Europa
Le Train Bleu: un viaje gastronómico por la Belle Époque
¡Una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía y la cultura!
¿Te imaginas cenar en un palacio de cuento de hadas, rodeado de obras de arte, mientras escuchas el sonido de los trenes que parten hacia la Costa Azul? Eso es lo que te ofrece Le Train Bleu, un restaurante único y legendario que se encuentra en la estación de París-Lyon, en el corazón de la capital francesa.
¡Sigue leyendo y descubre por qué este restaurante es una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía y la cultura!
Un poco de historia
Le Train Bleu se inauguró en 1901 con motivo de la Exposición Universal, que celebraba el cambio de siglo y el progreso de la humanidad. El restaurante era el punto de partida de los trenes que iban a la Costa Azul, como el famoso Orient Express, que transportaban a los viajeros más elegantes y adinerados de la época.
El nombre del restaurante se debe al color azul de estos trenes, que contrastaba con el rojo de los que iban al norte de Francia.
El restaurante se diseñó como un auténtico palacio, con una decoración lujosa y refinada que evocaba el estilo de la Belle Époque. El restaurante tiene 41 pinturas al óleo que representan los destinos de los trenes que salían de la estación, como Marsella, Niza, Cannes o Mónaco.
Dichas pinturas son obra de algunos de los mejores artistas de la época, como Henri Gervex, Gaston Casimir Saint Pierre o Francois Flameng. El restaurante también tiene esculturas, espejos, lámparas,
relojes y muebles de época, que crean una atmósfera mágica y elegante.
Algunas de sus salas forman parte de la lista de Monumentos Históricos de Francia. El restaurante estuvo a punto de desaparecer en 1966, cuando se planeaba demoler la estación para construir una más moderna.
Sin embargo, el escritor y ministro de cultura André Malraux logró salvarlo, declarándolo patrimonio histórico y artístico. Desde entonces, el restaurante ha seguido funcionando y conservando su encanto
original, aunque con algunas reformas y mejoras.
Le Train Bleu…un viaje gastronómico
Le Train Bleu no solo es un restaurante con una historia y una decoración impresionantes, sino también un referente de la gastronomía francesa, con platos generosos y regionales, elaborados con productos de temporada y de calidad.
Su carta ofrece una variedad de especialidades, desde el foie gras hasta el baba au rhum, pasando por el cordero, el turbot o el caviar. Su bodega cuenta con más de 500 referencias de vinos, que se guardan en una bodega climatizada con capacidad para 20.000 botellas.
El chef ejecutivo del restaurante es Samir Balia, que se encarga de supervisar la cocina y de crear los menús. Samir Balia tiene una larga trayectoria en el mundo de la gastronomía, habiendo trabajado en prestigiosos restaurantes como el Hotel de Crillon, el Plaza Athénée o el Hotel Meurice.
Su estilo se basa en la tradición francesa, pero con toques de modernidad y creatividad. Entre sus especialidades se encuentran el pâté en croûte de veau, la tarte aux champignons des bois, el pressé de foie gras de canard et cuisses confites, el tartare de Saint Jacques et dorade royale, caviar Petrossian, el turbot et caviar Petrossian, los barbajuans de butternut à la livèche et anchois fumés, el baba au rhum o el mille feuille à la vanille.
El restaurante ofrece diferentes opciones de menú, como el menú Express de 39 euros, el menú Gourmet 69 euros o el menú Prestige 99 euros. También puedes pedir platos a la carta, que tienen precios entre 23 euros y 46 euros. El precio promedio por persona en el restaurante es de 87 euros.
Sin embargo, el precio puede variar según el menú que elijas, las bebidas que consumas y los servicios
adicionales que solicites.
Un lugar de leyenda
Le Train Bleu no solo es un restaurante, sino también un lugar de leyenda, que ha sido frecuentado por personalidades de la cultura, el arte, el cine y la política, como Coco Chanel, Brigitte Bardot, Jean Cocteau, Colette, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Jean Gabin, Marcel Pagnol, Serge Gainsbourg, Jane Birkin o André Malraux, entre otros.
El restaurante ha aparecido en varias películas, como Viajes con mi tía, de George Cukor, Nikita, de Luc Besson, o Las vacaciones de Mr. Bean, de Steve Bendelack.
También ha sido testigo de algunas anécdotas curiosas, como la apuesta entre el escritor Marcel Proust y el pintor Jean Louis Forain, que consistía en comerse una docena de huevos duros en menos de una hora.
Proust ganó la apuesta, llevándose 500 francos. Otra anécdota famosa es la propuesta de matrimonio que le hizo el cantante Serge Gainsbourg a la actriz Jane Birkin en 1968, en una de las mesas del restaurante. La pareja se casó al año siguiente y tuvo una hija, Charlotte Gainsbourg.
¿Quieres reservar en Le Train Bleu?
Para visitar el restaurante Le Train Bleu, puedes tomar el metro hasta la estación Gare de Lyon (líneas M1, M14, RER A) y subir al primer piso de la estación. El restaurante está abierto de 11:30 a 14:45 y de 19:00 a 22:45 todos los días.
