¡Bienvenidos a la ciudad de Nápoles, donde el aroma a masa recién horneada y el sabor de la salsa de tomate se entrelazan en una danza culinaria que ha conquistado corazones en todo el mundo! El Napoli Pizza Village Festival es más que un evento; es una experiencia sensorial que te sumerge en la auténtica pasión napolitana por la pizza.

El festival tiene lugar en Nápoles, Italia, a lo largo del Lungomare Caracciolo, que se transforma en la “pizzería más grande del mundo” durante estos días.

Nápoles, la cuna de la pizza…

Nápoles, la cuna de la pizza, es un laberinto de callejones estrechos y fachadas desgastadas por el tiempo. Aquí, la pizza no es solo comida; es un legado cultural que se ha transmitido de generación en generación.

En cada esquina, encontrarás pequeñas pizzerías con hornos de leña que crepitan y maestros pizzeros que trabajan la masa con reverencia. El Napoli Pizza Village es la culminación de esta tradición centenaria.

La historia de la pizza napolitana se remonta al siglo XVIII, cuando era considerada un alimento para los más humildes. En aquel entonces, la pizza se preparaba en las calles de Nápoles y se vendía a los trabajadores y marineros que buscaban una comida rápida y económica.

La receta era simple: una base de masa, salsa de tomate y queso. Pero fue en 1889 cuando la pizza napolitana recibió un gran impulso gracias a la visita de la reina Margherita de Italia.

Cuentan que la reina quedó encantada con la pizza que probó en Nápoles y le pidió al pizzero Raffaele
Esposito que la preparara especialmente para ella. Así nació la famosa Pizza Margherita, con sus colores representando la bandera italiana: rojo (tomate), blanco (mozzarella) y verde (albahaca).

El Lungomare Caracciolo

El Lungomare Caracciolo, un paseo marítimo que abraza el Golfo de Nápoles, se transforma durante diez días en la “pizzería más grande del mundo”. Imagina una extensión de 30,000 metros cuadrados bordeada por el mar Mediterráneo, con mesas al aire libre y luces que destellan como estrellas.

Aquí, los turistas se mezclan con los lugareños, todos unidos por una pasión común: la pizza.

La Pizza Marinera: En Nápoles, la pizza se prepara aún en la calle, donde también se compra y se come doblada a la mitad. A esta versión se le llama “pizza portafoglio”, que significa “pizza billetera”. Es la opción perfecta para llevar mientras exploras la ciudad.

La Pizza Hawaiana: Aunque no es originaria de Nápoles, la pizza hawaiana con su toque tropical (piña jugosa) ha conquistado paladares en todo el mundo. Es un ejemplo de cómo la pizza se ha convertido en un plato internacional con diferentes versiones.

Todas las pizzerías participantes ofrecen un abanico de opciones. Desde la clásica Pizza Margherita con su trío de ingredientes (tomate, mozzarella y albahaca) hasta creaciones más atrevidas como la Pizza Diavola con su toque picante de salami y aceite de oliva. ¿Te atreverías a probar la Pizza Fritta, una deliciosa masa frita rellena de ricotta y jamón?

Conciertos de jazz en el Napoli Pizza Village Festival

El festival no se trata solo de comer. Los maestros pizzeros realizan acrobacias con la masa, lanzándola al aire como si fuera un ballet. Los conciertos de jazz y las exposiciones de arte añaden un toque bohemio al ambiente. Y si deseas aprender el arte de hacer pizza, únete a los talleres educativos.

El Napoli Pizza Village Festival no solo deleita a los paladares; también impulsa la economía local y promueve el turismo en Nápoles. La ciudad se enorgullece de su título como “Capital Mundial de la Pizza”, y este festival refuerza esa reputación.

Para aprovechar al máximo tu experiencia culinaria en la búsqueda de la pizza perfecta, considera estos consejos esenciales: primero, anticipa las multitudes llegando temprano, lo que te garantizará no solo evitar largas esperas sino también asegurarte un sitio preferencial.

Segundo, sé aventurero con tu paladar y explora diversas pizzerías; la variedad de estilos y sabores es vasta y merece ser descubierta.

Por último, no subestimes el poder de un buen postre: las pizzas dulces, especialmente aquellas con Nutella, ofrecen un cierre sublime para cualquier festín. Siguiendo estos consejos, estás listo para embarcarte en una deliciosa travesía por el mundo de la pizza. #Nuncadejesdecomer!

Prepárate para un festín de sabores y aromas, porque Dallas y más ciudades de Texas está a punto de entrar en el mapa culinario internacional. La prestigiosa Guía Michelin, esa biblia de los gourmets, ha anunciado que incluirá a la ciudad en su edición inaugural para Texas.

La Guía Michelin llega a Texas

La Guía Michelin, conocida por su riguroso sistema de evaluación de restaurantes, ha sido un referente en la gastronomía durante más de 120 años. Con su llegada a Texas, se espera que no solo se reconozcan los restaurantes de alta gama, sino que también se celebre la rica diversidad culinaria del estado.

Texas presume de delicias como la barbacoa al estilo brisket, costillas jugosas, tacos con infinitas combinaciones, frijoles con chile picoso, sándwiches de brisket, y mucho más. Y para los golosos, está el pastel de manzana al estilo Tex-Mex, el pecan praline o el delicioso budín de pan.

De la granja… ¡a la Guía Michelin!

Dallas, junto a otras ciudades como Austin, Fort Worth, Houston y San Antonio, será una de las protagonistas de esta Guía Michelin. En ella se destacarán los restaurantes que reciban las codiciadas estrellas Michelin, aquellos que obtengan el reconocimiento Bib Gourmand y, por supuesto, recomendaciones especiales para que no te pierdas ni un solo detalle.

