África
¿Qué hacer en Fez, Marruecos? Tesoro de África
Conoce más sobre esta bella ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad y descubre por qué era necesario reconocer su belleza.
Marruecos cuenta con una fantástica medina o barrio antiguo con edificios y mezquitas principales. Un escaparate de colores, olores y de costumbres milenarias que hacen de Fez, un verdadero rescate del patrimonio marroquí.
Fez, فـاس es la capital del Islam en Marruecos, una de sus cuatro ciudades imperiales junto a Rabat, Marrakech y Meknes. También es una de las mayores ciudades medievales y cuenta una medina antigua que está considerada como la zona peatonal más grande del mundo.
A continuación te platico de algunas atracciones que bien vale la pena experimentar, acompáñame por este viaje por uno de los tesoros de África que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981.
Entra por la puerta Bad Bou Jeloud
La puerta Bad Bou Jeloud o “La puerta Azul” es una preciosa entrada monumental compuesta por tres arcos enchapados en azulejos de tonos azules. Es el acceso más importante a la medina o barrio antiguo, te aseguro que después de atravesarla las sorpresas serán muy visuales.
Deja los mapas a un lado y disfruta de caminar mientras admiras sus angostas calles ideales para perderse una y otra vez.
Pronto descubrirás que regresas al mismo punto varias veces aunque intentes girar hacia el sentido contrario.
En este laberinto encontrarás la Mezquita Al Karaouine, la cual fue construida en el año 859, admírala ya que es uno de los mayores complejos arquitectónicos de Fez, aunque no está permitido entrar, podrás husmear desde su puerta.
Confía en Fez y déjate guiar
Aunque esto no lo recomiendo en ninguna otra ciudad de Marruecos, yo lo hice y no me arrepiento de nada, es más me alegro haberlo hecho.
Entramos a una pequeña calle, delante nuestro iba un grupo de turistas que cuando giré la cabeza ya no estaban más, miré alrededor y no había ninguna tienda, restaurante o lugar al que se hayan metido.
Simplemente parece que se los comió la tierra, de pronto un señor nos dijo en francés que lo siguiéramos y aunque me daba un poco de temor, confié y me dejé guiar.
Después de subir muchos peldaños angostos llegamos a una tienda súper surtida de cuero, para entonces un olor extraño nos empezó a embargar, fue cuando un joven nos alcanzó una hojita de menta, misma que recibimos y nos hizo oler.
De repente el señor mayor nos llamaba para que nos acercáramos a una especie de baranda, de pronto… una explosión de colores brilló frente a mis ojos, estábamos frente a la curtiduría de Chouwara, la más extensa y conocida de las cuatro curtidurías tradicionales que continúan con vida.
¡Hora de las compras!
Es momento de comprar, esta ciudad marroquí no se le compara a Marrakech, en donde me sentía invadida por los vendedores sólo por cruzar sus miradas, en Fez es distinto.
Pude comprar varias cosas para mi familia y para mí, sin tener una estampida de mercaderes hablándome a todo motor. Incluso me pude probar blusas o ver qué cartera de la curtiduría me gustaba más
En Fez eres más libre y podrás fotografiar todo lo que te llame la atención, no como en Marrakech donde me querían cobrar por todo.
Quizás te encuentras con algún viejito mal humorado, pero en general, la gente es amable y podrás sacar fotos con más tranquilidad.
Uno de mis lugares favoritos fue en la Plaza Seffarine. Ubicada en el corazón de la medina, ahí se conserva uno de los oficios más antiguos de Fez.
El de los caldereros artesanos que se dedican a trabajar el cobre, te percatarás de su presencia incluso antes de llegar a este lugar debido al sonido que emiten al trabajar las piezas.
Si tienes oportunidad de visitar Marruecos te recomiendo que te es una vuelta por Fez, de donde te llevarás una tradicional y colorida imagen con lo mejor de este país y se quedará con un pedazo de tu corazón. #Nuncadejesdeviajar.
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África
MADABA, la ciudad que cuenta la HISTORIA con MOSAICOS
El Medio Oriente está lleno de maravillas, y una de ellas es Jordania. Este país árabe no deja de sorprendernos con sus cientos de antecedentes históricos… y uno de ellos es Madaba…
Madaba es una pequeña ciudad de Jordania, reconocida mundialmente por sus mosaicos bizantinos; estos se extienden por todo el perímetro de la zona, y en ellos se narra gran parte de la historia cristiana. Esto provocó que Madaba recibiera el sobrenombre de la Ciudad de los Mosaicos.
