En el año de 1882, el empresario Josef Seiler construyó una pequeña posada en una de las curvas más cerradas de la nueva carretera del Puerto de Furka, sobre los Alpes Suizos. La posición del lugar era tan exacta que permitía una vista panorámica del Glaciar de Ródano que se encontraba unos pocos metros, y que era una de las mayores atracciones visuales de Suiza.

Con el paso del tiempo, la carretera comenzó a ser más transitada, obligando a Josef Seiler a expandir en múltiples ocasiones la posada, hasta que en 1907 se convirtió en el Hotel Balvedere. Con la capacidad de alojar a más de 90 personas, el hotel rápidamente se convirtió en un establecimiento de lujo, donde solo gente de la más alta sociedad se podía hospedar.

Hotel Balvedere: Todo lo que sube, tiene que bajar…

Sí, el Hotel Balvedere tuvo grandes momentos de gloria, sin embargo, su declive fue rápido. Después de la Segunda Guerra Mundial, y tras la popularización del auto privado, cruzar la carretera del Puerto Furka era cosa de un día o una noche, por lo que detenerse a descansar ya no era necesario, haciendo que el hotel perdiera, de forma gradual, huéspedes.

En 1964, y gracias a su aparición en la película “007 contra Goldfinger”, el Balvedere parecía volver a su viejo auge; pero no fue suficiente, ya que para los años 70´s, y gracias al cambio climático, el Glaciar Ródano, su principal atractivo, se había desplazado a más de un kilómetro de la carretera.

Su ausencia gradual de huéspedes obligó al Balvedere a cerrar sus puertas en el año de 1980. Ese mismo año, el edificio fue comprado por el Consejo de Estado del cantón de Valais, con la idea de construir ahí una presa, que afortunadamente nunca se llevó a cabo.

El último rescate del Hotel Balvedere

Ocho años después, hasta 1988, Philipp y Rosmarie Carlen, una pareja de abogados, compraron y restauraron el Hotel Balvedere. Durante dos años, la pareja se encargó de restaurar el lugar los fines de semana, hasta que, en 1990 abrieron sus puertas.

Sin embargo, el lugar comenzó a recibir huéspedes que los Carlen no tenían previstos: excursionistas, ciclistas, transeúntes… personas que en los momentos de gloria no podían ni siquiera pararse en la entrada. Al ser un hotel de lujo, y con una temporada de 5 meses, tampoco existían trabajadores comprometidos. Muchos chefs preferían abandonar el lugar; algunos a mitad de la noche, obligando a la pareja a cocinar y realizar todo el trabajo del hotel ellos mismos, negándose a dejarlo morir a pesar de que no dependían de los ingresos del hotel.

La caída del Belvedere

Durante el 2010, y gracias a la popularidad que ganó el Balvedere a través de Instagram, los Carlen pensaron que su trabajo había rendido frutos; pero no fue así. Intentaron alquilar nuevamente el hotel, pero los inquilinos les fallaban cada vez. Fue así como, el duro esfuerzo, el trabajo y el cansancio terminó por romper el matrimonio de los Carlens en el 2015, y consecutivamente, el hotel volvió a cerrar sus puertas en el año 2016, esta vez con gran seguridad de que no volverá a abrirse.

Hasta ese momento, el mítico hotel Balvedere se ganó una fama de mala suerte. Cada que se intentaba doblar la esquina, los autos terminaban chocándose en sus paredes de ladrillo, y sus múltiples intentos de abrirlo solo terminaban en ruina. Ahora, el hotel está completamente abandonado. Sus ventanas están tapiadas para evitar la entrada de ocupantes ilegales o saqueadores. Y a pesar de todo, este majestuoso edificio, que lleva levantado más de 140 años, y que en sus tiempos alojo a grandes celebridades, ahora solo sirve para tomar fotos.

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Con vistas panorámicas a la Bahía Mirabello y ubicado en una de las islas más históricas de Grecia, el InterContinental Creta promete ser un refugio que combina lo moderno con lo mediterráneo.

IHG Hotels & Resorts ha inaugurado el InterContinental Creta, un hotel situado en la Isla de Creta, que promete marcar un hito en la evolución de IHG a nivel mundial.

InterContinental Creta: Tu oasis griego

El InterContinental Creta representa fielmente la hospitalidad griega. No solo será un lugar de calidez y descanso, sino que también permitirá a los huéspedes disfrutar de la rica cultura, historia y gastronomía de la Isla de Creta. El hotel se encuentra rodeado por las aguas azules del Mar Mediterráneo y su arquitectura moderna se integra armoniosamente con la belleza natural del entorno.

