¿Alguna vez te ha pasado que vas a un lugar y terminas en otro por ir pensando en la inmortalidad del cangrejo? Fue más o menos lo que les pasó a los pasajeros de AirAsia, quienes partieron con destino a Malasia, pero por un error del piloto ¡volaron hacia Melbourne!
Si te preguntas cómo alguien se equivoca 11,000 kilómetros de su destino original, pues no eres el único, también se lo cuestionaron las autoridades australianas.
Pero después de una larga investigación, digna de James Bond, se dieron cuenta que el vuelo 223 estaba programado para llegar a Kuala Lumpur el 10 de marzo de 2015 en lugar del 6 de septiembre de 2016.
¡Se dieron cuenta hasta que despego!
El piloto tecleo erróneamente la orientación de la aeronave, lo que causó un problema en el sistema de navegación.
Sin embargo, los pilotos no se dieron cuenta de la falla hasta después de que la aeronave despegó y comenzó a rastrear en la dirección equivocada, según el informe de la Oficina Australiana de Seguridad del Transporte (ATSB).
El A330 no estaba equipado con un sistema de gestión de vuelo actualizado, lo que hubiera evitado el desvió.
Una vez que la tripulación se percató del incidente, solicitó un aterrizaje visual en Sídney bajo la sospecha de que sus sistemas habían sido comprometidos.
Desafortunadamente las condiciones climáticas no eran las apropiadas por lo que el avión fue desviado al aeropuerto de Melbourne. Finalmente el avión aterrizó sin problemas en Melbourne, a 6,322 kilómetros de distancia de su destino previsto.
Piden capacitaciones para evitar estos problemas
Por suerte el percance no pasó a mayores, pero las autoridades aeronáuticas de Australia exhortaron a las compañías aéreas “para actualizar su equipo de forma regular lo que ayudaría a mitigar los errores humanos. “
Después de niño ahogado, AirAsia se comprometió a mejorar sus procedimientos de entrenamiento para todos sus pilotos.
Tras tres horas en el área de mantenimiento de Melbourne no se encontraron mayores defectos, por lo que el avión partió hacia Kuala Lumpur con el mismo piloto y la tripulación de la cabina.
Son errores que pueden pasar, todos somos humanos, y no por esto vas a dejar de volar, pero sobre todo recuerda #NuncaDejesdeViajar.