México
De lo Desconocido a la Fama: Bellavista, Nayarit
Explora su rica historia, desde la ex Fábrica Textil hasta la Hacienda La Escondida, y disfruta de su deliciosa gastronomía local.
El pasado junio, México celebró el Tercer Tianguis Internacional de Pueblos Mágicos en San Antonio, Texas; y como era de esperarse, trajo consigo muchas sorpresas. Entre ellas estuvo el nombramiento de Bellavista, Nayarit como un nuevo Barrio Mágico.
Esta pequeña localidad de Nayarit, que por mucho tiempo permaneció casi en un estado de desconocimiento total, hoy acapara la mirada de todos. ¿Quieres saber por qué?
Naturaleza por todos lados
Bellavista es una pintoresca localidad rural que se encuentra a tan solo 10 kilómetros al norte de Tepic. Es reconocida en la región porque sus casas aún cuentan con arquitectura colonial, donde destacan sus techos con tejas y sus construcciones históricas que se funden con lo contemporáneo, pero que evocan un aire tradicional. Sin embargo, lo que hace más impactante a Bellavista, Nayarit son sus muros naturales.
Con 50 hectáreas de tamaño, el nuevo Barrio Mágico de Bellavista se encuentra rodeado por 4 imponentes cerros: El Vigía, El Sapo, La Pastora y La Mesita. Es aquí donde la vida urbana se funde con la vasta naturaleza local, lo que permite ofrecer a los visitantes diversas actividades ecodeportivas para pasar el tiempo, como el ciclismo o la pesca.
Ex Fábrica Textil Bellavista
Si bien Bellavista, Nayarit impresiona por su exuberante ecosistema, existen otras razones que te dejarán el ojo cuadrado, y que tienen que ver con su increíble herencia histórica.
Entre sus atracciones destacadas, nos encontramos con la ex Fábrica Textil Bellavista, que es una réplica exacta de la fábrica “Nerlands” en Bélgica. Fue fundada en 1841 y empleó a más de 350 trabajadores, logrando impulsar la economía del lugar. No obstante, estamos hablando de una fábrica del siglo XIX, donde los derechos de los trabajadores eran escasos, lo que convirtió a la Fábrica Bellavista en el escenario de repetidos levantamientos de obreros y huelgas.
En la actualidad, la fábrica es el recinto de una Escuela de Artes, que ofrece clases de teatro, danza y demás artes. Además, ofrece recorridos guiados para que puedas conocer su interior y la maquinaria original.
El Templo Masónico
Mejor conocido como el “Salón de Actos”, este templo comenzó a ser construido en 1872; desgraciadamente, sus obras quedaron inexplicablemente inconclusas. Lo curioso de este edificio de Bellavista, Nayarit es que, decorando la fachada, se encuentra, en forma de vitral, el “Ojo de la providencia” o el “Ojo que todo lo ve”. Este símbolo se interpreta como la vigilancia de Dios sobre la humanidad, y sí, también es un símbolo utilizado por la fraternidad masónica, lo que evidencia para quién estaba siendo construido este templo…
Ex Hacienda Escondida
Esta ex hacienda fue construida a inicios del siglo XX y se dedicaba a extraer el azúcar de la caña, que después sería distribuida por tierras mexicanas y europeas.
Durante el porfiriato, este espacio tuvo un éxito arrollador, que, junto a la Fábrica de Textiles Bellavista, logró construir en el pueblo una gran economía. Pero, debido a su cese de actividades, esta hacienda se fue deteriorando poco a poco con el paso del tiempo. En la actualidad, La Escondida permite acceso al turismo, para poder conocer sus históricas paredes.
Delicias de Mar y Tierra
Y sí, sabemos que ya hemos hablado bastante de Bellavista, Nayarit, tanto que pareciera que no quedan más sorpresas… pero te sorprenderá que no es así.
