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Zirita al rescate de la Cocina Tradicional Michoacana

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Aprender recetas prehispánicas ya no es algo imposible. Imagina conocer la receta de las corundas, del mole de queso, atole de tamarindo y muchas más. Seguro tu cocina no será la misma después de conocer Zirita.

El momento de compartir la mesa en un viaje es toda una tradición, pero el momento de compartir la cocina  se convierte en toda una experiencia cuando alguien te abre las puertas de su casa y te invita a cocinar.

La gran idea de compartir los secretos culinarios se ha formado por generaciones de mujeres michoacanas dentro del núcleo familiar y éstas a su vez ponen en práctica los conocimientos en su laboratorio para después dejarlos como herencia.

Michoacán, tierra de gastronomía mundialmente reconocida. Foto por Ricardo.

Cocina Michoacana, reconocida por la UNESCO

Esto ha sido motivo suficiente para que la UNESCO declarara a la cocina tradicional Michoacana como Patrimonio Intangible de la Humanidad.

Salsas y moles, bebidas frescas, asados de carnes y mariscos; panes, dulces artesanales y alguna que otra fritanga, son sólo algunos de los platos básicos que una michoacana debe saber al casarse.

De hecho, las niñas pequeñas comienzan esta labor con sus abuelas, quienes les enseñan el momento preciso de cargar la cubeta para hacer el nixtamal, las hierbas para ciertos platillos y la forma exacta de hacer una fina tortilla en el comal.

Tortillas de comal. Foto por Surizar.

Las comunidades indígenas purépechas de Michoacán tienen grandes secretos guardados por cientos de años que hoy se empiezan a compartir, un ejemplo de ellos es el taller zirita.

Y no es que se trate de un secreto celoso, de cierta forma cuando realizamos un viaje lo único que hacemos es sentarnos a la mesa a degustar los platillos tradicionales del lugar.

El tema es que nadie preguntó a las cocineras si estaban dispuestas a compartir sus habilidades y conocimientos con extraños visitantes.

Comunidad purépecha. Foto por Secretaría de Cultura.

¡Claro que ellas están dispuestas! Por algo México y en especial Michoacán es un estado reconocido por su amabilidad.

La creación de Zirita

Pero ahora existe una iniciativa, que cambia el rumbo de hacer un viaje gastronómico.

Aquel en donde nos convertirnos en sujetos activos para cocinar de manera tradicional junto a las mujeres que tienen todo ese conocimiento de recetas indígenas y coloniales, desde hace más de 400 años.

Mercado Michoacano. Foto Archivo.

El taller zirita consiste en un curso  de cocina tradicional Michoacana en donde los visitantes que llegan a Morelia pueden vivir la experiencia de tomar una o varias clases con las cocineras habituales.

Qué mejor manera de aprender de las personas que saben el oficio de cocinar y que lo practican todos los días, además ellas están ansiosas de poder mostrar su cultura.

El taller dura entre 6 y 7 horas, dependiendo el programa a elegir.

Una experiencia completa

La experiencia en Zirita  inicia por la mañana con un recorrido por el “Mercado de San Juan” en donde podemos acompañar a las cocineras a comprar todo lo necesario para preparar estos platillos.

En esta parte se aprende cómo reconocer frutas y verduras al punto de madurez; cuál es el mejor queso o que color debe tener cierta carne.

El colorido mercado cuenta con 450 locatarios que ofrecen una gama de sabores y olores, alimentos preparados y útiles artículos.

La experiencia en el taller zirita inicia desde las compras en el mercado. Foto Archivo.

El taller de cocina está ubicado en un apacible paraje de la ciudad, con grandes jardines y una cascada, es una enorme troje, un tipo de construcción michoacana de madera que usan las comunidades típicas de los pueblos y tiene la facilidad de desarmarse y colocarla en diferentes lados.

Aquí funciona como laboratorio, tipo cabaña de campo con extraordinarias antigüedades en su interior y una cocina enorme para poder moverse libremente.

Todo está listo: mandil cacerolas, sartenes, cuchillos y las ganas de participar.

Lo bueno está por comenzar, se aprende a cocinar: desde cómo cortar una cebolla, desvenar unos chiles, macerar una carne, doblar una corunda en forma de triángulo y hacer tortillas en el metate.

Todo aquello sirve como preámbulo para hacer excelentes platillos de la cocina michoacana bajo el ojo y la paciencia de las señoras como Benedicta o Graciela.

Los secretos son revelados poco a poco en un ambiente de cordialidad y sonrisas, se redescubren procesos tan simples como hervir, cocinar, saltear o marinar con el ingrediente adecuado.

Variedad de platillos. Foto Archivo.

Caldo Michi, Corundas, Mole de Queso, Chongos Zamoranos, Chorizo en salsa de Mango, Nopales en Pipian; son sólo algunas de las más de 70 recetas rescatadas que se pueden aprender en un día gastronómico.

Sentarse en la mesa y degustar lo que hicieron los participantes y las cocineras en conjunto, es el resultado de horas de trabajo y la mayor satisfacción.

Si requieres más información de los talleres y costos consulta el siguiente link. www.zirita.com.mx

#Nuncadejesdecomer.

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