Fin de Semana
Recorrido por Tula y visitando a los atlantes
Te llevaremos a un recorrido por Tula, Hidalgo, esa ciudad que todos veíamos en los libros de historia y nos parecía impresionante, ¡conoce Tula!
Nuestros antepasados han dejado huella, la magnitud de sus pilares y los Atlantes de Tula lo revelan. Acompáñanos a un recorrido por Tula y asómbrate de su arteología.
Recorrido por Tula lleno de aprendizaje
Sucede muchas veces que sin pensar en un destino final, tomas un rumbo buscando evidencias de alguien que marcó una huella en tus lecturas cuando eras niño.
Esto me sucedió al ver en los libros de historia, una fotografía de unos guerreros de piedra que custodiaban no sé qué. Pero la delicada forma de cómo fueron tallados en piedra ya me hablaba de una época de arte.
Ir a Tula es viajar por la historia
A unos 85 kilómetros de la ciudad de México, Tula, Hidalgo nos adentra en un pasado glorioso que sucedió allá en los años 900 d.C.
Sé que suena alejado de nuestra época, pero déjame decirte que son los testimonios más certeros de nuestras raíces toltecas.
Una civilización que surgió después de los teotihuacanos y precedió a los mexicas y los mayas.
Alrededor de unos 250 años bastaron para dejar la evidencia de un dios real que sería venerado por otras civilizaciones, Quetzalcóatl fue un hombre de carne y hueso que como todo ser humano, tenía errores y aciertos.
Él desterrado de su reino, dejó en su paso por la vida, una serie de enseñanzas que marcaron el rumbo de la historia prehispánica convirtiéndose en la estrella de la mañana y la famosa serpiente emplumada.
Recorrido por Tula ¡No te quedaran dudas!
Allí en Tula, te podrás enterar quien fue esta deidad y su legado, para ello debes llegar a la zona arqueológica conformada de varias construcciones que se basan en un profundo simbolismo religioso.
Y muestran el por qué a los toltecas se les consideraban unos artistas en la construcción y las artes.
Lo primero que salta a la vista son los famosos Atlantes, motivo de muchos que como yo, nos trasladamos para observar con detalle sus rasgos.
Cada uno mide 4.8 metros de altura y están labrados en piedra basáltica, ellos son quienes custodian la parte superior del Templo de Tlahuizcalpantecutli o “Estrella de la Mañana”.
Se asegura que estos gigantes sostuvieron el techo del adoratorio dedicado a Quetzalcóatl, por lo tanto, se cree que los Atlantes y otras columnas simbolizaban a su ejército.
En su auge, Tula marcaba las diferencias sociales como en la mayoría de los centros ceremoniales prehispánico.
Entonces el acceso a la plaza central estaba destinado sólo a los nobles, gobernantes y sacerdotes; mientras que el resto de la población vivía en las zonas aledañas.
¡Una arquitectura increíble!.
Los atlantes representan guerreros toltecas cuyo atavío incluye una serie de símbolos y elementos que los distinguen como militares de alto rango.
Cada uno está formado por cuatro bloques de roca esculpido bajo el sistema de caja y espiga (es decir, se sostienen por una columna de madera interna), originalmente estaban pintados.
Un elemento importante que se observa en los Atlantes, es un escudo que tienen en el pecho, se trata de un símbolo mítico de Quetzalcóatl. Quien se manifestaba de dos formas: como la serpiente emplumada y la mariposa o Papalotl.
De la misma manera cada uno viste turbante en la cabeza que sujeta a un haz de plumas cortas, cuentan con orejeras y un taparrabo el cual se sujeta con una hebilla en forma de disco solar.
Debes poner especial atención en las sandalias, tobilleras y taloneras decoradas con serpientes emplumadas. Los atlantes portan un lanza dardos, una pequeña espada y una bolsa de copal.
Recorrido por Tula, más arteología…
Además de apreciar estos colosos, en tu visita a este recinto puedes encontrar otras interesantes estructuras que exaltaron la grandiosidad alcanzada en la cultura y las artes de Tula.
El Palacio Quemado, es la representación máxima del arte tolteca, aquí se muestran grabados de autoridades en procesión con detalles de collares en tobillos y manos.
Por otro lado se encuentra el Muro de Serpientes o Coatepantli, decoraciones en forma de caracol que representan al dios en resurrección cada mañana.
No puedes perderte una visita por el Juego de Pelota y enterarte de cómo este ritual formaba parte de su vida religiosa.
Así como el famoso Tzompantli o muro de cráneos con la finalidad de exhibir el poder de un pueblo guerrero.
¡Una buena despedida del recorrido por Tula!
Para finalizar tu paseo por los vestigios arqueológicos, debes llegar al museo de sitio y observar las distintas piezas que fueron halladas y que forman parte de una colección permanente.
Pon atención en el Chac-mool personaje que reflejaba la fertilidad de la tierra y el ser humano.
En tu recorrido por Tula hay más cosas que hacer y visitar, apunta en la lista el mural que hay en el teatro al aire libre, la Catedral San José y las esculturas modernas de la Universidad. Además no te pierdas la gastronomía hidalguense ¡una delicia!
Recorrido por Tula, por último…
En atractivos naturales te vas a sorprender con el Cañón de las Adjuntas, las formaciones conocidas como los Peregrinos de Piedra. Y los Órganos, un espacio natural en donde te podrás refrescar con un buen chapuzón.
¡Anímate a hacer un recorrido por Tula, te aseguro que quedarás maravillado! Y recuerda #NuncaDejesDeViajar.
