Desde el lejano 2016, la casa de Jaime Maussan había hecho voltear a más de uno, que con su extraña arquitectura emanaba un estilo rural que coqueteaba con lo conspiranoico. Pues bien… si desde ese momento te habías quedado con las ganas de cruzar sus puertas, ahora es posible, ya que recientemente, Jaime ha colocado su casa como un alojamiento en Airbnb.

Un recinto EXTRATERRESTRE en el Desierto de los Leones

La casa del famoso periodista se ubica en uno de los desiertos más sofisticados de la ciudad: el Desierto de los Leones. Fue construida, en su totalidad, de forma orgánica, aprovechando la madera y tierra del lugar. ¿Su arquitecto? Guillermo Silíceo (o “Don Memo” para los amigos), fue el encargado de diseñar y edificar esta extraña obra, que cuenta con tres recamaras, estancias, sala de meditación, observatorio, cocina, terraza y jardines que se extienden a lo largo del denso bosque, bautizándola así como “La Casa del Árbol”.

¡Y nadie hace NADA!

Sí, sí, demasiada información, pero… ¿qué hay del Airbnb? Bueno… entremos en detalles. Para celebrar la primera noche de la Semana del Espacio, que irá del 4 al 10 de octubre, Maussan abrirá las puertas de su casa a 2 afortunados, para que vivan (como él dice) “una experiencia fuera de este mundo”. Entre sus amenidades, encontramos tres puntos a destacar:

1. Podrás recorrer el bunker del famoso ufólogo, donde hay una gran recopilación de pruebas y hallazgos extraterrestres, todos coleccionados por el mismo.

2. Disfrutarás una vista única del cielo a través del observatorio de la casa, donde podrás profundizar en las verdades que se esconden en los rincones más oscuros del cosmos (sí, todo eso).

3. Y como la joya de tu estancia, podrás disfrutar de una comida preparada de las manos del asombroso y único Jaime Maussan, mientras te regocijas de una amena plática con él mismo en persona, que incluye conspiraciones, alienígenas, reptilianos y verdades ocultas.

La fecha para poder reservar comienza el 25 de septiembre, así que aún tienes tiempo de preparar tu maleta… y un gorro de aluminio no estaría de más, porque se espera que tu alojamiento aquí sea totalmente extraterrestre.

#NuncaDejesDeViajar

Ubicado en la prestigiosa Avenida Presidente Masaryk, Las Alcobas es un hotel boutique que combina elegancia y confort en una de las zonas más exclusivas de la capital mexicana.

Este hotel de cinco estrellas, con solo 35 habitaciones, destaca por su diseño a cargo de la firma internacional Yabu Pushelberg, quienes han logrado crear un espacio que se siente como un hogar privado, pero con las comodidades y el lujo que uno espera en un alojamiento de este nivel.

En un entorno tan sofisticado como Polanco, rodeado de las mejores tiendas de moda, galerías de arte y restaurantes, Las Alcobas se presenta como un refugio ideal para quienes buscan descanso y exclusividad en medio de la ciudad.

Habitaciones únicas con un toque personal

Cada una de las habitaciones de Las Alcobas ha sido meticulosamente diseñada, cuidando hasta el último detalle para que los huéspedes se sientan envueltos en un ambiente íntimo y acogedor. Los espacios cuentan con mobiliario moderno, acabados en madera, y colores neutros. Algunas habitaciones cuentan con terrazas que ofrecen vistas a las arboladas calles de Polanco, permitiendo disfrutar de la calma mientras se observa la ciudad.

El servicio es uno de los elementos más destacados de este hotel. Con un equipo siempre dispuesto a atender cualquier necesidad, el trato personalizado es lo que hace que cada estancia se sienta especial. Este enfoque exclusivo permite que los huéspedes disfruten de un ambiente relajado, sin la sensación de estar en un hotel convencional.

Renace en Aurora Spa

Dentro de Las Alcobas, se encuentra el Aurora Spa. Aquí, se ofrecen tratamientos inspirados en técnicas tradicionales y con ingredientes locales que buscan revitalizar el cuerpo y la mente. Uno de los más recomendados es el masaje de tejido profundo con romero, ideal para aliviar la tensión muscular y recuperar la sensación de bienestar. El spa también ofrece un bar de exfoliantes, donde los visitantes pueden elegir entre diferentes texturas y aromas.

La cocina de temporada de Anatol

El restaurante Anatol, ubicado dentro de Las Alcobas, es un destino culinario que ofrece un menú inspirado en ingredientes locales, bajo una filosofía de cocina fresca y contemporánea.

Uno de los platillos más destacados para esta temporada es el Aguachile de Shimeji, una mezcla refrescante de papaya y mango encurtidos, pepino y chile serrano, todo bañado en jugo de limón y aceite de habanero. La combinación de sabores es una representación perfecta de la cocina del chef Rodrigo del Valle, quien logra fusionar influencias mexicanas con toques internacionales de manera equilibrada.

