México
Pig Beach: Donde la arena, el mar y los CERDITOS se unen
¿Te imaginas nadar con cerditos en una playa paradisíaca? Eso es lo que te ofrece Pig Beach, una playa única en México. Te contamos su historia y sus secretos.
México tiene playas espectaculares, con arenas blancas, aguas turquesas y paisajes tropicales. Pero hay una que sobresale por su singularidad: Pig Beach, en Progreso, Yucatán. Esta playa ofrece algo más que belleza natural: la oportunidad de convivir con unos residentes muy especiales: ¡cerditos!
De una playa olvidada a un paraíso porcino: La transformación de Pig Beach
Pig Beach no siempre fue un lugar bonito y limpio. Hace unos años, era un terreno baldío lleno de basura y llantas, donde nadie quería ir. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de la Policía Ecológica del municipio de Progreso, se logró una rehabilitación impresionante. Se limpió el lugar y se crearon amenidades para los visitantes, como baños y regaderas. Pero lo más sorprendente fue el hallazgo que hicieron durante este proceso: un par de cerditos deambulando por la zona.
Los cerditos habían sido abandonados por sus dueños y se habían refugiado en el basurero. La Policía Ecológica los rescató y los llevó a la playa, donde notaron que disfrutaban del ambiente. Los cerditos se adaptaron rápidamente al mar y a la arena, y se mostraron muy sociables con las personas. Así fue como nació la idea de crear Pig Beach, una playa donde los cerditos son los protagonistas y los visitantes pueden interactuar con ellos, acariciarlos y tomarse fotos. Los cerditos también reciben atención veterinaria y alimentación adecuada, y se les respeta su espacio y su bienestar.
Horarios de diversión porcina: Cuándo conocer a los gorditos
Los cerditos de Pig Beach tienen una rutina diaria que les permite descansar, alimentarse y divertirse. Ellos salen a la playa cada 30 minutos, a las 11:00, 15:00 y 17:00 horas, para disfrutar del mar y la arena, y hacer nuevos amigos. Estos horarios les evitan exponerse demasiado al sol y al calor, que pueden ser perjudiciales para su salud. Así que, si quieres verlos y convivir con ellos, debes planificar tu visita de acuerdo con estos horarios. También debes respetar su espacio y su ritmo, y no forzarlos a hacer algo que no quieren. Recuerda que son seres vivos y no juguetes.
Otra cosa muy importante que debes saber es que está prohibido alimentar a los cerditos. Si los quieres ayudar, puedes hacer una donación de alimento o dinero para su cuidado, pero no les des nada de comer.
Lo que debes saber antes de ir
Antes de empacar tu toalla y protector solar, ten en cuenta lo siguiente:
Pig Beach es un proyecto comunitario que busca darle una mejor vida a los cerditos y concientizar sobre el cuidado animal. Por eso, la infraestructura es mínima y el enfoque principal es el bienestar de los cerdos. No esperes encontrar un club de playa con todos los servicios y comodidades. Sin embargo, hay algunas amenidades básicas disponibles, como regaderas, baños y lockers.
Pig Beach no tiene muchos lugares para comer cerca, así que te recomendamos llevar tu propia comida y bebida. Recuerda tirar tu basura en los botes instalados en el lugar, para mantener la playa limpia y segura.
Pig Beach tiene poca sombra, así que prepárate para disfrutar del sol y el calor. Te aconsejamos llevar sombrero, lentes de sol, protector solar y agua.
Vive la experiencia porcina: Pig Beach te espera
Pig Beach en Progreso, Yucatán, ofrece una experiencia única donde la belleza natural se mezcla con la presencia encantadora de los cerditos. Desde su origen como un basurero hasta convertirse en un paraíso porcino, esta playa es un testimonio del esfuerzo comunitario y la convivencia con la naturaleza.
Si quieres aprovechar tu viaje a Progreso con comodidad y estilo, te sugerimos que consultes las ofertas de vuelos con Aeroméxico y las opciones de transporte terrestre con Autotur. Así podrás llegar a este destino sin complicaciones y disfrutar de todo lo que te ofrece.
¡Haz de tu visita a Pig Beach una experiencia inolvidable!
#NuncaDejesDeViajar
Asia
La BARBACOA mexicana triunfa en el LEJANO JAPÓN
La barbacoa oaxaqueña viaja hasta Japón, logrando ganar batalla en los paladares de las altas islas de volcanes de Hokkaidō.
En una visita a Oaxaca, México, el chef Marco Gurushia, quedó encantado con uno de los sabores más emblemáticos del país… la barbacoa. Las manos creadoras de este delicioso plato fueron Mimi con su restaurante al aire libre Maíz Cocina Tradicional.
El inicio de una AVENTURA
Meses después, Yu, uno de los amigos de Marco, lo contacto porque quería preparar barbacoa en Hokkaidō, y Marco, que aún tenía el sabor de la barbacoa oaxaqueña, se le ocurrió contactar de nuevo con Mimi… y fue así como inició esta reciente y asombrosa aventura.
Mimi viajó a Japón acompañada de su familia, algunos chiles, especias, una parrilla y dos comales de 42 centímetros, de los cuales solo uno sobrevivió al vuelo.
BARBACOA… solo a la MEXICANA
La preparación de esta deliciosa barbacoa duró dos días: el primero se dedicó a construir el horno desde cero: excavar el agujero, poner los ladrillos y cemento, y dejar secar mientras se realizaba una clásica verbena mexicana, con música, mezcal y cervezas.
El segundo día fue de cocinada, no sin antes echar la bendición con mezcal al horno, para que todo saliera bien. Conseguir los ingredientes faltantes en Japón fue todo un reto. La carne fue conseguida de un borrego de una granja local, y las pencas de maguey fueron mandadas desde otra ciudad.
Unas horas después de calentar el horno, y en presencia de todos, se pudo meter la barbacoa, para que tiempo después, chefs, artistas y amigos se citaran en Hokkaidō para probar la deliciosa creación que resultó un rotundo éxito.
Sin duda, esta pequeña crónica compartida por Mimi y Marco no solo representa un profundo amor por la gastronomía mexicana; si no también enaltece la curiosidad y cercanía que une y crea México más allá de sus fronteras.
Y como bien se dice por ahí… el único problema de la barbacoa es que se acaba demasiado rápido.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
#NuncaDejesDeViajar
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