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
CDMX
Yoliztli: Vive el mejor DÍA DE MUERTOS en XOCHIMILCO
Vive el Día de Muertos en Xochimilco a través de paseos en trajinera, cenas típicas y la experiencia teatral de Yoliztli.
El Día de Muertos es una festividad con una magia única en cada lugar donde se celebra. En Xochimilco, por ejemplo, puedes disfrutarlo a través de paseos en trajinera por el lago, visitando viveros llenos de flores de cempasúchil para tus ofrendas y disfrutando de las vistas de las chinampas.
Además, el lugar ofrece recorridos temáticos durante esta celebración, que van desde paseos con leyendas hasta experiencias teatralizadas y espectáculos en el lago.
Uno de estos recorridos es Yoliztli, que destaca por capturar la esencia del Día de Muertos, combinando un recorrido nocturno teatralizado con una deliciosa cena típica y una experiencia muy emotiva. ¡Lo mejor es que se realiza en uno de los embarcaderos menos concurridos y más agradables de Xochimilco!
Xochimilco bajo las estrellas: El recorrido de Yoliztli
Al llegar al embarcadero, las trajineras te esperan para comenzar la experiencia. Estas típicas embarcaciones de madera, rojas y amarillas, con techos arqueados, están adornadas con luces cálidas y flores de cempasúchil. En el centro, una mesa larga, cubierta con un mantel colorido, está repleta de jarritos, ollas y platos de barro para degustar una cena riquísima.
Si quieres conocer Xochimilco de noche, esta experiencia es imperdible. El de donde parten las trajineras de Yoliztli, es uno de los más tranquilos y ofrece las mejores vistas, siendo la opción ideal para disfrutar de un recorrido, especialmente en estas fechas concurridas.
Durante el paseo a la chinampa, podrás gozar de la tranquilidad del lago, donde solo escucharás el viento sobre los enormes árboles y el remo del lanchero surcando el agua, mientras las formas de Xochimilco se reflejan en el agua. Simplemente, pura paz.
Acompaña a Magdalena en su viaje al Mictlán
La experiencia teatralizada de Yoliztli comienza en su chinampa, donde a través de una proyección colorida y musicalizada conocerás el origen del pueblo mexica y la preservación del Día de Muertos hasta la actualidad.
Pero lo mejor no termina ahí, ya que en la chinampa te espera un personaje único y alegre: Magdalena, el alma de una mujer de Xochimilco que busca llegar al Mictlán para descansar. ¿Y cómo lo hará? Recorriendo el lago junto contigo.
De vuelta en la trajinera, después de un recorrido tranquilo y sereno hacia la chinampa, ahora te aguarda una travesía llena de jolgorio y fiesta mientras acompañas a Magdalena en su camino hacia el más allá.
Un viaje para el alma: Historias, Música y Comida Tradicional
La trajinera en la que viajas se llenará poco a poco de vida y alegría cuando el alma de esta mujer, que busca llegar al Mictlán, te cuente historias y te saque alguna que otra sonrisa.
¿Recuerdas que mencionamos una cena? Pues es hora de preparar el estómago, porque disfrutarás de un delicioso y calientito café de olla, acompañado de riquísimos tamalitos de frijol y esponjoso pan de muerto, ¡perfectos para el ambiente fresco del paseo!
La compañía y ocurrencias de Magdalena, junto a los paisajes nocturnos del lago de Xochimilco y la rica cena en compañía de más personas, convierte a la trajinera de Yoliztli en una embarcación llena de calidez en medio del recorrido por el lago.
Recorriendo el Lago de las Ánimas
Mientras acompañas a Magdalena a través del “lago de las ánimas“, conocerás tanto su historia personal como la vida en Xochimilco, descubriendo datos muy interesantes sobre el lugar.
Ten siempre tu celular a mano, pues aunque el paseo sea nocturno, la luna ilumina el lago y las chinampas, permitiendo capturar fotos únicas de Xochimilco de noche.
La música y los chistes estarán presentes en la experiencia Yoliztli, ya que Magdalena no solo relata su vida, sino que también interactúa con los visitantes. Te invita a compartir anécdotas o hasta te bromea, convirtiéndote no solo en un acompañante más en su camino hacia el Mictlán, sino en un amigo para ella.
Una llegada emotiva al más allá
El momento cumbre llega cuando finalmente arribamos al Mictlán (sí, acompañas a Magdalena hasta allí), donde los guardianes ya la esperan para recibir su alma.
Esta última parte de la experiencia está llena de momentos épicos y una gran emotividad que solo se pueden apreciar completamente en persona. El verdadero Día de Muertos se vive en este instante.
Así concluye el recorrido por el lago de las ánimas hasta el Mictlán, donde ahora te espera el camino de regreso al mundo de los vivos, rumbo al embarcadero de Sabor a Mí, a bordo de la cálida trajinera.
Yoliztli: TODO LO QUE DEBES SABER
Yoliztli estará disponible el 1, 2, 3, 8, 9 y 10 de noviembre a las 6:30 PM muy cerca del embarcadero de Caltongo. Los boletos cuestan $600 e incluyen el recorrido en trajinera, la cena y toda la experiencia que ya te contamos. (¡Puedes encontrar ofertas si reservas con anticipación!)
Para más información, visita la página de Sabor a Mí, donde además de esta experiencia, puedes disfrutar de recorridos convencionales en trajinera y comida típica en su restaurante.
¡Vive el Día de Muertos de una manera única en Xochimilco!
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