Los huéspedes podrán disfrutar de la tranquilidad y belleza del hotel, que se encuentra a pocos pasos de la ciudad de Ágios Nikolaos, conocida por su hermoso lago de agua salada en el centro de la ciudad. Además, la capital de Creta, Heraclión, y el aeropuerto están a solo una hora de distancia.

Sol, mar, spa y gastronomía de autor

El InterContinental Creta ofrece diversas amenidades que harán difícil querer salir del hotel. Entre ellas se encuentran:

Dos piscinas infinitas con vista directa a la Bahía de Mirabello.

Dos restaurantes y un bar con inspiración mediterránea (Zeus, Knossos y Minoan), dirigidos por el Consultor Gastronómico y Chef Niko Roussos, quien cuenta con dos estrellas Michelin y trabaja con ingredientes locales de temporada.

Aegeo Spa, que ofrece tratamientos únicos y tradicionales, como masajes cretenses con infusiones de aceite de oliva local, masajes faciales y de cuello con infusiones de azafrán, y tratamientos antioxidantes de crioterapia. También cuenta con baños hammam, saunas, vapor, una piscina interior y cuartos de spa para parejas, además de un gimnasio totalmente equipado.

Despierta con vistas al Mediterráneo

Las habitaciones del InterContinental Creta ofrecen una sensación de tranquilidad y elegancia. Con un diseño minimalista y sofisticado, los visitantes pueden elegir entre 199 suites y habitaciones, que incluyen piscinas privadas, balcones amueblados, estaciones de café, duchas abiertas y baños de lujo. Además, el hotel es Pet Friendly.

El costo por noche varía desde €205 hasta €509 para miembros de IHG One Rewards. Puedes hacer tu reservación a través de su página web. ¡No esperes más y disfruta de uno de los hoteles más prestigiosos de Grecia!

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En agosto de 2018, la Plaza Central de Bruselas se convirtió en el epicentro de un evento que capturó la atención del mundo entero. Una alfombra floral mexicana logró hacerse viral hace unas semanas en las redes sociales, gracias a su espectacular diseño inspirado en la rica herencia cultural de nuestro país.

Este evento, conocido como la Alfombra Floral, es una tradición que se celebra cada dos años, se remonta a 1971. Diseñadores y artistas de todo el mundo transforman la plaza Grand Place en un magnífico tapiz de flores. El evento de hace 6 años destacó por su temática mexicana, llevándonos en un viaje visual y sensorial a través de la riqueza cultural y natural de México.

Alfombra floral mexicana en Bruselas: Un espectáculo de colores

La obra maestra de la alfombra floral mexicana en Bruselas fue creada por la artista mexicana Ana Rosa Aguilar, quien le dedicó 9 horas para terminarla. El diseño rindió homenaje a Guanajuato, un estado del centro de México conocido por su colorida arquitectura colonial.

Esta maravilla cubría casi 1,800 metros cuadrados y fue hecha por cerca de 500,000 flores, incluyendo begonias, dalias y césped teñido, todas cuidadosamente dispuestas para crear un impacto visual espectacular.

El diseño central presenta un pájaro característico de los bordados otomí dentro de un sol, que es la principal deidad del pueblo purépecha y una referencia al nombre de Uriangato, conocido como el “lugar donde se levanta el sol”.

Mark Schautteet, el diseñador de Bruselas encargado del evento, comentó que esa alfombra floral mexicana ha sido de las más complejas desde 1971 debido a sus detalles. Los símbolos que destacaban en la obra pertenecían a las culturas otomí, purépecha y chupícuaro, todas originarias de Guanajuato.

El lugar donde se lleva a cabo este espectáculo, Grand Place, es reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde hace 20 años. Es considerada una de las plazas más hermosas del mundo.

¡Este año hay alfombra floral!

No te pierdas el evento este año, que se llevará a cabo del 15 al 18 de agosto de 2024. Es totalmente gratuito para el público, pero si quieres mejorar tu experiencia, puedes hacer una reserva en el balcón del Ayuntamiento con buen tiempo de anticipación.

La artista encargada este año será Océane Cornille, y el diseño será un homenaje a Bruselas y al Art Nouveau. ¡Disfruta del espectáculo!

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