México
Tour entre minas de plata y calles de piedra: Real de Catorce
¡No te pierdas la oportunidad de visitar la Parroquia de la Purísima Concepción, el cementerio, los willys antiguos y los museos de la región!
¡Real de Catorce es un lugar donde la historia y la cultura se fusionan en un viaje emocionante! Desde 2001, este lugar es considerado como Pueblo Mágico, y por buen motivo. Cada edificio colonial tiene una historia que contar, y la cultura local es tan rica y diversa que te hará sentir como si estuvieras en un viaje en el tiempo.
¡No te pierdas la oportunidad de explorar su pasado minero y disfrutar de su arquitectura impresionante! ¡Aquí te contamos todo lo que puedes hacer!
Real De Catorce: Un pueblo minero que se volvió fantasma… y reapareció
Real de Catorce es uno de los lugares más fascinantes de San Luis Potosí, un destino turístico que combina historia, misterio y belleza natural. Ubicado en el corazón de la sierra de Catorce, a una altitud de 2728 metros sobre el nivel del mar, este pueblo tiene un clima frío y puede incluso nevar en algunas épocas del año. Su historia es rica y llena de misterios, ya que fue fundado en 1778 debido al descubrimiento de ricas minas de plata.
En su época de esplendor, Real de Catorce era una de las fuentes de riqueza más importantes de México. La extracción de plata era una actividad muy lucrativa, y el pueblo se convirtió en un importante centro minero. Sin embargo, después de la Guerra de Independencia, la actividad minera decayó y muchos de sus habitantes abandonaron el lugar, convirtiéndolo en un pueblo fantasma.
El “Charrito Milagroso” de Real de Catorce
En la Parroquia de la Purísima Concepción se venera una destacada imagen de San Francisco de Asís. Este santo es uno de los personajes más amados por los habitantes, quienes le han otorgado el cariñoso apodo de “Charrito Milagroso”.
Entre tantos posibles apodos, ¿por qué “Charrito Milagroso”? Se cuenta que, durante las noches, San Francisco recorría el pueblo para asistir a los más necesitados y para apaciguar a los borrachos que se enfrascaban en peleas.
La parroquia alberga ocho altares de estilos neoclásico y neogótico. En este último, se encuentra la escultura de “Panchito”. El interior del templo no solo te impresiona por su arquitectura, sino también por albergar un magnífico órgano tubular ¡compuesto por 1,200 flautas!
El cementerio de un pueblo fantasma
En tu lista de cosas por hacer en Real de Catorce, asegúrate de incluir el cementerio. Y no, no es broma. No es cualquier cementerio, ¡es una obra de arte! Por un lado, tienes el sector antiguo, que es como un museo al aire libre lleno de lápidas y leyendas. Y por otro, la sección nueva, que es prácticamente una galería dedicada a la Virgen de Guadalupe, con pinturas que han visto pasar más de cien años. ¡Imperdible!
Recorrido en Willys
Si creías que los vehículos antiguos solo estaban en los museos, espera a conocer los Willys de Real de Catorce. La misión de estas reliquias motorizadas, que datan de los años 50, era llevar a los devotos desde la estación Catorce hasta el centro de Real de Catorce. Ahora, se han transformado en la atracción estrella para los turistas.
No hay mejor manera de descubrir la Sierra de Catorce que a bordo de un Willy, donde cada bache del camino es un salto a través del tiempo y cada curva te revela un paisaje montañoso más impresionante que el anterior.
Conoce más sobre San Luis Potosí
Este Pueblo Mágico es solo el comienzo de una aventura emocionante que te llevará a explorar joyas escondidas en sus alrededores. Visita el mercado de Matehuala, donde podrás encontrar artesanías únicas, especialmente las elaboradas por los Huicholes de la región, y sabores locales, y no te pierdas los fascinantes museos de San Luis Potosí, donde podrás descubrir la historia y la cultura de la región.
Y si quieres quitarte la curiosidad de explorar estos atractivos, ¡te tenemos una buena noticia!, operadoras de experiencias, como Rehiletes, te ofrece un tour con el mejor itinerario para que puedas disfrutar estos maravillosos lugares y así #NuncaDejesDeViajar
Asia
La BARBACOA mexicana triunfa en el LEJANO JAPÓN
La barbacoa oaxaqueña viaja hasta Japón, logrando ganar batalla en los paladares de las altas islas de volcanes de Hokkaidō.
En una visita a Oaxaca, México, el chef Marco Gurushia, quedó encantado con uno de los sabores más emblemáticos del país… la barbacoa. Las manos creadoras de este delicioso plato fueron Mimi con su restaurante al aire libre Maíz Cocina Tradicional.
El inicio de una AVENTURA
Meses después, Yu, uno de los amigos de Marco, lo contacto porque quería preparar barbacoa en Hokkaidō, y Marco, que aún tenía el sabor de la barbacoa oaxaqueña, se le ocurrió contactar de nuevo con Mimi… y fue así como inició esta reciente y asombrosa aventura.
Mimi viajó a Japón acompañada de su familia, algunos chiles, especias, una parrilla y dos comales de 42 centímetros, de los cuales solo uno sobrevivió al vuelo.
BARBACOA… solo a la MEXICANA
La preparación de esta deliciosa barbacoa duró dos días: el primero se dedicó a construir el horno desde cero: excavar el agujero, poner los ladrillos y cemento, y dejar secar mientras se realizaba una clásica verbena mexicana, con música, mezcal y cervezas.
El segundo día fue de cocinada, no sin antes echar la bendición con mezcal al horno, para que todo saliera bien. Conseguir los ingredientes faltantes en Japón fue todo un reto. La carne fue conseguida de un borrego de una granja local, y las pencas de maguey fueron mandadas desde otra ciudad.
Unas horas después de calentar el horno, y en presencia de todos, se pudo meter la barbacoa, para que tiempo después, chefs, artistas y amigos se citaran en Hokkaidō para probar la deliciosa creación que resultó un rotundo éxito.
Sin duda, esta pequeña crónica compartida por Mimi y Marco no solo representa un profundo amor por la gastronomía mexicana; si no también enaltece la curiosidad y cercanía que une y crea México más allá de sus fronteras.
Y como bien se dice por ahí… el único problema de la barbacoa es que se acaba demasiado rápido.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
#NuncaDejesDeViajar
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