Estando a un costado del océano Pacífico, Nayarit cuenta con una gastronomía que combina los sabores salados y fuertes del mar, con las deliciosas texturas de la tierra, y que el nuevo Barrio Mágico ha sabido preservar muy bien. Ya sea que se te antojen unos buenos chilaquiles, un pollo al estilo Ixtlán, o un pescado zarandeado, seguro lo encontrarás en Bellavista.
El Barrio Mágico de Nayarit
Hay veces en las que parece que el turismo no ha dejado nada a la imaginación. Están los mismos lugares de siempre, los lugares concurridos o de los que todo el mundo habla; y cuando parece que no existe algo nuevo, surgen de la historia lugares tan fantásticos como Bellavista, Nayarit.
Para quienes deseen visitar este encantador lugar, opciones de transporte como Aeroméxico y Autotur facilitan el acceso, permitiendo que los viajeros disfruten de la belleza y la historia de Bellavista, Nayarit con comodidad y seguridad.
#NuncaDejesDeViajar
Artesanías
Lele, la muñeca que lleva el alma de Querétaro en cada hilo
Conoce la linda muñeca que representa la rica herencia indígena de las comunidades otomíes que habitan la región.
La muñeca Lele tiene sus raíces en las comunidades otomíes de Amealco. Las mujeres otomíes, conocidas por sus habilidades artesanales, comenzaron a fabricar muñecas de trapo como juguetes para sus hijos, mucho antes de que se convirtieran en un símbolo del folclore mexicano.
Con sus trenzas adornadas, su traje típico y su cara sonriente, Lele (que significa “bebe en otomí) cuenta una historia de tradición, resistencia y orgullo cultural.
Estas muñecas, hechas originalmente de materiales simples como tela y retazos, fueron transmitidas de generación en generación, preservando las tradiciones ancestrales y la identidad cultural.
Fue en los últimos años que la muñeca Lele adquirió reconocimiento nacional e internacional.
En 2018, Querétaro llevó a cabo una campaña para promover la muñeca, incluyendo la creación de una versión gigante de Lele que recorrió ciudades emblemáticas como Madrid, Londres y Sídney, convirtiéndose en un ícono global.
Muñeca Lele: Simbolismo
Cada parte de su diseño está impregnada de simbolismo. Los colores increíbles de su vestimenta representan la conexión de los otomíes con la naturaleza, mientras que los detalles en sus trajes reflejan patrones tradicionales de la comunidad.
Las trenzas largas y adornadas simbolizan la fuerza y la unión familiar, un valor fundamental para los otomíes.
Además, su sonrisa amigable transmite el espíritu acogedor y generoso de los habitantes de Amealco.
Elaboración artesanal
Todo comienza con la elección de los materiales, mayormente telas de algodón y lana, cortadas a mano con gran precisión.
Las artesanas se encargan de cada detalle: desde el rostro bordado, que siempre presenta una expresión alegre, hasta la ropa tradicional otomí, que es cuidadosamente cosida y decorada con listones de colores brillantes.
Las trenzas son uno de los aspectos más distintivos de la muñeca. Con habilidad y paciencia, las artesanas trenzan tiras de hilo, dándoles la forma y firmeza que caracteriza a la muñeca Lele.
Luego, se decoran con cintas de vivos colores, que varían de acuerdo con las festividades o las preferencias personales de quienes las confeccionan.
El proceso puede llevar horas o incluso días, dependiendo del tamaño y los detalles de la muñeca. Pero el resultado siempre es una pieza única, cargada de historia y significado, que conecta a las nuevas generaciones con el legado de sus ancestros.
Otros datos curiosos sobre la Muñeca Lele
En 2018, Amealco de Bonfil fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en parte gracias a la tradición de la muñeca Lele y su importancia como símbolo de la cultura otomí.
Cada año, Amealco celebra la Feria Nacional de la Muñeca, donde se exponen miles de muñecas Lele y otras versiones artesanales, además de talleres, concursos y actividades culturales que buscan preservar y difundir esta hermosa tradición.