Al contrario de lo que muchos piensan, la pequeñez de Madaba no es un impedimento para conservar a toda su cultura; al contrario, ayuda a que su historia se concentre de mejor manera, y además hace que recorrerla resulte más cómodo y sencillo.
En Madaba existen muchos lugares que visitar; no obstante, tiene a sus principales:
Parque Arqueológico de MADABA
Iniciemos con el platillo principal… el parque arqueológico de Madaba es un espacio que preserva estructuras antiguas de lo que antes fue la calzada romana. Al igual, es recinto de varias iglesias bizantinas, como la Sala de Hipólito, que tiene mosaicos en el suelo que narran la tragedia de Hipólito.
O la Iglesia del Profeta Elías, que es la primera iglesia descubierta en Madaba, y que fue construida sobre un templo romano en el siglo VI.
Iglesia de SAN JUAN DECAPITADO
Esta iglesia es una de las más antiguas del reino. Está construida en su totalidad por piedra, y cuenta con una plataforma que ofrece vistas a toda la ciudad de Madaba. A pesar de no ser uno de los sitios turísticos por excelencia, estamos seguros de que debería serlo, y he aquí las razones:
En su sótano, cuenta con un pozo de la época Moab, que ha estado en funcionamiento por más de 3000 años. Cuenta con una pequeña sala que funge como museo para mostrar reliquias y grabados de la región. Además, aquí es donde se encuentra la cueva en donde fue decapitado Juan Bautista…
La Iglesia de lo MARTIRES
Esta es, sin duda, una de las iglesias más famosas de Madaba, y la razón es muy sencilla: alberga un impresionante suelo de mosaico que representa escenas de cacería. Además, aquí se aloja el famoso mapa de tierra santa más antiguo del mundo. Fabricado obviamente en mosaico.
Para desgracia de todos, en la actualidad, queda menos de un tercio del mapa original, pero sin duda, aún es algo que vale la pena de ver.
Gastronomía llena de VIDA
La gastronomía en Madaba suele ser sencilla, pero por demás exquisita. Aquí, muchos de los platillos se basan en hierbas, semillas y vegetales. Nos encontramos con platos como el mensaf, un plato de cordero, arroz, piñones y yogurt.
O el maámoul, una galletita horneada que se sirve en las mañanas de ayuno del día Eid, y que se acompaña con café.
Madaba es un espacio digno de visitar y recordar. Su basta historia religiosa y sus espacios abiertos llenos de cultura son algo que se tiene que vivir al menos una vez en la vida.
#NuncaDejesDeViajar
África
Genna: La navidad en Etiopía
Con esta celebración vas a poder festejar la Navidad ¡DOS VECES!
Sabemos que hay muchos viajeros amantes de las fiestas decembrinas. Aunque estemos cerca del verano (y haga mucho calor), muchos de nosotros ya contamos los días para que vuelva a ser Navidad: arbolito, regalos, cena con la familia, piñatas, ponche… ¡no podemos esperar!
Para los amantes de esta celebración hay la posibilidad de festejar Navidad dos veces. Sí, así como lo leíste. Hoy te queremos contar de Genna, que es la Navidad en Etiopía, ¿y por qué la celebraríamos dos veces? Bueno, ¡pues quédate para saberlo!
Genna: La Navidad de Etiopía… ¿el 7 de Enero?
Lo que hace única a esta celebración no es solo su forma de festejo, sino también el hecho de que la fecha en que conmemoran la Navidad es distinta a la cultura occidental. Genna se celebra el 7 de enero en Etiopía. Esto se debe a que Etiopía sigue el calendario juliano, un calendario más antiguo que el gregoriano que usamos en gran parte del mundo.
Cabe mencionar que el calendario etíope tiene 13 meses (12 meses de 30 días cada uno y un mes más de 5 o 6 días, dependiendo de si el año es bisiesto).
Ceremonias
En la víspera de Genna, todos los adultos de Etiopía practican un ayuno que dura todo el día. Al amanecer del día siguiente, las personas se visten de blanco, usando un vestido tradicional shamma, formado por una tela de algodón blanco con rayas de colores brillantes en los extremos y se usa como un manto.
Participan en una ceremonia que se lleva a cabo tanto en antiguas iglesias esculpidas en rocas volcánicas como en iglesias modernas, cuyo diseño consta de tres círculos concéntricos. Esta ceremonia marca el inicio de las festividades.
¿Hay regalos y cena como en la Navidad?
En la Navidad etíope no está generalizada la costumbre de intercambiar regalos; los niños a veces reciben cosas simples, como prendas de ropa. Lo más reconfortante es reunirse en familia y compartir su comida tradicional.