Más allá de atraer turistas, la Guía Michelin también servirá como un catalizador para que los propios residentes de Dallas redescubran la riqueza culinaria que tienen a su alrededor.

Llegará a finales de año

Los inspectores de la Guía Michelin ya están visitando diversos restaurantes en Dallas, evaluando la calidad y la creatividad de los platos. Se espera que la guía se publique a finales de este año.

La Guía Michelin es considerada el estándar de oro en este ámbito, y su llegada a Texas es un testimonio del crecimiento y la evolución de la escena culinaria en el estado.

#NuncaDejesDeComer

Los Macarrones con Queso, o Mac and Cheese, son un platillo emblemático que ha conquistado los paladares de millones de personas alrededor del mundo, y que, por lo mismo, tienen innumerables versiones y modos de preparación.

De cara al Día de los Macarrones con Queso, que se celebrará el próximo 14 de julio, vale la pena ahondar en esta receta simple pero deliciosa que combina pasta y queso en una armonía perfecta y
que es el deleite tanto de niños como de adultos.

Una receta que se remonta a la Edad Media…

Los primeros indicios de este tipo de combinación de pasta y queso se remontan a la Edad Media en Europa. Los cocineros de la época, especialmente en Italia, experimentaban con pasta fresca y la mezclaban con queso rallado.

Uno de los primeros registros de una receta similar aparece en un libro de cocina medieval italiano llamado “Liber de Coquina”, escrito a finales del siglo XIII, el cual describe una receta que consiste en pasta cocida en agua y mezclada con queso rallado.

Se dice que el platillo llegó a América a través de Thomas Jefferson, quien se enamoró de los macarrones durante su estancia en Europa. Jefferson importó de Italia una máquina para hacer pasta y comenzó a servir macarrones con queso en las cenas que ofrecía en Monticello, su residencia en Virginia.

Así, poco a poco, esta delicia culinaria se popularizó entre la élite americana y fue convirtiéndose en un plato habitual en los hogares estadounidenses.

Para 1937 la compañía Kraft Foods lanzó su versión pre empacada, lo que revolucionó la forma en que las familias preparaban este platillo. El producto se promocionaba como una comida rápida y accesible, especialmente durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, los Macarrones con Queso se convirtieron en un ícono de la gastronomía norteamericana.

¡Te dejamos la receta del Mac and Cheese clásico!

Vas a necesitar…250 g de macarrones, 1 cucharadita de sal, 150 g de queso cheddar, 50 g de parmesano, 400 ml de leche, rebanadas de queso americano de 50 g, 40 g de mantequilla, 50 g de harina común,
2 pizcas de nuez moscada, 1 pizca de pimienta y 1.75 L de agua

1. Añade agua al bol y deja hervir durante 10 minutos a 120°C y velocidad 1.
2. Coloca la cesta de cocción a fuego lento en el bol y agrega los macarrones. Cocina la pasta según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente con la taza medidora insertada durante 12 minutos a 110 °C y velocidad 1. Una vez cocida, retira la cesta de cocción a fuego lento con la espátula y colócala en un bol grande. Escurre la pasta y vacía el bol.
3. Corta el queso cheddar y el parmesano en cubos. Añade el queso cheddar, el parmesano y el americano al bol y ralla el queso durante 10 segundos a velocidad 7.
4. Añade al bol la leche, la mantequilla, la harina, la nuez moscada y la pimienta. Cocina la salsa durante 10 minutos a 110 °C y velocidad 2.
5. Añade los macarrones al bol y mezcla durante 30 segundos a velocidad 2. Retira el vaso medidor y coloca la espátula dentro de la abertura de la tapa para revolver.
6. Sazona al gusto y sirve. ¡Disfruta de tu comida!

Datos que debes saber…

Se dice que el rey Enrique II de Inglaterra disfrutaba de una versión temprana de los Macarrones con Queso, lo que demuestra que este platillo ha tenido un atractivo universal y duradero.

En Estados Unidos, el 14 de julio se celebra el Día Nacional del Mac and Cheese, una fecha dedicada a disfrutar y experimentar con esta comida clásica.

Aunque la versión de EU es la más conocida, muchos países tienen sus propias versiones. En Suiza, por ejemplo, se prepara con papas y queso gruyère; en el Caribe se le añade pimiento y otros condimentos locales; y en México hay numerosas versiones que incluyen distintos tipos de queso y, por supuesto, diversas preparaciones con distintos chiles, para hacerlos cremosos y picantes.

Elige el queso adecuado, pues éste es la clave para un buen Mac and Cheese. Puedes usar una mezcla de quesos para obtener un sabor más complejo. El cheddar es clásico, pero añadir un poco de gruyère
o gouda ahumado puede elevar el plato a otro nivel.

Asegúrate de cocinar la pasta al dente, ya que continuará cocinándose cuando se mezcle con la salsa de queso y se hornee. Esto evitará que los macarrones se vuelvan demasiado blandos. Al mismo tiempo, prepara una salsa de queso cremosa; comienza con una base de roux (mezcla de harina y mantequilla) para espesar la salsa.

Añade leche poco a poco y luego incorpora los quesos rallados. Cocina la salsa lentamente y con cuidado asegura una textura suave y cremosa. Para un acabado perfecto, puedes cubrir el Mac and Cheese con una mezcla de pan rallado y mantequilla antes de hornearlo. Esto le dará una textura crujiente que contrasta deliciosamente con la cremosidad del queso.

Y, finalmente, ¡experimenta! No tengas miedo de añadir otros ingredientes para personalizar tu Mac and Cheese. Tocino, jalapeños, espinacas o incluso langosta pueden transformar este plato clásico en una obra maestra gourmet. #Nuncadejesdecomer!