Te recomendamos que hagas una reserva con anticipación, ya que el restaurante suele estar muy concurrido. Puedes reservar una mesa en su página web oficial.
Si quieres vivir una experiencia gastronómica única y memorable, no dudes en visitar Le Train Bleu, un restaurante que te hará viajar por la Belle Époque y por los más bellos terroirs de Francia. ¡Buen provecho! y #Nuncadejesdecomer!
Curiosidades
La BATALLA del VINO: La celebración que TIÑE de ROJO a España
Con más de 50 mil litros de vino, locales y visitantes inician una contienda donde mancharse de escarlata es el objetivo.
Cada 29 de junio, las calles y colinas de Haro, en La Rioja España, se inundan de alegría y de dulce y delicioso vino. Y es que, de forma rara y un tanto extravagante, miles de personas se reúnen para participar en una de las festividades más singulares del país: la famosa Batalla del Vino, una celebración que llena a los corazones de tradición, diversión y pasión por esta bebida emblemática de la región.
La BROMA que se volvió TRADICIÓN
La Batalla del Vino nació de una antigua peregrinación en honor a San Felices de Bilibio. Con el paso del tiempo, aquella romería religiosa se transformó en una gran fiesta popular, siendo una oportunidad única para reunirse amigos y familia. Y para finales del siglo XIX, los asistentes comenzaron a lanzarse vino a modo de broma… ¿El inicio de la broma? Un tanto desconocido. Desde entonces el “bautizo de vino” se volvió la parte más divertida de la celebración. Lo que empezó como un juego espontáneo, terminó convirtiéndose en una tradición donde el vino es el protagonista.
HARO: La CAPITAL del vino de La Rioja
Haro no solo es el escenario de esta colorida batalla, también es considerada la capital enológica de La Rioja. Sus calles están llenas de bodegas, viñedos que tiñen el paisaje de tonos verdes y dorados, y un ambiente lleno de tradición en cada rincón. Aquí, esta bebida representa parte de la identidad local, un símbolo de orgullo y una forma de vida que se celebra con cada copa y cada sonrisa durante la Batalla del Vino.
Desde muy temprano, los participantes comienzan a subir al monte de los Riscos de Bilibio vestidos completamente de blanco, con el tradicional pañuelo rojo al cuello. En las manos llevan botellas, mochilas y cubos repletos de vino tinto, listos para usar como munición en una guerra que nadie pretende ganar. Cuando el primer chorro de vino vuela por el aire, la fiesta comienza oficialmente, y en cuestión de minutos todos terminan empapados de pies a cabeza.
El ambiente es puro descontrol: música, risas y un aroma inconfundible a vino recién derramado llenan el aire. Nadie se salva de una buena “bañada” y, entre carcajadas, locales y turistas comparten tragos, selfies y abrazos teñidos de rojo. Es una experiencia que entrelaza el espíritu festivo con la tradición riojana de celebrar la vida y el vino con pasión.
REGLAS y CONSEJOS para DISFRUTAR de la batalla
El objetivo de la Batalla del Vino es manchar de vino al prójimo. Para conseguir este colorido efecto, te aconsejamos seguir estas sencillas normas:
- Vestir de blanco, con el pañuelo rojo típico de las fiestas.
- Usar “armas” para salpicar a más personas, como botellas, calderos, pistolas de agua o cualquier recipiente que pueda contener líquidos.
- Si ves a alguien con alguna parte de su ropa todavía blanca, conviértelo en tu objetivo primordial.
- Y lo más importante: no dejar de reír, cantar y disfrutar mientras dure la contienda.
Se estima que durante la Batalla del Vino se derraman más de 50 mil litros de esta deliciosa bebida, dejando colinas y calles teñidas completamente de rojo. Al finalizar la contienda, los participantes regresan a la ciudad para continuar la fiesta con música, comida típica y bailes tradicionales, disfrutando del ambiente agudo e ingenioso que convierte a Haro en un lugar inolvidable.
Si quieres ser parte de una tradición única, la Batalla del Vino en Haro es una experiencia que merece la pena experimentar. Cada año, locales y visitantes participan entre risas, melodías y copas compartidas, disfrutando de una jornada llena de color y diversión.
Visita España y descubre por ti mismo esta celebración donde el vino se convierte en la estrella de momentos inolvidables. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Curiosidades
El FESTIVAL del BAILE del OSO: una TRADICIÓN SALVAJE que emociona a Rumania
Cada invierno, los montes rumanos rugen al compás de los tambores y los pasos de “osos danzantes”, llenando las calles de color, música y energía para despedir el año viejo…
El Festival del Baile del Oso (o en rumano, Jocul urșilor, que se traduce como “El Juego de los Osos”) es una fiesta que se celebra cada año en la región de Moldavia, especialmente en la localidad rural de Comănești, al norte de Rumania, entre el 25 y el 30 de diciembre. Durante estos días, hombres, mujeres y niños se visten con auténticas pieles de oso —algunas heredadas por generaciones— y recorren las calles realizando una danza tradicional que simboliza la muerte y el renacimiento del ciclo natural.