Aunque Lele es la muñeca más conocida, también existe su “hermana”, Dönxu, que tiene características similares, pero con una vestimenta más sobria y una figura adulta, representando a las mujeres otomíes.
Vive la experiencia de crear tu propia muñeca con Rehiletes
Si deseas conocer más de cerca esta hermosa tradición, Rehiletes te lleva a Amealco para vivir una experiencia magnifica.
No te pierdas la oportunidad de participar en un taller artesanal donde aprenderás a hacer tu propia muñeca Lele. Guiado por las mismas manos expertas que han mantenido viva esta tradición por generaciones, podrás crear un recuerdo personalizado, impregnado de la magia y el legado otomí.
De igual manera, explorar el mundo de la herbolaria y descubrir el conocimiento ancestral que nos dejaron los curanderos tradicionales será parte de este gran viaje, siendo así a través de un taller de medicina tradicional.
Esta experiencia te permitirá llevar a casa un pedazo del legado otomí, mientras disfrutas de una aventura cultural inolvidable.
#NuncaDejesDeViajar
México
Donde el dinero NO TIENE VALOR: Conoce el día del TRUEQUE en Cholula
Aquí la moneda de cambio es lo que se lleva en la mano. Despensa, objetos y ropa son lo que podrás intercambiar en el día del trueque en Cholula.
En la antigüedad, Cholula era considerada un centro cultural y religioso donde los dioses eran venerados. Su fama se podría comparar a la actual Basílica de Guadalupe o a Chalma; sin embargo, aquí los meros patrones eran Quetzalcóatl y Chiconauhquiauhitl.
Para venerarlos, los antepasados viajaban desde muy lejos para ofrecer un sacrificio humano en Cholula. Después, el cuerpo era regresado a su lugar de origen, todo acompañado de música. Muchos, al ir de lugares lejanos, llevaban consigo productos y artesanías para intercambiarlos con otros pueblos, logrando así lo que conocemos hoy en día como trueque.
El trueque en Cholula: Una tradición que aún sigue
Claro que, desde la llegada de los españoles, las cosas han cambiado un poco. Para empezar, los franciscanos eliminaron a los queridos Quetzalcóatl y Chiconauhquiauhitl, y los sustituyeron por la Virgen de los Remedios. Y después de quitar los sacrificios, designaron el 8 de septiembre como día de celebración. Sin embargo, hubo una tradición que no pudieron quitar en Cholula: el trueque.
Cada 8 de septiembre, en honor a la Virgen de los Remedios, desde las 07:00 a.m. hasta pasada la medianoche, cientos de artesanos y comerciantes se reúnen en todo el largo y ancho (y un poquito más) de la Plaza de la Concordia en Cholula. Lo que sigue después se consigue por puro instinto mexicano…
Como los antepasados
La dinámica es muy sencilla: ves algo que te gusta o necesitas, y lo intentas intercambiar por algo que hayas llevado. Puede ser ropa, libros, artesanías, electrodomésticos… las monedas y los billetes están prohibidos. Pero sí te avisamos que lo que más buscan los comerciantes es la despensa.
¿Qué podrás conseguir en el trueque de Cholula? Bueno… ese es cuento de nunca acabar: aquí podrás conseguir quesos, charales, canastas de mimbre, artesanías, frutas, verduras, juguetes, hierbas, medicinas, cazuelas de barro, bolsas, aretes, blusas, camisas, tazas, cubiertos, semillas…
Una tradición de más de 500 años
Te sorprenderá saber que no solo artesanos y comerciantes de Puebla son los que se presentan a este trueque en Cholula, ya que, gracias al masivo intercambio que se realiza, aquí llega gente de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Yucatán y de otros muchos estados para realizar este intercambio.
Siendo una tradición de más de 500 años, y considerada patrimonio cultural de la humanidad, aún se mantiene muy viva, y más que nunca. Este año, 2024, la feria rompió récord con más de 100 mil visitantes, todos listos para intercambiar.
