Las flores de Xochimilco son símbolo de amor, de naturaleza, de vida, y esperanza. Es por eso que bien vale la pena visitar este colorido lugar que nos regala hermosos paisajes, además de una tarde de conexión con la naturaleza.
Aún recuerdo como los fines de semana de mi infancia eran emocionantes. Cuando con mi familia y yo nos trasladábamos al sur de la ciudad para llegar a un lugar que prácticamente sigue siendo una población extraña del resto de las colonias.
Un pueblo con tradiciones arraigadas, los sabores a pinole y mole, los colores vistosos de los membrillos y dulces cristalizados, o el sonido de los loros y aves que guardan los pajareros en jaulas de carrizo.
El Folklore de Xochimilco
Hablar de Xochimilco me transporta a las mujeres haciendo tortillas y vendiendo comida, alegrías y frutas en canastos; al pan como las famosas campechanas que se trozan en la boca; a los globeros y algodoneros que divierten a los niños.
Al contrario de los adultos, que eran entretenidos por los canarios entrenados, para sacar de una pequeña caja de madera una cartita de la suerte.
Y qué decir del aroma de los puestos de comida en donde los vendedores de carnitas y barbacoa gritan cada uno más fuerte que el otro para llamar la atención de los compradores.
Donde adquieren unos cuantos kilos de carne bien cocida para preparar en familia unos ricos tacos, mientras se toma un paseo por los canales de agua a bordo de una colorida y floreada trajinera.
El lugar donde se cultivan las flores
Son precisamente las flores y plantas que hacen de Xochimilco un lugar completo y vistosamente colorido y aromático, no es en vano que la palabra en náhuatl signifique “lugar donde se cultivan las flores”.
Aquí se rendía culto a “Xochipilli” príncipe de las flores y a la diosa “Xochiquetzal” flor de pluma rica, ambos dioses fueron adorados por la población dedicada al cultivo de flores y plantas para adornar los jardines acuáticos y colgantes del gran imperio Mexica.
La tradición de cultivar y obsequiar flores ha estado siempre presente en nuestra cultura, lo podemos constatar en los códices prehispánicos, en la alfarería, en los antiguos escritos o en diversos motivos florales plasmados en los textiles y en la misma artesanía.
Nuestros antepasados tenían muy presente la filosofía de la naturaleza y eran poseedores de un gran conocimiento sobre las plantas, además sabían de medicina herbolaria.
Las rosas como tradición
Gracias a sus diversos microclimas, México cuenta con una gran variedad de flores y nuevas especies extranjeras, una de las flores traídas por los misioneros y bien adoptada es la rosa, en sus diversas especies.
La tradición marcaba, que la primera rosa de toda región, así como cualquier otra primera flor, se daba como ofrenda a la Virgen de Guadalupe.
A partir de la rosa provienen otras nuevas especies como la Santa María de Guadalupe, mezcla que hicieron los hermanos Jiménez de varias rosas extranjeras.
La rosa de color beige que luce la virgen, es única en el mundo y se ha podido aclimatar en varios países. Otra especie lograda en México es la rosa sin espinas.
Por otro lado tenemos el caso de la Dalia, la flor mexicana. Existen investigaciones que reconocen a esta región como la cuna de esta flor que además de tener propiedades medicinales y alimenticias, ha causado sensación por la belleza y diversidad de sus flores.
Esta flor prácticamente en unos pocos años conquistó a todo el continente europeo, siendo centro de atención en jardines de todo el mundo con sus más de 50 mil variedades.
Los coloridos mercados
El pueblo de Xochimilco tiene muy presente la tradición y el aprecio por las flores, ya sea en su artesanía local o en las coronas de sus trajineras.
Estas muestran los nombres de mujeres elaborados con flores; mientras paseas por los canales en una de ellas, seguramente una tradicional mujer se acercará en su embarcación para ofrecerte coloridas flores en venta.
Precisamente cada fin de semana se instalan mercados de flores y plantas para ofrecer las más variadas especies nacionales y extranjeras en una verbena donde confluyen comerciantes y compradores que tienen el especial gusto por mantener sus jardines coloridos y llenos de vida.
Las flores son un manojo de sonrisas y brillantes ojos que hipnotizan. En los mercados encontrarás un sin número de especies como begonias, azucenas, lirios, margaritas, pensamientos, alcatraces, tulipanes, pinochos, dalias, rosas, crisantemos, geranios, agapandos, malvones…
Cientos y cientos de plantas y flores de ornato, colgantes, de sol o de sombra, de agua, cactáceas y acuáticas; algunas más bellas que otras pero todas llenas de vida.
¿En dónde puedes comprar flores?
Los mercados de plantas y flores de Xochimilco son varios.
El mercado “Madre Selva” se encuentra en el bosque Nativitas muy cercano a los embarcaderos, “El palacio de la Flor” ubicado temporalmente en el centro deportivo, el “Mercado Flores de Cuemanco” sobre el periférico, un lugar ideal para pasar un día completo ya que cuenta con su propio lago, embarcadero y juegos para niños; “Acuexcomatl” es otro mercado de plantas y flores ubicado en Tulyehualco, y el “Mercaplant” en la colonia la Noria.
La tradición de visitar Xochimilco es algo que hoy en día debo agradecer a mis padres, pasear por sus canales, comer tradicionales platillos, comprar alguna artesanía o llevar a casa una planta es una de las mejores experiencias que recuerdo sin salir de la Ciudad de México.
Para conocer este y otros lugares #Nuncadejesdeviajar.