París es y será por excelencia la ciudad de los enamorados, de esa manera se ven por las calles centenares de parejas tomadas de la mano mientras recorren los Campos Elíseos, la Torre Eiffel, el puente de los candados y el río Sena.
La arquitectura, los cafés de las esquinas y el lenguaje cultural, crean el lienzo perfecto para empezar a trazar una vida a lado del ser amado.
Si todo esto no fuera poco, recientemente se ha sumado un rito que atraerá a los enamorados en el Pont des Arts.
Primer puente peatonal en París
El Pont des Arts (Puente de las Artes) fue el primer puente peatonal en París construido a base de metal, se encuentra ubicado sobre el río Sena en el Distrito VI y sirve como unión entre el Instituto de Francia con el Museo De Louvre.
Si bien, ya ha sido reconstruido por su desgaste a lo largo de los años, no deja de ser una belleza de la época napoleónica, sede de exhibiciones para pintores, artistas y fotógrafos.
Todos los días llegan parejas de todo el mundo a sellar su amor de forma simbólica colgando un candado en el barandal del puente, graban sus nombres con tinta indeleble y otros más elaborados con grabados especiales.
Ritual en el Pont des Arts
Se ven candados de todos los tamaños y colores, algunos con un pedazo del vestido de la novia, todos con la promesa de amor eterno.
Se besan, se abrazan, se miran a los ojos y lanzan las llaves al río Sena el cual se encargará de arrastrarlas muy lejos, ahí donde nadie pueda encontrarlas para abrir ese candado símbolo de su unión.
Es un matrimonio ante París, la ciudad del amor, una alianza entre dos que no requiere de mayores ceremonias.
Así se ha ido esparciendo la costumbre a lo largo de otros puentes, como el Pont de l’Archevêché detrás de la catedral de Notre Dame.
Un amor de cuento de hadas
Nadie sabe como ni por qué empezó esta costumbre pero se sospecha que se remonta a la novela “Tengo ganas de ti”, de Federico Moccia.
En esta novela, los personajes enganchan un candado con sus nombres a un farol del puente Milvio no muy lejos de Roma.
Las autoridades de la capital francesa no han dado una postura oficial en cuanto a la naciente costumbre, pero en el año 2010 desaparecieron cientos de candados de la noche a la mañana de forma misteriosa.
El gobierno Parísino negó cualquier responsabilidad ante el atroz acto, pero ante la insistencia de las románticas parejas de seguir con la sensible tradición no les ha quedado de otra que respetar la voluntad de los entusiastas turistas.
Si piensas organizar una escapada sentimental, una luna de miel o simplemente un aniversario de bodas, no está por demás que te des una vuelta al Pont des Arts y vivas tu propia novela de amor.
Engancha tu candado en presencia del Sena, promete amor eterno y deja que París se encargue del resto. #Nuncadejesdeviajar.