios, aquellos árboles caídos del cretácico y jurásico salieron a la superficie, ahora carbonizados y con marcas que cuentan un poco de la larga y lenta historia que vivieron.
Ahora, además de viejos troncos fosilizados, el bosque también es el hogar de más de 130 especies de aves, entre las que se encuentran loros, cuervos, pájaros carpinteros y gorjeos. También hay armadillos, gatos del monte, zorrillos, iguanas, serpientes, ardillas y hasta venados.

¿Qué hacer en el BOSQUE PETRIFICADO?
El Bosque Petrificado de Puyango da la bienvenida a los visitantes con su pequeño museo, donde puedes ver exhibidos algunos de los fósiles de moluscos y plantas hallados en la zona. Por su parte, los senderos paleontológicos son perfectos para todo tipo de visitante, ya que el terreno no es tan irregular, lo que asegura que todos se puedan maravillar con las vistas de árboles congelados en el tiempo, tomar fotos o disfrutar de caminar entre la naturaleza.

También puedes optar por los recorridos guiados, en donde conocerás algunas maravillas ocultas en el bosque. Entre las grandes atracciones está la Araucaria Gigante: un árbol petrificado de aproximadamente 80 metros de largo y 8 metros de diámetro. También se encuentra el Petrino Gigante, con 35 metros de alto y 7.5 de diámetro, siendo una muestra directa de cómo se veían los bosques hace más de 120 millones de años.

Si decides tener una visita más larga, puedes optar por la zona de camping. Muy cerca del río Puyango, hay una zona ideal para acampar, comer algo y darte un chapuzón en el río, todo esto rodeado de árboles milenarios de más de 10 metros de alto.
La zona del Mirador es otra de las más populares. Aquí hay cientos de troncos con más de 65 millones de años. Esta es la zona con más fauna carbonizada, y desde ahí se puede apreciar gran parte del Bosque Petrificado de Puyango.

¿Cómo LLEGAR al Bosque Petrificado?
El Bosque Petrificado de Puyango está ubicado en las provincias de El Oro, Loja y Machala, y se puede llegar en auto. Puede ser visitado todos los días de 08:00 a.m. a 04:30 p.m. El costo de entrada para nacionales es de $2 USD para adultos y $1 USD para niños.

Sin embargo, el costo de acceso para extranjeros es de $6 USD para adultos y $4 USD para niños. Pero si decides tener un día de camping, el acceso por persona tiene un costo extra de $4 a $6 USD ($110.45 MXN).
Visitar el Bosque Petrificado de Puyango es adentrarte en uno de los espacios naturales más enigmáticos y majestuosos en Ecuador. Aquí la antigua historia del mundo se deja ver para maravillar a todos aquellos aficionados a la arqueología y a las épocas pasadas. Así que ven y sumérgete en un bosque donde el tiempo se ha quedado detenido… ❖

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