Las Alcobas te abre las puertas de la CDMX

Una de las ventajas de hospedarse en Las Alcobas es la posibilidad de disfrutar de recorridos personalizados por la Ciudad de México, gracias al equipo de conserjería Clefs d’Or. Ya sea para visitar los principales museos, explorar barrios históricos o incluso realizar un recorrido en globo sobre las pirámides de Teotihuacán, el hotel organiza cada detalle para que los huéspedes puedan conocer lo mejor de la ciudad de manera cómoda y exclusiva.

Las Alcobas es un hotel boutique de lujo que ofrece un refugio perfecto para desconectar y disfrutar de tranquilidad sin salir de la ciudad. Con su servicio atento, espacios cuidadosamente diseñados y una ubicación privilegiada, este hotel boutique es un rincón de serenidad en medio de la gran metrópoli.

#NuncaDejesDeViajar

En el año de 1882, el empresario Josef Seiler construyó una pequeña posada en una de las curvas más cerradas de la nueva carretera del Puerto de Furka, sobre los Alpes Suizos. La posición del lugar era tan exacta que permitía una vista panorámica del Glaciar de Ródano que se encontraba unos pocos metros, y que era una de las mayores atracciones visuales de Suiza.

Con el paso del tiempo, la carretera comenzó a ser más transitada, obligando a Josef Seiler a expandir en múltiples ocasiones la posada, hasta que en 1907 se convirtió en el Hotel Balvedere. Con la capacidad de alojar a más de 90 personas, el hotel rápidamente se convirtió en un establecimiento de lujo, donde solo gente de la más alta sociedad se podía hospedar.

Hotel Balvedere: Todo lo que sube, tiene que bajar…

Sí, el Hotel Balvedere tuvo grandes momentos de gloria, sin embargo, su declive fue rápido. Después de la Segunda Guerra Mundial, y tras la popularización del auto privado, cruzar la carretera del Puerto Furka era cosa de un día o una noche, por lo que detenerse a descansar ya no era necesario, haciendo que el hotel perdiera, de forma gradual, huéspedes.

En 1964, y gracias a su aparición en la película “007 contra Goldfinger”, el Balvedere parecía volver a su viejo auge; pero no fue suficiente, ya que para los años 70´s, y gracias al cambio climático, el Glaciar Ródano, su principal atractivo, se había desplazado a más de un kilómetro de la carretera.

Su ausencia gradual de huéspedes obligó al Balvedere a cerrar sus puertas en el año de 1980. Ese mismo año, el edificio fue comprado por el Consejo de Estado del cantón de Valais, con la idea de construir ahí una presa, que afortunadamente nunca se llevó a cabo.

El último rescate del Hotel Balvedere

Ocho años después, hasta 1988, Philipp y Rosmarie Carlen, una pareja de abogados, compraron y restauraron el Hotel Balvedere. Durante dos años, la pareja se encargó de restaurar el lugar los fines de semana, hasta que, en 1990 abrieron sus puertas.

Sin embargo, el lugar comenzó a recibir huéspedes que los Carlen no tenían previstos: excursionistas, ciclistas, transeúntes… personas que en los momentos de gloria no podían ni siquiera pararse en la entrada. Al ser un hotel de lujo, y con una temporada de 5 meses, tampoco existían trabajadores comprometidos. Muchos chefs preferían abandonar el lugar; algunos a mitad de la noche, obligando a la pareja a cocinar y realizar todo el trabajo del hotel ellos mismos, negándose a dejarlo morir a pesar de que no dependían de los ingresos del hotel.

La caída del Belvedere

Durante el 2010, y gracias a la popularidad que ganó el Balvedere a través de Instagram, los Carlen pensaron que su trabajo había rendido frutos; pero no fue así. Intentaron alquilar nuevamente el hotel, pero los inquilinos les fallaban cada vez. Fue así como, el duro esfuerzo, el trabajo y el cansancio terminó por romper el matrimonio de los Carlens en el 2015, y consecutivamente, el hotel volvió a cerrar sus puertas en el año 2016, esta vez con gran seguridad de que no volverá a abrirse.

Hasta ese momento, el mítico hotel Balvedere se ganó una fama de mala suerte. Cada que se intentaba doblar la esquina, los autos terminaban chocándose en sus paredes de ladrillo, y sus múltiples intentos de abrirlo solo terminaban en ruina. Ahora, el hotel está completamente abandonado. Sus ventanas están tapiadas para evitar la entrada de ocupantes ilegales o saqueadores. Y a pesar de todo, este majestuoso edificio, que lleva levantado más de 140 años, y que en sus tiempos alojo a grandes celebridades, ahora solo sirve para tomar fotos.

#NuncaDejesDeViajar