CDMX
Calle Motolinía, la personalidad del Centro Histórico
Date la vuelta por tan solo una de las calles más emblemáticas del Centro Histórico de la CDMX
Continuando nuestro recorrido por las calles de la Ciudad de México te presentamos ahora un pedacito peatonal del bello Centro Histórico: Motolinía
Antes de ser conocida como “la calle de las ópticas” esta vía fue un famoso callejón dividido en dos pasillos o pasajes: el de “Santa Clara” y el del “Espíritu Santo”, eran conocidos por tener tiendas y locales de productos ortopédicos y medicinales.
Hoy en día varios comercios siguen con ese giro y siguen vigentes desde finales del periodo del Porfiriato, ¡hace unos cien años!
¿Por donde Empezar en Motolinia?
Saliendo de la estacion de metro “Allende” empieza la aventura, podrás escuchar a decenas de personas ofreciéndote lentes a muy bajo costo.
Estas clínicas se han instalado en diversos edificios de arquitectura colonial como el “Edificio Cobos” cuya decoración es tezontle rojo (piedra volcánica que se utilizó al destruir templos prehispanicos aztecas).
Frente a este edificio debes prestar atención a otro que te llamará la atención por las sillas de herrería que están incrustadas en sus paredes y en cuyo acceso tiene un pequeño arcángel que parece vigilar la entrada.
Si alzas la mirada los estilos arquitectónicos son muy eclécticos. La construcción que se lleva las palmas es el “Edificio París”, compartido con la calle 5 de Mayo, es una obra porfiriana con detalles hermosos.
Sigue caminando y encontrarás personajes urbanos como estatuas vivientes, grupos de música y masajistas que dan terapia en plena calle.
Movimiento urbano y la calle Motolinía
Aquí ya estarás sumergido en el arte y movimiento urbano; A ese paso y entre la gente, el apetito empieza aparecer y los aromas también.
La oferta gastronómica es amplia, puedes encontrar comida china, tacos y antojitos mexicanos en loncherías tradicionales.
Si te gusta el ambiente popular, debes entrar a las diferentes cantinas que se encuentran aquí.
Detente en la esquina de Madero y Motolinía para ver de cerca dos detalles sorprendentes: En un centro joyero se encuentra empotrado una cabeza de león antiquísima.
En contra esquina, verás un disco mexica muy pequeño que se camuflajea con el muro. Descubre parte del pasado y de la historia que se esconde en esos muros.
En la esquina con 16 de Septiembre también hay vestigios prehispánicos, esta vez en algunos nichos de las paredes del “Hotel Lafayette”
Esas figuras resaltan cuando la luz del sol al atardecer ilumina este edificio y puedas observar estos bellos detalles del pasado.
Vida nocturna en Motolinia
La vida nocturna en esta arteria citadina es muy llamativa, desde las “chelas”, en otros bares, hasta conciertos de bandas independientes y sesiones de música electrónica en el famoso “Pasagüero”.
A nuestra consideración, el espacio que debes visitar obligadamente en Motolinía es sin duda un secreto que solo por las noches se enciende de rojo.
“El Zinko Jazz Club”. Este centro de espectáculos está en lo que fueran las bóvedas del Banco Mexicano.
Hoy los cerrajes han sido sustituidos por telones y mesas que regalan una atmosfera íntima en donde se disfruta de una buena copa de vino, platillos y excelente música.
Como te hemos dicho en muchas ocasiones, esta ciudad respira sabores, comparte experiencias y recibe a los caminantes que quieren descubrir cada escondite de sus calles.
Motolinía es un encuentro con el pasado, el movimiento urbano, un escenario y un rincón de México con mucha personalidad.
Más allá de su imponente arquitectura y el relato histórico que guarda, el Monumento a la Revolución es hogar de uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
Historia y arquitectura
Inaugurado en 1938, el Monumento a la Revolución fue diseñado originalmente como un Palacio Legislativo, pero los planes cambiaron tras el estallido de la Revolución Mexicana.
Su estructura art déco es una obra maestra, y subir al mirador también ofrece la oportunidad de descubrir los secretos de su construcción mientras se admira su inmensa cúpula de cobre, una de las más grandes del mundo.
Una experiencia elevada
El mirador, situado a 65 metros de altura, te ofrece una panorámica de 360 grados que abarca desde los rascacielos de Reforma hasta las montañas que rodean el Valle de México.
Subir hasta este punto es una experiencia única, ya que el recorrido incluye el uso de un elevador de cristal que atraviesa el corazón del monumento, permitiendo admirar los detalles arquitectónicos de cerca.
Desde el mirador, es posible disfrutar de espectaculares amaneceres, atardeceres de ensueño y una visión nocturna iluminada por las luces de la ciudad.
Ubicación
El Monumento a la Revolución está ubicado en la Plaza de la República, en la colonia Tabacalera, a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes.
Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida ideal para explorar otras atracciones cercanas, como el Museo Nacional de la Revolución, el Centro Histórico, y los múltiples restaurantes y cafés que rodean la zona.
La ubicación es fácilmente accesible:
Metro: Línea 2, estación Revolución.
Metrobús: Línea 1, estación Plaza de la República.
Horarios y costos
Lunes a jueves: 12:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Viernes y sábado: 12:00 a 22:00 horas (último acceso a las 21:30).
Domingo: 10:00 a 20:00 horas (último acceso a las 19:30).
Los costos varían, pues en la página oficial del Monumento a la Revolución cuenta con paquetes, para que puedas elegir libremente la opción que más te agrade.