Esta antigua costumbre tiene sus raíces en las creencias precristianas de los dacios, quienes consideraban al oso un animal sagrado, protector y símbolo de fuerza. Se creía que, al bailar como osos, las personas podían ahuyentar los espíritus malignos del invierno y atraer la buena suerte para el año que estaba por comenzar.

Del ritual al ESPECTÁCULO CULTURAL
Con el paso del tiempo, esta “práctica ritual” se transformó en una gran celebración folclórica, donde la música, los tambores, los cantos y los trajes elaborados son los protagonistas. Cada grupo de bailarines ensaya durante semanas, preparando coreografías que simulan los movimientos y rugidos del animal. Después de eso empieza el baile. Puede darse en un escenario formal, o en caminando entre las calles con ferocidad, torpeza y rudeza características en un oso.

Hoy, el Festival del Baile del Oso se ha convertido en Patrimonio Cultural Inmaterial de Rumania y atrae cada vez a más visitantes curiosos de todo el mundo. Lo que alguna vez fue un rito espiritual, ahora es también un espectáculo visual impresionante que combina tradición, identidad y orgullo comunitario. Aquí nadie queda fuera, ya sea como espectador o participante.

Además, al asistir al festival, también puedes disfrutar de desfiles, danzas, ferias gastronómicas y mercados navideños. Y aprovechando la época decembrina, es casi obligatorio recorrer los pueblos de la región, que encienden sus chimeneas y posan frente a las montañas nevadas.