En Genna, las personas comparten su comida tradicional de Etiopía, que consta de un estofado de carne, generalmente cordero, vegetales y algunas veces huevos, llamado wat que se come con injera (pan plano y esponjoso, que no solo sirve de acompañamiento para otros alimentos, también puede ser utilizado como plato). Beben tella, cerveza casera preparada base de maíz o cebada, y tej, vino de miel.
Timkat: La continuación del festejo
La celebración no termina con la Navidad. 12 días después de Genna, el 19 de enero, la gente de Etiopía festeja el Timkat, que conmemora el bautismo de Jesucristo y es un evento muy festivo gracias a los instrumentos usados por este pueblo africano. Los sacerdotes se leen en los cuatro puntos cardinales, mientras flotan tres velas que representan la Trinidad. Luego, el sacerdote bendice el agua sumergiendo tres veces una cruz de mano.
Durante dos horas, varias docenas de embarcaciones rodean las “tabot” (tablas de piedra donde contienen los diez mandamientos), cantando y aplaudiendo. Posteriormente, los religiosos regresan a la orilla y son recibidos en una procesión festiva de cantos, tambores, campanas y cuernos.
Celebra Navidad DOS VECES AL AÑO
Mientras el resto del mundo se apresura a olvidar la Navidad después del 25 de diciembre, los etíopes saben cómo hacer que la magia dure. El Genna es un recordatorio de que la alegría navideña puede y debe extenderse durante todo el año. ¡Así que sigue celebrando, etíopes y amigos de Etiopía, y no dejes que el espíritu navideño se desvanezca!
#NuncaDejesDeViajar
África
Basbousa, un postre de Medio Oriente
¡Prueba este pastel milenario traído desde tierras egipcias!
La Basbousa, también conocido como Revani o Namura, es uno de los postres más típicos de Egipto. Este consiste en un pastel de sémola (un tipo de harina gruesa), coco y almíbar.
Y te estarás preguntando “¿solo eso?”, ¡claro que sí! Con la basbousa nos queda claro que menos es más. Este postre es el claro ejemplo de que con ingredientes simples y sobre todo una fácil preparación, podemos crear algo riquísimo.
Basbousa: un pastel egipcio
La basbousa tiene sus orígenes en los revani de la cocina turca, un pastel clásico de la época del Imperio Otomano. El revani nació para celebrar la victoria del Imperio Otomano en la Batalla de Mohács en 1526.
Con el tiempo, la receta del revani se extendió a otras áreas del Imperio Otomano, incluido Egipto, donde se adaptó para convertirse en la basbousa que conocemos hoy en día.
Este riquísimo postre se corta en forma de diamante o rectángulo, y a menudo se decora con almendras. ¡Cada mordida es una sensación dulce que se deshace en tu boca!
Nosotros encontramos una manera deliciosa de preparar este postre egipcio, con un toque más acaramelado y adornado que seguro te va a encantar. Aquí te dejamos la receta.
Ingredientes
Para la masa:
- 500 gr de sémola
- 500 gr de yogur natural
- 2 cucharadas soperas de harina de trigo
- 2 cucharadas soperas de coco rallado
- Esencia de vainilla
- 1 cucharadita de esencia de rosas o azahar
- 150 gr de azúcar
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 150 ml de aceite vegetal o mantequilla derretida
- Almendras peladas y enteras
Para el almíbar:
- 150 gr de azúcar
- 100 ml de agua
- Zumo de 1 limón
- 1 cucharadita de esencia de rosas o azahar
Preparación
- Para el almíbar, colocar todos los ingredientes en un cazo y llevar a fuego moderado. Cocinar durante cinco minutos y retirar del fuego. Aromatizar con la esencia elegida.
- Precalentar el horno a temperatura moderada durante 15 minutos.
- Revolver la harina con la sémola y el bicarbonato.
- Colocar en un recipiente.
- Agregar el azúcar, el yogur y aromatizar con esencia de vainilla y de azahar o rosas.
- Integrar.
- Echar también el coco rallado y el aceite o mantequilla derretida; continuar batiendo hasta obtener una crema homogénea.
- Engrasar y enharinar un molde rectangular.
- Vierte la crema allí, emparejando la superficie con la espátula. Decorar con las almendras espaciadas entre sí.
- Hornear durante 30 a 35 minutos. Introducir un palillo en el centro para saber si está listo.
- Retirar del horno y bañar con el almíbar caliente.
- Por último, debes dejar enfriar, desmoldar y cortar la basbousa en diamantes. Y listo, así de fácil, podrás servir este increíble postre.
Si eres amante de los postres dulces y remojados, la Basbousa te va a encantar. Además, estarás probando un pastel milenario, ¡traído desde tierras egipcias!
Y recuerda…
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