Los lagos de Texcoco, Xochimilco, Chalco y Tláhuac en la CDMX son sin duda el registro claro de la bonanza de la cultura azteca, la cual aportó un sistema de cultivo impresionante llamado chinampas. Ese fue el inicio de los alimentos mexicas.
El éxito de la comida prehispánica impacta la gastronomía hasta nuestros días. Conoce algunos de los alimentos mexicas que aún son consumidos por los citadinos.
Estos manjares aún cautivan a los viajeros nacionales y extranjeros que los prueban en los mercados y puestos de comida callejera de la Ciudad de México. Los aromas y sabores no se hacen esperar cuando se trata de comer rico y barato.
La increíble Milpa
La época prehispánica fomentó la creación de las chinampas, islotes artificiales que servían como superficie de cultivo flotante, sostenidos por asombrosos y altísimos árboles ahuejotes.
En las chinampas se estableció el sistema conocido como milpa, donde nacen los principales alimentos como el maíz, chile, frijol, chayote y calabaza, que hoy forman parte de la dieta mexicana.
Por supuesto la tortilla, salsas y garnachas callejeras que deleitan a mexicanos, son imposibles de imaginar si no hubieran existido primero las milpas.
Tenemos también al tlacoyo, tacos, quesadillas, tamales, caldillos y gorditas; alimentos que hasta el día de hoy se consumen principalmente en el centro de México.
Las chinampas que subsisten en Xochimilco y Tláhuac ayudan a impulsar el consumo de platos más buscados por los capitalinos.
Quelites y más
Parte de la “maleza” que se crea alrededor de la milpa son hierbas comestibles que se le conocen como quelites y que desde la época prehispánica se les aprendió a utilizar como parte de la alimentación.
Tenemos también el epazote que sazona con su aromático sabor a los caldos, moles, salsas y platillos de la mesa mexicana.
Entre otras plantas comestibles de México encontramos al pápalo con su intenso gusto aparece en los tacos; además de los romeritos los cuales complementan el sabor del mole en las fiestas decembrinas.
Y qué decir de los huauzontles, preparados en tortitas capeadas con caldillo de chile pasilla, son una delicia en los menús de fondas y cocinas económicas de la CDMX.
Florifagia y herbolaria
El hecho de que algunas flores puedan comerse hace que la experiencia sea un completo manjar al descubrir los nuevos sabores.
La flor de calabaza es sin duda la estrella en la Ciudad de México, por su gusto sutil y versatilidad en platillos chilangos.
Otra flor deliciosa es el Colorín, que en primavera pinta las calles de rojo.
En cuanto al legado mesoamericano de la herbolaria los mercados ofrecen diferentes hierbas que pueden ser consumidas en alimentos o de forma medicinal, el ejemplo es la Sábila (Áloe), Estafiate, Cuachalalate y la Capuchina.
Productos lacustres
Bajo las sombras de los árboles frondosos que son testigos del pasado de la ahora llamada CDMX, están algunos ingredientes difíciles de conseguir.
Por lo tanto, son de precio elevado, está entre ellos lo que se denomina “el caviar de Tenochtitlán”: El Ahuautle.
Se trata del huevo de la chinche de agua, que en las orillas del lago de Tláhuac y Xochimilco se sigue consumiendo con forma de tortitas capeadas con salsa de jitomate.
Además del ahuautle, está lo que era considerada la sal de los mexicas: el Tequesquite, una “roca” que se forma por la solidificación de la sal que se encuentra encima del lago.
Actualmente se utiliza para sazonar algunos caldos, moles y vegetales.
En algunos códices prehispánicos se hablaba del uso del Tecuitlatl, alga que contenía diversas propiedades alimenticias.
Hoy en día a ese alimento lo conocemos como Espirulina, un gran suplemento alimenticio el cual alivia algunos padecimientos y brinda sabor a los guisos que se realizan en ciertos restaurantes de la ciudad.
En los alrededores y en las calles….
Sobre la ribera de los lagos que rodean la capital, aún se encuentran cultivos de jitomate, tejocote, hongos (entre ellos el Huitlacoche), chía, amaranto y dulces tunas o xoconostles.
En los tianguis toda la variedad de nopales que existen, sobre todo en Milpa Alta (primer productor de nopal en México).
Y por difícil de creer hay árboles de olivos, que a pesar de ser introducidos por españoles se siguen encontrando después de 500 años en las calles y parques de la CDMX.
Sí, ahí en los pueblos de Tulyehualco y San Juan Ixtayopan donde el aceite y las aceitunas son parte del comercio local.
Alimentos mexicas ¡nunca falten!
Ya seas chilango o viajero que visite la ciudad, te invitamos al estar al tanto del origen de ciertos productos de la cocina que son de origen mexicano y que son parte de nuestro pasado y presente.
Muchos siglos después continúan vigentes gracias a los cocineros y personas que siguen demostrando el amor por su tierra. ¡Qué delicia la comida prehispánica!
¡Nunca dejes de Viajar!