A sólo 119 kilómetros de Ciudad de México, y a aproximadamente una hora de Pachuca encuentras Tulancingo un pueblo con sabor, las delicias gastronómicas que se pueden encontrar en todo su territorio y por sus atractivos turísticos realmente únicos.
Cabe destacar que gracias a su excelente accesibilidad carretera, es fácil llegar a este increíble poblado hidalguense. Si no cuentas con un vehículo propio, tómalo con calma, puedes llegar a Tulancingo tomando sólo un autobús desde la Central de Autobuses del Norte.
Un “pueblo con sabor”
Desde agosto del año 2017, Tulancingo se consagró como uno de los 7 pueblos hidalguenses acreedores de la certificación “Pueblo con Sabor” (otorgada por la secretaría de Turismo del Estado de Hidalgo) Esto como reconocimiento al impulso gastronómico.
¿Te gustan los antojitos típicos mexicanos?, definitivamente Tulancingo es el lugar que estás buscando, además de los antojitos de siempre tales como las quesadillas, sopes, tlacoyos y tacos, este pueblo cuenta con una gran variedad de platillos típicos regionales.
Incluso cuentan con un estilo de enchiladas propio; atrévete a deleitar tu paladar con un guajolote, un exquisito taco de barbacoa o con una deliciosa pellizcada, indudablemente tu barriga va a terminar encantada.
Tulancingo un pueblo con sabor: Increíbles museos
En este pacifico pueblo se cuenta con 2 museos principales que destacan en el sitio y que definitivamente no verás algo similar en otro lugar. El primero, es el dedicado a uno de los luchadores más icónicos de todos los tiempos, El Santo, orgulloso oriundo de este lugar.
En este recinto podrás encontrar una increíble exposición dedicada completamente al enmascarado de plata, homenajeándolo y compartiendo incluso algunas de sus más interesantes anécdotas luchísticas.
Tratando así de mantener vigente su increíble legado que tanto ha influenciado la cultura popular mexicana. Justo a un costado de este lugar, se encuentra el Museo del Ferrocarril de Tulancingo.
Ubicado en la que antiguamente solía ser una de las estaciones ferrocarrileras más importantes del país. En este podrás apreciar auténticas piezas de época y crónicas de cómo se vivía la convivencia entre las diferentes clases sociales.
¡No hay excusa!
Tulancingo es sólo una pequeña prueba de las increíbles peculiaridades que puedes encontrar si te animas a aventurarte a hacer turismo de carretera.
Nada como disfrutar de la conexión de volverse uno con el camino, disfrutando del entorno y los paisajes para culminar llegando a algún destino fantástico. Las maravillas no sólo se encuentran en pueblos reconocidos como los Pueblos Mágicos,
¿Quién no disfrutaría de terminar gratamente sorprendido por alguna joya turística oculta en alguno de los 32 estados de la república mexicana descubierta por pura aventura?, ¡Atrévete a hacer de tu viaje en carretera toda una travesía! Y recuerda, “Nunca dejes de Viajar“