Y tú… ¿te quieres quedar fuera? No lo dudes, y atrévete a vivir esta tradición centenaria, solo en Cholula, Puebla, viajando con Autotur.
#NuncaDejesDeViajar
Artesanías
Las BANDERAS de Santa Ana Jilotzingo en el mes patrio
Este pueblo cuenta con un rol esencial en la creación de símbolos patrios que adornan cada rincón de México en las festividades del 15 y 16 de septiembre.
Santa Ana Jilotzingo se encuentra aproximadamente a 30 km al norte de Toluca y a 70 km de la CDMX. La ubicación de este poblado, en medio de los verdes campos del Valle de Toluca, lo convierte en un rincón especial para conectar con las raíces más profundas de las tradiciones mexicanas.
Santa Ana Jilotzingo: Cuna de la Bandera Mexicana
La tradición de la confección de banderas y otros artículos patrios en Santa Ana Jilotzingo tiene raíces profundas, que se remontan a varias décadas atrás.
Inicialmente, las familias locales comenzaron a producir banderas para abastecer la demanda local, pero con el tiempo, la calidad y la artesanía de estos productos comenzaron a destacar.
Desde hace décadas, las manos expertas de sus artesanos han dado vida a banderas, estandartes, y otros artículos patrios que se distribuyen por todo el país.
Caminar por Santa Ana Jilotzingo es una experiencia única, especialmente en los días cercanos al 15 de septiembre, cuando todo el poblado se llena de vida y color, preparándose para abastecer al resto del país con sus emblemáticas creaciones.
Muchas de las familias que trabajan en la producción de banderas lo hacen desde pequeños talleres que se han pasado de generación en generación, manteniendo viva una de las tradiciones más patrióticas de México.
Los talleres locales se especializan en la elaboración de banderas de todos los tamaños, desde las pequeñas que adornan los coches y oficinas, hasta las monumentales que ondean en plazas y edificios oficiales.
Cada bandera, con sus colores verde, blanco y rojo, es un tributo a la historia y la identidad de México.
El corazón que late tricolor
Las banderas que salen de este rincón de Otzolotepec no solo adornan casas, escuelas y edificios gubernamentales durante el mes patrio, sino que también representan un símbolo de unidad y orgullo nacional.
El estandarte mexicano, con su águila devorando una serpiente sobre un nopal, es uno de los símbolos más reconocidos del mundo, y cada bandera que se produce en Santa Ana Jilotzingo lleva consigo una parte de la historia de México.
La comunidad local ha sabido capitalizar esta habilidad única para convertirse en un referente no solo en el Estado de México, sino a nivel nacional, siendo proveedores oficiales de banderas para múltiples instituciones gubernamentales y educativas.
Santa Ana Jilotzingo: ¡Un mar de banderas!
Para los viajeros que buscan una experiencia única, Santa Ana Jilotzingo es un destino obligado, y claro que especialmente durante las celebraciones patrias.
Al recorrer sus calles, uno puede ver los talleres en plena acción, con artesanos trabajando cuidadosamente en cada bandera y producto.
El pueblo organiza diversas actividades culturales y festivales donde se celebran tanto la historia de México como la habilidad artesanal de sus habitantes.
Uno de los momentos más esperados es el desfile de banderas, donde los artesanos locales exhiben sus mejores trabajos.
¿Cómo llegar?
Llegar a Santa Ana Jilotzingo es sencillo. Si vienes desde Toluca, puedes tomar la carretera Toluca-Naucalpan y desviarte hacia Otzolotepec.
Desde la Ciudad de México, puedes acceder por la misma vía, incluso contratando servicios de transporte como el de Autotur, donde puedes rentar camionetas o autobuses con choferes certificados. El trayecto es una oportunidad perfecta para disfrutar de los paisajes del Estado de México, con verdes montañas y campos que rodean al pueblo.
Visitar este pueblo es sumergirse en el espíritu patrio y conocer de cerca una de las industrias más simbólicas del país.
#NuncaDejesDeViajar
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