El FESTIVAL del BAILE del OSO recordando lo ANCESTRAL
Al ritmo de tambores y pasos que se repiten desde tiempos inmemoriales, el Festival del Baile del Oso en Rumania, nos recuerda que las tradiciones no solo cuentan el pasado: nos enseñan a renacer. En cada piel, en cada rugido y en cada sonrisa compartida por la comunidad, late la prueba de que el miedo se enfrenta con arte, que lo antiguo puede abrazar lo nuevo y que, juntos, preservamos la memoria y la esperanza.
Venir a este festival no es solo ver un espectáculo, es ser parte de un círculo que celebra la vida, despide lo que ya no sirve y abre la puerta a un año lleno de fuerza y buena fortuna… Todo eso a través de osos. ❖
#NuncaDejesDeViajar
Europa
El mercado de RAVENNA GORGE: Encanto NAVIDEÑO bajo un puente
Este mercadito navideño es la prueba de cómo un simple puente puede transformarse en un símbolo de calidez, tradición y espíritu festivo…
Entre montañas nevadas y luces de colores, se esconde el Mercado de Ravenna Gorge: uno de los mercados navideños más sorprendentes del mundo. Este no se encuentra en una plaza ni en una avenida, sino bajo un puente de piedra que se ilumina entre la blanca y espesa nieve, creando una postal invernal única…

Bien ESCONDIDO entre los Alpes
El Mercado de Navidad de Ravenna Gorge —conocido en alemán como Ravennaschlucht Weihnachtsmarkt— se coloca cada mes de diciembre en el corazón de la Selva Negra (Schwarzwald), en Alemania. A diferencia de los tradicionales mercados que llenan las plazas de las ciudades europeas, este se encuentra bajo el Höllentalbahn… Un impresionante viaducto ferroviario que atraviesa el estrecho valle del río Ravenna.

El escenario es sencillamente espectacular… El puente se ilumina en tonos cálidos, los árboles se cubren de nieve y el sonido del río acompaña a los comerciantes en los puestos de madera, donde se venden artesanías, dulces, vino caliente y productos locales. Es un lugar donde la magia navideña se mezcla con la naturaleza, el comercio y la historia…

Tradición, arte y SABOR LOCAL. ¿Qué comprar en el Mercado de RAVENNA GORGE?
El Mercado de Ravenna Gorge cuenta con más de 40 puestos, que ofrecen desde decoraciones hechas a mano hasta productos típicos de la región, como el pan de jengibre (Lebkuchen), las salchichas alemanas, el vino caliente (Glühwein) y los quesos de montaña. Además, los visitantes pueden disfrutar de espectáculos musicales, talleres para niños y presentaciones de coros locales.

Lo más especial es el ambiente: los aromas de canela y madera quemada, el contraste del frío con el calor de las luces y la sensación de estar en un rincón secreto del invierno europeo. Pero este no solo es un sitio para comprar regalos, sino para vivir una experiencia navideña completa.

Y es que el Mercado de Ravenna Gorge se encuentra en una zona donde se pueden hacer rutas de senderismo, visitar pueblos tradicionales, como el pueblo Hinterzarten o el pueblo Breitnau, o incluso alojarse en cabañas alpinas con vista al puente.

Una POSTAL NAVIDEÑA imposible de OLVIDAR
La entrada al Mercado de Ravenna Gorge cuesta alrededor de 7 € ($150 MXN o $8 USD), y solo se pone durante los fines de semana, a finales de noviembre y a lo largo de diciembre. Lo recomendable es llegar en tren o transporte público, ya que el acceso en automóvil es limitado.

Visitar el Mercado de Ravenna en Alemania es un recordatorio de que la magia de la Navidad puede encontrarse incluso en los lugares más inesperados, entre la nieve, las luces y el eco de los villancicos, bajo un viejo viaducto de piedra… ❖

#NuncaDejesDeViajar
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