#NuncaDejesDeViajar
Campeche
EDMUNDO RODRÍGUEZ, el héroe ANÓNIMO de la arquitectura mexicana
Si vives o viviste en la Ciudad de México, seguramente recuerdes o hayas visto alguna vez las bancas de Edmundo Rodríguez: enormes y pesadas piezas de concreto que, al día de hoy, aún se mantienen en pie en algunos espacios públicos de la ciudad.
Durante la década de 1970 en el Distrito Federal —ahora conocido como Ciudad de México—, se realizó un ambicioso programa de remodelación urbana, que consistía en embellecer y restaurar los espacios públicos de la ciudad. Para realizar esta dura tarea, se designó a un arquitecto, quien sería el encargado de diseñar el mobiliario urbano y de los espacios restaurados. Su nombre: Edmundo Rodríguez Saldívar, un joven arquitecto que se encuentra ausente en la historia de la arquitectura mexicana.
Edmundo Rodríguez y su huella en la CIUDAD
Como mencionamos antes, Edmundo Rodríguez es un nombre desconocido para muchos historiadores del arte y la arquitectura. Esto tiene que ver con que, a pesar de que ayudo y colaboro con arquitectos de renombre antes de terminar su licenciatura, dejó de ejercer casi a principios de 1980, para dedicarse, a lo que se piensa, fue el arte, convirtiéndose en un arquitecto olvidado.
Sin embargo, su trabajo no pasa del todo desapercibido. En el México de 1970, el arte contemporáneo y la arquitectura brutalista ganaron gran popularidad, y Edmundo Rodríguez supo utilizar esta inquietud.
Teniendo gran preferencia por la prefabricación y comodidad, Edmundo Rodríguez intervino con diseños de muebles de concreto en gran parte de las ciudades de México, destacándose por realizar bancas y juegos infantiles con un estilo que emanaba durabilidad, solidez, estandarización y neutralidad.
Como ejemplos, están las bancas y jardineras de la Plaza Concepción Cuepopan, las bancas campechanas en Campeche Nuevo, o las reconocidas bancas en el Parque Salesiano.
Un antiguo México VANGUARDISTA
Todos los diseños de Edmundo se muestran eficaces para solucionar problemas de mantenimiento, ergonomía y durabilidad, considerándose en ese entonces como vanguardistas y modernos, dependiendo del lugar donde se colocaron. Además, su realización era sencilla: consistía en moldes que eran llenados de concreto.
Claro que antes de retirarse, Edmundo Rodríguez participó en otras grandes obras, como el diseño del Deportivo Guelatao o el Deportivo Plateros. No obstante, su trabajo y obra en las bancas de los parques y jardines cambiaron para siempre la perspectiva de los espacios públicos, convirtiéndolos en lugares seguros, de descanso y encuentro dentro de la memoria colectiva.
Si visitas la CDMX y logras encontrar una de las bancas de Edmundo Rodríguez, no dudes en tomarte una foto con ellas. Y recuerda:
#NuncaDejesDeViajar
Asia
DÍA NACIONAL DEL LIBRO: celebra con LIBROS PROHIBIDOS
Este 12 de noviembre, México celebra el Día Nacional del Libro, celebrando a esas piezas de papel que han sido fundamentales en el desarrollo del mundo.
En 1979, México nombro el 12 de noviembre como el Día Nacional del Libro, esto para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz: una de las escritoras más influyentes del país. Y es que, se lea desde donde se lea, el libro ha sido uno de los instrumentos de transmisión más importantes para México.
Ya sea por conocimiento, cultura o entretenimiento, si existe, seguramente salió de un libro. Es por eso que, para que celebres este día, te presentamos 3 libros que fueron prohibidos y censurados en México.
Historia FILOSÓFICA y POLÍTICA de las Indias – THOMAS RAYNALD
Publicada en 1770, esta enciclopedia consiste en un compilado de ensayos e información sobre el comercio de los imperios de la época. Aquí se habla de la expansión y las fuentes de riqueza de las antiguas ciudades. Como resultado, fue prohibido en México por la Santa Inquisición, ya que reveló información clasificada de las élites, como su uso de esclavitud o explotación de materias primas.
Siendo básicamente un manual para volverse rico en el siglo XVIII, esta enciclopedia debe estar en tu lista de lectura del Día Nacional del Libro.
TOMOCHIC – HERIBERTO FRÍAS
Continuando con la celebración del Día Nacional del Libro, nos encontramos con Temochic, una novela escrita en 1893 por el militar Heriberto Frías, donde se relata la represión, violencia e injusticias que se vivieron durante el porfiriato en la Guerra Civil de Tomochic: un pueblo en Chihuahua que fue devastado por la milicia gubernamental al no contar con la “imagen progresista” que buscaba Porfirio Díaz. Si bien este libro no fue oficialmente censurado, sí tuvo consecuencias graves, como la limitada difusión y represalias para el autor.
Los HIJOS de SÁNCHEZ – OSCAR LEWIS
Los Hijos de Sánchez es un libro publicado en 1961 que retrata y analiza -a partir de notas- la vida de una familia marginada de los años 50’s. Aquí, conocerás a Jesús Sánchez y sus cuatro hijos, y todos los retos que viven día a día para lograr sobrevivir. Sin embargo, en 1965 el licenciado Luis Castaño Morlet condenó la obra como obscena y denigrante para el México, y levantó una denuncia formal para su prohibición. Afortunadamente dicha denuncia no prosperó, pero sí que generó mala fama y poca difusión de la obra.
Algo rebelde para el Día Nacional del Libro… ¿no crees?
Día Nacional Del Libro
En la actualidad, México ha mantenido una expresión y difusión abierta en cuanto a libros nos referimos, logrando que la cultura y los saberes lleguen a todo el largo y ancho del país.
Disfruta y celebra tus párrafos favoritos este Día Nacional del Libro.
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